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Pat (España)

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La más divertida anécdota del "Mono" Burgos

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El primer penal no convertido por River ante Boca, dentro del profesionalismo, tuvo como protagonista a Adolfo Pedernera. Fue el 11 de Junio de 1939 cuando por la 13ª fecha de dicho torneo, y en el estadio de River, los millonarios perdieron por 2 a 0 frente a su clásico rival.
El partido estaba muy disputado, hasta que el árbitro sancionó un penal favorable a River. Era la gran oportunidad para el local, pero Pedernera ejecutó el tiro desde los 12 pasos de manera muy anunciada, permitiendo que desviara el arquero de Boca, Juan Estrada, arrojándose hacia el palo derecho de su valla (foto). Ahí River perdió confianza y el partido. Era el primer triunfo de Boca en el nuevo estadio de River, la por entonces 'Herradura de Núñez'. Resultó un partido histórico para ambos clubes.
River formó con Besuzzo; Vassini y Blanco; Yácono, Rodolfi y Wergifker; Peucelle, Caffaratti, Maffei, Moreno y Pedernera.
Por su parte Boca alineó con Estrada; Ibáñez y Valussi; A.López, Angeletti y Suárez; Varallo, Alarcón, Liztherman, Pícaro y Danza.
El árbitro fue A. Destaillats. Los goles boquenses fueron anotados por Pícaro y el legendario Francisco "Pancho" Varallo. Un recuerdo a todo azul y oro.

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Rodrigo Braña ve a mi mamá con pantalones cortos y le pega una patada.

(NORBERTO "Ruso" VEREA, periodista argentino, opinando en 2003, sobre el combativo volante de Quilmes, hoy en Estudiantes de La Plata)

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Había salido a la cancha con un ‘7’ mentiroso en la espalda, porque me tiraba permanentemente al medio. De repente lo busqué a Prospiti, que me devolvió la pared y encaré solito a Gilmar. Se la toqué de derecha al palo zurdo. Salí corriendo como loco, gritando el gol. De repente me paré porque creí que me lo habían anulado. Es que el Pacaembú estaba totalmente en silencio y a pesar de que en el banco argentino todos gritaban, no se oía ni una voz…

(ERMINDO ONEGA [1939-1979], ex internacional argentino, recordando su gol ante Brasil en la Copa de las Naciones 1964)

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La tragedia de Superga


En la entrada del viejo estadio de Filadelfia, donde jugó el Torino hasta la construcción del Comunale, hay un monumento que recuerda al mejor equipo de su historia, el "grande Toro" de la década de los años cuarenta. Se trata de la hélice de un viejo avión. Es de lo poco que se conserva de la aeronave que se estrelló en las afueras de Turín y que acabó con el mejor equipo que posiblemente ha dado Italia en toda su historia. Hoy, cuatro de Mayo, se cumplen sesenta años de aquella tragedia.

Hoy, como cada cuatro de Mayo, los fieles aficionados del Torino suben andando a la Basílica de Superga, situada a veinte kilómetros del centro de Turín, para rezar una oración junto a la lápida que recuerda que allí mismo se estrelló el avión que devolvía a casa al considerado mejor equipo de la historia de Italia. El Torino de los años cuarenta, que había conquistado cinco títulos de Liga de forma consecutiva, protagonizó una tragedia de la que el equipo "granota" no se ha recuperado.

El accidente conmocionó a la sociedad italiana que se estaba recuperando de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, ese conflicto impidió que el Torino hiciese más grande su palmarés. Ganaron el último título antes de que el calcio se paralizara durante tres años -que habrían caído en su saco- y volvieron a ganar los tres siguientes. En 1949 faltaban cuatro jornadas para conquistar el quinto scudetto consecutivo cuando tomaron un avión para jugar un amistoso en Lisboa contra el Benfica. Valentino Mazzola, el mejor jugador de aquel Torino -y padre de Sandro Mazzola, estrella del Inter de los setenta- había insistido en acudir al homenaje del capitán lisboeta José Ferreira.

El Benfica quería al mejor equipo de Europa en aquel encuentro y Mazzola, el jefe de aquel equipo, había convencido de los directivos. La fama de aquel equipo era descomunal. Con la llegada de Valentino Mazzola y Ezio Loik, que formaban la pareja de delanteros, el conjunto grana se había convertido en una máquina perfecta que todo el mundo quería ver de cerca.

El problema vino en el viaje de vuelta. Había tormenta sobre Turín y excesiva nubosidad. Cuentan que el piloto no tenía demasiada clara la maniobra y que fue la expedición del Torino la que insistía en aterrizar. Un error de navegación hizo el resto. El avión, un viejo Fiat G212CP (en la foto de abajo), se estampó contra la Basílica de Superga. La violencia del choque fue salvaje y murieron los treinta y tres ocupantes del avión (dieciocho futbolistas, directivos, técnicos, acompañantes y tres periodistas).


Para identificar a las víctimas fue llamado el seleccionador italiano, Vittorio Pozzo. Y es que la tragedia no sólo fue para Torino sino para la selección italiana. En aquel tiempo el once inicial de la "azzurra" estaba formado por el portero de la Juve y los diez jugadores de campo del Torino. La tragedia dejó a Italia sin sus opciones de ganar el campeonato del Mundo de Brasil al que, por temor al avión, viajaron en barco.

El duelo en Turín fue tremendo. Toda Italia lo siguió por televisión y más de medio millón de personas salió a la calle para asistir al cortejo fúnebre de los futbolistas. Sus ataúdes entraron en la catedral turinesa en orden, como salían al campo cada domingo mientras por la megafonía se anunciaban sus nombres. La escena, que figura en diversos documentales, estremece. Sauro Tomá, el único jugador que no viajó a Portugal por culpa de una lesión de menisco, quedó tocado para toda su vida. Y se salvó también Kubala. El húngaro jugaba en un equipo italiano y estaba en Lisboa de viaje con su mujer e hijo. Acordó con el Torino regresar en el mismo avión, pero su hijo se puso enfermo y fue ingresado en un hospital portugués por lo que Kubala retrasó el regreso y regateó así a la muerte.

El Torino no se resignó aunque nunca se recuperaría. Decidió acabar el campeonato de aquel año jugando con los juveniles. Lo mismo hicieron sus adversarios y los clubes, reunidos por la Federación, decidieron conceder el título de 1949 al Torino independientemente de los resultados de las últimas cuatro jornadas. Hoy, los incondicionales del "Toro" regresarán como cada 4 de Mayo a Superga.

Las víctimas del accidente

Jugadores: Valerio Bacigalupo, Aldo Ballarin, Dino Ballarin, Emile Bongiorni, Eusebio Castigliano, Rubens Fadini, Guglielmo Gabetto, Ruggero Grava, Giuseppe Grezar, Ezio Loik, Virgilio Maroso, Danilo Martelli, Valentino Mazzola, Romeo Menti, Piero Operto, Franco Ossola, Mario Rigamonti, Giulio Schubert.
Dirigentes: Arnaldo Agnisetta, Ippolito Civalleri.
Entrenadores: Egri Erbstein, Leslie Levesley.
Periodistas: Renato Casalbore, Renato Tosatti, Luigi Cavallero.


(artículo del periodista Juan Carlos Álvarez, publicado en el diario digital “Faro de Vigo” el 04/05/09)

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Juan Antonio Pizzi, nacido el 7 de Junio de 1968 en la provincia de Santa Fe, fue un delantero centro que triunfó en el fútbol español.
Comenzó en Rosario Central, para concretar una extensa y exitosa trayectoria, pasando por Tenerife, Barcelona, Valencia y Villarreal, en España; Toluca de México; Porto de Portugal y River de Argentina,
En la temporada 1995-1996, tuvo uno de sus mejores momentos, actuando para Tenerife, al anotar 31 tantos, obteniendo el ‘Pichichi’ como máximo goleador de la Liga Española y el Botín de Oro, como el mayor artillero de las ligas europeas.
Sus goles hicieron que, una vez nacionalizado español, fuera citado para jugar en el seleccionado de España.
En 1996, fichó para el Barsa y sus hinchas recuerdan un partido en el Camp Nou, cuando enfrentó al Atlético de Madrid. Al finalizar el primer tiempo, los "colchoneros" ganaban 3 a 0. En la segundo, el local, en franca recuperación, igualó 4 a 4 y cuando el árbitro estaba por pitar el final, Pizzi convirtió el gol que le dio el triunfo a los catalanes.
Los aficionados recuerdan ese gol relatado por el periodista Joaquim María Puyal, cuando a grito pelado decía al aire: "¡Pizzi, sos macanudo!", queriendo felicitarlo con una palabra bien "argentina" que quizás no venía al caso. A partir de allí, se lo apodó "Macanudo".
Pizzi jugó 22 partidos para España, con 8 goles, uno de ellos, el 20 de Septiembre de 1995, en un amistoso ante Argentina, partido que ganó España 2 a 1. El goleador jugó el Mundial de Francia de 1998, con escasa participación.

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Manchester United, hijos, esposa: en ese orden.

(Pancarta exhibida en Old Trafford años atrás)

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El secreto para ser un buen arquero es haberse comido 400 goles, siempre que no sean en el mismo campeonato.

(AMADEO CARRIZO, célebre arquero riverplatense, opinando en 1965 sobre los secretos de su puesto)

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Isabelino Ramírez, campeón invicto de la dignidad (Ramplense - Uruguay)


Isabelino Ramírez surgió en las divisiones formativas de Peñarol y siendo muy joven se puso la rojiverde de mi querido Rampla Juniors en la década del 70. Enseguida se ganó el cariño de la hinchada por la calidad de su juego y , fundamentalmente, su temple, su garra, su tesón. Jugaba de volante derecho, un '8' a la antigua.

Corrían malos tiempos para el club y miles de hinchas andábamos con la tristeza a cuesta de cancha en cancha de la B, contándole a cada uno que se acercara que éramos forasteros en la divisional, que estábamos llenos de gloria, que éramos el tercer grande y por esas cosas de la vida... ya lo ve, en el fondo de la tabla de la Segunda División.

Isabelino jugaba y jugaba, metía y metía. Un sábado, como tantos, llego al Olímpico tempranito y un rumor me sacudió: a Isabelino le salió un pase para Brasil y se va, no juega más en Rampla. No lo podía creer, pero era cierto. Pongo la radio, la 42 que transmitía los partidos, y lo estaban entrevistando. Estaba ilusionado y a la vez apesadumbrado. El periodista al despedirlo le dijo que era entendible que se fuera con pena del club del que era hincha. Y él le respondió que en realidad era hincha de Peñarol pero que había recibido y dado tal cariño en ese tiempo en el club que se había hecho hincha de la hinchada de Rampla a la que nunca olvidaría.

Acto seguido se vino a la tribuna y creo que ninguno de los cientos que allí habíamos nos perdimos el beso y el abrazo de ese negro maravilloso. Parecía mentira que aquel hombre al que vi trancar dos veces con la cabeza contra los pies rivales pudiera tener esa ternura y fuera doblegado por el llanto emocionado. Fue muy fuerte aquello. Tan fuerte como lo que me contó un dirigente de la época poco tiempo antes de que se fuera: un día al terminar un partido, después de un triunfo, lo vio sollozando mientras se vestía luego de ducharse y le preguntó qué le pasaba. Se le había muerto un hermano e iba a su velatorio. Le dijo si estaba loco, que por qué no había dicho nada. Y le dijo que su pena era su pena, que si contaba no lo ponían y él sabía que lo necesitaban.

Nunca he vuelto a saber nada de él.

Si alguna vez lee esto que sepa que la hinchada de Rampla que tuvo el honor de conocerlo y saber de su calidad humana nunca lo olvidará y sueña con que aparecerá como aquel día en que la niebla tapaba todo, y de repente apareció como un loco besando la camiseta frente a la platea: nos venía a contar que había hecho un gol en el arco del Varadero.

(Un gracias enorme al autor por autorizarme a publicar este cuento y compartirlo con todos ustedes)

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-Al fútbol se lo tiene como el deporte en el que se insulta y se pegan patadas. ¿Es así?

-El fútbol educa, pero en su marco a veces faltan valores. Los ingleses dicen que "el fútbol es un deporte de caballeros jugado por hooligans, y el rugby es un deporte de hooligans jugado por caballeros". El mayor gesto de grandeza lo ha tenido hace poco un deportista norteamericano, Andy Roddick, cuando reconoció un error en un fallo que lo favorecía, y sin embargo hizo dar marcha atrás en la decisión y perdió un Grand Slam. Hay que saber, en el deporte profesional, cuál es el límite para llegar al fin. No todo está permitido. En el fútbol todos estamos involucrados en eso. No es que "fulano de tal lo hace y yo, no".

-Ese gesto de Roddick es casi una excepción...

-Está el caso de Sergio Vigil en las Leonas, cuando admitió como válido un gol rival anulado...

-¿El jugador argentino no sabe perder?

-En el tenis los jugadores están separados y hay intercambios verbales. En el fútbol, que tiene tanto contacto, se fue mejorando mucho en cuanto a cantidad de jugadores expulsados. El argentino está jugando en todo el mundo y aprendió mucho.

¿Qué diferencia notás entre el chico que educabas hace 20 años y el que educás hoy?

-La idea de juego y la esencia del aprendizaje son las mismas. Además, los padres traen al hijo no sólo para jugar al fútbol. Me dicen "te lo traigo porque es tímido, o porque es hiperquinético, o porque quiero que haga ejercicio..." Es tan importante el primer objetivo, el fútbol, como tratar de incluir y hacer crecer al chico.

(CLAUDIO MARANGONI, ex futbolista argentino, director de una escuela modelo de fútbol y deportes que lleva su nombre en Parque Las Heras, en entrevista con el diario “La Nación” del 15 de Septiembre de 2005)

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Siempre me ha parecido más viril el desafío entre cuchilleros. Sigo sintiendo que a pesar de que matar formaba parte de esta práctica, había una cierta nobleza que no he podido encontrar en un hombre que patea una pelota.

(JORGE LUIS BORGES [1899-1986], célebre escritor argentino)

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El primer régimen que instrumentalizó el fútbol fue el fascismo de Benito Mussolini. Mussolini fue el primero en considerar a los jugadores del equipo de Italia como soldados al servicio de la causa nacional.

IGNACIO RAMONET, periodista español, ex director de “Le Monde Diplomatique”)

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Tres momentos (Umberto Saba - Italia)


De carrera salís al centro del terreno,
a las tribunas saludáis primero.
Luego, lo que después
sucede -que os volvéis a la otra parte,
la que más negra hierve-, no se puede
decir, es algo que no tiene nombre.

El portero pasea arriba y abajo
como un centinela.
El peligro está lejos aún.
Pero si un torbellino lo acerca, oh, entonces,
una fiera joven se agazapa
y alerta espía.

Fiesta en el aire, en cada calle fiesta.
Si dura poco, ¡qué importa!
Ni una ofensa pasó nuestra puerta,
los gritos se cruzaban como rayos.
Y vuestra gloria, once muchachos,
como un río de amor adorna Trieste.

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¿Qué balance hacés de tu paso por el fútbol inglés?

Me podría haber ido mejor. En Sheffield descendimos a Tercera, pero me fue muy bien a nivel individual porque cuando se eligió al equipo del siglo, en el año 2000, a mí me pusieron. Es cierto que esas elecciones son discutibles, porque tiene más peso lo de los últimos años, pero significa que algo hice. Lo mismo me pasó en Estudiantes, cuando arman esos equipos ideales del siglo.

¿Y en el Leeds?

Ahí jugué en Primera, pero tuve un problema: el entrenador que me llevó duró cinco partidos, vino otro, y a este nuevo le gustaba el fútbol a un toque. Las prácticas eran todas a un toque, y eso a mí me mató, porque me encantaba tenerla. No lo critico, eh, sólo digo que iba contra mi estilo, así que mucho no jugué.

¿Cuántos litros de cerveza tomabas en los terceros tiempos de Inglaterra?

Cero, porque no me gustaba y, además, servían la cerveza natural, así que pedía gaseosa. El tercer tiempo se hacía en todos los estadios: un lugar preparado donde iban los jugadores de los dos equipos y las familias del local. Se tomaba muchísimo alcohol y nunca vi un problema entre rivales que por ahí se habían dado duro en el campo.

¿Qué fue lo más curioso que te pasó en Sheffield?

Descendimos a Tercera y la gente entró para sacarnos en andas. Nos decían: “El año que viene ascendemos”. ¡Como en la Argentina! Lo contás y no te lo creen. No sé cómo será ahora pero eso fue increíble.

(ALEJANDRO SABELLA, actual entrenador de Estudiantes de La Plata, recordando su paso por el fútbol inglés en revista “El Gráfico”, edición Enero de 2010)

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Quedé contento por el título y un poco triste por Enzo (Francescoli, su ídolo), porque él estaba llegando al final de su carrera y no iba a tener otra chance así. Pero igual Enzo me regaló su camiseta.

(ZINEDINE ZIDANE, ex internacional francés, recordando la final de la Intercontinental 97 donde Juventus le ganó 1 a 0 a River Plate)

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Es como esas amas de casa que con cien pesos al mes visten a los chicos, les dan de comer y los mandan a estudiar. Don Ángel puede armar un equipo muy digno pese a todos los inconvenientes económicos, y además con un gran respeto por la categoría individual de cada jugador.

(ROBERTO FONTANARROSA [1944-2007], recordado humorista argentino, opinando sobre Ángel Tulio Zoff, ex jugador y entrenador argentino, emblema de Rosario Central)

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El final por la final (Iris Leda Faba - Argentina)


El entrenamiento es agotador. Levantarme todos los días a las seis de la mañana no es de lo más agradable, pero una vez que estoy en movimiento me visto y me calzo los botines, comienza a dar vueltas en mi cabeza la idea de que pronto estaré en el campito y comenzarán las gambetas, los pases cortos, la llegada y correr. Para luego tenerla entre las piernas que esperan, y soltarla nuevamente y que otro se apodere de ella hasta que arisca vuelva a escapar. Aquí está otra vez.

Estoy delirando. Esto me pasa cada vez que voy a entrenar. ¡Cuánta pasión despierta la redonda!...

Suena el teléfono, es Amilcar nuestro entrenador, que me pide si puedo adelantarme media horita, así aprovechamos mejor el día, hombre con una voluntad de hierro y que a la hora de hacer que se le obedezca, no sabe de contemplaciones, es duro y exigente y el plantel obedece sin cuestionamientos.

De todas maneras, debo reconocer que gracias a su eficacia conformamos un equipo ejemplar y con el mayor número de goles obtenidos hasta el momento. Dentro de la cancha se despliega ritmo, contundencia ofensiva y juego brillante, todo a un tiempo.

Dejo mi desayuno y salgo corriendo sin pensar que estoy compartiendo esa hora de la mañana con la persona que amo y que me mira pero no dice una palabra. Bueno, tendrá que entender.

Esta vez vamos por el título y no podemos ni debemos fallar. Por nuestros seres queridos en primer lugar, que han tenido que soportar malhumor, ausencia y todo lo que trae aparejado un deporte tan prometedor y popular como el fútbol y sobre todo para no defraudar a la hinchada que nos apoya y nos sigue a morir.

A partir de la semana próxima, debemos prepararnos para la concentración. Poca comida, buen dormir y nada de sexo.

¡Nada de sexo! Y esto es serio, muy serio.

Cuando me casé lo hice pensando en entregarme a la persona amada en cuerpo y alma, ahora va tener sólo mi alma. ¿Lo soportará? ¿Será el amor más fuerte que todo lo demás? ¿Me acompañará en este largo viaje que hoy ocupa un lugar tan importante en mi vida? Todas estas preguntas encontrarán su respuesta esta noche, cuando sin más dilación mantenga la charla que por miedo fui posponiendo. Sí, miedo a que la incomprensión, el egoísmo y la duda tomen al amor de mi vida por sorpresa y me obligue a elegir. Sé que puede suceder pero tengo que intentarlo.

-Tenemos que hablar.

-¿Te parece?... Ya se me olvidó cómo se hace con vos. Hace tanto tiempo que…

-Por favor, no quiero discutir, sólo quiero que sepas que la semana próxima tengo que concentrarme y desde esta noche no vamos a tener sexo.

-¿Qué no vamos a qué?... - un grito desaforado acompañó la pregunta.

-Te pido que entiendas, no es un partido cualquiera, es la final y…

-Qué entienda. Esto sí que es gracioso.

-Por favor, no te rías así, me das miedo.

-¡Pero cómo no me voy a reír! Dejaste de limpiar la casa y entendí, dejaste de cocinar y entendí, dejaste de planchar mi ropa y de atenderme y entendí y ahora me pedís que entienda que no vamos a tener sexo. Querida yo me casé con una mujer, quedate con la final y tu amada pelota, pero acá el macho soy yo y las tengo bien puestas. Adío.

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La noche del 22 de Marzo de 2000 Boca recibió al Blooming de Bolivia por la primera fase de la Libertadores. Y ya de entrada se perfiló como una noche histórica cuando antes de los quince del primer tiempo Traverso puso el 2-0 al conectar un centro. No parece gran cosa pero ese fue el primer gol de Christian Traverso con la azul y oro tras un poco más de tres años en el club.
Pero lo que vino a continuación no registraba antecedente alguno a la fecha y aún hoy cuando ya pasaron 10 años. Alfredo Moreno, que ya había puesto el 1-0 a los 3 minutos, se descolgó con la friolera de meter 4 goles más en los primeros 20 minutos del segundo tiempo, llegando al total de 5 goles en una noche imborrable que terminó de encaminar a Boca a la clasificación y sepultar las aspiraciones de los bolivianos por conseguir un empate.
Esa marca es la máxima conseguida por un jugador argentino en Copa Libertadores en toda la historia.
Cerca del final, Limberg Gutiérrez descontó y dejó el resultado final en un 6-1 que en un momento pareció hasta medio escaso.

(tomado del blog “Imborrable Boca”)

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Hasta Al Pacino va a un casting, pero el 'Tolo' Gallego no quiso charlar para ser técnico de River. No hay duda, es más grande que Al Pacino.

(JOSÉ MARÍA AGUILAR, ex Presidente de River Plate, ironizando en 2008 acerca de la negativa del ex jugador y entrenador de la institución a conversar acerca de la posibilidad de volver a dirigir al plantel millonario)

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Figo ya puede venir a Barcelona tranquilo, porque ahora el enemigo público número uno soy yo. Yo respeto mucho al Barça, nunca olvidaré lo que me dio los cuatro años que estuve aquí, pero se ha creado alrededor mío algo que ya creo que es imposible transformar en positivo, y está claro que acabaré mi carrera sin entrenar al Barça.

(JOSÉ MOURINHO, entrenador del Inter de Italia, opinando sobre su relación con el público catalán, ayer tras eliminar al Barcelona de la final de la Champions League)

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Johan Cruyff



Fecha: 13 de Abril de 1980
Lugar: Washington DC
Fotógrafo: Peter Robinson

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Cueca al Colo Colo ('Tito' Fernández - Chile)

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El 7 de Octubre de 1973 Argentina vencía a Paraguay 3 a 1 en la cancha de Boca y lograba el pasaje al Mundial de Alemania 1974. El temor por la eliminación rondaba por la Bombonera pero el ‘Ratón’ Ayala y sus compañeros cumplieron su objetivo.
El país en 1973 esperaba que Juan Domingo Perón asumiera por tercera vez la presidencia de Argentina. Esta vez con su mujer María Estela Martínez de Perón (Isabelita) como vice. Venía a suceder a Héctor Cámpora y el General se disponía a tomar tomar la presidencia el 12 de Octubre.
Y al fútbol argentino lo acuciaba el temor de no entrar al Mundial de Alemania de 1974, y que tuviese una ausencia como pasó en México '70.
Por eso se armó un equipo especial para competir ante Bolivia en La Paz -ganó 1 a 0 con gol del mendocino Ramón Fornari- y el DT Enrique Omar Sívori tuvo la más amplia libertad para elegir al plantel y trabajar con él por mucho tiempo. Por eso se mandó a un grupo de jugadores a que se prepararan en zonas de altitud similar a La Paz. Después Sívori optó por hacer un equipo variado, entre los que habían ido a la altura y los que habían entrenado en el llano.
Le había ganado también a Bolivia en la cancha de Boca 4 a 0 y había empatado ante los paraguayos en Asunción (ahí jugó el mendocino Roque Avallay) 1 a 1.
Pero también Paraguay superó a los bolivianos de visitante y la última fecha del grupo 2 los encontró con 5 puntos a Argentina y Paraguay.
En esa época se jugaban por zonas de 3 o 4 equipos y no todos en el mismo grupo como ahora, por eso si perdía un encuentro podía significar la eliminación del Mundial. Al paraguayo Heriberto Correa, de Vélez, le pidieron que se nacionalizara para jugar para la Selección nacional.
Ese 7 de Octubre de 1973 la cancha de Boca presentaba un lleno total con la Selección nacional jugándose el pasaje al Mundial '74. El equipo formado por Sívori fue con: Daniel Carnevali; Enrique Wolff, Francisco Sá, Ángel Bargas y Heriberto Correa; Miguel Brindisi, Roberto Telch y Carlos Babington; Ramón Ponce, Rubén Ayala y Enrique Chazarreta. Al inicio del segundo tiempo entró Agustín Balbuena por Babington y a los 8' el cordobés Carlos Guerini por Roberto Telch.
Sorprendió Paraguay con un gol en el primer tiempo y empató el ‘Ratón’ Ayala, de penal a los 34'. Después el mismo delantero del Atlético Madrid logró el 2 a 1 a los 11' (ST) y el tercero fue de Guerini a los 40'.
A los jugadores argentinos les renació la calma, estarían en el Mundial.
Dentro de lo desorganizado que se manejaba el "tema selección" se logró el objetivo planeado.
Era la sexta vez que iba a jugar un Mundial de fútbol. Lo había hecho en 1930, 1934, 1958, 1962, 1966 (había sido eliminado a la cita de 1970 en México y renunciado a participar en los Mundiales de 1938, 1950 y 1954) y se clasificaba a Alemania 1974.




(tomado del blog “Historia de Portemza”)

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Cuando me entero que a algún rival le ha dejado la mujer, yo procuro recordárselo en el campo.

(VINNIE JONES, ex jugador inglés, célebre por su mal genio dentro y fuera de las canchas)

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Soy muy amigo suyo, me cuesta conseguir una definición. Siempre rescato como algo positivo del Flaco que, hace muchos años, cuando se imponía un fútbol terriblemente utilitario, él fue uno de los pocos que se levantó a decir ‘che, pensemos en el espectador’. Eso para mí es muy rescatable.

(ROBERTO FONTANARROSA [1944-2007], recordado humorista argentino, opinando en 2001 sobre César Luis Menotti)

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El portero de hierro del Manchester City


Bert Trautmann nació en 1923 en Bremen. Estuvo en la Luftwaffe, las fuerzas aéreas alemanas, y partició en la segunda Guerra Mundial, era un paracaidista. Estuvo luchando en el Frente del Este, por ello le dieron cinco medallas, entre ellas, la "Iron Cross".

Después de esto, le mandarían a luchar al frente Oeste, allí no tendría tanta suerte. Fue capturado por los británicos. Lo llevaron a un campo de concentración de Ashton-in-Makerfield (en Lancashire) con 1.000 soldados más, él fue uno de los 90 que consiguieron sobrevivir. Un poco más tarde le ofrecieron repatriarse a Alemania, pero se negó, entonces se quedó a vivir en el norte de Inglaterra, trabajando como granjero y jugando al fútbol. Era el portero del St.Helens Town (actualmente en la North West Counties Football League). Allí jugaría 43 partidos, en la temporada 1948-49. Ese año su fama iría creciendo, sobre todo tras una final de una competición local, la Mahon Cup, a la que acudirían unas 9.000 personas.

Entonces llegaría su momento, varios clubes se interesaron por él, finalmente ficharía por el Manchester City con un contrato amateur. Era su oportunidad, y no la desaprovechó, ya que no tardarían en hacerle contrato profesional. Su pasado como soldado (posteriormente también fue sargento) de la Alemania nazi no gustaba a la afición. Muchos seguidores bombardearon la sede del City con cartas de protesta y pancartas en las que se podían leer leyendas como "Fuera el alemán". Además, tenía que sustituir a toda una leyenda de los citiziens, Frank Swift.

Su primer partido como titular lo disputaría ante el Bolton Wanderers, aquello sirvió para que los fans del City se dieran cuenta de su calidad como portero. Pero cuando jugaban fuera, era abucheado por los seguidores de los equipos rivales, tanto que un día cuentan que se desconcentró por completo, al ser el centro de las iras rivales, y le metieron 7 goles, concretamente jugando ante el Derby County.

Poco después, en Enero de 1950 tenía que jugar en Craven Cottage, su primera visita a Londres. La prensa londinense recordaba su pasado todos los días, y en aquel partido la afición del Fulham no paró de llamarle "nazi" durante todo el partido. Pero al final de aquel partido, tras realizar grandes paradas terminó siendo aplaudido, sobre todo por los jugadores de ambos equipos, el Fulham y el Manchester City. A pesar de sus grandes partidos, no pudo evitar que el City bajase a segunda ese año, aunque no tardarían en volver a la First Division.

Comenzó a ser considerado uno de los mejores porteros de la época, y fue uno de los primeros porteros en jugar con los pies ya que sería uno de los participantes del Revie Plan que utilizó aquel Manchester City. Este sistema les llevaría a jugar la Final de la FA Cup de 1955, donde cayeron por 3-1 ante el Newcastle, en un partido totalmente nefasto. Pero solo una temporada después, tendrían la revancha. Esta vez llegaban al viejo Wembley para jugar contra el Birmingham City. La final iba bien para el City, ganaban por 3-1 y quedaban 15 minutos.

Un balón disputado provocó un fuerte golpe entre Trautmann y Peter Murphy. Trautmann tenía un gran dolor en su cuello y en su rodilla derecha. En esa época no había cambios, por lo que continuó jugando a pesar de su estado físico. Con esos problemas, todavía tuvo tiempo para realizar paradas espectaculares en los últimos minutos, la más destacada ante Murphy. Se acabó el partido y ganaron, pero pudo recoger su medalla, aunque después tendría que permanecer con su cabeza inmóvil debido a que su dolor en el cuello incrementaba.

Acudió al St.George´s Hospital donde le dijeron que solo tenía tortícolis, pero tres dias después en Manchester el diagnóstico fue otro, se había roto cinco vértebras, de las cuales la segunda de ellas se había fracturado en dos, lo que pudo haberle costado la vida. Después volvería mucho más tarde a jugar, pero no se había recuperado bien de su lesión y duraría poco más.

Fue nombrado jugador del año por la prensa inglesa en 1956, y antes, en 1953 le ofrecieron jugar con su país pero lo rechazó, no quería más polémicas sobre su pasado. En su juego destacó además de por tener un porcentaje muy alto de paradas por tener un saque muy largo que realizaba con su mano, ya que había jugado al balonmano cuando era más joven.

En la actualidad vive en un pueblo valenciano (desde 1990) y ha trabajado para mejorar las relaciones anglo-germánicas. Su último homenaje se lo dieron en 2005, cuando pasó a formar parte del National Football Musseum de Preston.

Aquí debajo, el resumen de aquella final de la FA Cup de 1956 que le llevaría a la fama:


(publicado en el blog “Neighborhood Football”, el miércoles 21 de Octubre de 2009)

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Tras empatar de milagro a dos contra Suiza, Hans Peter Friedlander estrelló un balón en el poste en los últimos minutos, Brasil se la jugaba ante Yugoslavia en el tercer y último partido de la primera fase del Mundial de 1950.
A la ‘canarinha’ sólo le valía ganar si quería seguir luchando por conquistar su Mundial. Enfrente, una Yugoslavia que había aplastado a México (4-1) y a Suiza (3-0) con Kosta Tomasevic como su principal amenaza en ataque.
Sin embargo, la mala suerte se cebó con Yugoslavia en aquel decisivo partido. Cuando los jugadores se disponían a saltar al césped de Maracaná, Rajko Mitic olvidó agacharse y se golpeó la cabeza con el marco de la puerta del túnel de unos vestuarios que se encontraban en obras. Mitic sufrió una profunda brecha y recibió varios puntos de sutura en la cabeza, por lo que Yugoslavia tuvo que jugar los primeros veinte minutos del partido con un hombre menos ya que por aquel entonces seguía sin haber cambios durante los encuentros.
Cuando Mitic regresó al terreno de juego con un aparatoso vendaje en la cabeza, Brasil ya se había adelantado en el marcador gracias a un gol del ‘Pichichi’ Ademir en el minuto 4. Sin embargo, Mitic no se enteró de que Yugoslavia ya iba perdiendo hasta que se lo comunicaron sus compañeros en el vestuario durante el descanso.
Yugoslavia sufrió un segundo contratiempo durante el partido. El defensa Zlatko Čajkovski recibió el impacto de un naranjazo lanzado desde las pobladas gradas de Maracaná, por lo que jugó bastante mermado toda la segunda parte. En el minuto 68, Zizinho (foto) marcó el definitivo 2-0 y colocó a Brasil en la fase final de su Mundial.

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No soporto que los periodistas escriban “la pasividad de la defensa”. ¿Qué pasividad de la defensa? Yo nunca vi a una defensa que dijera: “Pase, Alfredo, y meta gol”.

(ALFREDO DI STÉFANO, ex jugador y entrenador argentino, emblema viviente del Real Madrid)

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¿Qué es un buen entrenador? Un buen entrenador es uno que tiene buenos jugadores.


(MICHEL PLATINI, presidente de la UEFA, -2009-)

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