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La observación de los pájaros (Roberto Fontanarrosa - Argentina)

1ª parte




2ª parte




3ª parte

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En 1967, Miguel Ignomiriello firmó contrato con Rosario Central para hacerse cargo de las divisiones inferiores del club. Tenía tras de si un exitoso paso por Estudiantes de la Plata, formando a juveniles que, con el paso de los años, se convirtieron en figuras.
Lo cierto es que apenas Ignomiriello llegó a Rosario, renunció José Minni, que era el técnico de la Primera División. Entonces, los directivos "canallas" le pidieron a Ignomiriello que les aconsejara algún entrenador para sustituir a Minni. Renato Cesarini, Alejandro Scopelli y el uruguayo Fernández Viola, que como pergamino importante había obtenido un título con Real Madrid, encabezaban la lista presentada, pero como ninguno de ellos aceptó el cargo, la decisión fue unánime: que asuma Ignomiriello. Y así fue.
El nuevo técnico utilizó sistemas de trabajo que, por aquélla época, sorprendía a todos. Por ejemplo, en los entrenamientos hacía que los jugadores practicaran primero con pelotitas de tenis, luego con pelotitas de goma, para finalmente utilizar la número cinco, lográndose un óptimo manejo con el balón reglamentario.
Por otra parte, concretó la doble jornada de trabajo, el riego por aspersión en la cancha, la realización de una pretemporada en La Cumbre, Córdoba, la creación de un Departamento de Fútbol en el club, el arrendamiento de la cancha de Argentino de Rosario para practicar, preservando la del viejo estadio de Arroyito, y el reacondicionamiento del los vestuarios.
Miguel Ignomiriello, fue un adelantado en la formación de una sólida estructura profesional en el fútbol argentino.

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Me pone mal que cualquier 'cabeza de pescado' opine sobre mi forma de trabajar.

(CLAUDIO BORGHI, en 2008, cuando era entrenador de Independiente de Avellaneda)

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La selección colombiana de 1990 y 1994 jugó como si tuviera permiso para perder. Corrían con un sentido total de apropiación del juego. Nadie les ganaba nunca porque ellos mismos administraban sus caídas. (...) Maestros del extravío, pusieron en escena las virtudes que sólo son posibles sin rebajarse a tener éxito. (...) ¿Hay hazaña más propia de América Latina que la de estos bucaneros que practicaron la dignidad rebelde del alarde sin premio?.

(JUAN VILLORO, escritor mexicano, en su obra "Dios es redondo" -Anagrama-)

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Football 1870's style (Anónimo - Reino Unido)


Reproduced in "The Rules of Association Football 1863", Bodleian Library, Oxford, December 1872

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Lionel Messi, crack a los 10 años

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Viendo la metamorfosis que se ha producido en el fútbol argentino -y mundial- cuando se festeja un gol, da para que los maduros hinchas muestren sus quejas. Alguna vez Daniel Onega expresó que si en su época de jugador, cuando anotaba un gol se hubiera sacado de encima a algún compañero para ir a gritarlo solo: "En los vestuarios habría cola para querer pegarme un cachetazo".
Al respecto, Víctor Hugo Morales, recordó un cuento corto de Alejandro Dolina que habla de alguien que driblea a diez jugadores, otro viene, la empuja y la mete al gol, y lo festeja abrazándose con todos. Vuelven a la mitad de la cancha y el que la empujó le dice al que hizo la gran jugada: "Bien, che", en una demostración de cierto egoísmo que se produce en ese momento.
Por su parte, Osvaldo Ardiles dijo que "a mí me gusta cuando los jugadores festejan los goles con sus compañeros, no cuando se lo dedican a alguien que no es parte del grupo. El esfuerzo es el de todo el equipo y pienso que tiene que ser festejado entre ellos".
Por último y evocando su maravilloso gol en la final de la Copa del Mundo de 1986, Jorge Burruchaga, expresó: "Cuando lo hice, busqué el rincón porque faltaban tres minutos. Pensé mirar a Dios y agradecerle el momento. Me arrodillé para tomarme un poco de tiempo, y encima llega el ‘Checho’ Batista y se arrodilla conmigo y me dice 'quedémonos acá un rato'. Siempre digo que cuando lo vi venir al ‘Checho’ con su barba a festejar conmigo, fue como si hubiera visto a Jesús que se me acercaba".

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Si se hubiese sabido eso, el Mundial no tendría que haberse jugado.

(LEOPOLDO JACINTO LUQUE, ex internacional argentino, opinando en 2008 acerca de las condiciones socio-políticas en las que se desarrolló el Mundial de Argentina 78)

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El tema de Riquelme está cerrado hace rato. Diego le tenía mucho afecto como futbolista. Cuando asumimos, el planteo estaba pensado alrededor de él. Sin embargo, cuando le dijo que no a la selección, nunca más apareció en nuestros planes. Riquelme le dijo que no a la selección cuando nosotros nos estábamos jugando la cabeza.

(ALEJANDRO MANCUSO, ayudante de campo de Diego Maradona en la Selección Argentina, opinando el domingo por la noche en América TV acerca de la no participación de Juan Román Riquelme en la albiceleste que se prepara para el Mundial de Sudáfrica)

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Entrevista a César Luis Menotti


A los 70 años, César Luis Menotti es más vigente que nunca. Activo, como manager de Independiente, tiene una aguda mirada sobre el fútbol mundial. El entrenador campeón del mundo de 1978 elogia a España, critica el exitismo a cualquier precio, y habla del fútbol de varios países, entre ellos el alemán.
No es nuevo el vínculo de Menotti con Alemania. Conoció el país de joven y siempre estuvo relacionado (Puma, DPA...). Así lo cuenta: “En Alemania me siento cómodo y disfruto mucho; la gente estereotipa al alemán como alguien de personalidad rígida, fría, pero es un error. Aquí hay gente alegre, buenos amigos... y todo lo hacen bien: la ropa, los autos, la comida, la tecnología, el orden...”.
Su próximo viaje a Alemania será en Octubre, para recibir el premio Bensemann por su trayectoria. Pero antes, dialogó con Kicker en Buenos Aires, la capital argentina.

-¿Ve partidos de la Bundesliga?

-A veces, cuando los horarios no coinciden con el fútbol de aquí.

-¿Cómo ve al fútbol alemán?

-Cuando hablan de Alemania se menciona el orden, la disciplina y la capacidad de trabajo pero no hablan del talento. ¿O Beckenbauer qué era? Alemania empezó a sufrir en su fútbol cuando dejaron de aparecer estos aventureros que le daban al orden ese salto de calidad y de belleza.
Alemania tiene un orden estructural de equipo, es una orquesta con un sonido muy bueno pero nunca dejó de tener a sus grandes solistas, como Müller, Overath, Breitner y tantos otros. Beckenbauer era un jugador superlativo, un artista. Entonces no confundamos el mensaje con la etiqueta del “orden”.

-¿Y ésta selección de Loew?

-Alemania tiene muy buenos jugadores, pero no aparecen esos futbolistas con la capacidad de la aventura. Jorge Luis Borges decía que la literatura es “orden y aventura”. El fútbol es igual: si sos todo orden sos un aburrido, y si sos todo aventura sos un caos. En el último Mundial Alemania tuvo un equipo más comprometido con la gente, pero le faltó ese salto que le puede dar un aventurero.

-De los jugadores alemanes actuales ¿a quiénes destaca?

-De la Selección, Schweinsteiger. Ballack me gusta, pero es más regulador del orden que aventurero, no es como el Iniesta del Barcelona, que hace lo mismo que él pero en los últimos 20 metros te aniquila. No mostró lo que hacía Littbarski, por ejemplo.

-Hace unos años nos dijo a Kicker que le gustaría la idea de que Beckenbauer sea Presidente de la FIFA. ¿Todavía le gustaría?

-Sí, lo dije. Pero también dije que hay dos Beckenbauer: el jugador de fútbol y el dirigente de un club. Yo lo que deseo es que él un día sea presidente de la FIFA pero como jugador, que tenga esa misma sensibilidad que demostró dentro de la cancha. La capacidad la tiene, es un hombre generoso y con mucha experiencia. Que esté más preocupado por defender la calidad y no la cantidad: él sabe, como jugador, que no se pueden jugar 80 partidos al año. A este gran producto de mercado que es el fútbol hay que defenderlo desde la calidad. ¿O Pavarotti podía cantar todos los días en cualquier teatro?

EL DEPORTE AMADO

-¿Por qué el fútbol fascina en todo el mundo, más que otros deportes?

-Conozco el deporte en España, en Francia, en Cuba... Soy un estudioso de esto. En una escuela de Rosario, mi ciudad, fui con el intendente y juntamos en el patio a unos 300 chicos. Les pregunté cuántos querían ser jugadores de básquet: cuatro. ¿Boxeadores? Uno. ¿Futbolistas? Todos. En la Argentina el fútbol es un hecho cultural que genera una máxima atracción, por eso nosotros tenemos la obligación de cuidarlo, de cuidar a los jóvenes de esta locura que los rodea. No soy tan inocente ni me hago el estúpido: ya sé que el fútbol es un negocio. Pero los negocios son diferentes. Negocio es qué pongo yo, qué ponés vos y cómo repartimos. Pero ¿qué pone el mundo de los negocios en el fútbol? Si yo quiero poner un bar tengo que empezar de cero, comprar todo, difundir la marca... Un club como Independiente tiene más de 100 años, ya está hecho. El fútbol es un producto único que se vende en el mundo entero, está impuesto, no hay que salir a venderlo. Y eso lo lograron los grandes futbolistas.
Yo puedo invertir dinero y construir un gran hotel que compita con los mejores, pero si quiero “inventar” un club, construir un estadio, le pongo de nombre “Deportivo Alegría”, salgo a competir con los mejores y me fundo. ¿Con qué cuenta la organización, que los hombres de negocios no tienen? Con un siglo de historia, con un producto impuesto.
En Inglaterra llega un jeque y compra un club, o en México, donde también son propiedad de las grandes empresas, pero acá es otra cosa, y el fútbol argentino merece un debate serio.

-¿Está anestasiada la sociedad?

-El poder económico, a través del poder político, ha producido una desculturización aterradora, que ha llegado al fútbol. Había una cultura, un estilo que en el nombre del modernismo se empezó a destruir. “Hay que ser moderno” en el fútbol, en la música, el arte... Parece que para ser moderno hay que matar a Mozart o a Beethoven. Si eso es el modernismo, prefiero ser antiguo como Mozart y no moderno como Julio Iglesias.

-¿Y aquello del fútbol de izquierda o de derecha?

-Un día dije que había un fútbol de izquierda y otro de derecha. Los más generosos, los más artistas, los más cultos siempre fueron de izquierda, siempre estuvieron más cerca de mí que lo otro, el mercado. Un fútbol generoso, abierto, comprometido con la gente, el orgullo de la representatividad, el orgullo de la pertenencia... todo eso que pregono me suena más a la izquierda que a la derecha. Después hay otro fútbol, al que no le importa la gente, solamente le interesa el resultado. Cuando salía campeón del Inter con el catenaccio todos hablaban maravillas de eso, pero no decía que los tres equipos que habían descendido jugaban igual. El Inter tenía a Suárez, a Mazzola... jugadores que podían ganar con cualquier esquema. Pero si puedo elegir, me quedo con el Milan de Arrigo Sacchi, con la Holanda del 74... o con la misma Alemania de ese Mundial, que era un equipazo.

-¿Sigue pensando que la final del 74 fue el mejor partido que vio?

-Como exhibición de fútbol lo más grande que vi fue a Brasil de 1970. Pero como partido esa final del 74 tuvo todo: fue de ida y vuelta y protagonizado por dos equipos buenísimos.

-Este verano hubo mucho movimiento con Cristiano Ronaldo, con Robinho... Parece que los jugadores están en clubes fantásticos pero igual no están contentos. ¿Qué le parece? ¿Falta ética?

-A la misma plata, el que no disfruta del juego, sufre los cuestionamientos de toda la prensa que espera que él solo gane un partido, no es feliz, y se va a buscar otro horizonte. Pero si Robinho hubiera jugado en Barcelona, no se hubiera ido. Andá a ofrecerle a Iniesta que se vaya a jugar a Italia o Inglaterra... El rendimiento general de ese Madrid era muy malo.

-¿Cómo ve los 94 millones de euros que gastó el Real Madrid?

-Debe ser bueno, habrá que ver cómo juega. Siempre me gusta relacionar el fútbol con la música: un buen director, con regulares músicos puede hacer una orquesta afinada; con grandes músicos puede hacer una sinfónica. Un mal director con músicos regulares es horrible; con buenos músicos puede hacer una orquesta afinada. Los músicos son fundamentales. Es importante que Pellegrini tenga su tiempo de ensayo. Por ahora no me dicen nada. Hubo una época en la que Hollywood llevaba a Vittorio Gassman, Elizabeth Taylor, etc. y las películas eran malísimas; tenían a grandes actores pero no había un buen guión.

ARGENTINA Y MARADONA

-¿Qué selecciones le agrada ver hoy?

-Holanda sigue insistiendo con su estilo, Rusia con Guus Hiddink ha hecho un buen juego. Alemania ha sido bastante generosa en el último Mundial.
Y sobre todo España que está eligiendo buenos jugadores. Hace veinte años dije en España que tenían que elegir si querían morir como un toro o como un torero. Si querían morir, porque podrían elegir el éxito, y ahí también cabe elegir si quieren terminar como un toro o un torero. Ahora resulta que después de tanto tiempo se acabó la Furia, lo peor que le pasó al fútbol español. España en el Mundial 98 jugó en el mediocampo con tres centrales (Nadal, Amor, Luis Enrique), tres defensivos. Ahora juegan con chiquititos, tiene una idea y parece que los periodistas están esperando que pierda para criticarla.

-¿Brasil? ¿Argentina?

-Nooo, Brasil y Argentina son una cosa increíble. Nosotros hacemos la historia y después la tiramos a la mierda. Siempre copiamos lo peor: estamos en un fútbol agresivo, vertical, confuso, atlético, de choque... Y en el fútbol brasileño sorprende ver las patadas que se dan... En los 60 viví en Brasil y me tocó ver a Pelé, Coutinho, Garrincha, Tostao, Didí... ¡Dios mío ¿Dónde están?!

-Hasta ahora pareciera que la conducción de Diego Maradona en la Selección Argentina está sustentada más en lo anímico que en lo futbolístico. ¿Es suficiente con ser gran un motivador?

-La motivación es una mentira. La única motivación es la del conocimiento. No lo puedo motivar a mi hijo para que vaya y pelee con Tyson, porque lo estaría matando. La selección tiene un problema muy serio y es que ni siquiera podemos saber qué es lo que quiere Maradona, porque no puede entrenar. Es difícil tener una idea clara de lo que Diego busca, porque no puede mostrarla. Entonces más que un entrenador es un “seleccionador”. En Europa es más fácil, por las distancias, pero acá no se puede. No lo estoy defendiendo, ni mucho menos. Maradona podrá demostrar su idea recién en el Mundial, cuando tenga un mes para armar el equipo.

-¿Por qué Argentina no supera los cuartos de final en los mundiales y Brasil sí?

-Brasil siempre ha tenido figuras que sostuvieron sus deficiencias colectivas: Romario, Ronaldo, Ronaldinho... Pero Argentina no; desde la salida de Maradona ha tenido buenos jugadores, pero no logró lo que se supone que puede dar Messi ahora. Ese tipo de jugadores genera algo especial: la gente va a ver a Messi, como pasaba con Maradona, y eso le quita peso al resto del equipo.

-Argentina tiene a Agüero, a Messi, a Tevez, fue campeón olímpico...

-Pero son muy jóvenes, su crecimiento lo hacen en Europa. Antes un capitán era Passarella, un tipo con una trayectoria en la selección. Ahora son pibes.

-¿Quién es el mejor jugador del mundo hoy?

-Iniesta.

-Fernando Torres decía que España campeón de Europa es algo bueno para el fútbol...

-¡Muy bueno!

-Bruckner, Capello, Hitzfeld, Lippi, Rehhagel, del Bosque. En Europa los DT de selecciones son hombres entrados en años. ¿Tiene explicación para esto?

-Es que el joven no tiene la fuerza para imponer su régimen de trabajo. Poner a un técnico de mucha personalidad es peligroso para ciertos dirigentes argentinos, pero se ve que hay países que todavía respetan el conocimiento de los mejores, sin importar su edad.

-¿Por qué regresó a Independiente?

-Hay una vieja historia con el club, donde recurrir a Menotti significa intentar reordenar una idea conceptual, valorizar jóvenes jugadores, porque el mercado no permite traer otros grandes. Veré si estoy a gusto, tratando de armar un equipo competitivo en el corto plazo; y más adelante pensar en la formación de jóvenes.

-Esto no significa que no quiera volver a entrenar...

-En absoluto. Tengo la potestad de elegir el próximo entrenador el año que viene.

-Si Américo Gallego no sigue, el paladar del hincha de Independiente querrá a Menotti...

-Pero esa será una resolución mía, no del club. Puedo presentar dos nombres de entrenadores y ellos elegirán. Falta un tiempo para eso.

-El fútbol es...

-...espacio, tiempo y engaño. Suena a sencillo, pero hay que hacerlo. Y tiene cuatro acciones que se pueden enumerar fácilmente pero que también hay que llevar a la práctica: defender, recuperar la pelota, gestar jugadas y definir. Un fútbol complejo solamente lo hacen diferente los grandes jugadores, y los grandes entrenadores. El técnico tiene una idea y debe demostrar y convencer que a sus jugadores de que con esa idea lograrán la eficacia. Y después comprometer a la defensa de la idea. Son tareas que no se logran en dos días.

-Suele pregonar que se juega como se vive: los argentinos son pícaros, engañadores; los brasileños alegres; los alemanes poderosos; los ingleses estructurados, etc. Sin embargo Italia, el país de la belleza, las artes, el diseño está identificado con un fútbol mezquino, especulador...

-Es increíble lo de Italia. Puede jugar tan bien o mejor que España, pero cuando apueste a los grandes jugadores que tiene. Cuando Italia jugó horrible y salió campeón mundial nadie dijo nada. Ahora que Italia sigue jugando igual pero no gana, lo critican por todos lados. Parece que el músculo no se discute, pero la inteligencia sí. Es un debate. Si Baggio está sentado en el banco tiene que esperar a que Del Piero ande mal para entrar... ¡¿Nunca va a entrar Baggio por Gattuso?!

-¿Un once de todos los tiempos?

-Quizá no tenga sentido comparar épocas. Pero sí puedo nombrar a los reyes: el primero fue Alfredo Di Stefano; después aparece Pelé, más tarde Cruyff y después Maradona. Después se produjo un vacío de esa corona: pudo ser Romario, Ronaldinho, Zidane, se desdibujan... aparece Cristiano Ronaldo, pero tampoco. Lo que sí hubo enormes príncipes detrás de los reyes: Beckenbauer, Platini, Laudrup...

-Había dicho que un día habrá un campeón mundial africano...

-Un Mundial tiene “participantes”, “protagonistas” y “candidatos”. Hasta ahora no se rompió nunca ese orden, los candidatos son los de siempre: Alemania, Brasil... Lo que sí es que está más cerca el día de que se rompa la hegemonía de los candidatos. A los africanos tienen un protagonismo muy grandes, pero les cuesta, aunque tengan a grandes jugadores.

-¿Es acertada la elección de Sudáfrica?

-Tengo una visión diferente. Si es para difundir al fútbol, no me suena. Me parece que el Mundial se tiene que jugar en Italia, Argentina, Alemania, Brasil, Inglaterra, Holanda... Establecería ocho o diez escenarios privilegiados para el Mundial, no solamente elegir a países que tengan dinero. ¡En estos países futboleros el jugador! Puede ser por la exigencia del público, pero juega mejor. Yo vi en el Mundial de Corea y Japón que desde la tribuna no había un ambiente de exigencia hacia el futbolista.
El aficionado inglés tiene una manera de pensar el fútbol muy exigente. Y a la Premier League pueden ir futbolistas de todo el planeta, pero tienen que jugar como los ingleses quieren. Si no, se corre el riesgo de desculturizar al fútbol, que a favor del éxito a cualquier manera la liga inglesa termine siendo miserable. Hasta ahora está a resguardo, con conductores como Ferguson o Wenger que respetan la historia, y el público que exige. En la Argentina eso se perdió, cada vez hay más espectadores y menos público: antes del partido están las porristas mostrando el culo, como en el básquet de la NBA, los periodistas se meten en los vestuarios...

(versión en castellano de la entrevista de Pablo Aro Geraldes publicada en la revista alemana “Kicker”, en Septiembre de 2009)

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En su libro, "Simplemente Fútbol", Enrique ‘Quique’ Wolff destaca los mejores momentos de su vida deportiva. Relata que a su regreso de Europa, a fines de los '80, mientras se le cerraban las puertas para un retorno a River, o a Racing, se lo convocó para un partido amistoso como parte de los festejos por los 75 años de vida de Argentinos Juniors.
Escribe Wolff: "El 15 de Agosto de 1979 se organizó un partido en la cancha de Vélez Sarsfield, contra Talleres de Córdoba, que tenía un equipo bárbaro, con la ‘Pepona’ Reinaldi, Valencia, el ‘Chupete’ Guerini, Ludueña. Para la ocasión nos invitó al ‘Loco’ Gatti, a Bochini y a mí, a integrar el equipo junto a Diego Maradona. Fue un partido bárbaro que terminó 5 a 4 a favor nuestro, con un gol de Bochini, después de tirar mil paredes con Diego que fueron increíbles".
Y continúa su recuerdo: "Pasados dos días de ese partido, me llamó Delem, en ese momento director técnico de Argentinos. Lo había tenido como técnico en River, y no solo empecé a respetarlo por todo lo que sabía y transmitía, sino porque se trata de un tipo muy querible. Él me dijo que tenía una idea, la de hacer con Argentinos con Maradona una especie de Santos con Pelé y para eso quería rodearlo de algunos jugadores conocidos y así salir por el mundo. Definitivamente me convenció. Arreglé un contrato a préstamo por tres meses con una opción con Don Próspero Cónsoli y Cía. Yo cerraba mi carrera con un ciclo realmente espectacular, haber jugado contra Pelé, Johan Cruyff y con Diego Maradona. Diego era muy chico, aunque ya era Campeón Mundial Juvenil y tenía una magia incomparable. Verlo en los entrenamientos era un privilegio de pocos. Y los domingos era como tener el as de espadas en todas las manos. La idea de Delem me pareció bárbara, pero impracticable en nuestro fútbol. Jugamos dos partidos por el campeonato, empatamos los dos y luego echaron a Delem".

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Mi gol fue el más triste de mi vida, ni lo festejé. Agarré la pelota rápido para sacar y hacer el tercero que nunca llegó. Nunca vi tanta amargura en un vestuario, varios compañeros lloraban y Pedernera fumaba en un rincón sin pronunciar palabra. Fue una decepción grupal y personal, porque era mi última oportunidad para jugar un Mundial.

(ALBERTO RENDO, ex jugador argentino, recordando aquella tarde histórica del 31/08/69 en la Bombonera en donde la Selección Argentina queda eliminada del Mundial de 1970 ante su similar de Perú)

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En la cancha de Boca, el arquero es un dinosaurio y el arco una cajita de fósforos.

(ANTONIO MOHAMED, entrenador argentino y ex jugador xeneize (16 Pj. 4 goles)

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Un emotivo encuentro (Eduardo Pérsico - Argentina)


Si Atlanta jugaba con Rácing no sería bueno atropellarse con la multitud y habían decidido juntarse en el bar cercano a la cancha. El Ruso llegó un poco atrasado, entretenido por un amigo que le regalara una entrada, dijo, y los tres salieron caminando por Dorrego.

- Hoy ganamos, Ruso -dijo el Bebe palmeándole el hombro.

- Dios te oiga, pero Racing viene primero -agregó Alberto cuando del subterráneo de Corrientes surgió un malón flameando una bandera.

- ¿Así que vos ya tenés la entrada, Ruso?

- Sí.

En la puerta del edificio donde vivía el Bebe un remolino de gente los separó y al cruzar la vía, Alberto preguntó.

- Che Bebe, ¿y el Ruso?

- No sé, andará por ahí adelante.

Siguieron por Humboldt, retrocedieron a la barrera del ferrocarril y no verlo el Bebe suspendió la búsqueda.

- Vamos, ya empieza y este Ruso boludo ya vendrá.

- ¿Dónde se habrá metido? -se dijo Alberto y entraron.

En los primeros minutos no sucedió nada interesante, salvo un derechazo del nueve de Atlanta por encima del travesaño y el Ruso metiendo con delicadeza la mano bajo la blusa de Nora. Ninguno de los equipos se preocupaba por atacar, en cambio Nora estiró una mano y dejó el dormitorio a media luz. El inicio prometía: el diez de Racing se apresuró en un contragolpe y el Ruso se quitó despacio la camisa mientras Nora cumplía el rito de acariciarle el pecho. En Atlanta, el medio campo era luchado, pero al abandonar el Ruso sus mocasines, Nora, descalza, se subió sobre sus pies y trastabilló en la alfombra riendo como una chiquilina.

El encuentro siguió sin variantes hasta la media hora, cuando Alberto reclamó un foul en el área de Racing y el Bebe lo secundó puteando al referí que pitaba siempre en contra de Atlanta. Sin reclamar ningún penal Nora y el Ruso se devoraban y la mujer levantó las piernas al infinito en un gemido cuando el Ruso se venía se venía y en la misma jugada ella cruzaba la línea del gol del alma y de todos los sentidos...

En tanto Racing hacía valer su mejor condición física, luego de la primera emoción de la tarde Nora pegadita al Ruso le murmuraba en el oído, ya que los del departamento contiguo no eran sordos ni ciegos como ese referí hijo de puta que durante el primer tiempo cero a cero pitó siempre en contra de Atlanta y ni cobró un penal evidente al revolcarse los dos sobre la alfombra del área chica.

En el entretiempo Alberto y el Bebe estiraron la cabeza pero no vieron al Ruso que se perdía el partido por tener sus ojos entornados y echando humo al cielorraso, el tarado. Con el clima algo fresco los jugadores tomaron agua natural, Alberto y el Bebe manotearon dos vasitos de Pichi Cola y Nora, contrariando el reglamento de su casa, sirvió dos traguitos de whisky sin hielo.

Al principio del segundo tiempo no hubo nada interesante, salvo dos cruces hacia la izquierda del ocho de Atlanta y las manos del Ruso recorriendo minucioso el cuerpo de Nora, recostados en la cama al cambiar de arco. Pero cuando Racing abrió el marcador tras un tiro libre que desvió un defensor, hubo un griterío y ahí Nora y el Ruso se preguntaron la hora aunque el juego seguía emocionante como en la primera etapa. Faltando cinco minutos para terminar Alberto y el Beto no hallaban consuelo si no empataban, el Ruso y Nora se besaron en una arremetida final antes de abrir sigilosos la puerta del departamento por donde se filtró un delantero de Atlanta para anotar el justiciero uno a uno...

El Ruso se apuró en llegar, averiguar cómo fueron los goles y todavía ver el final cansino bajo un sol en retirada. Todo dicho, y al reencontrarse en la vereda con sus amigos Alberto le preguntó.

- ¿Qué te pareció, Ruso?

- Que el referí nos robó el partido -soltó la remanida frase que el Bebe no le creyó.

-Callate traidor; te fuiste a la tribuna visitante. Con hinchas como vos nos vamos al descenso -se despidió riendo el Bebe ya entrando al edificio donde su esposa estaría mirando televisión.

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Me cuidaban, me protegían, me tenían como a una mascota, 'Tornillito pa' aquí y pa' allá'. Jugaba de back adelantado. El back central era un jugador policía, que se llamaba Cazón, un hombre de bigote, tremendo; asustaba. Antes la pareja de backs era Cazón y Silveira. A Silveira lo compró Peñarol y se vino para Montevideo. Después fue Cazón y Cordero. Cordero para Montevideo. Cazón y Viera. Vienen a buscarme de Montevideo. Y entonces Cazón grita: "¡Pero siempre eligen pa'l que está al lado mío, nunca para acá. Los promociono a todos y a mí no me ven!".
Seguro: era fuerte, guapo, unos bigotes que impresionaban, rompía todo el juego y nosotros salíamos jugando a lo Passarella, a lo Paolo. Ese año mi papá se enfermó de hemiplejia, había que comprar remedios y entonces el fútbol nos salvó. Fue en ese momento que llegó Peñarol para comprarme. Guelfi habló conmigo y arreglamos. Me subieron a un ómnibus y atrás mío subieron dos amigos arachanes, López y Morales, que eran de Nacional y querían convencerme de que no fuera a Peñarol. Yo era bolso.
"Dejá quieto, ya arreglé" les dije. Pero me estuvieron conversando por toda la ruta 8 hasta llegar a Montevideo.
Esa noche, como a las tres de la mañana, encontraron por la calle a mi hermano mayor, que ya estaba en la capital estudiando para maestro. Entonces, a la mañana, me llevaron al Parque Central y Nacional me ofreció el doble. Y como Guelfi había salido (se había ido al Mundial de Chile) pagamos los pasajes y me quedé nomás en Nacional. Estuve seis meses que me quería ir todos los días. Pero el ómnibus ponía ocho horas y el tren once. Después vino mi novia de Melo y me ayudó a aguantar. ¡Ah!... yo era muy canarito. Pero estaba con mis ídolos, y me estaban pagando por hacer lo que más me gustaba.

Al año siguiente la pareja de backs de Cerro Largo es Cazón y Mazzei. A Mazzei lo compran y se viene para Montevideo.

Pobre Cazón. Nos promocionó a todos y a él nadie lo veía.


(MILTON “Tornillo” VIERA, ex internacional uruguayo, recordando en "Tenfield digital" sus inicios en el fútbol ‘grande’ del Uruguay)

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Es un líder, un ser excepcional. Nos convenció de todo lo que podíamos lograr y nunca traicionó sus convicciones. A algunos nos sorprendía que nos viniera a entrenar después de ganar el Mundial de mayores, pero él nos aclaró que lo hacía porque creía que podíamos ser campeones. Un motivador tremendo. En lo personal, pude jugar tantos años en Europa gracias a las enseñanzas que él me dejó.

(GABRIEL CALDERÓN, ex jugador argentino, Campeón Mundial Juvenil en Japón 1979, opinando sobre César Luis Menotti)

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El fútbol tiene ventajas respecto a otros deportes. Es sencillo, echas un balón y todo el mundo va detrás, con jerseys puedes hacer dos porterías.

(PATXI GABILONDO, secretario de la Federación Guipuzcoana de Fútbol)

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Tarde de fútbol (Mercedes Luna Fuentes - México)


Tira un autogol en la cancha de lujo del municipio
frente a su novia
sobre el pasto súper verde y bien podado
con los tachones oscuros regalo de un partido.

Tira un autogol
frente a la cuadrilla de limpieza que brinca
avienta sus escobas y cachuchas.

Tira un auto gol
pita el árbitro lo besan los contrarios
lo empujan sus compañeros
lo patea la afición.

Banderines en el suelo
botellas frituras
sobre bilis sobre orines y cigarros.

¡Quiero más! grita grita un pordiosero
que deambula
entre la poca afición tumbada
borracha de tropezones.

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Antes de que el seleccionado de Uruguay partiese hacia Brasil para disputar la Copa del Mundo de 1950, había en la delegación un clima enrarecido. El fútbol uruguayo venía de solucionar un problema con los futbolistas que había provocado una huelga en 1948. Un "detalle" que marcó a algunos jugadores, tildándoselos de "carneros"* por no haberse unido a los huelguistas que reclamaban mejoras.
Uno de ellos era Matías González, fuerte defensor, implacable en la marca, decisivo para jugar tamaño torneo. González no estaba bien visto en el plantel por no haber acompañado la huelga, y sus compañeros hasta le negaban el saludo. Pero ahí surgió la figura de Obdulio Varela, líder del grupo, guapo y de fuerte personalidad. Obdulio, el "Negro Jefe" reunió a todo el equipo y después de una breve introducción, dijo: "nadie sale de esta pieza sin saludar a este compañero", con obvia referencia al por entonces zaguero de Cerro.
Lógicamente, la sugerencia fue aceptada sin chistar. Para Obdulio Varela era la única forma de crear una unidad, un grupo de verdad, más allá de diferencias y personalismos. Era la única forma de lograr el objetivo tan anhelado por los uruguayos: traer nuevamente la Copa Jules Rimet al Uruguay. Y así fue que todo terminó en el glorioso Maracanazo, con Obdulio como figura en el medio de la cancha y un Matías González que tuvo una extraordinaria actuación en la defensa.

* Glosario
Carnero (trabajador que no se adhiere a una huelga)

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Con el fútbol, la gente se entretiene, pero no se estudia, no se compra verdurita o un poco de puchero para poder vivir, mucho menos se concretan medidas que mejoren la calidad de vida de las personas.

(MARIO DAS NEVES, gobernador de la provincia de Chubut, objetando al gobierno argentino por los retrasos en el giro de fondos a provincias, mientras está al día el contrato con la A.F.A. por la televisación del fútbol)

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El Barcelona de Guardiola cumple con todos los sueños del fútbol.

(JUAN VILLORO, escritor mexicano)

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La Guerra de los cinco días


Pocas veces se da un fenómeno como el de River Plate. Porque ganarle a los dos "grandes" en apenas 5 días es un episodio histórico, que no registra antecedentes en fútbol uruguayo.
Así que entonces los 23.833 espectadores que pagaron entrada; más los 7.000 "portugueses" que completaron las 30.000 personas que llegaron al Estadio, fueron privilegiados testigos de algo que el tiempo no borrará.
En la guerra de los 5 días, River ganó dos batallas que serán inolvidables. Porque casi siempre los equipos "chicos" son los grandes defraudadores de la expectativa. Y cuántas veces hemos mirado con simpatía una buena campaña de un "chico" que finalmente se desploma al llegar al Estadio.
Cuántas veces un "chico" le gana a un "grande" y después cae demostrando que aquella victoria fue una golondrina que no hizo verano.
En cambio River, que ya muy bien había jugado aquel sábado ante Nacional, el siguiente fin de semana fue un gigante que dominó casi sin problemas a Peñarol.
Generalmente, cuando un equipo juega muy bien al fútbol, es llevado por delante por intermedio de la fuerza. Lo corren a "ponchazos". Pero con este River no sucede eso. Porque a los toques magistrales de Aguilera, Moura y Ponce, se suma cuando hay que "meter", la fuerza de Agresta, del "Pello" Rodríguez y de Sánchez, que son capaces de trancar con la cabeza como lo han demostrado.

FICHA TÉCNICA

River Plate 3-Nacional 2
Fecha: 6/6/81
Formación de River Plate: C.Carussini, D.Sánchez, J.Rodríguez, M.Menchaca, N.Agresta, J.C.Rodríguez (Cap.), C.Aguilera, J.Ponce, W.Villar, H.Moura, (15' O.Giménez), J.Torres.
Goles: 51' J.C.Rodríguez, 53' Villar y 69' Moura.

River Plate 2-Peñarol 0
Fecha: 11/6/81
Formación de River Plate: C.Carussini, D.Sánchez, J.Rodríguez, M.Menchaca, N.Agresta, J.C. Rodríguez (Cap.), C.Aguilera, J.Ponce, W.Villar, (75' W.Ocampo), H.Moura y J.Torres.
Goles: J.C.Rodríguez y J.Torres.

(un artículo de Atilio Garrido, Junio de 1981)

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¡Atajó Roma! (Aldo Riera - Argentina)


"Si sabes encontrar el triunfo tras la derrota,
y recibir a estos dos mentirosos con el mismo
gesto, si puedes conservar tu coraje y tu
cabeza cuando todos los demás la pierdan,
entonces los reyes, los dioses, la suerte,
la victoria serán para siempre tus esclavos
sumisos y, lo que vale más que los reyes
y la gloria, serás un hombre, hijo mío"
.
RUDYARD KlPLING


-¡Hola, hola, probando!

José Bolzoni, don Pepe para el barrio, está probando los parlantes para transmitir la carrera.

Sí, otra vez carreras de bicicletas y el barrio está de fiesta. La Sociedad de Fomento organiza.

El micrófono conectado a la consola, los cables en su lugar, en minutos todo estará listo, con tiempo y a la perfección, como a él le gusta. No deja nada librado al azar. Es un perfeccionista, tiene experiencia, esta es la centésima carrera que va a transmitir. Una bocina colgada de cada plátano y las tres cuadras principales tendrán información. Todo está saliendo a pedir de boca.

Las densas nubes que se habían juntado en el poniente a las primeras horas de la mañana se van disipando. No lloverá, les espera otro día bochornoso de calor. La champion tapó los pozos. El regador por la tarde humedecerá la tierra, solo falta eso. Lo demás todo listo. Pero Pepe no está conforme, esa tarde tiene otra cita impostergable, esa tarde Boca puede asegurarse el campeonato; está aun punto de River; al que debe enfrentar hoy, ¡el clásico nada menos! El partido del siglo, exageraba la prensa capitalina. Ganar y la gloria.

El partido comenzará a las cinco, la carrera también. Lo que dura el partido, durará la carrera. Imposible escucharlo; estaba realmente malhumorado. No concebía a Boca jugándose un campeonato y él ausente, aunque solo fuera como oyente. La solución se la dio su sobrino Ricardo.

Rolando Narciso Rivero echa el agua de la palangana sobre su cabeza calva, no ha podido dormir la siesta, las sábanas se le pegaban en su piel lampiña, el calor es insoportable. Pero este hecho no lo ha puesto mal. Está feliz; debuta después de un centenar de carreras. Sí, debuta con la famosa bicicleta del Pescado Gaveglio, recientemente retirado, que con dolor y por necesidad tuvo que venderla. Aquella, casi una leyenda, la que encontró en un basural y con paciencia y artesanía puso competitiva. La que lo llevó a destacadas actuaciones por las rutas nacionales. Grande fue el esfuerzo de Rolando Narciso, pesito a pesito fue juntando con horas extras y changas. Y por fin se le cumplió su sueño. Hoy es el día. Hoy se va a prender con los Uturriaga, los Lomónaco, los Impala, en fin, con los líderes de la categoría.

Está lleno de expectativa y ansiedad. Se seca la cabeza con una toalla, arranca del almanaque el día 8, hoy es el día 9 de Diciembre de 1962, Boca puede ser La tierra, solo falta eso. Lo demás todo listo. Pero Pepe no está conforme, esa tarde tiene otra cita impostergable, esa tarde Boca puede asegurarse el campeonato; está aun punto de River; al que debe enfrentar hoy, ¡el clásico nada menos! El partido del siglo, exageraba la prensa capitalina. Ganar y la gloria. El partido comenzará a las cinco, la carrera también. Lo que dura el partido, durará la carrera. Imposible escucharlo; estaba realmente malhumorado. No concebía a Boca jugándose un campeonato y él ausente, aunque solo fuera como oyente. La solución se la dio su sobrino Ricardo.

Rolando Narciso Rivero echa el agua de la palangana sobre su cabeza calva, no ha podido dormir la siesta, las sábanas se le pegaban en su piel lampiña, el calor es insoportable. Pero este hecho no lo ha puesto mal. Está feliz; debuta después de un centenar de carreras. Sí, debuta con la famosa bicicleta del Pescado Gaveglio, recientemente retirado, que con dolor y por necesidad tuvo que venderla. Aquella, casi una leyenda, la que encontró en un basural y con paciencia y artesanía puso competitiva. La que lo llevó a destacadas actuaciones por las rutas nacionales.

Grande fue el esfuerzo de Rolando Narciso, pesito a pesito fue juntando con horas extras y changas. Y por fin se le cumplió su sueño. Hoy es el día. Hoy se va a prender con los Uturriaga, los Lomónaco, los Impala, en fin, con los líderes de la categoría. Está lleno de expectativa y ansiedad. Se seca la cabeza con una toalla, arranca del almanaque el día 8, hoy es el día 9 de Diciembre de 1962, Boca puede ser campeón, a él no le preocupa, ni le interesa. Solo piensa en ganar, ha participado en más de cien eventos y nunca ha ganado, pero ahora no es una utopía pensar en un triunfo. Por primera vez tiene máquina para pelearles a los más encumbrados de la Tercera Libre. Le puso grafito al piñón, la rueda giró y giró libremente durante largos minutos. ¡Es una maravilla!, está conforme. Se ató el pañuelo en la frente. Un beso a Matilde. "Que triunfe, hijo", su deseo de madre, "pero en caso contrario, recíbalo con el mismo gesto", y con ternura la anciana completa el consejo, "Serás un hombre, hijo mío". Le abre la precaria puerta; Rolando Narciso Rivero (Revire, para los muchachos del ambiente, apodo que se ganó por méritos propios, pues sus reacciones eran un tanto díscolas) salió del interior de la casucha montado en su máquina, parado sobre los pedales, balanceándose, camino a la gloria. Su madre se queda con el brazo levantado despidiéndolo hasta que se pierde en el fondo de la calle polvorienta. Será una sorpresa para todos, está seguro.

Un mundo de gente alborotada en derredor del palco. Por los parlantes el dúo Gardel-Razzano y sus guitarras amenizan. El sol cae a plomo, insoportable, no importa; un sombrero, una gorra, un pañuelo, una sombrilla y el entusiasmo por ver el espectáculo lo aplacan. Don Pepe, con la radio a válvulas al hombro, llega al palco.

-Mi sobrino es un genio. El transmitirá la carrera, el gordo Muñoz el partido y todos felices.

Marino Castellani, una gloria del pedal de las décadas de los cuarenta y cincuenta, bajó la bandera a cuadros y...

-¡Largaron! -gritó el viejo Bolzoni.

Nai Foino, pitó con energía.

-¡Comenzó el clásico! -tronó la voz del Gordo Muñoz- ¡Valentín para el Beto Menéndez! -pero no se escuchó, la radio bajita para que no interfiriera en sus relatos.

-¡Y, allá se va el pelotón, en busca de la grandeza que solo uno logrará. Son treinta pasiones, son treinta almas que ansiosas pedalean hacia la gloria! ¡Se pierden en el fondo de la recta! ¡Señores y señoras! acaban de presenciar la largada de la tercera edición de la vuelta del barrio Emilio Mitre, que organiza la Sociedad de Fomento. La Tercera Libre está en carrera; disputan el trofeo "Joyería Biondini". Don Miguel Difeo, representante de la firma, se ha hecho presente y él mismo en persona hará entrega en mano al ganador este bonito trofeo que ustedes están visualizando, aquí mismo en este palco.

Eufórico Pepe, en su lenguaje tan personal, transmite los primeros minutos del evento. Con sus gritos tapa la voz de Muñoz, que es difundida por el receptor casi sin volumen.

-Doblaron en la esquina de Irigoyen y avenida La Plata, Aquiles Tonarelli marcha en punta, muy de cerca lo escolta Felipe Impala, su compañero de equipo. Atrás los hermanos Cottini, luego el pelotón como un enjambre de abejas.

A Rolando Narciso Rivero el sudor se le desliza por la frente, el pañuelo que le hace de vincha se empapa, los lentes ahumados le cortan los reflejos. Está último, ni se da cuenta, está tan concentrado, tan poseído, solo piensa en su carrera. Me mantendré expectante, debo sorprenderlos, planea su estrategia.

-¡Centro laaargo de Sarnari, sale Roma y controla bien! -la vieja radio a válvulas sobre la mesa con el volumen muy bajo; Muñoz, relata, don Pepe no la escucha.

-¡Caballero quiere vestir elegante y distinguido, un traje a su medida, Casa Rizzo el as de la tijera! -los ciclistas transitan la recta opuesta, Rolando Narciso agacha su cabeza calva, los músculos de sus piernas se tensan, la bicicleta se desliza con una velocidad increíble, es liviana, una pluma, está sorprendido, es bárbara.

-¡Su Paperino lo espera en Casa Meypa, la moto del futuro! ¡Panadería La Equidad!; el petiso Conti, un amigo que aquí lo visualizo y saludo, le llevará el pan calientito a la puerta de su casa, patrona. El panadero con un gesto le devuelve la atención.

-¡Allá vienen, allá vienen! -gritó el público, los corredores han doblado y enfilan por la recta principal.

-¡Aquiles, el eterno Aquiles, comanda el pelotón, Impala, su compañero de equipo, le cuida la espalda; los siguen el Claro Cottini, atrás, su hermano Tarcisio, Cucaracha para todos; marchan bien los lecheros, después viene Jesús Domínguez, siempre firme con su piñón fijo, en tenaz persecución, el Nato Becerra, atrás de este Luisito Uturriaga, ganador de la última edición; luego muy juntitos vienen Mediasuela Jiménez y el Ladrillo Minervino, representante de Chacabuco... cierra el pelotón el Pelado Rivero.

Si una virtud tenía el Pepe, era lo claro y ligero que transmitía, habilidad de nombrar a todos los integrantes del pelotón sin equivocarse nunca en los puestos que cada uno llevaba al cruzar frente al palco. Tanta era su seguridad que los organizadores recurrían a él cuando había duda en alguna clasificación final. Y ya se había hecho costumbre pues el planillero oficial, don Prudencio Dell’ Gesso, no solo estaba viejo, sino que a causa de las cataratas estaba prácticamente ciego, y por el respeto a su larga trayectoria no lo desplazaban del puesto.

Sin grandes variantes transcurrieron las primeras vueltas. Pepe alternaba transmisión y publicidad, una cobertura muy profesional. Pero del partido, nada. Boca se iba con todo sobre el arco de Amadeo Carrizo. Muñoz, lo gritaba cada vez más fuerte, como para que Pepe lo escuchara. Pero éste no, seguía con la transmisión. Cuarenta segundos de relato, cuando pasaban frente al palco, un minuto de propaganda cuando los ciclistas transitaban la recta opuesta. Pero no aguantó más, perdió la paciencia. Entonces conectó la radio al equipo, y por los amplificadores, se empezó a escuchar la estridente voz del gordo Muñoz. El público lo recibió con una gran algarabía.

-Los anunciantes comprenderán, que me perdonen. En la quinta vuelta los hermanos Cottini se escaparon del pelotón y se mandaron a mudar. Van nueve minutos de carrera.

-¡Aquí pasan los Cottini, en punta! ¿Aguantarán el ritmo? Los persiguen, Impala, Aquiles, Luisito Uturriaga, el Omar Lomónaco, el Jesús, Ladrillo Minervino, Becerra, Gardenia, Mediasuela, De Biasi, Azcurra, Linares, el Pingüino Broggi, Chumillo, Crisanfulli, y... cerrando el pelotón el Pelado Rivero.

Y Rolando Narciso piensa, todo va bien, las gotas de sudor se deslizan por su cráneo brillante y mueren indefectiblemente en su pañuelo anudado.

Y en la repleta Bombonera: Primer tiempo minuto nueve.

-Pelotazo del Beto, para el pibe Pezzi, que lo deja solo frente a Carrizo, ¡tapa el arquero! -el gordo a voz en cuello, hace que los de River festejen a la distancia.

Rolando Narciso alarga las pedaleadas, la bici se desliza en la tierra, como pejerrey en la laguna. Se da cuenta que le sobra máquina, está tranquilo, no siente el esfuerzo, espera el momento.

Entran en la octava vuelta y los hermanos, abdican ante la tenaz persecución del pelotón, van catorce minutos de carrera.

-1º Uturriaga, 2º Impala, 3º Tonarelli, 4º Becerra, 5º Lomónaco, luego vienen el Aldo Chumillo, el Ladrillo, Gardenia, Jesús Domínguez, Claro y Cucaracha Cottini, Mediasuela, De Biasi, Azcurra, Linares, el Pingüino, el pibe Crisanfulli, y... cerrando el pelotón, el Pelado Revire, perdón Rivero.

-¡Catorce minutos, pared de Pueblas y Menéndez, toque para Valentín! ¡Ditro que queda en el camino, el brasileño en posición de gol, sale Amadeo lo engancha! ¡Penal! ¡Penal! ¡Claro penal! José María Muñoz le pone emoción a uno de los momentos culminantes del partido.

-No le quedaba otra al excelente arquero, era penal o gol. La pena máxima siempre da una posibilidad más. Enzo Ardigó y su criterioso comentario. Silencio total en el barrio.

-El mismo Valentín lo va a ejecutar. ¡Toma carrera, tiraaa... gol, gol, gol, goool de Boooca...! -por las bocinas se difunde el gol. ¡Goool de Boca! todos se llenan la boca de gol; nadie le presta atención a Aldo Chumillo, que ha comenzado a comandar la carrera.

¡Boca, Boca, Boca, para todo el mundo!

Es una topadora, su andar es firme y sostenido! Este grandote de gran porte y mucha polenta que es el Aldo, se ha cortado del pelotón y es el nuevo puntero. Veremos cuál será la reacción del resto. ¡Gana Boca viejo y peludo nomás!

Respira con ritmo, se siente bien, su corazón acelerado pero sin sobresaltos, le dice que esta es su carrera. Está último como de costumbre, pero en otras ocasiones ya las piernas le han aflojado. Hoy no, está entero. Rolando Narciso espera su momento.

-Fue un tiempo de poco fútbol, River no apareció. Sarnari no tuvo las luces prendidas, Delem deambuló por el medio campo sin poder hacerse de la pelota. Rattín y Gonzalito conduciendo a un Boca que, con más garra que fútbol, empujó dentro de su área a un River timorato y sin ideas. Merecido el uno a cero y el resultado no fue más abultado gracias al gran Amadeo, que como es su hábito siempre respondió con solvencia. Pero ya nadie escucha a Ardigó. Don Pepe ha bajado el volumen y comienza a ponerse al día con los anunciantes.

-Su Roma Sport está en Casa Carballeira. ¡Olvídese del carbón, la leña y el kerosén, sea moderna, patrona! Ahora, gas en garrafas en Casa Richelmini Hermanos.

El Aldo Chumillo les ha sacado más de trescientos metros de ventaja, siempre firme en el pedal -Bolzoni, transmite la carrera-.

Vuelta cuarenta y cinco, comienza el segundo tiempo, Aldo Chumillo pasa frente al palco oficial, lleva el pie estirado, a los pocos metros salta de la bicicleta, siempre con la pierna tensa, un calambre lo ha dejado fuera de carrera.

¡Se quedó el grandote, se quedó Chumillo!, ahora la punta es del Ñato Becerra, 2º Tonarelli, 3º Uturriaga, 4º Impala, 5º Minervino, 6º Gardenia, luego Lomónaco, De Biasi, Jiménez, Domínguez, Azcurra, Crisanfulli, Broggi, Linares, los lecheros Cottini que se van quedando, y... cerrando el pelotón, el Pelado Rivero.

-Este segundo tiempo no tiene nada que ver con el primero. River ha dado un vuelco total a las acciones. Delem se ha transformado en la figura del partido... se ha juntado con Pando y Sarnari y se han adueñado del medio campo. Enzo Ardigó comenta las vicisitudes del clásico. -Van treinta minutos; River está cerca del empate -los boquenses sufren, la carrera continúa.

-¡Uturriaga es el puntero ahora, el vasquito guapo! Van cincuenta vueltas, a este ritmo, llegarán a completar un total de sesenta. El Ornar Lomónaco se va para arriba, va a ser protagonista, el de Chacabuco también en franca avanzada, el Ñato no le da tregua -Pepe Bolsón comenta las vicisitudes de la competencia-. De estos cuatro saldrá el ganador, estoy seguro -ahora anticipa un pronóstico-. Luego vienen Aquiles, el Chiche Impala, Gardenia, Crisanfulli, Di Biase, Mediasuela, Azcurra, Broggi, Linares, Piñón Fijo, el Claro, el otro Cottini, Cucaracha ha abandonado y... cerrando el pelotón el Pelado Rivero. Faltan quince minutos de carrera y tendrá un desenlace de incógnita.

Pepe se prepara para transmitir un final emocionante.

Al partido también le faltan quince minutos.

-River dominador absoluto, Boca se defiende con garra y entereza, nada está definido, habrá un final de incógnita también -José María Muñoz, le pone cada vez más énfasis, para un final emocionante.

Ya pasaron las dieciocho y treinta. ¡Es el momento! Piensa Rolando Narciso. Solo depende de mí, una hora y media de carrera, y es como si recién hubiera largado, no he sentido el esfuerzo. Es la máquina, estoy entero. ¡Ahí voy! Hundió el pie izquierdo en el pedal y luego el derecho, y otra vez el izquierdo, agachó la cabeza, le puso toda su fuerza, le puso toda su alma.

Los tomadores de puesto se fueron preparando, tres vueltas más, y se cumple la hora de llegada. A la vuelta sesenta se define, ya no hay dudas. A Claro Cottini le pasó como un poste. Linares, Azcurra y Mediasuela, también fueron superados. Ahora Rolando Narciso busca a los punteros. Tengo aire, firmes las piernas, me sobra máquina. Sigue pasando rivales. ¡Esta carrera es mía! ¡Es mía! El pelotón enfila la última recta.

¡Ahí viene el pelotón, los corredores están por entrar en la última vuelta! ¡Última vuelta! ¡Campana de última vuelta! -grita don Pepe y clasifica-: 1º Uturriaga, 2º Lomónaco, 3º Becerra, 4º Minervino, 5º Gardenia, 6º Crisanfulli, y luego una sorpresa, Rolando Rivero, el pelado. Han quedado atrás, Aquiles, el Chiche, el Pingüino, Piñón Fijo Domínguez, Mediasuela, Azcurra, Linares y... cerrando el pelotón, el Claro Cottini. -Ha sonado la campana, los tomadores de puesto han clasificado, cotejan los puestos están de acuerdo.

El público se aprieta para ver -¡Un final ELECTRIZANTE! -enfatiza el relator-. El vasquito al frente, el Omar no le da tregua. Final abierto, nadie se pudo escapar del pelotón. Sorprendente lo del pibe Crisanfulli, en su avanzada, pero más sorprendente aún lo del pelado Revire, perdón, Rivero, que desde el fondo del pelotón se ha encaramado entre los punteros, pero lamentablemente no le va a alcanzar.

Nai Foino da tres minutos de descuento. Una eternidad piensa Pepe, pero mejor, la carrera terminará antes, la podré transmitir, luego disfrutaremos del triunfo de Boca, se consuela.

-Van cuarenta y tres minutos, este resultado se está haciendo insostenible para Boca, River carga con todo. Delem para Roberto, toque para Artime, que pisa el área, el Cholo Simeone se le tira atrás, ¡Penal!, ¡penal! -grita Muñoz, las bocinas aturden. Silencio helado en la tarde tropical del barrio.

Primero Crisanfulli y luego Gardenia, no le hacen resistencia en la curva opuesta. Faltan solamente ochocientos metros, ahora Rolando Narciso, va en busca de los punteros. ¡Es mía! ¡Es mía!

Pepe también Se quedó mudo. Ya estaba, dos minutos y ya estaba, se lamenta. Adiós campeonato.

Van por avenida República, las cabezas gachas, los lomos inflados, las piernas tensas, los corazones acelerados, nadie afloja. FINAL ELECTRIZANTE, al que ya nadie le presta atención, todos atentos a los parlantes que cuelgan de los árboles.

Última curva, último esfuerzo. Las gotas de sudor le bajan por la frente, el pañuelo se ha saturado, ya no las contiene, le arden los ojos. Los punteros están rueda a rueda; Rolando Narciso, media bici atrás. El pasacalle anuncia LLEGADA, es lo último que ve, cierra los ojos, aprieta los dientes. Va por la gloria. Uturriaga, Lomónaco, Becerra y ahora él también rueda a rueda.

Pepe los ve venir pero no reacciona, está totalmente compenetrado en el relato de Muñoz.

-Toma carrera Delem, tirooo... ATAJÓ ROMA! ¡ATAJÓ ROMA! Una explosión de júbilo y algarabía en el barrio. Don Pepe arrojó su sombrero al aire. Empezó a gritar como un energúmeno: -¡Atajó Roma! ¡Atajó Roma! Los cuatro ciclistas cruzaron la meta, pegados.

Los controladores se abrazaban entre sí, nada controlaron. Atrás el pelotón como un enjambre. Cuando le preguntaron a don Pepe, el partido había finalizado y contestó ¡Ganó Boca! ¡Ganó Boca! La decisión fue salomónica, clasificaron como pasaron en la vuelta anterior, la cincuenta y nueve. Coronaron a Luisito Uturriaga. Miguel Difeo, emocionado le entregó el trofeo. Nunca nadie supo quién ganó verdaderamente esa carrera.

¡Dale campeón, dale campeón! La barra de Boca, en una chatita de Ford ‘A’ embanderada de azul y oro, lenta y ruidosamente cruzaba por la plaza principal.

-¿Quién es ese?, ¿está loco?

Un pelado, totalmente desnudo, izaba su bicicleta en el mástil junto a la enseña patria.

-Es Revire, un tumbado, es corredor de bicicleta, un crudo, jamás ganó una carrera. Se volvió loco del todo.

La chatita siempre lenta y con su barra bullanguera se fue hacia el centro de la ciudad a completar los festejos. Las bombas estallan a lo lejos. Los últimos rayos del sol se reflejaban en su cuerpo lampiño y transpirado.

La ambulancia del Hospital Regional lo vino a buscar.


Este cuento está dedicado, a todos aquellos
que nunca ganaron y que siempre hicieron
deporte por amor a éste.



(tomado del libro “El fútbol chico y el fútbol grande”, Buenos Aires, 2003, edición del autor)

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Admiro la elegancia de Paolo Maldini, bien complicada de encontrar ahora mires donde mires. Esa manera de hacerlo todo tan fácil cuando a otros nos cuesta tanto...

(LUIS AMARANTO PEREA, defensor colombiano del Atlético de Madrid, en el diario español "El País" del 04/02/2010)

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Durante más de un siglo, el árbitro vistió de luto. ¿Por quién? Por él. Ahora disimula los colores.

(EDUARDO GALEANO, escritor uruguayo, en la antología “Cuentos de fútbol”, Ed. Alfaguara)

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Caloi (Argentina)

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Y dale alegría a mi corazón (Fito Páez - Argentina)

* dedicado al Barcelona Sporting Club (Ecuador)

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Dirceu Lopes está entre los jugadores que son considerados grandes estrellas y cracks. En mi opinión estaba en el nivel de Zico, Roberto Dinamita, Tostao y Pelé, entre otros. He jugado con él en Cruzeiro y contra él, pude ver talento, velocidad e inteligencia. A pesar de la falta de altura no tenía miedo y encaraba las defensas con valentía. Un jugador extraordinario.

(BRITO, ex campeón mundial en México 1970, opinando sobre su ex compañero en Cruzeiro)

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¿Quién era Pichichi?


El premio "Pichichi" es el que se otorga en el fútbol español a los goleadores de cada campeonato de fútbol. ¿Por qué Pichichi? ¿Quién era Pichichi?
Se llamaba Rafael Moreno Aranzadi, pero era conocido como Pichichi. Había nacido en Bilbao, provincia de Vizcaya, el 23 de Mayo de 1892 y falleció el 1º de Marzo de 1922. Comenzó a jugar al fútbol, y a meter goles, en 1911, vistiendo la casaca del Athletic Club de Bilbao, club con el que obtuvo 4 Copas del Rey (1914-1915-1916 y 1921).
Pichichi fue el primero en conquistar un gol en San Mamés, y es por ello que se colocó un busto suyo en dicho estadio. Además, integró la selección de España que logró la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Amberes, en 1920. Rafael Moreno Aranzadi, se constituyó en el mejor artillero de la época. Y fue así que, años después de su retiro y como homenaje, se decidió entregar un trofeo -el Pichichi, claro- al goleador de cada campeonato, comenzando por el de la temporada 1928-1929.
En la historia del fútbol español, varios argentinos lograron el Pichichi, los ya legendarios Alfredo Di Stéfano, Mario Alberto Kempes y Juan Antonio Pizzi. La Saeta Rubia lo consiguió en 5 ocasiones con la camiseta del Real Madrid. Fue en las temporadas 1953/1954; 1955/1956; 1956/1957; 1957/1958 y 1958/1959.
El Matador Kempes, con la casaca del Valencia, lo ganó en los torneos 1976/1977 y 1977/1978. Por último, Juan Pizzi, recibió el Pichichi jugando para el Tenerife, en la temporada 1995/1996. Tanto Alfredo Di Stéfano como Pizzi, jugaron en el seleccionado de España, en cambio Kempes nunca vistió otra camiseta nacional que no fuera la Argentina.

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Los errores del arquitecto se tapan con columnas; los del cocinero, con salsas; los del médico, con tierra, y los del arquero, con insultos.

(ANÓNIMO)

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