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Pelé ganó una Copa del Mundo con 17 años, Maradona jugó para Argentina con 17. Cristiano empezó con Portugal con 18. Va en el mismo camino que ellos. En cuanto a cualidades no tiene nada que envidiarles, y además juega en un club mucho más fuerte que ellos. Él sólo tiene 23 años y tiene capacidad para mejorar mucho más. Va camino de ser leyenda, porque su influencia en un encuentro es tremenda. Los otros equipos cambian todo cuando él está en el campo.

(ALEX FERGUSON, en Abril de 2008, cuando el portugués aún militaba en el Manchester United)

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Este trabajo con remates muy seguidos en forma continua que se realiza con los arqueros produce un acostumbramiento a rechazar la pelota antes que a agarrarla; sería más apropiado que se hagan trabajos con menores repeticiones en los remates para que le den al arquero un mayor tiempo de recuperación y pueda acostumbrarse a agarrar la pelota; porque luego ese hábito se traslada a los partidos.

(RICARDO "El Tigre" GARECA, ex futbolista argentino y actual entrenador de Vélez Sarsfield)

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Carlitos Tevez (Alfredo Sabat - Argentina)

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Cuando la pelota no quiere entrar...

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En 1959, San Lorenzo de Almagro se consagraba campeón del fútbol argentino y como tal, al año próximo le tocaba en suerte participar de la disputa de la primera Copa Libertadores de América.
Tras eliminar al Bahía (Brasil) por el Grupo II, su futuro rival, en semifinales, era Peñarol de Montevideo. Entre los aficionados argentinos, y particularmente en los hinchas de San Lorenzo, esta Copa no interesaba demasiado. No tenía mucha "prensa".
El primer partido se disputó en el estadio Centenario de Montevideo (foto), ante 55 mil espectadores. En Uruguay, las cosas se tomaron de una manera diferente. Allá, las expectativas eran muchas. Pero pese a todo, como San Lorenzo tenía un equipo muy fuerte, en especial en su ofensiva (Facundo, Ruiz, Oscar Rossi, Sanfilippo y Boggio) se logró un importantísimo empate. Linazza convirtió para los mirasoles y Boggio para los santos.
La revancha fue en Buenos Aires, en el estadio de Huracán, ante solo 10 mil personas. Muy poca gente para la época. Y fue empate en cero.
Como en esos tiempos no existía el gol de visitante para definir la paridad, tuvo que realizarse un tercer partido, en país neutral. Y ahí apareció la experiencia del recordado directivo de Peñarol, Washington Cataldi, viendo el negocio y el cierto desinterés del club argentino. Entonces, ofreció una suma de dinero (50 mil pesos de la época) para que la definición se realizara en el Estadio Centenario.
Los dirigentes de San Lorenzo aceptaron y Peñarol, nuevamente como local, y con dos tantos del ecuatoriano Alberto Spencer al arquero Vladimiro Tarnawski llegó a la final.
Finalmente, Peñarol ganó la primera Copa Libertadores al derrotar a Olimpia, quedando en la historia sudamericana.

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¿Que si es tan bueno como yo? ¡No sea imbécil!

(GEORGE BEST, célebre jugador galés, al preguntársele en 2003 si Wayne Rooney estaba a su nivel)

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Nuestro fútbol es la desorganización más organizada del mundo.

(ENRIQUE OMAR SÍVORI, ex jugador y entrenador argentino -1994-)

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La pasión oculta de Perón por Boca Juniors

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En una charla con el periodista Julio Blanck, el senador justicialista Antonio Cafiero, fanático xeneize, se mostró muy interesado en la filiación futbolística del ex Presidente argentino, Gral. Juan Domingo Perón.

Blanck: -¿Perón era de Racing como decían?

Cafiero: -Ahí hay una confusión porque, allá en los años 50, en el primer gobierno de Perón, un hincha de Racing, que lo llevaba en la sangre, era Ramón Cereijo, ministro de Hacienda de la Nación. Como diríamos Cavallo ahora, o López Murphy. El impulsó la construcción de un nuevo estadio para Racing, que después, cuando se inaugura, se le pone el nombre de Presidente Perón.

Blanck: -El actual estadio de Racing.

Cafiero: -De ahí nace la leyenda de que Perón era hincha de Racing. Y no es así. Yo me preocupé por este tema.

Blanck: -Me imagino.

Cafiero: -Porque bueno, me parecía que era una anécdota que no tenía una probanza seria.

Blanck: -Era una falla en la historia.

Cafiero: -Yo tenía una anécdota. En el año '53 viene al país Milton Eisenhower, hermano del Presidente de los Estados Unidos, y un agasajo, si se puede llamar así, fue llevarlo a un partido de fútbol. Entre otras cosas, Perón le quería mostrar la adhesión de la gente hacia la persona de él (...) Un día de invierno llegamos a la cancha y yo lo acompañaba. En ese momento yo era ministro del Poder Ejecutivo y formaba parte de la comitiva (...)

Blanck: -¿Era la cancha de...?

Cafiero: -La cancha de River. River ganaba dos a uno...

Blanck: -¿River y Boca era el partido?

Cafiero: -River y Boca. Mantegari erró un penal, o se lo atajó el arquero de Boca, no recuerdo, y en vez de ponerse 3 a 1, me acuerdo que Navarro (jugador de Boca), con un zapatazo de treinta metros, empató. Ardió la tribuna de Boca y faltando un minuto, Rolando, el número 9 de Boca, se mete con pelota y todo dentro del arco de River. Al estallido, Perón saltó... (imita el movimiento con los puños en alto) ... yo me di cuenta (pone cara de sorpresa) yo... (mira para el costado como si estuviera viendo a Perón) Perón saltó... Después, se compuso. Pero evidentemente...

Blanck: -Usted dice que era de Boca. ¿Eso le alcanza para decir que era de Boca?

Cafiero: -Pero no. Hay otra cosa mucho más importante. En uno de los viajes que hizo Isabel Perón, ya ahora desalojada del poder, acá a la Argentina, y tengo testigos porque éramos varios, yo me animé y le dije: "Dígame, Isabelita, usted es la única que nos puede sacar de dudas. ¿De quién era hincha Perón?, ¿de Boca o de Racing?". "No lo dude (parodiándola), de Boca".

(del programa "Scanner", Jueves 15 de Octubre de 2009, señal televisiva "CVN")

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Boca y Perón, un sólo corazón
(por el Lic. Roberto Baschetti, Historiador del Peronismo)

Corría el año 1964, Argentina estaba convulsionada por un hipotético regreso de Perón a la patria antes de fin de año. De hecho trató de volver en los primeros días de diciembre y no se lo permitieron, como se sabe, lo detuvieron en Brasil y lo devolvieron a España.

Pero antes, el diario 'Crónica', edición vespertina del 7-9-64, trataba de sondear al ex Presidente a través de una entrevista que le hizo su enviado especial Mario Oscar Ruzza. La pregunta del millón era: ¿retornaba a la Argentina? Perón hábilmente no largó prenda ni adelantó su estrategia, pero si se ocupó de demostrar su incondicionalidad por la azul y oro.

El equipo boquense había perdido un partido amistoso de verano con el Betis de Sevilla en España, lo que le permitió aseverar: "La derrota de Boca no solo la sentí como simpatizante de ese club del que soy hincha desde hace muchos años, sino que me costó pagarle una apuesta a mi jardinero que es rabioso simpatizante del Betis" para más adelante afirmar "Estuve leyendo en el diario 'Marca' un comentario sobre la última jornada de fútbol, en la que Boca venció a San Lorenzo por goleada y empató River. Estoy contento de que sigamos primeros", en clara referencia al club de sus amores, el equipo de la Ribera.

Ese año Boca salió campeón del torneo de AFA con la defensa menos batida, la que al mejor estilo Coco Basile, podía recitarse de memoria: Roma, Silvero y Marzolini, Simeone, Rattín y Silveira. Adelante descollaban entre otros, Ángel Clemente Rojas, el brasileño Paulo Valentín, Norberto Menéndez, Ernesto Grillo, Alberto González y Eugenio Callá.


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El 5 de Diciembre de 1957, Argentina vencía a Brasil, en el mismísimo estadio Maracaná, por 2 a 1. Fue la tarde en la que debutó Pelé con la camiseta de su seleccionado. Pero Brasil perdió, con goles de los inolvidables Ángel Labruna y el ‘Gitano’ Juárez.
Nuestro seleccionado se quedó con una victoria que tendría un indudable valor histórico. Es que a partir de esa fecha, Argentina tuvo que esperar 41 años para poder derrotar nuevamente a los brasileños en el Maracaná de Río de Janeiro (sí lo había hecho en San Pablo).
Fue el miércoles 29 de Abril de 1998, amistoso previo de la Copa del Mundo de ese año, cuando Argentina, dirigida técnicamente por Daniel Passarella y con gol de Claudio ‘Piojo’ López, quebró esa mala racha de varias décadas. La síntesis de ese partido es la siguiente:
Brasil (0): Taffarel; Cafú, Júnior Baiano, Aldair (Cléber) y Roberto Carlos: César Sampaio, Zé Elías, Denilson (Edmundo), Raí (Leonardo), Romario y Ronaldo.
DT: Mario ‘Lobo’ Zagallo
Argentina (1): Burgos; Vivas, Ayala, Sensini y Zanetti; Almeyda, Simeone y Verón; Ortega (Delgado) Batistuta y López (Delgado).
DT: Daniel Alberto Passsarella
Gol: 83' Claudio López (A)

En aquel día los brasileños aplaudieron de pie al equipo visitante en un acontecimiento histórico.

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Me he ido del Arsenal, porque ya no se refuerzan con jugadores de nivel. Cuando llegué se hablaba de que era un equipo invencible y durante un tiempo lo fuimos. Luego se fueron los mejores jugadores como Vieira, Henry o Bergkamp y nadie de nivel vino a sustituirles y no somos competitivos como antes.

(KOLO TOURÉ, internacional marfileño, explicando en "Europa Press" el pasado 2 de Agosto el porqué de su ida del Arsenal inglés)

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Los europeos tienen cosas que podemos conseguir: el ritmo, nosotros [los sudamericanos] algo que ellos no pueden: la técnica.

(DANIEL PASSARELLA, ex jugador y entrenador argentino)

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El Pata y el Testa (Julio V. Altman - Argentina)


(Dedicado a Osvaldo Soriano)

- El fútbol, antes, era cosa de hombres -me dijo el Gordo, una vez en que coincidimos en un bar de la calle Sarmiento. Allí donde, en una época se reunían los artistas de variedades.

Un televisor sin sonido, mostraba un aburrido partido, entre dos equipos, que yo, que no se nada del tema, no pude reconocer por sus camisetas.

Fue el punto de partida para una larga charla, en la que el protagonista fue él, que sabía o inventaba tantas historias que podría haber escrito varios libros, sin repetir nada, ni un penal fallido.

Aquellos eran tiempos en que aparecían jugadores que jamás podrían pasar por la tecnocracia de estos directores de laboratorio, me dijo a manera de introducción, y yo sabía que venía algo fuerte, lo intuía.

El Gordo, había vivido bastante tiempo en las provincias y ese era el motivo por el que no era posible chequear los datos, que tiraba como al descuido, como que “fue el año en que se hizo lo de Suecia” o que “Al intendente lo volvían loco esos partidos de medio pelo, que se hacían entre los pueblos vecinos” y hasta daba nombres de tipos que luego trascendieron en la vida pública.

- Vos sabés, que lo que pasa afuera, nunca se lee en los diarios de acá. No es noticia.

La cosa es que había un campeonato que se jugaba en el verano del 58’, en Comodoro Rivadavia. Era el auge del petróleo y como ocurre en el Sur, se juntaba un gaucho de cada pueblo. A uno de esos que jugaba de delantero, lo llamaban “Pata de Burro”.

Era un personaje de esos, que si hubiese sido mudo, no se le habría notado y no te voy a decir que era de bajo perfil, porque tenía una nariz de sifón que la rompía. El pelo de alambre renegrido, marcaba su origen, aunque por esas travesuras de nuestra condición, tenía ojos claros.

Cuando corría, se le notaba un leve balanceo hacia los costados, pisaba como para que no crezca la hierba, como Atila, y lo de “Pata de Burro”, se lo pusieron el día que en un apuro, frente al arco, partió de una patada uno de los palos, por lo que tuvieron que parar el partido.

Le tenían miedo, era de de buena leche, pero peligroso hasta de contragolpe. Sus penales no fallaban. Él los pateaba al medio, a las manos y, muchas veces los dejaban pasar, por instinto de conservación.

El otro equipo, con el que se definiría quién se llevaba la copa y las cinco “fragatas”, que puso el intendente, de la caja municipal, también tenía lo suyo, el guarda vallas era el único que le había atajado un penal al Pata y pudo seguir jugando.

Era el “Testa”, a él le gustaba meter el cabezazo y era tan potente, que hacía volar la pelota como un misíl. El tipo justo para ese partido. Como señas particulares, era culón, cosa que no es común en esos oficios y de hombros estrechos y cuello largo. Su silueta era reconocible de lejos.

La tarde era más que calurosa. La cancha, bien cuidada, tenía de fondo las torres de un campamento de YPF.

El partido comenzó sin emoción, se jugaba con desgano. Transcurrió el primer tiempo sin pena ni gloria.

Al salir, en el segundo tiempo, hubo algunas corridas más interesantes. El “Pata” esperaba “su” pelota y se dio un tiro libre, que pateó un compañero. Hubo un rebote y varias piernas buscando la redonda.

Cuando la vio el “Testa”, en línea con el “Pata” no dudó. Se tiró de panza sobre ella. Fueron esos segundos en los que puede explotar el mundo. Los hinchas gritaron el gol a garganta llena, incluyendo al intendente.

El referí hizo señas diciendo que no, levantó la pelota de entre las manos del arquero, al tiempo que daba por terminado el partido.

En el fondo de la red, unos ojos terriblemente abiertos, indicaban el error. El “Testa” seguía en el suelo, a diez metros de su cabeza.

El Gordo, para estas historias, era increíble.

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Nery Pumpido fue el arquero argentino que mayores títulos logró. Defendiendo el arco de River ganó torneos locales, Copa Libertadores y la Intercontinental. En la selección se consagró en el Mundial en México 1986 (también fue subcampeón en Italia 1990).
Junto a los éxitos, Pumpido tuvo serios accidentes como futbolista. Si bien pocos recuerdan que sufrió la fractura de uno de sus brazos durante un partido ante Estudiantes de La Plata, nadie olvida dos hechos puntuales. El que más impacto fue su fractura de tibia y peroné en Italia '90 (frente a la Unión Soviética) al chocar en forma casual con Julio Olarticoechea. Lo sustituyó con singular éxito Sergio Goycochea.
También se recuerda, por lo insólito, el mal momento que sufrió cuando en 1987, en un entrenamiento en River, al saltar a "descolgar" una pelota, uno de sus dedos, en el que llevaba su alianza matrimonial, quedó enganchado en los soportes traseros (de acero) del travesaño, soportes que sirven de sostén para la red.
Casi pierde el dedo, lo salvó una microcirugía y pudo continuar con su campaña futbolística.

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El comentario burlón y borgeano de describir al fútbol como el absurdo espectáculo de veintidós pelotudos corriendo detrás de una pelotita mientras otros miles o millones (de pelotudos) los miran es compartible en casi todos sus términos. Una vez más el maestro del tanteo tiene razón. Cabe aclarar -eso sí- que cualquier otra actividad humana produce, si se la observa y describe con objetividad, la misma sensación de extrañeza y sin sentido.

(JUAN SASTURAIN, escritor argentino, en su libro “Wing de metegol”)

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¡Él tiene el futbol en la sangre!

Seguramente tienes razón... el problema es que aún no le ha llegado a las piernas.

(Sabrosa respuesta de BILL SHANKLY a un ojeador del Liverpool al rechazar a un joven jugador)

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Juan “Candonga” Carreño, el recuento del último duro del fútbol chileno.


Antes de firmar un contrato hablaba con los técnicos para que lo dejaran carretear tranquilo. Jugó en 16 clubes y en cada uno deslumbró por su pachorra y coraje.

Fue goleador de Unión Española en la mítica Copa Libertadores del año 94 y suplente obligado de la dupla Sa-Za en las eliminatorias a Francia 98. Luego dio doping positivo por cocaína y noqueó a medio equipo de Osorno en el sur.

Estos son los archivos desclasificados de 'Candonga' Carreño y su revancha en contra de Zamorano y el 'Pelado' Nelson Acosta. Dice que uno se portó como un “cabrón” y que el otro fue un “maricón”.

¿Qué piensas de tus colegas retirados que aparecen en un reality o bailando en la tele?

-Hay gente que no soporta estar fuera del medio. No creo que sea una cuestión de plata o por necesidad. Es una cosa de figuración.

¿Es cierto que también te han invitado a participar en este tipo de programas?

-Sí, pero cuando me dijeron que era para eso hasta ahí no más llegó la conversación. Les corté el teléfono, no pesco esas huevás. Imagínate, después de agarrarme a combos en una cancha con 15 hueones, salir bailando con una polera apretada y lycras negras como John Travolta… ¡Na’ que ver!

Sería ir en contra de la imagen de duro de Candonga.

-Tengo claro lo que soy, tengo hartos defectos pero no soy un payaso. Prefiero ganarme la plata trabajando pero no ir a bailar con patines. Además, uno se da cuenta que lo llevan para hacer el ridículo.

Pero Olmos lo hizo bastante bien…

-Sí, lo hizo bastante bien. En el fondo, Olmos no es un técnico sino un gran bailarín.

¿Y el 'Peineta' Garcés?

-Mira, si te creís un técnico serio, hablai de códigos, de valores, de disciplina y la huevá, no podís andar bailando en la tele. No hueís. O soy o no soy. ¿Tú creís que Arturo Salah iría a un programa así? A Garcés le gusta la foto, que suene el rollo, las luces. Yo lo respeto pero no creo que sea un técnico serio.

¿Cómo es la vida de Candonga hoy?

-Depende… hay días que no me levanto y veo monos con mi hijo todo el día. Otros días me levanto a las 4 de la tarde y me pongo a trabajar hasta las 10 de la noche. Me compré una parcela de siete hectáreas y dos veces a la semana trabajo en una escuela de fútbol en Chimbarongo. De aquí a un par de años pienso construir un complejo deportivo.

Atrás quedó la época del rey de la noche.

-Estoy en otra. La vida me dio otra oportunidad y estoy disfrutando de las cosas sencillas.

¿Te saturó el carrete?

-Es que llegó un momento en que me sentía solo y vacío. Me había alejado de los valores que me había dado mi familia y me encontré en algunos caminos que no tenía que haberlos tomado. Así de simple.

¿Cómo era tu rutina en ese entonces?

-Hay gente que va al cine, otros que salen a comer, otros que van a ver una obra de arte y otros que hacen un asado y se toman una garrafa. A mí me gustaba ir a un pub, tomarme unos whiskys y al otro día ir a entrenar. Santo no era pero tampoco un bohemio.

¿Llegaste alguna vez pasado de copas a entrenar?

-Un par de veces… pero llegaba. Me tomaba un whisky en la mañana, me daba una ducha con agua helada y partía a entrenar. Nunca le hice el quite. Me quedaba trabajando una hora más para botar el alcohol.

¿Tuviste problemas con los técnicos?

-No, porque a ningún técnico le vendí una imagen de santo. Antes de contratarme les explicaba que no se estaban llevando al enviado de Dios, se estaban llevando a Juan Carreño y Juan Carreño tenía tales defectos. En el fondo, les pedía que me criticaran pero después de los partidos.

¿Eras como Romario, que en la cláusula del contrato estipulaba los días de carrete?

-Por supuesto, porque si no no podía rendir. Siempre que llegaba a un acuerdo económico con los dirigentes hablaba con el técnico y le decía que firmaba el contrato pero con la condición de salir lunes y martes y que no se metiera en mi vida.

¿Qué hubieras hecho si hubieras jugado en esta época?

-Tendría que haber agarrado a todos los periodistas del fútbol chileno, hacer una conferencia de prensa y decirles ¿saben? Yo soy así… Para qué les voy a andar con cuentos si después me iban a cachar igual en todos lados. Los jugadores somos normales, igual que todo el mundo.

¿Tenías un grupito con el que salías?

-No, siempre andaba solo en la noche. Nunca traté de salir con ningún compañero para que el día de mañana no me dijeran que andaba sacando a alguien a tomar. Si me pillaban, me pillaban a mí.

¿Por qué te gustaba tanto la noche?

-Porque tenía la presión de ser goleador en los equipos que estaba. ¿Y cuál era mi desahogo? Salir un rato en la noche, dos o tres horas.

¿Cuáles eran tus picadas?

-El Brannigan’s, el barrio Suecia, el Lucas Bar.

¿Era cariñosa la gente cuando te veía en los bares o te echaba la foca?

-Por mi forma de ser y mi estilo de juego muchas personas se identificaban conmigo. Había gente apasionada que se me acercaba y me decía “ídolo” porque le gustaba mi forma de encarar y jugar al fútbol.

¿Te mandaban copetes a la mesa?

-Lógico. Pero nunca tuve una pelea ni hice un show. Me gustaban las mujeres, era soltero y lo veía como algo totalmente natural.

¿Por qué te crucificaron entonces?

-Porque dije la verdad y en este país eso no se perdona. Cuando consumí drogas reconocí ante todo Chile que no necesitaba contramuestras. Cometí un error y hasta el día de hoy quedé marcado como drogadicto. Después dije que me gustaba tomarme unos whiskys en alguna discotheque y me tildaron de borracho cuando me los tomaba delante de todo el mundo. Hay futbolistas que se toman una botella de whisky entera encerrados en su casa.

¿Se aprovecharon de tu honestidad?

-En este país uno tiene que ser gris, ni blanco ni negro, medio matizado para llegar a todos lados. El chaqueteo es gratis.

¿Te sientes arrepentido de algo?

-No, en la vida se puede hacer de todo. Me pegué los mejores carretes, me comí a las mejores minas y me tomé los mejores whiskys, pero al otro día era el primero que estaba entrenando.

EL PERILLA Y LA LEGUA

¿Fuiste amigo de El Perilla?

-Sí, tenía una pareja que era concuñada de él. Una vez lo conocí en una comida y me cayó bien. Ni siquiera sabía quién era. No me interesa andar con alguien por el qué dirán.

¿Sabías el rubro en que se movía?

-No, en ese sentido soy un tipo con altura de miras. No ando con alguien porque es paco o rati. En el fútbol uno conoce a mucha gente. Nunca negué su amistad. A veces salíamos a comer o nos encontrábamos en el Lucas Bar. Tengo buenos recuerdos de él. Le encantaba la noche. En los códigos de su gente era un top ten, pero yo nunca lo ví en nada. Y si hubiese cachado algo tampoco te lo diría. Tengo las pelotas bien puestas.

¿Te invitaba a jugar a La Legua?

-Sí, jugué en algunos beneficios. Lo hice por la amistad que tenía con él y por la gente que me conocía en la población y que le tengo harto respeto.

¿Cómo te trataban los choros?

-La gente me tenía harto cariño. Más de alguna vez fui a un bingo o a un baile como una persona más. A veces se me acercaban y se sentían identificados conmigo. Yo también soy nacido en el pueblo.

¿No tenías miedo que te vincularan con la droga?

-No, mis cosas empezaron por otros lados. Como cualquier persona. Al principio me pegaba un huascazo y era la raja, pero cuando te empieza a agarrar la huevadita es una lucha. Te termina atrapando y te complica la cabeza.

¿Cuánto tiempo estuviste metido en las drogas?

-Unos tres años, del 2001 al 2003. Llega un minuto que la huevá te pide y te gastás plata que no tienes.

¿Cuánto gastaste?

-No gasté plata, gasté millones. La droga me llevó a meterme en negocios con gente que na’ que ver y perder cerca de 30 millones de pesos. Eso es porque andaba arriba de la pelota y no tenía la mente clara.

¿Cómo te metiste en el cuento?

-Moviendo como cualquiera. Primero era una vez a la semana, después dos y así. Y como tenía poder adquisitivo lo hacía. Gracias a Dios ahora puedo contarlo como anécdota.

¿Tuviste un pub en ese tiempo?

-Sí, tuve tres negocios. Pensaba que la iba a llevar. Me creía el rey del mundo pero tenía todos los ingredientes para sucumbir: trago, minas, plata, drogas, fama. Todas las huevás metidas en un mismo restorán.

¿Cómo saliste?

-Gracias a la ayuda de mi mujer, de mi hijo y de mi familia.

¿Te internaste?

-No, pero ganas no me faltaron. En un minuto vi la batalla perdida.

ZAMORANO CABRÓN

¿Te consideras un ídolo políticamente incorrecto?

-Yo no sirvo para ser Zamorano. Voy a nacer de nuevo y voy a seguir siendo Juan Carreño porque no me gusta el doble estándar.

¿Encuentras doble estándar a Zamorano?

-Cuando hablo de ídolos en este país, pienso en otras personas.

¿Por qué?

-Prefiero a Marcelo Salas, lejos. Soy respetuoso de la gente auténtica que da sin decirle a la mano derecha lo que da la mano izquierda. Salas ha demostrado que él es así. Es cosa que preguntes en el sindicato de futbolistas quién es Salas y quién es Zamorano.

¿Por qué nunca enganchaste con Zamorano?

-Fui compañero suyo en la Selección y si no fui al Mundial de Francia fue por su culpa. Él mandaba la Selección Chilena en ese tiempo y decidió llevar a su regalón, que era Neira. Hice el último gol de la clasificación y no me llevaron. Zamorano fue el cabrón de esa eliminatoria.

¿Te sentiste traicionado?

-A mí me pueden dar cualquier explicación, pero el daño que me hicieron en ese minuto no lo midieron. Me pudieron haber dejado cinco meses antes, como dejaron a Valencia y otros, lo hubiera entendido, pero no un día antes de viajar. Además, mi lesión no era tan grave y podía recuperarme a tiempo.

¿Quedar afuera del Mundial marcó un antes y un después en tu carrera?

-Sí, porque tenía 29 años, había jugado dos copas Libertadores, fui 10 años goleador en Primera División y estaba en mi mejor momento de madurez. Creo que me merecía un poquito más de respeto y no me lo dieron.

¿Tienes una conversación pendiente con el 'Pelado' Acosta?

-No, él fue maricón conmigo y con maricones para qué vas a tener conversaciones si ya te cagaron.

Pero con Acosta son vecinos… ¿nunca te lo has topado?

-Ojalá que no me lo tope…

COMBOS EN LA CANCHA

¿Cuántas veces peleaste en el fútbol?

-Una vez y pasé a la historia.

¿Eras malas pulgas?

-No, era un tipo de carácter que no me dejaba pisotear.

¿Como fue el encontrón con Hernán Caputto, el arquero de Osorno?

-En un córner entro por atrás, sin querer lo golpeo y me meto con él para el arco. Le ofrecí la mano para pararlo y me dijo: “con razón te dejaron fuera del Mundial tal por cual”. Ya, perfecto, es normal, pensé.

¿Qué pasó después?

-Hubo otro corner y alguien me aprieta los testículos. Yo lo veo que se ríe y le pego un charchazo a mano abierta. El árbitro me dice “Juanito, te ví” y me voy expulsado. Hasta ahí normal. Una expulsión más en el fútbol. Voy saliendo y Caputto cruza toda la cancha y me empieza a insultar. Tú no podís molestar a un jugador expulsado, es un código básico del fútbol. En el fondo estaba buscando que le pegara. Por lo tanto le dije que si me sacaba la madre de nuevo le cortaba la cabeza.

Casi se la cortaste…

-Es lo que se vio en la tele…

Tumbaste a cuatro en total.

-Bueno, pero si los hueones no me venían a abrazar, no era año nuevo la huevá.

¿Por qué te tenían tantas ganas?

-Hasta que le pegué a Caputto soy culpable y responsable de todo. Pero cuando los otros hueones vienen corriendo y se me tiran encima, lógicamente que me tengo que defender. O pegai o te cagan. En el barrio uno aprende que hay que tirar a matar siempre.

¿Cuánto tiempo te suspendieron?

-Seis meses.

¿Lo encontraste injusto?

-No, lo encontré justo, la media cagaíta, no es para sentirse orgulloso porque yo era ídolo de los niños de Huachipato. Pero la vida es así. Siempre he vivido el fútbol con pasión, mi vida ha sido así y voy a morir así. No soy el primero ni el último que se ha defendido o peleado en una cancha de fútbol.

¿Te da lata haber pasado a la historia por este incidente?

-Lo que pasa es que cuando aturden a un hueón en China ponen mi imagen en la tele. ¿Pero qué pasa si a mí me hubieran aturdido y me paro y me vuelven a aturdir? Hubiera andado para la risa de todos los hueones, ¿o no?

También le aforraste a un brasileño en México.

-Fue en un entrenamiento. Me tiró un túnel y le dije que era una falta de respeto porque éramos compañeros. Me respondió “filio tu padre, filio tu madre, filio tu puta”. Bueno, yo no soy muy bueno para los idiomas pero caché que me quiso hueviar, así que le dije que si lo volvía a hacer le cortaba la cabeza.

¿Y qué pasó?

-Lógicamente me tiró otro túnel, no lo dejé pasar, le metí un guatero y quedó aturdido. Los mexicanos se me vinieron encima, me saqué la polera, pero ninguno quiso pelear conmigo. Si me hubieran pegado hubiera seguido jugando pero se cagaron todos. Después de eso decidí venirme a Chile. Fue el combo más caro de mi carrera porque me vine de México y dejé tirados 600 mil dólares.

Glosario

Aforrar: Agarrar, manotear
Cabrón: Tirano, maltratador, abusador, proxeneta
Cachar: Comprender o entender (de ahí proviene la expresión ¿cachái?)
Cagaita: Macana (‘metida de pata’)
Candonga: Broma, burla, chacota, chanza, chiste
Carrete: Fiesta
Charchazo: Puñetazo
Choro: 1) (fem: Chora) adj Entretenido; 2) En las clases bajas, persona violenta o agresiva; 3) m Mejillón; 4) f Vagina.
Combo: Puñetazo
Echaba la foca: Enojarse con alguien
Guatero: Golpe con puño dado en el estómago
Huascazo: Golpe muy fuerte.
Huevada [Léase: “Huevá ó "Güevá"]: Tontería (informal, no elegante).
Huevón [Léase: “Huevón”, "Güevón" ó “Hueón”, fem: Huevona]: 1) Expresión que se usa como insulto o palabrota; 2) Entre amigos, en confianza, es como decir "amigo".
Paco: Palabra despectiva para señalar a los carabineros (policía chilena)
Polera: Camiseta, playera, remera
Rati: Policía de Investigaciones

(artículo del periodista Claudio Pizarro, publicado en el portal digital The Clinic del 11/07/2008)

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Pelé se despide de la selección brasileña

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El domingo 18 de Julio de 1971, Edson Arantes do Nascimento, ‘Pelé’, se despidió oficialmente, como jugador activo, de la selección nacional de Brasil, luego de 15 años de servicios al prestigio del fútbol de ese país. En ella militó desde los 16 años hasta después de cumplir los 30, en el mes de Octubre del año 70.
Esa despedida, luego de completar 1.000 goles en 1969, se cumplió en el estadio de ‘Maracaná’ frente al seleccionado oficial de Yugoslavia. Después de jugar únicamente los primeros 45 minutos, ‘Pelé’ se despojó de su camiseta número 10, y agitándola en su mano derecha, recorrió todo el campo, mientras una multitud de 138.000 personas gritaba enfervorizada: ‘¡Quédate... quédate... quédate!
Ese juego, que pasó a ser parte de la historia del fútbol brasileño y mundial, terminó con igualdad a dos goles. Por el equipo balcánico anotaron Dzajic y Jerkovic, mientras por los tricampeones mundiales lo hicieron Rivelino y Gerson, piezas claves del conjunto brasileño en el Mundial de 1970 en México.
Durante el transcurso del partido, un avión sobrevoló el campo del ‘Maracaná’, tirando de un banderín gigantesco donde se podía leer; ‘Viva O'Rei (Viva el Rey).

Síntesis del partido

Brasil: Félix [Fluminense], Zé Maria [Corinthians] (luego Eurico [Palmeiras], Brito [Botafogo], Piazza [Cruzeiro], Everaldo I [Grêmio] (luego Marco Antônio) [Fluminense], Clodoaldo [Santos], Gerson [São Paulo], Zequinha III [Botafogo], Vaguinho [Atlético-MG], Pelé [Santos] (posteriormente Claudiomiro) [Internacional] y Rivellino [Corinthians].
DT: Mario “Lobo” Zagallo

Yugoslavia: Vukcevic, Ramljak (Antonijevic), Paunovic, Holcer, Stepanovic, Pavlovic, Oblak, Acimovic, Petkovic (Bjekovic), Filipovic (J. Jerkovic) y Dzajic.
DT: Vujadin Boskov

Goles: Rivelino y Gerson (Brasil), Dzajic y Jerkovic (Yugoslavia)
Árbitro: V. Loureaux (Bélgica)
Lugar: Estadio Maracaná (Río de Janeiro)

El primer tiempo de este partido puede descargarse de este enlace y el segundo aquí.

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Probablemente están aplaudiendo, Platini, ahí sentado al teléfono con Sepp Blatter, quizá mandándose mensajes de texto, encantados con el resultado.

(ROBBIE KEANE, capitán de Irlanda, "atendiendo" a los popes del fútbol mundial minutos después del despojo sufrido a manos de Thierry Henry y la no clasificación de la selección del trébol a Sudáfrica 2010)

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El hecho de que uno haya sido un futbolista un poco rústico no significa que mi pensamiento no pueda ser distinto, yo hubiera querido ser mejor jugador. Cuando estaba en Colombia como entrenador a mis zagueros les decía: Ustedes quieren salir jugando, ¿qué se creen... que son Ramos Delgado o Perfumo?

(FERNANDO "El Pecoso" CASTRO, ex futbolista y entrenador colombiano)

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Las máximas de la abuela (Lucas A. Burriel - Argentina)


-Mirá que no tengo nada de cambio, así que si vos tenés arrancamos. Si no, vas a tener que buscar otro taxi, pibe.

El conductor de aquel Peugeot 504 negro y de techo blanco, aunque convertido en grisáceo por la acumulación de tierra, advirtió a Pablo, cuando este abrió la puerta trasera del coche y se disponía a ingresar la pierna izquierda al vehículo.

-Buenas tardes -contestó el chico remarcando las palabras como para demostrarle al taxista que, tal cual le había enseñado su abuela Gladys, iniciar una conversación sin antes saludar era la peor falta de respeto que podía cometerse.

Pablo era más apegado a su abuela que cualquiera de las personas de su edad que él conocía. Notaba demasiadas diferencias en la relación de sus amigos con sus respectivas abuelas, sin llegar a comprender cómo eran capaces éstos de prescindir de los beneficios que acarreaba la cercanía con una abuela. Gladys era para Pablo, una necesidad. Aprovechando que solamente dos cuadras y la rambla de la 72 separaban su casa de la de ella, la visitaba diariamente.

Simplemente, su abuela era lo único que acomodaba en su pirámide afectiva a la misma altura que su otro enorme amor: Gimnasia y Esgrima La Plata.

-Buenas tardes y disculpame, lo que pasa es que estoy hecho mierda, hace trece horas que estoy acá arriba.

-Está bien, no hay problema -respondió Pablo, sintiendo algo de congoja por el desdichado tachero.

-¿Hasta dónde vamos? -60 y 118 -anunció el joven, con la voz firme y colmada de orgullo de nombrar esas calles.

-¿Juega el Lobo? -preguntó el conductor mientras ponía primera para comenzar el viaje y fruncía el entrecejo, gesto que Pablo pudo notar por el espejo retrovisor.

-No… Digo, sí. Pero no en el Bosque, jugamos esta noche en Rosario, contra Central. Lo que pasa es que el micro de la Barriada 'El Mondongo' sale de ahí…

Pablo miraba por la ventanilla, buscando alguna otra camiseta del Lobo y se encastró en su mente la imagen de su abuela.

Gladiola, como el la llamaba, fue quien le inculcó esa adhesión por el azul y el blanco, esa lealtad por aquel escudo, esa fidelidad por aquella camiseta, ese sentimiento de pertenencia por el Bosque…

Lo hizo socio al minuto, le infundió con más ternura y paciencia que una maestra jardinera los valores triperos, lo llevó a la cancha por primera vez (cuando Pablito todavía usaba chupete, babero, mamadera, pañales y todo el combo del bebé común).

Aquel día, Gladys lo planeó al igual que un criminal debe proyectar un asalto a un banco o un secuestro express de esos que estuvieron de moda hace unos años y ahora nadie habla de ellos.

“Las modas son así, son sólo soplos de tiempo, los recuerdos que deja una moda son efímeros, fugaces, Pablito. Y tené siempre en cuenta que una moda es algo pasajero, que no alcanza para enamorarte…”

Pablo no olvidaría jamás las máximas triperas de su abuela. Su preferida era: “Una de las mentiras más grandes del mundo es que el fin justifica los medios. El pelotudo que inventó eso está tan alejado de la verdad como el amor de la razón… El fin no justifica los medios, Pablito. Uno nunca debe dejar de lado sus valores para conseguir algo”.

La anécdota de aquel día en que él, siendo una criatura sin voz ni voto, conoció el Glorioso Estadio del Bosque, la había escuchado casi un centenar de veces y de distintas bocas.

Gladys imaginó ese domingo durante toda la semana previa: llegaría a la casa de su hija al mediodía, con la excusa de preguntar si necesitaba algo, porque ella iba a ir hasta el almacén a hacer mandados.

A la vuelta de las compras, fingiría estar preocupada por un supuesto aspecto de cansancio de su hija, le ordenaría que descanse durante la tarde y le aconsejaría que se despreocupe por un rato de Pablito, porque ella lo sacaría a pasear.

El plan salió a la perfección. Gladys pasó a buscar a su nieto aparentando un falso paseo por el zoológico. Pablito conoció el Bosque a los cuatro meses de vida y sus padres se enteraron recién cuando el niño ya iba a la escuela primaria, en una confesión de Gladys durante un almuerzo familiar.

-¿Así que te vas hasta Rosario?

El taxista curioseó con cara de asombro. Pablo no logró percibir la mueca, continuaba mirando hacia el exterior del coche y pensando en su abuela. Pronunció un “si” seco y se imaginó alentando al Lobo en el ‘Gigante de Arroyito’.

-Ustedes no se cansan, eh. ¿Me podés decir a qué van hasta allá, con el equipo de mierda que tienen?

Pablo calló por unos segundos. Y, de manera inevitable, otra de las máximas de su abuela apareció para deambular por su cabeza: “Nunca derroches palabras que intenten explicar lo que nosotros sentimos por Gimnasia. Los que no son de Gimnasia, sean de hinchas de quien mierda sean, jamás van a poder imaginarse, ni siquiera acercarse a imaginar, lo que significa Gimnasia”.

Pablo observó el rostro del conductor…

-Sé muy bien para qué voy. Pero vos no me lo entenderías… ¿Cuánto te debo?

Esa noche, en la tribuna, rodeado de amigos, disfónico antes de que comience el partido, producto de cantar en el micro, percibió la manera en la que se le aceleraba el corazón, sintiendo algo de congoja por el desdichado tachero.

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Los veteranos hinchas de Boca Juniors y los más jóvenes a los que les gusta reconocer la historia futbolística del club, destacan a Natalio Agustín Pescia, como uno de los ídolos de siempre con la camiseta azul y oro.
Nacido en la Isla Maciel el 1º de Enero de 1929, muy pronto un delegado de Boca le vio condiciones y lo tentó a jugar en las divisiones inferiores. Aceptó, llegando todos los días para entrenar en la cancha, trasportado por un bote que le permitía cruzar el Riachuelo.
Jugó en la primera de Boca desde 1942 (ante Chacarita, que ganó 2 a 1) hasta su retiro, en 1958. Fue campeón en 3 campeonatos: 1943, 1944 y 1954.
Pescia, volante de marca, era un símbolo de la garra y la entrega a favor de la camiseta de Boca. Mucho sacrificio y pierna fuerte, pero jamás con mala intención. La prueba es que, de los 346 partidos que jugó en el club, solo sufrió una expulsión; fue el 7 de Mayo de 1944, cuando Boca perdió ante San Lorenzo por 2 a 1.
Fue el continuador de Pedro Arico Suárez en una línea media que integró con ‘Lucho’ Sosa y Lazzatti, pero en su última época la conformó con Lombardo y Mouriño. Se retiró, dejándole la posta a Antonio Ubaldo Rattín. Por su temperamento, se lo apodó "el leoncito".
Jugó para la selección argentina en aquel inolvidable partido del 9 de Mayo de 1951 ante Inglaterra, en Wembley, cuando nuestro representativo ganaba por 1 a 0, pero que en los minutos finales todo se transformó en un 2 a 1 a favor de los locales. Pese a que el periodismo consideró al arquero argentino Rugilo como el mejor jugador de la cancha, los jugadores ingleses le adjudicaron a Pescia tal honor.
Natalio Pescia -una de las tribunas de la Bombonera lleva su nombre- falleció el 11 de Noviembre de 1989.

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El fútbol es un poco como las mujeres: son irracionales, por ello nos gustan tanto.

(SILVIO BERLUSCONI, Primer Ministro de Italia y el líder del partido italiano Pueblo de la Libertad)

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Para las derrotas no hay excusas, porque el Sevilla nunca morirá de rodillas. Si hay que improvisar se improvisa y el escudo del Sevilla es el mismo y hay que defenderlo con lealtad.

(MANOLO JIMÉNEZ, declarando el 27/10/07 en "Europa Press" al asumir como entrenador en el Sevilla F.C. tras la precipitada marcha de Juande Ramos)

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Manchester United vs. Arsenal



Fecha: Octubre de 1967
Lugar: Old Trafford, Manchester (Inglaterra)
Fotógrafo: Peter Robinson (Inglaterra)

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Canción del Centenario / Tricolores (Washington "Canario" Luna - Uruguay)

* dedicado al Club Nacional de Football

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La anécdota pertenece a la historia de dos grandes clubes. El Athletic de Bilbao y el Barcelona. Sucedió el 2 de Mayo de 1920, en la final de Copa del Rey (foto) de ese año, entre ambos clubes disputada en Gijón.
Aquella final pasó a la historia como la de "Bertrán de Lis". La razón fue que cuando el marcador señalaba un 0-0, el Barcelona fue sancionado con un penal en contra.
Laka, el jugador bilbaíno, lo lanzó y marcó. Pero el árbitro, Bertrán de Lis, al observar que varios jugadores habían invadido el área antes del lanzamiento no mandó repetir el penal sino que sancionó falta contra los 'leones'. Hasta los propios jugadores y simpatizantes del Barcelona quedaron sorprendidos.
El Barcelona acabó ganando la final por 2-0 con goles de Martínez y Alcántara. Después del partido, el colegiado Bertrán de Lis, reconoció su error y acabó pidiendo perdón públicamente. Y finalmente decidió retirarse del arbitraje.

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Las defensas se organizan, los ataques se improvisan.

(JOSÉ GUILLERMO DEL SOLAR, D.T de la selección peruana)

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Argentina sin Maradona va a sufrir como Brasil sin Pelé.

(ENZO FRANCESCOLI, ex internacional uruguayo -1999-)

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Ángel Cappa: 'Si Van Nistelrooy persigue al lateral, algo no funciona'


Incondicional de César Luís Menotti. Domina el lenguaje, los tiempos y la pausa. Una expresión suya encierra muchas verdades, por esto, releer a Cappa significa descubrir nuevos caminos. Enamorado del amague y la gambeta, del caño o la pared, en el circo mediático el gusto por el placer estético se contrapone con el resultadismo.

La diferencia entre dos escuelas tan enfrentadas de entender el fútbol está en la pelota, con un Menotti, es obligado dar soluciones y eso significa perder posición defensiva. Con Bilardo, el camino es único: solución vertical de la pelota y equipo bien posicionado. La cultura Estudiantes, el ganador sin balón, contra la corriente Menotti que defienden que sin balón los hinchas sólo te soportan por el resultado.

Educado, porte serio y amabilidad en cada detalle. Ángel Cappa nos recibe para charlar de una pasión que nos une: fútbol y de algo que parece olvidado: el juego. No les miento, siento un cosquilleo interior, síntoma de que el envite será para disfrutar pero también para estar a la altura.

- Hola Ángel, empecemos por lo elemental, ¿Qué es jugar bien?

- Jugar bien es respetar los conceptos básicos que tiene este juego, es interpretarlo a partir de una buena técnica y también de una inteligencia para saber manejar los espacios y los tiempos. Es decir, no se puede jugar igual en los distintos lugares de la cancha y ni tampoco al mismo ritmo. Pero, lo peor de todo esto, es que tenemos que explicar que es jugar bien ¿no?

-Debería ser al contrario. Los que ganan sin ofrecer nada deberían estar en el ojo del huracán explicando como se puede ganar ofreciendo tan poco. Al mediocre no se le acosa, pero al que busca la grandeza se le piden explicaciones.

- El drama es ese, es como si alguien te preguntara que es ser una buena persona, entonces, si hay que volver a explicarlo quiere decir que hay algo que anda mal.

- Vayamos de menos a más. Hablemos del Atlético de Madrid, un equipo sin medio campo. Irregularidad por tener los pies de barro. La ausencia de una columna vertebral castiga su recorrido.¿es difícil si eliges mal a la hora de fichar jugadores en esas posiciones, construir un buen equipo, solvente en ataque y defensa, que organice, que haga un fútbol de toque, y que tenga más recursos aparte de la pegada o del balón largo?

- Por supuesto, es decir, un alto porcentaje, iba a decir el 90%, pero digamos que un alto porcentaje en fútbol significa elegir bien o significa elegir. Si tú eliges mal, es muy difícil; hay un comentario de Trueba, del director de cine, a propósito de esto donde dice "que si un director elige bien a los actores, tiene más del 50% de la película asegurada". Esto es lo mismo, en el fútbol tú puedes hablar teóricamente del 1-4-2-4, del 1-4-1-2-3, todo esto, que son números de teléfono, pero si después en vez de Agüero juego yo, la cosa cambia mucho.

- El éxito o el fracaso de los equipos empieza en agosto, en esa época se percibe lo que puede ser o lo que no puede ser, a lo que puede llegar, a parte de la labor del entrenador después de lo que haga.

- Así es. Yo creo que lo fundamental es elegir a los jugadores y a partir de la elección de los jugadores, viene la elección del estilo que tenga el equipo; que tampoco va a ser una invención del entrenador sino que va a depender mucho de los jugadores que tenga: si yo tengo a Albelda de medio centro, por más que sea un buen jugador, va a ser distinto a que si yo tengo a Iniesta. El estilo también depende de los jugadores.

- En el caso del Barça vemos un equipo que ha bajado un par de puntos en las cualidades que convertían su calidad en imparable: ‘velocidad, profundidad y mentalidad'. Todo lo demás es distracción porque sin esto no se marca la diferencia.

- El Barcelona tiene ya un estilo definido, tiene un entrenador de hace bastante tiempo, bueno, bastante tiempo en el fútbol actual son tres años o cuatro años... no sé cuantos años lleva Rijkaard, ya tiene un estilo definido y después es la mentalidad, de que el jugador esté entusiasmado por cada partido, que tenga la misma ilusión, que tenga la misma alegría de poder jugar al fútbol, cosa que no es fácil de mantener durante mucho tiempo tampoco, por eso tiene altibajos. Velocidad y profundidad es saber manejar los ritmos, cambiarle el ritmo a la pelota es hacer la diferencia.

- El Madrid se hunde, la eliminación en Champions más el bache Barça le ayuda a esconder la realidad. Un partido por semana, doce finales, huyendo de lo visible vayamos a lo consustancial. Si un pilar importante es el sacrificio físico, te conviertes en tu propio enemigo según pasan las fechas y en este fútbol actual que juega muy de continuo y no hay descansos. ¿Es bueno en un equipo grande mantener un estilo de juego de mucho sacrificio físico?

- Bueno, yo discrepo un poco en cuanto a lo de sacrificio físico; el sacrificio físico en el fútbol es relativo, no sirve, no define nada. Lo que define es entender el juego y jugar como se debe a ese juego. Naturalmente eso exige un esfuerzo físico porque nosotros no podemos jugar o no pueden jugar los veteranos porque no pueden hacer ese esfuerzo físico. Pero no es lo que define el sacrificio físico.

- Hace semanas veías a Van Nistelrooy persiguiendo al lateral, Raúl bajando a hacer superioridad numérica en defensa achicando mucho, reduciendo mucho las líneas, esto conlleva un desgaste y para gente que vive de la calidad, que vive de definir en un momento justo, es ir contra natura. El entrenador no le está dando al jugador el escenario adecuado para mantener durante un largo tiempo un nivel de fútbol alto; porque la crítica al final, los valora si definen o no, si marcan la diferencia o no.

- Bueno pero si Van Nistelrooy tiene que correr a un lateral, quiere decir que algo no funciona. Y si Raúl tiene que ir a ayudar al central para sacar una pelota, eso se puede hacer en alguna ocasión, pero si es como norma, ese equipo no funciona como tal, algo le pasa. Entonces hay que ver que es lo que sucede para que ocurra eso con frecuencia, digamos; si ocurre eso con frecuencia, efectivamente el jugador se desgasta en funciones que no le corresponden, porque tendría que gastarse también cuando un compañero tiene la pelota; y para eso también tengo que correr, pero correr con criterio digamos.

- Cambiando un poco de tercio, entiendo que Messi es un excelente futbolista de la calle pero que los conceptos del fútbol no los domina del todo bien; por ejemplo, pongo la idea de que muchas veces ves dos líneas de cuatro por detrás de la línea de balón que marca Messi y se empeña en regatear, se empeña en entrar,... eso es desgaste, eso es juego previsible y también que expone su físico, cualquier día lo van a partir.

- Bueno en primer lugar que no hay que apresurarse a juzgar a un chico tan joven que acaba de empezar a jugar...

- Ahora hay demasiada prisa con Messi. Se ha lesionado y han saltado las alarmas, ilógico si tienes a Ronaldinho, Henry, Eto'o, Iniesta, Deco...

- Enseguida se encumbra a niveles donde todavía tiene que demostrar. El tiene que conseguir, es decir, es un chico que está incorporado cosas, que está aprendiendo, que parte de una habilidad excepcional, muy pocos jugadores tienen esa habilidad para la gambeta, pero efectivamente, si logramos antes jugar bien significa también saber cuando tengo que gambetear y cuando tengo que tocar, cuando tengo que ir a arriesgar y cuando no tengo que arriesgar. Pero esas cosas no se aprenden teóricamente, se van aprendiendo a medida que uno va jugando. En Argentina se dice que Alfredo Di Stéfano se hizo jugador a partir de los 24-25 años y por qué, bueno, porque Pedernera, ‘Pipo’ Rossi, Baéz y Cozzi y otros compañeros de él, en Millonarios de Colombia, le fueron aportando cosas y cuando vino al Real Madrid tenía 27 años y era un jugador ya hecho. Y bueno, este chico tiene 20 y le falta mucho todavía..

- Mediáticamente siempre se encumbra; por ejemplo yo considero que cuando comparan a Messi, Cristiano Ronaldo y Kaká, probablemente a nivel de marcar la diferencia en el campo estén a la par, incluso que Messi sea por superior, pero a nivel futbolístico me sigue quedando muy lejos Messi, le queda todavía.

- Y a Cristiano Ronaldo también. Kaká' domina el juego, entiende sus registros y marca las diferencias. Lo que pasa es que son jugadores que aportan también, no se les puede pedir que tan jóvenes sean completos. Cristiano Ronaldo está incorporando ya ese tipo de cosas, ya no es tan egoísta como era antes, ya comienza a participar un poco más del juego colectivo; porque es lo que tiene que entender un jugador, es decir, primero responde a las necesidad colectiva del equipo y después, le aporta lo que el pueda aportarle por sus características, por sus cualidades,... y bueno esas cosas las van a ir incorporando. Cristiano Ronaldo tiene, me parece, 24 años o algo así, tiene cuatro años más, que es muchísimo más, en una competición para ir incorporando cosas.

- El crack es irregular por naturaleza, por eso para competir necesitas un equipo...

- Los jugadores geniales nunca han tenido continuidad en el juego. Son jugadores de apariciones, porque no se puede ser genial a cada rato, sino el partido terminaría 20 a 0. Le sale una genialidad cada tanto, pero cuando las hace te gana el partido. El equipo siempre está, la genialidad aparece y define pero es imprevisible, nunca sabes ni el cuando ni el como.

- ¿Te sorprende un poco Ever Benega y la adaptación tan rápida que está teniendo sobre todo a nivel de llevar un poco el peso del equipo? El Valencia parece jugar a algo, cuando Banega coge un poco la manija y empieza a distribuir y los compañeros le buscan.

- Sí, bueno, Banega lo primero que tiene es un gran atrevimiento y un gran descaro para jugar al fútbol, para pedir el balón en cualquier en cualquier escenario y en cualquier circunstancia. Lo que pasa que ahora, para mi gusto, los primeros partidos estaba un poco más frenado y ahora está corriendo demasiado. Entonces, cuando uno corre demasiado, lo primero que le pasa es que no ve el partido, no sabe lo que está pasando en la cancha porque corre mucho. Pero bueno, eso también Banega, este tipo de cosas tendrá que ir procesándolas, alguien le hablará, pero esto no es teórico: tiene que estar allí dentro de la cancha, tiene que experimentarlo.

- Me preguntaban porque el Valencia sólo había tirado un tiro a puerta contra el Barça y yo lo aducía a que habían corrido demasiado en defensa, que habían replegado muchísimo y que eso había llevado a la total descolocación; a parte que la ausencia de frescura mental para pensar en cuanto recuperaban. A veces correr no es lo más adecuado y replegar demasiado tampoco, ataque y defensa siempre están correlacionados ¿no?

- Por supuesto, sí, pero el Valencia jugó en los últimos cuarenta metros del campo y cuando recuperaba la pelota, la portería contraria le quedaba muy lejos, y no se puede ir y venir desde esa distancia. Y entonces bueno, una parte del juego y casi le sale bien, bueno, le salió bien porque empató.

- Vayamos con ‘el príncipe elegante', Gago, lo veo que no es un 10, pero que para el fútbol europeo le va a costar ser un 5. Nada que ver con ‘El príncipe Francescoli', ni con el principito Sosa. ¿Cómo lo ves tú?

- Yo veo también que es un tipo joven y que poco a poco va agarrando su lugar, y va encontrando su mejor manera de jugar. A mi me parece que hay que darle tiempo; hay que acordarse de que cuando Redondo llegó, en Tenerife decían que era un jugador de fútbol-sala y Redondo llegó al Madrid con 24 años, ya con tres o cuatro años de experiencia en el Tenerife, y también le costó incorporarse al Real Madrid. Entonces a las cosas hay que darles tiempo, no hay que apresurarse ni aventurar un comentario. El tiene las condiciones para llegar hasta Real Madrid y ahora hay que ver y hay que darle tiempo para ver si al final avanza o se queda en eso, nada más.

- En vuestra época fue muy debatido y hubo pitos en el Bernabéu entre Milla y Redondo; la gente quería a Milla el primer año, después Redondo fue ganado su lugar hasta llevar al Madrid a ser grande de nuevo en Europa.

- La gente mostraba malestar con Fernando, a Valdano se le cuestionaba cada semana y se decía que el Madrid sólo podía jugar bien con Luís Milla, había encuestas, debate popular. Sin embargo un entrenador tiene que valorar más aspectos y no había dudas de que pensando en el recorrido del equipo, Redondo iba a ser fundamental en el futuro de la institución.

- Sobre el Kun ¿Qué me cuentas?

- Es un jugador diferente, un jugador que es un habitante de la zona de definición con una gran imaginación, una gran meta corta, un remate seco, amague, cosas de un goleador; y que es un jugador diferente, un jugador no de participación sino de apariciones fantásticas. El Kun se esconde entre la multitud y se las ingenia para encontrar un hueco. Recuerda a Romario pero tanto el Agüero como Messi vuelven a inventar el fútbol en cada jugada. Los dos hacen del fútbol un generador de ilusiones, una promesa de felicidad.

- Por último, para no molestarte más, la Champions, ¿cómo ves la Champions?.

- Bueno, ahora es la hora de la verdad. Pasado este filtro, entonces a partir de ahí se van a ver las posibilidades de los equipos. Vamos a ver que es lo pasa, todos los favoritos están todos más o menos ubicados menos los equipos de Milan, hay que ver como responden ahora. Los equipos ingleses están un paso por delante, veremos de lo que es capaz el Barcelona.

- Te leía en Marca con Raúl y me llamó la atención de Raúl que en un momento dado dijo: "bueno si el partido no pasa nada de repente me da por meter dos pelotazos arriba y veremos que ocurre"; ¿el fútbol es mezclar?

- Claro que sí, por supuesto, si hay equipos, como le pasó el otro día al Arsenal con el Aston Vila y no había manera de llegar porque no tenían subida, porque no había manera... Entonces había que meter la pelota en el área de alguna manera, es un recurso que tiene que tener y que tiene que manejar un equipo. Metieron al chico este...

-Bendtner... juego directo y segunda jugada, Plan 'B'

- Los equipos deben dominar varios registros y manejar para cambiar los partidos. A veces no salen como quieres y necesitas tener soluciones para manejarlos.

-Podríamos seguir hasta la noche, es un placer conversar de fútbol contigo, un aprendizaje y una experiencia que intentaré transmitir a nuestros lectores.

-El placer ha sido mío, hermanos. Para cuando quieran ya saben dónde estoy y un saludo para todos los lectores.


(entrevista publicada en el portal “Futbolitis” -Marzo de 2008-)

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Durante el escrutinio de las elecciones presidenciales de 1950 en Colombia, de las cuales se abstuvo de participar el partido Liberal, se comprobó que miles de votantes habían borrado de las boletas el nombre de Laureano Gómez y puesto el de Adolfo Pedernera.
Era la época en que al equipo de Millonarios lo llamaron "el ballet azul"; muchos aficionados estaban deslumbrados por la excelencia de su juego y el destinatario de su máxima idolatría era Pedernera.
La devoción por el futbolista argentino alcanzó tal magnitud que el gobierno colombiano dispuso colocar en todos los edificios públicos un cartel con el siguiente aviso: "Se prohíbe terminantemente en las horas de trabajo hablar de fútbol y de Pedernera".
Cuando en 1995 (ya pasado casi medio siglo de esta época) falleció, el gobierno colombiano decretó duelo nacional.

(tomado del blog “Mi visión del fútbol”)

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