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No me atendía, así que opté por mandarle un mensaje y comunicarle que estaba despedido.

(GUILLERMO GARCÍA, presidente de Sportivo Desamparados de San Juan, comentando la forma en que despidió al técnico del club, Mauricio Magistretti, a causa de que no le atendía la llamada -26/05/09-)

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Decidle que mueva el culo hacia adelante. No pagamos un millón de dolares por un tipo que holgazanea en la defensa.

(Un directivo del Cosmos de Nueva York, en 1979, pidiendo a un colaborador que le diera su "mensaje" a Franz Beckenbauer)

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Johan Cruyff (Adolfo Rua - España)

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El fútbol al desnudo

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Todos los grandes jugadores argentinos de la década del sesenta, afirman que Federico Sacchi fue uno de los más talentosos, de los de mayor prestancia como volante o marcador central, y con una pegada de balón inigualable.
Sacchi, un maestro futbolístico para toda una generación de jugadores, nació en Rosario el 4 de Septiembre de 1936.
Comenzó a jugar en Tiro Federal, en la divisional “C”, para pasar muy pronto a Newell's Old Boys, donde se hizo conocer en Primera, al lado de un compañero con el que se entendía de maravillas: Anacleto Peano.
Uno de los equipos de ‘la lepra’ de 1960, lo conformaban Gironacci; Ambrosich y D'Ambrosio; Amaya, Peano y Sacchi; R. González, Zurita, Sosa, Lallana y Ance.
Sacchi y Peano pasaron a Racing, para consagrarse campeones en ese mismo año: 1961. Era el equipo de Negri; Anido y Mesías; Blanco, Peano y Sacchi; Corbatta, Pizzuti, Mansilla, Sosa y Borges o Belén.
Fue la consagración de Sacchi quien, convocado por el técnico del seleccionado nacional, Juan Carlos Lorenzo, intervino en el Mundial de Chile de 1962. Con la casaca nacional jugó 15 partidos, convirtiendo un gol.
En 1965 pasó a Boca. Una de aquellas alineaciones xeneizes fue: Roma; Silvero y Marzolini; Simeone, Rattin y Sacchi; Pianetti, Ángel Clemente Rojas, Alfredo Rojas, Grillo y González. Sacchi no fue siempre titular, pero Boca se consagró campeón.
Más tarde jugó en Perú, (Porvenir Miraflores) y Brasil, retirándose en 1970, con la misma calidad de siempre.

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Hoy la primicia es ganar.

(MARCELO "Pato" SOSA, ex internacional uruguayo, al ser entrevistado antes de un partido en 2005. ¿No sería la premisa?)

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Pegarle de rabona no es un lujo ni tampoco demostración de calidad, es simplemente como gritar que tu otra pierna no sirve para nada...

(CLAUDIO BORGHI, ex jugador y entrenador argentino)

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El delantero usurpado


En la temporada 1983-84, un patoso delantero jamaicano fichado por el Milán al Watford inglés contribuyó decisivamente con sus errores a la pésima campaña que terminó con la escuadra rossonera en la Serie "B" del calcio.

Los tifosi milaneses purgaron en él su frustración. Especialmente irritados, los neofascistas nunca pudieron admitir que aquel negro desgarbado que había llegado con honores de estrella cobrase más que sus colegas blancos y se retirase millonario tras sufrir (o fingir, eso nunca se aclaró) una lesión, dejando al equipo en la peor crisis de su historia reciente.

Muchos años después, fusilado por el sol de su Jamaica natal, Luther Blisset apuraba en ron las últimas liras de su contrato millardario, sin saber que estaba prestándole su nombre a uno de los fenómenos contraculturales más significativos e impactantes del cambio de milenio.

Y es que sobre 1993 unos cuantos estudiantes de Bolonia “la roja”, la capital histórica de la izquierda italiana, tomaron el nombre del mediocre jamaicano para firmar panfletos y reivindicar actos de guerrilla mediática, en lo que era el arranque del fenómeno Luther Blisset.

El contexto de este segundo nacimiento de Blisset está muy bien definido: una izquierda intelectual vinculada a los centros sociales ocupados y a las redes culturales alternativas, embrión local de ciertas corrientes integradas luego bajo la inexacta etiqueta “antiglobalizadora”; una izquierda bien formada y a la vez curtida en el activismo de la lucha estudiantil.

La primera batalla de renombre ganada por este originario foco de acción de Luther Blisset en su guerrilla mediática se libró en el programa de televisión Chi l’ha visto, versión italiana y más morbosa de “Quién sabe donde”, en el que una llamada a nombre de Luther Blisset denunció la presunta desaparición del presunto ex-artista punky Harry Kipper, cerca de Udine, mientras viajaba en una bicicleta de montaña con la intención de trazar la palabra “ARTE”.

Entre los objetivos principales de este colectivo que comenzó a identificarse con el heterónimo múltiple Luther Blisset, hay que destacar así, sobre todo al principio, la puesta en cuestión de la infalible verdad difundida por los medios, el sabotaje desde dentro, con las mismas armas (la tergiversación, la manipulación, la no contrastación de fuentes) que tan a menudo les sirven a los propios mass media para construir la realidad a su antojo y conveniencia.

Pero el fenómeno fue enseguida más allá de esos furtivos fraudes mediáticos. Inmerso en el despegue de Internet, Luther Blisset encontró en la Red su medio ambiente ideal para crecer y multiplicarse. Además de las páginas virtuales o reales en las que se comentaba el asunto desde el escándalo o la fascinación o las dos cosas, Internet fue el cauce perfecto para miles de nuevas travesuras y nuevos textos rubricados por Blisset, perfilándose así definitivamente la naturaleza múltiple de la identidad del personaje.

Y mientras esto ocurría en la ingobernable república de Internet, los hipotéticos padres de la criatura, los cuatro veinteañeros boloñeses que fueron los primeros en utilizar el seudónimo Luther Blisset, convencieron a la todopoderosa casa Mondadori para publicar Q, una novela histórica escrita entre los cuatro. Q plantea un viaje por toda la Europa del siglo XVI, en pleno conflicto entre la modernidad del humanismo renacentista y el oscurantismo religioso heredado del medioevo que se resiste a desaparecer. Mezcla personajes y situaciones documentadas con leyendas de capa y espada, en un deslumbrante ejercicio de erudición y de fantasía, para trazar una parábola sobre el sentido de las grandes revoluciones sociales.

Sólo en Italia, el libro ha vendido casi 100.000 ejemplares, pero el número de lectores que han tenido acceso a Q es muy superior, ya que, desde la misma novela se daba permiso y se alentaba a fotocopiarlo (además de que ha estado disponible en varios lugares de Internet).

Con la edición en Mondadori, el proyecto Luther Blisset cumplía una de sus principales ambiciones: dar el salto desde la marginalidad a la cultura pop, llegar al corazón de la industria cultural. Pero lo más sorprendente fue la promoción de la novela, consistente en un “essere presenti, ma non apparire” (“hacerse presentes pero no aparecer”). Le interesa a Blisset una transparencia frente a los lectores pero una opacidad frente a los medios de comunicación. No se trata del aislamiento o la renuncia que han cultivado escritores como Onetti o Sallinger, sino de una peculiar forma de prestarse al juego de las actividades promocionales poniendo unos límites, para no degenerar en el tedioso culto al autor-personaje público. Luther Blisset, los cuatro Luther Blisset autores de Q, han concedido entrevistas y han hecho presentaciones públicas de sus libros, pero no han permitido que se difunda su imagen ni en fotografías ni en televisión, ni han filtrado detalles de su vida privada.

Y además le pusieron un plazo de vida a “su” Luther Blisset, el quinquenio que fue de 1994 a 1999, para no convertirlo en un autor-personaje más de los que criticaban. Desde entonces andan embarcados en un nuevo proyecto, el laboratorio de diseño literario Wu-ming.

Otros Luther Blisset siguen vivos, sin embargo, en todo el mundo, firmando y manifestándose aquí y allá, fiel a su identidad múltiple y única que contribuye a poner en crisis la tiranía del artista como clarividente genio individual.

¿Y a aquél Luther Blisset jamaicano que hundió al Milán en Segunda, chi l’ha visto?

(artículo del periodista español Juan Antonio Bermúdez y publicado en el portal "Literaturas.com")

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El 22 de Febrero de 1976, por la 3ª fecha del torneo Metropolitano (zona B) se enfrentaron River y San Lorenzo de Almagro, en Núñez.
Esa tarde, Leopoldo Jacinto Luque, de River, se convertiría en el primer futbolista en anotar 5 goles en un clásico de equipos grandes, en toda la historia el profesionalismo argentino.
River venció a San Lorenzo por 5 a 1, I con 5 goles del hombre que descolló también con la camiseta del seleccionado nacional que ganó la Copa del Mundo en 1978. La síntesis del partido fue la siguiente:


RIVER (5): Landaburu; Comelles. Perfumo, Passarella y H. López; Merlo, Russo (Artico) y Sabella; Pedro González, Leopoldo Jacinto Luque y Más (Reinaldi).

SAN LORENZO (1): Irusta; Ruiz, Navarro, Olguín y E. Sánchez; Gauna, Maletti y Mendoza: Premici, Villarreal y Rizzi.

Árbitro: Miguel Ángel Comesaña.

GOLES

1º Tiempo: 16' Luque (R).
2º Tiempo: 9', 28', 30' y 32' Luque (R) y 39' Jorge Olguín (SL), de penal.

Leopoldo Luque, proveniente de Unión de Santa Fe, se consagró en River, debutando en el seleccionado nacional, dirigido por César Luis Menotti, el 3 de Agosto de 1975 frente a Venezuela, por la Copa América. Tuvo 45 presencias con la camiseta argentina. Nunca defraudó.
En ese torneo de 1976, Boca Juniors fue el campeón del Metropolitano y pese a sus 5 anotaciones en un solo partido, Luque no pudo ser el goleador. El máximo artillero de ese torneo fue Mario Alberto Kempes, que jugaba para Rosario Central, con 21 conquistas.

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Maradona pasea solo dentro del gigantesco hotel donde se aloja en estos días el seleccionado argentino.
Lo observábamos ayer, visiblemente molesto en todo ese lujo. Podríamos jurar que en poco tiempo Diego Maradona empezará a comprender que el fútbol está hecho también de pequeños y grandes sufrimientos.


(ENRICO MAIDA, "Corriere dello Sport-Stadio", 25 de Mayo de 1979)

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La mujer es como un jugador: si no quiere en determinada posición, no hay que insistirle.

(CARLOS BILARDO, ex jugador y entrenador argentino)

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El fútbol o yo (Alejandro Brandes - Argentina)


Cuando tenía diez años, conocí a una nena que se llamaba Estela, fue en un baile de disfraces, yo estaba disfrazado de astronauta y ella tenía puesto un ridículo vestido violeta y un sombrero marrón, que hacia juego con sus ojos.

-¡De qué estás disfrazada? -le pregunté.

Ella me miró con cara de perro rabioso y me contestó: ¡no tengo puesto ningún disfraz!

Luego le pedí disculpas y la invité a bailar, poco a poco nos fuimos conociendo, hasta que un día, la llamé por teléfono y le pregunté si quería ser mi novia (me daba mucha vergüenza, hacer semejante pregunta personalmente), ella me contestó que sí, pero con la condición de que abandonara el fútbol, (yo jugaba en las divisiones inferiores de Independiente) y le contesté que el fútbol nunca lo iba a abandonar y que si ella me quería tenía que aceptarme tal cual era, entonces me puso entre la espada y la pared, y me dijo: “el fútbol o yo”, me quedé pensando unos segundos y le contesté: “el fútbol”. Ella cortó el teléfono y me quedé con el tubo en la mano, sin saber que hacer.

Una semana después, luego de un entrenamiento, el director técnico de Independiente, me miró con cara de lástima y me dijo:

-Pibe, vos sos muy entusiasta, pero sos menos habilidoso que un semáforo.

-Don Jacinto, es probable que no tenga habilidad, pero soy muy buen defensor.

-Mirá pibe, no quiero desilusionarte, pero vos no tenés categoría para jugar en Independiente, vos tenés cabeza y lo mejor que podés hacer, es dedicarte al estudio.

Y yo, que tenía mi orgullo, le dije:

-Don Jacinto, si usted me deja libre va a cometer un gran error, fíjese lo que pasó con el "Mariscal" Perfumo, cuando era un pibe lo echaron de River y hoy es una estrella de Racing y de la Selección.

-¡Entonces andá a probarte a Racing!- me contestó, secamente.

Y yo que era un nene muy educado, le dí la mano como un caballero y le dije:

-Don Jacinto, gracias por todo y quiero decirle que cuando sea grande, voy a jugar en la Selección y el primer gol que haga, se lo voy a dedicar a usted.

Después me fui caminando sin rumbo por la avenida Mitre, pensé en ir a probarme a Racing (cuadro del cual era hincha fanático), pero descarté la posibilidad, porque no me parecía justo que en el club de mis amores, jugara alguien tan malo como yo.

Me sentía desconsolado, hasta que el rostro de Estela, se dibujó en mi mente y me dijo: "el amor es más importante, que una pelota de fútbol", entonces me fuí a comprar un docena de rosas y me tomé el colectivo 85 hasta la casa de Estela, toqué el timbre y ella misma abrió la puerta, me miró con un poco de desprecio y me preguntó: -¿qué querés?

Entonces puse cara de arrepentimiento y le entregué las flores, ella las agarró y las arrojó al aire, como si fuese "papel picado".

-Muchas gracias, me encantan las rosas.

-Estelita, te pido perdón por lo del otro día, lo estuve pensando bien y llegué a la conclusión, de que ser tu novio es mucho más importante, que jugar en Independiente.

Ella levantó las cejas, me miró con cara de fastidio y me dijo:

-Lo lamento mucho, pero llegaste tarde.

...y desde adentro de la casa, como si fuese un fantasma, apareció Mariano, que tenía el cerebro de una hormiga, pero poseía la virtud de ser un nene muy lindo, era rubio de ojos azules y jugaba al rugby, la miré a Estelita sorprendido y le pregunté:

-¿Este "papanata" es tu novio?

-Este "papanata" es más respetuoso que vos, se viste con ropa importada, habla inglés, levanta pesas y mi mamá lo adora.

Mientras tanto, Mariano mascaba un chicle, me miraba con carita sobradora y sacaba músculos.

Entonces yo emití un largo suspiro, la miré a Estela con resignación y le dije:

-No me queda más remedio que volver al fútbol, cuando sea grande voy a jugar en la Selección y el primer gol que haga te lo voy a dedicar a vos.

Después me fui...

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La Copa América de 1925 tuvo la curiosidad del pequeño número de participantes: sólo tres, Argentina, Brasil y Paraguay, la más mermada de todas las ediciones disputadas.
Ese mismo año, el argentino Julio Libonatti, “El potrillo” (foto), se convirtió en el primer sudamericano “exportado” a Europa (Italia), y llegó a ser internacional con la selección italiana.
La edición de 1935, disputada en Lima, estrenó la posibilidad de hacer cambios de jugadores en los partidos (tres de campo y el arquero), mientras que la celebrada un año después, en 1936, comenzó ese año y acabó uno después, en 1937, ya que el partido inaugural se disputó el 27 Diciembre y la final a comienzos de Febrero. Precisamente el encuentro decisivo también se prolongó en dos días distintos. Comenzó el 1º de Febrero y acabó de madrugada, la primera vez que se celebraron partidos en horario nocturno.

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Di Stéfano fue manufacturado en la tierra. Pelé fue hecho en el cielo.

(GEOFFREY GREEN, periodista británico)

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Soy un hombre de derechas y he votado a la derecha en las elecciones. Me gustan los valores que defiende el fascismo: la patria, el orden social y el respeto a la religión católica, basta de considerar el fascismo como un tema tabú.

(CHRISTIAN ABBIATI, arquero italiano, en polémicas declaraciones al diario español “El País” del 26/09/2008)

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Carta para Lis (Federico Martínez - Argentina)


Avellaneda 25/8/1991


Querida Lis: Han pasado ya cinco meses de tu partida, sé que es difícil contactarnos por el tema de los horarios y demás, por eso lo único que me queda es mandarte esta carta en la que quiero contarte cómo me está yendo en mi carrera de futbolista, esa por la que tantas noches rezamos juntos para que se me dé.

Un mes después de que te fuiste, comencé a entrenar con el plantel profesional, me di el lujo de correr a la par de “la Tota” Fabbri, “Goyco”, Rubén Paz y tantos otros más.

Me hubiese encantado que estés para mi debut, fue algo mágico, indescriptible, lleno de emociones, largo de contar en una sola carta. Pero no te preocupes, los muchachos del pueblo me lo grabaron entero y me lo trajeron a la pensión para que lo puedas ver cuando regreses. Te juro que me temblaba todo y se me notó más el susto cuando después del partido, me hizo una nota el Flaco Viale.

Disputé cinco encuentros en Primera; todos con muy buenas actuaciones, hasta me citaron para una preselección de la Juvenil Argentina; no quedé, pero no fue por mi culpa.

¡La hinchada me conoce y me aprecia mucho! El último partido que jugué, salí por un dolor en la rodilla y me reemplazó otro pibe de las inferiores de apellido López, le dicen "el piojo", cuando me retiré todo el Cilindro coreaba:"...olé olé olé olé Mati Mati...olé olé olé olé Mati Mati..."

Fue una emoción muy grande, casi me largo a llorar, se me puso la piel de gallina, encima mi familia no había podido viajar porque tuvieron que cuidar a la tía Sara que estaba jodida por la artrosis.

Lo más importante que quiero contarte, es que en la 10ª fecha, contra Platense convertí 2 goles. El 1º fue de cabeza y el 2º de tiro penal (se la piqué al arquero como vos siempre me pedías que haga. ¿Te das cuenta? A la distancia te sigo haciendo caso).

¿Sabés cómo festejé los goles? Cuando hice el 1º me arrodillé en el pasto y comencé a tirar besos con mi mano hacia el norte, donde vos estás, para que te lleguen, en forma de dedicatoria. Para el 2º gol hice algo más evidente, salí corriendo desesperado hacia una cámara de ATC, la tomé con mis manos y bien cerca del micrófono, grité: "Para vos Lis, te quiero amor".

¡No te das una idea cómo me gastaron mis compañeros! el “Coco” Reynoso no paró de joderme, pero el “Pato” Miguez dijo que soy un fenómeno porque impuse una moda; ahora todos los jugadores de distintos equipos hacen lo mismo. Qué sé yo, a mí me salió así, no lo pensé mucho, vos me conocés.

Bueno linda, espero tenerte pronto junto a mí, te tengo guardadas las camisetas de tus ídolos, la de "gambetita" Latorre y la del "Turquito" Mohamed; las únicas que te pude conseguir, porque lamentablemente tuve que dejar el fútbol por culpa de una maldita lesión en la rodilla derecha que ya no me responde más.

Pero vos no te preocupes, quedate tranquila, ya me estoy recuperando de la operación y a la vez estoy haciendo el curso de técnico, porque el club me va a designar una categoría en las inferiores, para seguir ligado al fútbol, que es una de las cosas que más amo.

De mi parte te puedo decir que estoy bien y con paciencia, esperando que todo pase para empezar a trabajar pronto.

Además no me puedo quejar, porque sé que es difícil llegar, y yo no sólo llegué, sino que también pude hacer un par de goles. Pero lo más importante es que pude gritarle al mundo lo mucho que te quiero.

PD: En el clásico contra Independiente estrenamos una bandera que reza: "Más allá de toda lógica, más allá de toda razón, te entrego mi alma y mi corazón". La frase es mía, la hinchada piensa que es el sentimiento que tengo por la Acadé, pero en realidad es lo que siento por vos.
Hasta la vuelta, besos.

(Un gracias enorme a Federico y a Sebastián Farías por cederme este cuento y la ilustración correspondiente al mismo. Gracias amigos!)

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¿Cómo viviste dentro de la cancha la final del último Mundial, con la famosa expulsión de Zidane?

Se ha hablado mucho de esa final, pero puedo entender la reacción de Zizou porque él es un creador y, a veces, la gente quiere destruirlo. Además, en el fútbol ganan o pierden los 23 integrantes del plantel.

¿Te diste cuenta en el momento de lo que había pasado?

No, para nada. Y tampoco quería hablar de eso después, en el vestuario. Con Zidane hemos ganado un montón de cosas. Ganamos y perdimos juntos. Es duro perder, pero hemos hecho un gran Mundial. Creo que se esperaba más de Francia en 2002 que en 2006. Pero el fútbol es un deporte muy raro, ¿no?

(THIERRY HENRY, futbolista francés, en la revista argentina "Viva" del domingo 27/07/08)

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Si Maradona hubiese nacido en la época de Cristo habría sido por lo menos uno de los santos, uno de los apóstoles.

(EMIR KUSTURICA, músico y director de cine bosnio -2008-)

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El técnico que se mantenga al costado... es una figura importante, por supuesto, pero es más probable que pierda el partido a que lo gane. A los partidos los ganan los jugadores.

(ROMARIO, ex internacional brasileño)

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Fútbol modesto (Leopoldo de Luis - España)


Desmontes amarillos bajo el sol del invierno
que pone su piedad, su tibieza en las cosas,
que arranca falsas luces de los vidrios verdosos,
diamantes de un fantástico sueño por el que cruzan
heridos perros de esperanza y pena.

Delgados muchachitos,
pálidos obrerillos con sus botas gastadas,
bajo sus trajes grises, que van a hacer deporte
o a aprender que ellos mismos son un balón doliente
que a puntapiés manejan los grandes jugadores de la vida.

Mañana de domingo. La carne fatigada
bosteza lentamente su cansancio remoto.

Una humilde ilusión, como el rayo en los vidrios,
arranca de las almas llamitas de alegría.

Bota el cuero cosido de esperanza,
hinchado con un aire de esperanza,
de risa triste, de ilusión oscura.

Colores desteñidos que nunca se asomaron
al sol de los estadios,
van, vuelven, corren las camisetas, buscan,
persiguen una esfera del color del sueño.

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Cienciano del Cusco y Juan Aurich de Chiclayo se enfrentaron en el Estadio Garcilaso de la Vega en el año 2002. Los dos equipos no se percataron de un detalle: tenían camisetas de un color similar (rojo) Por eso el conjunto chiclayano usó un chaleco verde encima de la indumentaria oficial, lo que motivó la ira y la explosión de un periodista canoso, experto y fanático del fútbol en Europa, donde, según él, esas cosas jamás ocurren por ser un continente que respeta las reglas; y no hay informalidad. "Esto sólo pasa aquí en el Perú, donde existe un fútbol social. Cómo vas a jugar un partido del torneo local con chalecos de entrenamiento", renegaba el destacado comentarista.
A minutos de la conclusión del choque en la Ciudad Imperial llegó la noticia de que Claudio Pizarro delantero del Bayern Munich, había anotado dos tantos ante Hamburgo. Lo curioso fue que las imágenes de la televisión internacional mostraban al 'Bombardero de Los Andes' celebrando con la camiseta roja y oficial del cuadro bávaro y un ¡chaleco verde! encima, debido a que Hamburgo se presentó en Olímpico de Munich con un uniforme de tono parecido al del dirigido en ese entonces por el DT Ottmar Hitzfeld.
Parece que también en Alemania hay fútbol social...

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Aun ganando se puede ser un perfecto imbécil y perdiendo se pueden sacar de la experiencia una serie de enseñanzas que permitan reconvertirlo en triunfo.

(JORGE VALDANO, ex jugador y entrenador argentino -1996-)

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Para compararse conmigo Maradona tiene que pedirle permiso primero a Sócrates, Tostao, Rivelino, Zico y Romario, así como otros grandes jugadores brasileños y luego tiene que pedirle permiso a Di Stéfano y Moreno, dos grandes argentinos que fueron mejores que él.

(PELÉ, en el 2000, tras darse a conocer una encuesta entre cibernautas de la FIFA que premiaron a Maradona como el mejor jugador del siglo)

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Alessandro Del Piero (Christian Stellner - Austria)

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Cero a cero (Tito Fernández - Chile)

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Diego Lucero fue un recordado periodista que se distinguía por su particular forma de contar anécdotas transcurridas a través de años de comentar fútbol.
En su libro, "10.000 horas de fútbol" (foto), recordaba una simpática historia gastronómica ocurrida con unos jugadores uruguayos en el Sudamericano de Guayaquil de 1947 el cual cubrió para un periódico de Montevideo: "El torneo se jugó al finalizar el año y es normal en esa región del mundo que a fines de Diciembre comienza la época de las lluvias. Y huyendo de las lluvias, bandadas de grillos voladores, una especie de langostas, pero un poco más grandes que ellas, y más repugnantes, se levantan de los campos corridas por las lluvias y caen sobre las poblaciones, atraídas por las luces de la ciudad.
En aquel año, cuando estaba por terminar el campeonato, cayeron sobre Guayaquil unas bandadas imponentes que se introdujeron en las casas, un azote de destrucción. Se comen las cortinas de las casas, se introducen en los roperos y se comen todo lo que encuentran, tapan las veredas de tantos que son y hay que andar pisando una alfombra de grillos. Y pasó en un restaurante. Fueron a comer un mediodía que estaban de franco, el Negro Sarro, Schubert Gambetta y el morenito Rodríguez Andrade. Y cuando vieron que el mozo, ordenando la mesa, puso junto a los platos dos cucharas, preguntaron intrigados: '¿Y por qué esas dos cucharas?'. Y el mozo, sobrador, les dijo: 'Son dos, una para sacar los grillos, y la otra para tomar la sopa'..."

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Algunos monopolios surgen a través de la posesión de tierras que contienen minerales particularmente valiosos y aguas termales o están situadas en privilegiadas localizaciones geográficas. Otros, a causa de habilidades anormales como la voz de Maria Callas o el pie de George Best.

(B. J. Mc CORMICK, escritor británico)

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A mí me reprochaban mis noches milongueras, pero no sabés qué lindo entrenamiento es el tango para los jugadores. Fijate. Tenés ritmo, después cambio de ritmo en una corrida, manejo de perfiles, trabajo de cintura, de piernas. Mirá que en una de ésas yo anduve bien en el fútbol por eso, por ir a bailar el tango todas las noches.

(JOSÉ MANUEL MORENO 1916-1978, ex futbolista argentino)

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Una final con handicap


En 1962, Pelé era la figura indiscutible del fútbol mundial; su fama había atravesado todas las fronteras. De ahí que en el Campeonato del Mundo se aguardara con expectación su presencia como auténtico conductor del equipo brasileño. Desde hacía cuatro años la selección apenas se había renovado. Aún jugaban los laterales Djalma y Nilton Santos, de 37 y 36 años, respectivamente, aunque la franja central de la defensa la cubrían ahora Zoísmo y Mauro, menos seguros, por otra parte, que Bellini y Orlando. Afortunadamente, en la portería estaba, mejor que nunca, Gilmar.

El centro del campo había variado poco. Seguían firmes Zito y Didí, éste después de haber pasado, con poca fortuna, por el Real Madrid.

Tampoco se había modificado la línea atacante, con Garrincha, Vavá (38 años), Pelé y Zagallo. La táctica brasileña se había hecho más conservadora a medida que la veteranía de sus astros obligaba a éstos a jugar con mayores precauciones. De esta forma Zagalo se convertía prácticamente en un tercer centrocampista y Pelé tenía libertad de acción para moverse por toda la franja izquierda del campo.

No obstante, la presencia de Pelé en el Campeonato resultó lamentablemente corta. En el segundo partido, contra Checoslovaquia, quedó fuera de combate por una grave lesión en la ingle.

El nerviosismo y la inquietud se apoderaron de los brasileños, que tuvieron enormes dificultades para batir a España por 2-1 en el último partido de la fase eliminatoria, y ello gracias a dos goles de Amarildo, el sustituto de Pelé. Este joven jugador, desconocido fuera de su país, vino a ser la estrella y la tabla de saltación de su equipo. Menos completo que Pelé, Amarildo poseía, en cambio, un innato sentido del gol.

Brasil llegó a la gran final para encontrarse de nuevo con Checoslovaquia, que había eliminado en semifinales a Yugoslavia por 3 a 1.

En tanto, la 'canarinha' se había librado de Chile por 4 a 2, con dos goles de Garrincha y otros dos de Vavá. Amarildo parecía haber perdido el espectacular toque de su primer partido frente a España.

La final fue poco espectacular y muy diferente de la celebrada en Estocolmo cuatro años antes. Brasil se basaba en la experiencia y el contragolpe, igual que Checoslovaquia, que había dado la sorpresa llegando a la final con una formación no menos veterana (29 años de promedio, el más elevado después de Brasil). El soviético Latuchev fue el encargado de dirigir el partido.

Lo mismo que en Estocolmo, Brasil empezó perdiendo. A los 15 minutos, Masopust, el potente centrocampista checo, abrió el marcador. Casi inmediatamente, empató Brasil por medio de Amarildo, que había recobrado su dinamismo. Pero en esta ocasión las cosas no se veían tan cómodas; la lucha era tremenda en el centro del campo.

El primer tiempo finalizó, pues, con empate a uno. Esta situación se mantuvo hasta el minuto 70 de juego, en que Zito, el veterano medio volante, puso por delante a Brasil, que podía aplicar de esta forma su táctica de contención y contragolpe.

Zagallo se retrasó ostensiblemente para sostener a sus compañeros centrocampistas, mientras que los diabólicos regates de Garrincha obligaban a la defensa checa a vigilar sus puestos. A un cuarto de hora del final los checos se lanzaron al ataque, y poco después, en un fallo del portero checo Schroif, Vavá redondeó el triunfo brasileño.

Era el final de una época. Vavá, Didí, Garrincha, Nilton y Djalma Santos..., todos estaban en el crepúsculo de su carrera. Pasarían ocho años antes de que Brasil saboreara de nuevo las mieles de la victoria. Un solo superviviente. Pelé, culminaría en México su fabulosa carrera deportiva.

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Lo dirigí a Pablo en la 6ª de Estudiantes de Río Cuarto. Y no le perdonaba una. Un día me agarró mi mujer y me dijo que Pablo estaba muy mal porque yo nunca lo veía jugar bien. Tenía 13 años Pablo. Me senté con él y le expliqué que debía dar el ejemplo, que ante sus compañeros le tenía que pedir más que a nadie. Y le conté una fábula: había un campesino que tenía una carreta tirada por un caballo y cada vez que llovía los caminos se ponían muy fangosos, casi intransitables, pero igual tenía que cruzarlos. Para que el caballo tirase, el campesino le pegaba con el rebenque una y otra vez. “¿Por qué lo hace, pobre animal?”. Lo acusaba la gente. “Porque a los más nobles es a los que más se les puede pedir”, respondía el campesino.
En ese momento no sé si Pablo lo entendió, pero con el tiempo me dijo que le había servido mucho que yo no fuera contemplativo con él.

(RICARDO “Payo” AIMAR, ex jugador de Belgrano de Córdoba en 1971, donde tuvo como compañeros a Hugo Tocalli y a “Milonguita” Heredia, en “La Nación Deportiva Mundial” del lunes 19 de Junio de 2006, hablando de su hijo Pablo)

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