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Cometa de la farola (Jaime Roos - Uruguay)

* dedicado al club Defensor Sporting

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En la final del Mundial ‘74 la camiseta número 14 de Johan Cruyff tenía 2 tiras y no las 3 de Adidas, porque él era hombre de Puma.
Años más tarde, en 1983, River Plate le rescindió el contrato a Ubaldo Fillol por que se negó a jugar (teniendo sus haberes al día) por solidaridad con sus compañeros que tenían un conflicto con la entidad.
La situación se complicó cuando el arquero no quiso vestir la indumentaria oficial de River (Adidas) por que tenía un contrato con otra empresa (Le Coq Sportif).
Previo al encuentro ante Rosario Central por la 3° fecha del Metropolitano, el jugador fue intimado por un grupo de dirigentes a utilizar la ropa del club. Debido a ello el Pato dejó la concentración.
El domingo 26 de Junio, al mediodía, Fillol le declaraba a la Revista "El Gráfico": “Quiero que una cosa quede bien en claro: no juego pero no estoy en rebeldía. River quiere que salga a jugar con una remera Adidas, como el resto del equipo. Si lo hago así, Le Coq Sportif me hace un juicio y lo pierdo con toda seguridad, por que tengo un contrato en exclusividad con esa empresa que firmé en Agosto del ‘82. Si me pongo la remera de Le Coq, como lo hice el martes contra Racing, voy a perjudicar a River porque Adidas puede romper el contrato que acaba de acordar con el club. En ese caso, River pierde, además de 400.000 pesos argentinos, de provisión de ropa para sus representantes en todas las disciplinas deportivas. Por eso le dije a Patrick Noher (dirigente del club) que la solución no estaba en mis manos. Por que no quiero perjudicar a River de ninguna manera y no quiero perjudicarme yo. Tampoco me dejan usar una remera "neutral", que no fuera de ninguna de las dos firmas. Y me vine a mi casa porque pensé que eso esa lo mejor, aunque me arriesgara a una multa por no jugar contra Central. Al menos me daba tiempo para que hicieran lo que no consiguieron antes: reunir a la gente de Adidas y de le Coq, y juntos conversar hasta llegar a las conclusiones que no perjudicaran ni a River ni a mi”.
Mediante un comunicado de la Gerencia General de River, la CD suspendió sin goce de sueldo por el plazo de 10 días al jugador.
La disputa se solucionó luego de la intervención del Ministerio de Acción Social que logró el levantamiento parcial de la sanción para que el Pato pudiera jugar en la Selección y ser transferido a Argentinos, donde jugó el resto del torneo.

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Jimmy Hasselbaink es como Joe Frazier y Anelka es como Mohamed Alí, flota como una mariposa y pica como una abeja.

(JOHN BENJAMIN TOSHACK, entrenador galés, opinando sobre el goleador nativo de Paramaribo, Surinam)

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Nos tenían locos en la década del ’60. Merecíamos ganar 4 a 0 y perdíamos 1 a 0. En esa época, una camiseta azulgrana o roja nos ganaba en cualquier lado. Hasta Huracán usaba contra nosotros la camiseta colorada, para ver si nos ganaba.

(ANTONIO UBALDO RATTIN, célebre jugador de Boca Juniors, recordando en 1998 la racha negativa de esa institución con clubes como Independiente y San Lorenzo en la década del '60)

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Arquero suplente (Daniel Delfino - Argentina)


El domingo venía River a la Bombonera y no se habría podido ni empatar en Liniers, si se quería mantener la ventaja de un punto sobre los primos de Núñez. Clásico y última fecha. Sólo empatarle a River significaba ser campeón. Era la final más fascinante que nadie hubiera imaginado. Dar la vuelta frente a los enemigos eternos de la banda roja.

Sin embargo, en el banco de Boca alguien maldecía para sus adentros. Mario Fermata, el eterno arquero suplente de los de la Ribera, veía cada vez más remota su chance de ser titular. Ya llevaba cuatro años detrás de Podeley.

A veces creía que nunca más entraría en una cancha para jugar. Aquellos días defendiendo la valla de Banfield le parecían de otra vida. Boca lo había comprado por sus buenas actuaciones en el club del sur, pero esa misma temporada también había comprado a Podeley a Independiente Rivadavia de Mendoza. Y después de los primeros partidos en que alternaron la titularidad, el técnico de aquel momento optó por Podeley para el puesto, el que jamás abandonó.

El tiempo y su seguridad bajo los tres palos lo hicieron capitán y referente del equipo. La 12 lo hizo ídolo. Fermata estaba convencido de que él tenía la misma capacidad, pero jamás le habían dado el chance de demostrarlo. Además, la salud de Podeley era inquebrantable. Ni un resfrío ni una uña encarnada lo marginaron de partido alguno. Su nombre se doraba de gloria domingo a domingo.

El apodo de ‘el imbatible’ le ajustaba de maravillas. Había tardes en las que parecía ser más grande que el arco. En cambio a él lo habían bautizado ‘el bancario’. Sus compañeros decían que para Fermata el fútbol era como trabajar en un banco. Y eso le dolía, porque los años pasaban y su nombre no encontraba lugar en la historia grande de Boca Juniors. La gente lo recordaría con una risa irónica como “el suplente de Podeley”, que sería lo mismo que decir “la sombra de Podeley”.

Lo torturaban estos pensamientos. A veces, subido a la paranoia desatada en la sociedad por la implantación de la pena de muerte en el país, fantaseaba con la idea de que Podeley asesinara a alguien. El durísimo nuevo gobierno había impuesto la pena capital para los crímenes dolosos y ya se había ejecutado a tres asesinos en la Plaza de Mayo, según establecía la temible nueva ley.

Y aquella tarde en la cancha de Vélez su mente hizo un clic. La fuerza ingobernable de su frustración comenzó a mover los hilos de su estrategia. Ya había sido suficiente.

Su plan, el que durante tantas noches había pergeñado con la libertad de lo que nunca se llevará a cabo, ahora se le presentaba como la única posibilidad de alterar el rumbo de su destino. El brebaje que le había ofrecido aquella bruja de la calle Tres Arroyos era su única posibilidad de iluminar de gloria su carrera.

La tenebrosa anciana preparaba una extraña sustancia que, sin dañar seriamente, provocaba un par de semanas de intensos dolores estomacales. Le había sugerido que se lo proporcionara a Podeley y así él tendría su ansiada chance en la primera de Boca Juniors.

La gorda chance de sus sueños era sin lugar a dudas el domingo que se avecinaba. El lunes por la mañana, ahogando las estridentes voces de su conciencia, se encaminó hacia la calle Tres Arroyos.

El sábado, después de un liviano entrenamiento, como acostumbraba, se quedó practicando penales con Podeley. En el vestuario, mientras se cambiaban, le ofreció una gaseosa. Su contenido estaba mezclado con el brebaje. Fermata no dudaba: el partido con River sería su consagración y su acceso a la titularidad. Fermata sólo pensaba en sí mismo. La foto del campeón humillador de River lo incluiría. La historia lo encontraría en sus páginas doradas. Confiaba ciegamente en su talento.

Por la tarde, en la concentración, al cabo de un encarnizado partido de truco, Podeley comenzó a quejarse de un intenso malestar estomacal. Vomitó varias veces, hasta que los médicos, por precaución, decidieron internarlo.

A partir de ese momento, el técnico Pereyra se volcó a Fermata. Fermata se convirtió en la persona más importante de su vida.

El domingo, descartado definitivamente Podeley, quien empeoraba en su estado de salud, Fermata fue tapa de los diarios y los millonarios de Núñez se relamían con la certeza de que el imbatible no estaría bajo los tres palos xeneizes.

A las cinco de la tarde, puntualmente, dio comienzo el fabuloso match. La Bombonera lucía atestada de gente y todos los flashes cayeron sobre él. Los fotógrafos, mayormente, habían elegido instalarse detrás de su arco, nadie le daba crédito.

Sin embargo, su actuación del primer tiempo fue maravillosa e inolvidable.
River, que había mostrado una marcada superioridad sobre los de La Ribera, no pudo de manera alguna doblegar el escollo del inesperadamente fantástico Fermata.

Los jugadores de Boca habían sentido el bajón anímico del drama de Podeley.
Para colmo, durante el entretiempo alguien trajo la noticia de la muerte del imbatible. El técnico, hondamente conmovido, pidió que en su memoria ganaran el campeonato.

Fermata, al escuchar la noticia de la muerte de Podeley, sintió que su cuerpo se paralizaba. Las sensaciones bloquearon su sangre.

En las tribunas la noticia cayó como un balde de agua fría. La hinchada de River continuaba alentando a su equipo y desplegando un folclórico humor negro. La ventaja del shock en los jugadores de Boca era prácticamente la obtención del partido y del campeonato.

Pero las cosas en el césped fueron totalmente distintas. El once xeneize salió a jugar el segundo tiempo de manera magistral. Como si los animara el espíritu de Podeley desde el cielo, arrinconaron a River sobre el arco del Riachuelo, y a pesar de que el gol no llegaba, la superioridad auriazul era abrumadora.

Fermata, en el otro arco, continuaba conmocionado. La palabra asesino resonaba fantasmalmente en su mente. La felicidad de estar bajo sus ansiados tres palos se extinguía totalmente con la muerte de Podeley. Nunca deseó matarlo. Ni en sus delirios más absurdos había abrigado esa posibilidad. Sólo sacarlo del medio y tener una posibilidad de quedar en la historia. Y todo había funcionado de maravillas. La gente sólo se acordó de Podeley en el entretiempo, por la conmocionante noticia de su muerte. En la cancha su actuación ya lo había asesinado.

Fermata sudaba, sus manos tambaleaban. La certeza de que tarde o temprano saldría a la luz su cobarde ardid, lo sumía en una parálisis de pánico. Los sabuesos llegarían hasta él. La vieja de la calle Tres Arroyos lo delataría.

El partido se jugaba en campo de River y eso hacía que no se interrumpieran sus tortuosos pensamientos. Pero a los 44 minutos, y sin que Boca hubiera podido quebrar el marcador, una escapada aislada de Buschiazzo, el centrofoward riverplatense, terminó en penal. Hugo Corino, el aguerrido marcador central xeneize, debió derribarlo desde atrás, ante la falta de achique de Fermata.

El estadio enmudeció un segundo. La popular del Riachuelo estalló en gritos, agitando con algarabía las banderas rojas y blancas. Fermata comprendió que estaba sentenciado. Su mente lejos, muy lejos de aquella abarrotada Bombonera.

Cuando el habilidoso Luser colocó la pelota en el punto del penal, no veía al diez de la banda roja, veía a un pelotón de fusilamiento. Se paró frente a ellos, aterrorizado. Pensó en su mamá, en su mujer, en su pequeña hija Liliana. De soslayo, observaba que la gente en la Plaza de Mayo gritaba por su muerte.

Con todo el arrepentimiento de su corazón le pidió perdón a Podeley. Láser ejecutó con el alma y Fermata ante las balas se arrodilló hecho un bollito en el suelo.

El cañonazo pegó en su cuerpo con violencia y se desvió. La popular de Boca estalló en festejos. Cuando sus compañeros corrieron a abrazar a Fermata, con horror descubrieron que estaba muerto.

Fermata sólo pensaba en sí mismo. La foto del campeón humillador de River lo incluiría. La historia lo encontraría en sus páginas doradas.

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El portero titular de Uruguay para el Mundial de 1930 era Andrés Mazzali, Campeón Olímpico con su selección en 1924 y 1928, era un atleta tan completo, que además era campeón sudamericano de los 400 metros vallas, y jugaba al básquetbol en el club Nacional de Montevideo.
Por si fuera poco, Mazzali era una especie de sex symbol, fue así que una noche llegó una dama rubia muy bonita a la concentración, y Mazzali no tuvo mejor idea que irse con ella; cuando los dirigentes se enteraron de este suceso, el portero fue expulsado del equipo, pese a la negativa de sus compañeros, que querían brindarle otra oportunidad. Así Mazzali, por culpa de una rubia, se quedó sin Mundial, y sin la gloria de poder ser campeón.
Los jugadores ingresaban al terreno de juego con una chaqueta por encima de su ropa deportiva, esto con el fin de posar formalmente para la foto.
En la final se registró otro dato curioso, Argentina y Uruguay querían jugar con “su pelota”, por lo tanto el árbitro en una decisión salomónica, hizo que el primer tiempo se jugara con la pelota que habían traído los argentinos, y en el segundo tiempo con la pelota de los uruguayos.

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El futbolista que sabe que puede, que se siente potente, no necesita todo el tiempo estar mirando hacia el banco de suplentes (pendiente de las indicaciones del entrenador); estoy de acuerdo con que hay una dependencia, pero existe porque han disminuido fuertemente las calidades individuales.

(ADRIÁN PAENZA, periodista y matemático argentino)

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Cuando él tenía diez años lo recomendé al Manchester City, pero cuatro más tarde me decepcioné muchísimo porque lo habian vendido al Manchester United.

(Un panadero británico, hincha de Manchester City, descubridor del galés Ryan Giggs)

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Argentinos en Inglaterra


Finalizado el Mundial ‘78 Osvaldo Ardiles y Julio Ricardo Villa se convirtieron en unos de los pocos jugadores no británicos en jugar en Inglaterra por esos años.

Villa fue transferido cuando jugaba en Racing por la suma de £ 375,000 y jugó para los Spurs hasta 1983. Ardiles llegó proveniente de Huracán. Durante su estancia en el Tottenham Hotspur, contribuyeron para que el conjunto inglés se proclamara campeón de la F.A.Cup en 1981 y 1982. Tras el exilio en el PSG debido a la Guerra de Malvinas, Ardiles logró la Copa UEFA en 1984, derrotando en la final al Anderlecht. Jugó con el Tottenham Hotspurs en 2 etapas, entre 1978-1982 y entre 1983-1988.

En 1987-1988 se incorporó al Blackburns Rovers, conjunto con el que llegó a disputar 5 partidos. Luego pasó por el Queens Parks Rangers (1988/89, 4 partidos). Y en 1989 ingresó en las filas del Swindon hasta su retiro en 1991, donde ejerció como jugador-entrenador (2 partidos).

Como entrenador en Inglaterra dirigió a: Newcastle United (1991/92), West Bromwich Albion (1992/93) y Tottenham Hostpurs (1993/94).

Alberto “Conejo” Tarantini firmó un precontrato con el Barcelona, pero cuando llegó a España se encontró con la sorpresa de que los directivos azulgrana querían que se casara con una modelo catalana para que fuera considerado oriundo y no ocupara plaza de extranjero. Tarantini se negó y optó por marcharse al Birmingham City, que pagó por su pase 295 mil libras esterlinas. No metió ni un solo gol en los 23 partidos que jugó con la camiseta del Birmingham City en la temporada 1978/1979 y posteriormente fue transferido a Talleres de Córdoba.

En 1998 Horacio "Petaco" Carbonari pasó de Rosario Central al Derby County, con ello se convirtió en el primer jugador iniciado en la entidad canalla que llega a Inglaterra. Carbonari jugó en el Derby hasta fines de 2002 (90 partidos y 9 goles) cuando volvió a Rosario Central. Su estadía en el fútbol inglés incluye un paso (a préstamo) por el Coventry City (5 partidos) entre el 21-03-2002 y el 21-04-2002.

Mauricio Taricco comenzó su carrera en Argentinos Juniors en 1993. En 1994 llegó junto al uruguayo Adrían Paz (de Estudiantes L.P.) al Ipswich Town F.C. Jugó en Ipswich hasta 1998, 89 partidos con 7 goles. Fue tranferido al Tottenham Hotspur en 1998 donde jugó hasta 2004 158 partidos con 2 goles. Cuando debutó en el West Ham (vs. Millwall F.C.) se lesionó a los 27 minutos de juego. Pocas horas después, al enterarse de que su lesión requeriría una recuperación de por lo menos ocho meses, ofreció al manager Alan Pardew rescindir el contrato, por un valor de casi medio millón de dólares. Luego de su retiro se mudó a Sardinia y juega en el ascenso italiano en el A.S.Villasimius.

El 12 de Julio de 2001 Juan Sebastián Verón se convirtió en el primer sudamericano en jugar en Manchester, fue el pase récord para la historia del fútbol inglés: su transferencia costó 39.340.000 dólares. El 4 de Mayo de 2003 se transformó en el primer argentino campeón en la Premier League. La Bruja fue titular en 21 de las 37 fechas disputadas e ingresó en otros cuatro cotejos. En total, jugó 1757 minutos, convirtió dos goles (Arsenal y West Ham United), sirvió dos asistencias y sólo recibió una tarjeta amarilla.

Jugó 2 temporadas en Manchester: 2001-2002 (26 partidos, 5 goles) y 2002-2003 (25 partidos con 2 goles) antes de pasar al Chelsea de Roman Abramovich (el segundo hombre más rico de Rusia que compró el 50 por ciento de las acciones del club en 85 millones de euros) en 24.000.000 de dólares.

Chelsea se adjudicó el bicampeonato de la temporada 2005-2006. Dicha temporada marco el regreso de Hernán Crespo al club tras jugar a prestamo en el Milán (2004-2005). Crespo ya había estado en 2003-2004 junto con Juan Sebastián Verón (que en esa temporada jugó 7 partidos con un gol). En el Campeón de la Premier League marcó 10 goles en 29 partidos (en 10 de los cuales ingresó desde el banco de los suplentes). Este título fue la primera consagración en una Liga europea para el delantero.

En el 2004 Gabriel Heinze llegó al Manchester United proveniente del PSG luego de obtener la Medalla de Oro el los JJ.OO. ‘04. Con los Diablos Rojos jugó 3 temporadas hasta su pase al Real Madrid: 2004-2005 (26 encuentros, 1 gol), 2005-2006 (4 encuentros) y 2006-2007 (22 encuentros) temporada en la cual obtuvo el título en la Premier League.

Mauricio Pellegrino, en Enero de 2005, se convirtió en el primer futbolista argentino en jugar en el Liverpool FC de la FA Premier League inglesa. Disputó pocos encuentros y solo se mantuvo en el club durante media temporada. Para el campeonato 2005-06 fue transferido al Alavés.

En 2006 Julio Arca pasó del Sunderland a su enconado rival el Middlesbrough, en una transferencia que costó U$S 3,22 millones. El pase se definió tras jugar 5 temporadas en Sunderland donde llegó proveniente del Argentinos Juniors, jugando 177 partidos donde marcó 23 goles.

A principio del 2006 Andrés D’Alessandro pasó al Portsmouth. Wolfsburgo lo cedió a préstamo por 6 meses con una opción de compra de 7 millones de euros. En Inglaterra solo jugó 6 meses (13 partidos, 1 gol), pues finalizada la temporada pasó al Zaragoza.

En 2005 Carlos Tevez y Javier Mascherano pasaron al West Ham en una venta superior a los U$S 35.000.000 que la empresa MSI, mediante el iraní Kia Joorabchian, realizó por ambos. El debut como titulares de Tevez y Mascherano no se dio de la manera esperada: el conjunto de la Londres perdió en su estadio por 1-0 ante Palermo en el partido de ida de la 1ª rueda de la Copa UEFA. Unos días antes, Tevez había debutado en el empate de su equipo ante Aston Villa (1-1), por la 4a fecha de la Premier League, mientras que Mascherano permaneció en el banco de los suplentes.

Javier Mascherano solo estuvo 6 meses en el West Ham, pasó al Liverpool a pricipios del 2006. Equipo con el cual llegó a la final de la Champions League 2006-2007. Por su parte Carlitos Tévez jugó toda la temporada y fue el estandarte de su equipo en la lucha por no descender.

La Premier League versión 2007-2008 generó pases millonarios para totalizar gastos por más de 700.000.000 de dólares. Un ejemplo de ello fue el Carlos Tevez a Manchester United, la operación es un préstamo por dos temporadas por dos millones de libras esterlinas (4,07 millones de dólares) y con una opción de compra de 45.000.000 de euros.

Lionel Scaloni actuó en West Ham en la 2ª rueda de la temporada 2005-2006, debutó el 4 de febrero del 2006, en el éxito 2-0 con Sunderland, por la Premier League. Scaloni sumó 13 partidos, no marcó goles y dejó el club para pasar al Racing de Santander.

Luciano Figueroa, tras un conflicto con el Osasuna, solo llegó jugar un partido en Birmigham en el 2003. El club inglés incorporó a Figueroa, a cambio de 3,75 millones de euros. Al poco tiempo de cerrarse la transferencia, el Osasuna alegó que el jugador había firmado con anterioridad otro acuerdo previo. La FIFA, luego de las investigaciones pertinentes, consideró que el jugador era del Birmingham City a todos los efectos. A principio del 2004 Figueroa pasó al Cruz Azul.

A finales del 2004 Ramón Díaz asumió como mánager general del Oxford United FC (Football League Two). Junto a Horacio Rodríguez, como director técnico, y Pablo Fernández, el PF. Llegó al fútbol inglés de la mano de su vecino monegasco, el hindú Firoz Kassam: "Es amigo de un amigo y ha venido por seis meses para rescatarme de un apuro. Uno tiene que mirar su curriculum para apreciar el calibre de la persona que incorporamos. Ramón entendió mi frustración y mis ambiciones. Y puso su reputación por ayudarme a salir del lío en que me encuentro". La experiencia inglesa del Pelado duró poco, en el 2005 antes de terminar la temporada renunció a su cargo.

En cuanto a las pruebas de jugadores argentinos en Inglaterra se deben resaltar la de Oliva de River en Chelsea, a Mauro Marchano de Central, Claudio Ortiz de River y Santiago Kuhl de Argentinos que desigandos por José Pekerman para que viajaron a Inglaterra para una prueba en Manchester, por un convenio que el presidente Carlos Menem había firmado con el Príncipe Carlos.
También los ex Argentinos Juniors Cristhian “Lobo” Ledesma y Víctor Zapata tuvieron una prueba en el Crystal Palace.
Esta es la nómina de jugadores argentinos que jugaron (y juegan) en el fútbol inglés:

ARDILES, Osvaldo César (Tottenham Hotspur F.C. 1978-1982 y 1983-1988 -221 partidos, 16 goles-) (Blackburn Rovers 1988 -5 partidos-) (Queens Park Rangers 1988-1989 -8 partidos-) (Swindon Town 1989-1991 -2 partidos-)
SABELLA, Alejandro Javier (Sheffield United 1978-1980 -76 partidos, 8 goles-) (Leeds United 1980-1981 -23 partidos, 2 goles-)
VILLA, Julio Ricardo ((Tottenham Hotspur F.C. 1978-1983 -133 partidos, 18 goles-)
TARANTINI, Alberto César (Birmingham City 1978-1979 -23 partidos, 1 gol-)
VERDE, Pedro Andrés (Sheffield United 1979-1980)
MARANGONI, Claudio Oscar (Sunderland AFC 1979-1980 -20 partidos, 3 goles-)
LORENZO, Néstor Gabriel (Swindon Town 1990-1992 -27 partidos, 2 goles-)
TARICCO, Mauricio Ricardo (Ipswich Town F.C. 1994-1999 -189 partidos, 7 goles-) (Tottenham Hotspur 1999-2004 -158 partidos, 2 goles-) (West Ham 2004 -1 partido-)
BRUNO, Marcelo Donato (Haartlepool United 1997)
CARBONARI, Horacio Ángel (Derby County 1998-2002 -90 partidos, 9 goles-) (Coventry City 2002 -5 partidos-)
COBIÁN, Juan Manuel (Sheffield Wednesday F.C. 1998-1999 -9 partidos-) (Charlton Athletic F.C. 1999-2000) (Swindon Town F.C. 2002-2003 -4 partidos-)
CABALLERO, Fabián (Arsenal F.C. 1998-1999 -1 partido-)
DEL RÍO, Walter José (Crystal Palace 1998-2000)
LOMBARDI, Gustavo Adrián (Middlesbrough 1998-1999)
VIVAS, Nelson David (Arsenal F.C. 1998-2001 -40 partidos-)
COMINELLI, Lucas Ariel (Newcastle United 1999-2000 -a prueba 2 partidos con el equipo reserva-) (Oxford United 2005 -15 partidos, 1 gol)
FUERTES, Oscar Esteban (Derby County 1999-2000 -8 partidos, 1 gol-)
PADULA, Diego Gino Mauro (Bristol Rovers 1999) (Walsall 1999-2000) (Wigan Athletic 2000-2001) (Queen’s Park Rangers 2002-2005) (Nottingham Forest 2005-2006)
ARCA, Julio Andrés (Sunderland 2000-2006 -177 partidos, 23 goles-) (Middlesbrough 2006-200?)
BARTELT, Gustavo Javier (Aston Villa 2000)
BASSEDAS, Christian Gustavo (Newcastle United 2000-2003 -24 partidos, 1 gol-)
CORDONE, Carlos Daniel (Newcastle United 2000-2001 -21 partidos, 2 goles-)
MARINELLI, Carlos Arturo (Middlesbrough 2000-2004 -43 partidos, 3 goles-)
BIAGINI, Leonardo Ángel (Portsmouth F.C. 2001-2002 -8 partidos, 2 goles-)
BONVÍN, Pablo Facundo (Sheffield Wednesday 2001-2002 -24 partidos, 3 goles)
MEDINA, Nicolás Rubén (Sunderland AFC 2001-2003 -1 partido-)
PERALTA, Sixto Raimundo (Ipswich Town 2001-2002 -22 partidos, 3 goles-)
VERÓN, Juan Sebastián (Manchester United 2001-2003 -51 partidos, 11 goles) (Chelsea F.C. 2003-2007 -7 partidos, 1 gol-)
COLUSSO, Cristian Daniel (Oldham Athletic A.F.C. 2002)
FIORETTO, Nahuel Darío (Middlesbrough 2002)
HERRERA, Martín Horacio (Fulham F.C. 2002-2003 (2 partidos, -3 goles)
SAVA, Facundo (Fulham 2002-2004 -27 partidos, 6 goles-)
VUOSO, Vicente José Matías (Manchester City 2002-2003)
ZAVAGNO, Luciano Germán (Derby County 2002-2004 -52 partidos, 3 goles-)
ARIAS, Federico (Southampton 2003)
CRESPO, Hernán Jorge (Chelsea F.C. 2003-2004 y 2005-2006 -64 partidos, 24 goles-)
FIGUEROA, Luciano Gabriel (Birmingham City 2003 -1 partido-)
HEINZE, Gabriel Iván (Manchester United 2004-2007 -52 partidos, 1 gol-)
RAPONI, Juan Pablo (Oxford United 2004-2005 -10 partidos-)
SPERONI, Julián María (Crystal Palace 2004-200? -86 partidos-)
TORRES, Sergio Raúl (Molesey F.C. 2004) (Basingstoke Town 2004-2005 -69 partidos, 10 goles-) (Wycombe Wanderers 2005-2008 -86 partidos, 6 goles-) (Peterborough United F.C. 2008-200? -11 partidos-)
DÍAZ, Emiliano Ramón (Oxford United 2005 -7 partidos-)
PALETTA, Gabriel Alejandro (Liverpool F.C. 2005-2007 -3 partidos-)
PELLEGRINO, Mauricio Andrés (Liverpool F.C. 2005 -12 partidos-)
D’ALESSANDRO, Andrés Nicolás (Portsmouth F.C. 2006 -13 partidos, 1 gol-)
MASCHERANO, Javier Alejandro (West Ham United 2006-2007 -5 partidos-) (Liverpool 2007-200? -43 partidos, 1 gol-)
SARMIENTO, Marcelo (Southampton F.C. 2006)
SCALONI, Lionel Sebastián (West Ham 2006 -13 partidos-)
TÉVEZ, Carlos Alberto (West Ham United 2006-2007 -26 partidos, 7 goles-) (Manchester United 2007-200? -47 partidos, 16 goles-)
BRUNA, Gerardo Alfredo (Liverpool 2007-200?)
INSUA, Emiliano Adrián (Liverpool 2007-200? -9 partidos-)
LETO, Sebastián Eduardo (Liverpool 2007-2008)
ZÁRATE, Mauro Matías (Birmingham City 2008 -14 partidos, 4 goles-)
BECCHIO, Luciano Héctor (Leeds United 2008-200? -25 partidos, 9 goles-)
COLACE, Hugo Roberto (Barnsley F.C. 2008-200? -18 partidos-)
COLOCCINI, Fabricio (Newcastle United 2008-200? -20 partidos-)
DI SANTO, Franco (Chelsea 2008-200? -9 partidos, 1 gol-)
GUTIÉRREZ, Jonás Manuel (Newcastle United 2008-200? -15 partidos-)
VILLA, Emmanuel Alejandro (Derby County 2008-200? -41 partidos, 5 goles-)
ZABALETA, Pablo Javier (Manchester City 2008-200? -14 partidos-)

(este artículo fue publicado en el blog “Torito Casale” a quien agradezco su autorización para publicarlo. Agregué algo más de información y como es probable que algún nombre se me escape en esta lista, les pido que me hagan llegar cualquier error u omisión que la misma contenga. Muchas gracias)

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Por la Premier League inglesa en Febrero de 2000, se enfrentaron Liverpool y Leeds United, en Anfield.
Un partido que hubiera pasado sin pena ni gloria, pero que quedó en la historia por un hecho singular.
Puntualmente fue un cotejo que dejó ácidas críticas hacia el árbitro que dirigió las acciones, el inglés Mike Reed.
Sucedió que cuando el jugador checo Patrick Berger anotó el segundo gol de Liverpool, el juez Reed levantó su brazo, pero no para sancionar alguna falta que hubiera advertido, sino que fue en señal de alegría por el tanto conquistado por los 'reds'.
Cuando los hinchas de Leeds se dieron cuenta de la felicidad del árbitro, comenzaron a tirarle de todo.
Cuando terminó el partido, lógicamente que Reed debió dar extensas explicaciones. Y encontró una excusa muy buena; dijo que hizo ese gesto, festejando su decisión de haber otorgado la ley de la ventaja en la jugada anterior al disparo de Berger.
Explicó que "le habían hecho foul a Smicer (delantero de Liverpool), pero como éste logró pasarle la pelota a Berger, dejé seguir la jugada que finalmente terminó en gol. Por eso mi satisfacción, por lo acertado de mi actitud".
Pocos le creyeron, aunque nadie dudó de la legitimidad del tanto.

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Lo realmente asqueroso es que el Real Madrid, como en su día fue el club del general Franco, posee una historia, antes de la llegada de la democracia a España, de conseguir a quien quiere y de la forma que quiere.
(Sir ALEX FERGUSON, entrenador del Manchester United, criticando a la entidad merengue quien pretendía a Cristiano Ronaldo, 28/10/08)

El único Franco que conozco fue uno que jugaba de interior en el Coruña. Nosotros íbamos por toda Europa y aquí regía el régimen franquista. ¿Y qué quieren que hiciéramos nosotros? ¿Tirar el balón al techo? Teníamos un buen equipo y por eso ganábamos.
(ALFREDO DI STÉFANO, Presidente de honor del Real Madrid, respondiendo a Alex Ferguson el 30/10/08)

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Vamos, que ellos están muertos. Hay que salir del fondo, apretar la marca arriba. Aguantemos los pelotazos haciendo el achique. Ahora los pisamos, no pueden levantar las piernas. Toquen que se vuelven locos. No podemos perder.

(CÉSAR LUIS MENOTTI, a sus dirigidos, antes del alargue en la final contra Holanda en el Mundial de 1978)

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Por el Bicho todo (Marcelo Ruiz Díaz - Argentina)


Era inexorable, tarde o temprano nos iríamos a la “B”, y no por la culpa de aquellos pibes del club que pusieron el pecho en las malas allá por 96, sino por el cúmulo de dirigentes corruptos que mancharon y fundieron a un club que supo ser ejemplo de institución.
Como sea, Argentinos Juniors venia de varias campañas malas pero esa vez, el descenso nos comía los pies y teníamos que ganar sí o sí los últimos partidos y esperar que Ferro perdiera. Y estuvo cerca, con el "Polo", con Pena y con Leo Mas entre otros fuimos a Santa Fe y ganamos dos a cero con dos goles del indiecito Liber Vespa y la fe volvió, faltaban dos partidos con San Lorenzo y con Central.
Yo en ese entonces trabajaba en el hipermercado “Coto” en el barrio de Pompeya y Argentinos jugaba como local en cancha de Atlanta un sábado por la noche. No podía dejar de pensar, el bicho jugándose la permanencia y yo reponiendo botellas.
Un compañero me dice: “está por empezar el partido, anda a electro", cuando fui y vi salir al equipo no lo dude, corrí y le dije “Javi me tenes que salvar, me voy a la cancha ya”, por favor fíchame y prestame veinte mangos que mañana te cuento gracias ja...", pobre no le di ni tiempo para que lo piense.
Salí por la entrada principal vestido de Coto y paré el primer taxi que pasó: “Llevame a la cancha de Atlanta lo más rápido que puedas”.
Después de una hora me vi revoleando el buzo con la garganta roja y con la ilusión prolongada una semana. Lástima que ese dos a cero a los curvos no sirvió para torcer el destino que me hizo llorar como pocas veces en los mismos tablones al domingo siguiente cuando los canallas nos daban vuelta el partido que ganábamos con un gol del Polo.
La radio de un viejo bicho decía que Ferro había empatado y Argentinos con su futbol con su toque y con toda la magia de su historia se iba a la segunda categoría del futbol argentino.
Tuve que esperar que se vayan todos y cuando la cancha quedo vacía me volví a Moreno con los ojos rojos, con la amargura más grande que me dio el futbol y con cien pesos menos que me costo la suspensión y el presentismo por el amor inexplicable a mi Argentinos querido.

(Un gracias enorme a Marcelo por autorizarme a publicar este cuento)

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Antes del partido revancha de la Intercontinental de 1968, entre Estudiantes de La Plata y Manchester United, el lateral izquierdo pincharrata, Hugo “Tato” Medina, consiguió una foto de George Best, a quien debía marcar a fuego y acero en el “Día D”.
Cada noche, antes de acostarse, ya instalado en el hotel de la ciudad inglesa, miraba la fotografía del hábil jugador Best y le prometía, por lo menos, una patada en la cabeza. Se lo prometía incluso a sí mismo. Se lo juramentaba más bien.
El gol de la bruja Verón a los ocho minutos de juego (foto) empezó a marcar el termómetro de lo que iba a pasar, y a pudrir toda respetuosa relación entre los equipos adentro de la cancha.
El DT Osvaldo Zubeldía solo tuvo que hacer un gesto casi inadvertido para que sus muchachos desplegaran todo su repertorio de trampas, embustes, mal intenciones, y actitudes al límite del reglamento. Se hacía tiempo, se cargaba a los rivales, se tomaba el pelo a los espectadores, y se insultaba derecho viejo a los más habilidosos, tratando de anularlos anímicamente. Jugar un partido con el Estudiantes de fines de los sesenta era como jugar al cuarto oscuro, pero con la habitación repleta de pervertidos, melindrosos, y ninguna señorita linda. Además, claro está, si fallaba todo el arsenal de intimidación psicológica y moral, la enmienda al fracaso era la patada artera y descalificadora. Casi con precisión de cirujano.
El duelo entre el “Tato” Medina y George Best (éste un tipo hábil pero también díscolo y malhumorado) alcanzó su pico máximo a los 43 minutos del segundo tiempo. Cuando el árbitro yugoslavo Zecevic los mandó a los dos para las duchas. Habían pasado 88 minutos de agresiones verbales y físicas de toda laya.
Cuando terminó el partido, y se desató la locura de los dirigidos por Zubeldía, la policía inglesa tenía otros planes para el marcador de punta siniestro.
Mientras todo era festejo y matraca en el vestuario visitante, alguien se acercó a Medina y le dijo que la cosa iba en serio, que la cana estaba esperándolo a la salida para detenerlo. Dice el jugador platense: “No encontraba forma de zafar de aquella situación porque había solamente una puerta para salir. Entonces Carlos Bilardo sacó de un bolso una peluca y un habano y me los dio. Me puse todo eso encima, incluso unos anteojos, y salí de allí pidiendo permiso entre los policías, que me dejaron pasar mientras seguían mirando hacia adentro. No sé cómo se arregló el asunto después, pero yo me fui”.

(extraido de la página “En la tribuna”)

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Leeds es un gran club y ha sido mi casa durante mucho tiempo. A pesar de que vivía en Middlesbrough.

(JONHATHAN WOODGATE, defensor inglés, con paso por ambos clubes)

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Esa jugada fue un fenómeno incomparable, memorable. ¡Además con qué limpieza la realizó, con qué perfección y rapidez de perfección! ¡Pero qué cosa extraordinaria!… ¡Qué belleza de gol, qué belleza! ¡¿A quién no le hubiera gustado convertir ese golazo?!

(ERNESTO SÁBATO, escritor argentino, diario “El Colombiano”, Medellín, 22 de Febrero de 1998, y su opinión sobre el memorable gol de Maradona a Inglaterra en México ’86)

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Fútbol (Davman - España)

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Los mejores goles de la historia del fútbol

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El hincha de Almirante Brown (Carlos Correa - Argentina)


¿Hay algo más pasional e irracional que el hincha de fútbol? No, seguro que no. Y sino, mírese al espejo, entrecierre los ojos y recuerde. Rememore todas las veces que fue a la cancha y no cuando el equipo hacía una buena campaña, sino cuando jugaba por nada, en una tarde donde el frío calaba los huesos o el sol derretía los sesos. O cuando decidió ir a alentarlo a aquella canchita de los suburbios del conurbano, donde había que cruzar una vía muerta, saltar el alambrado, esquivar en puntas de pie el barro de la cuneta y hacerse el distraído cuando acechaban los perros.
Después, a sacar religiosamente el boleto de ingreso, bancarse la requisa de la yuta, subirse a los tablones y gritar hasta el desmayo.
¿Acaso no se identifica con esta figura? ¿Acaso ese no es o fue usted?
Es que si es hincha de un club del ascenso no hay espacio para los renunciamientos. Uno va solo, nadie lo lleva, garpa la entrada y sólo quiere que el equipo gane, que el pito no lo bombee, que el jugador deje todo y si su cuadro pierde, jura no volver nunca más… Pero al otro sábado estará otra vez al pie del cañón.
Ese es el hincha del ascenso. Ese es el verdadero hincha aurinegro, el que va a todos lados sin pedir nada a cambio, el que es totalmente anónimo y genuino. El que estará en las buenas y en las malas, con esa pasión única que hace emocionar hasta el más duro.

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Cagna tiene la típica soberbia de los de Primera, yo lo sé porque vengo del Ascenso y soy humilde.

(RICARDO CARUSO LOMBARDI, entrenador argentino, "atendiendo" el año pasado al actual DT de Tigre)

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Los humanos pueden cambiar de partido político, de estado civil, de matrimonio, de rostro, de país, de lengua, de oficio, de religión, hasta de sexo, pero jamás cambiarían el club del que son hinchas.

(Sor THERESA VARELA, misionera caboverdiana)

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Coplas de un domingo sin fútbol (Carlos Toro - España)


No les llaméis domingos
a esos días
que, aunque domingo son,
no lo parecen.

No les digáis piropos
a esos días
que, aunque domingo son,
no lo merecen.

Sin la sal y pimienta
de la Liga
hay domingos que son
martes y trece.

Llamadles, ¡qué se yo!,
melancolía, soledad,
postración, aburrimiento.

Llamadles, por favor,
convencimiento de que
fútbol y vida son lo mismo.

¡Qué cruz! ¡Qué desazón!
¡Qué desconsuelo!

Es como un mal de amor,
como un tormento,
como la falta de aire
y alimento.

Un domingo sin fútbol
está mudo,
suena hueco,
banal y va desnudo,
poblado de fantasmas
y de ecos.

Ecos de goles
y giliproyectos,
banderas, himnos,
broncas, ovaciones,
supergarcía en superdirecto,
pichichis, puntos,
ceses y cesiones,
hinchas y asilvestrados
ágrafos presidentes,
árbitros invidentes,
guardas despendolados.

Un domingo
sin fútbol en primera
es un timo, un erial,
una patada,
una flor sin olor,
una putada,
un pecado mortal,
el mismo infierno.

Ningún partido hoy,
"porco governo".

En la tele no está
Ramón Mendoza,
pero sí un tal Solana.

Será Solana el del Zaragoza.

Con el fútbol, señores,
no hay quien pueda.

Se publican cien libros
sobre Franco.

Otro que juega en La Romareda.

El fútbol es el rey
de Las Batuecas.

En la radio, la tertulia
con Redondo y Camacho.

Tenerife de charla con Vallecas.

¡Qué incontinencia!
Ese González tan vilipendiado,
¿no es el portero
que fichó el Valencia?

Don Juan Carlos
te sale hasta en la sopa.

Se lo merece
por campeón de Europa.

Pero el cuero no rueda
en la moviola:
tan solo en mi cabeza.

Tengo "mono"
de Futre, de Guardiola,
de Stoichkov, de Pardeza,
del Buitre, de Bernardo,
de Amor, de Maradona.

A falta de balón intravenoso,
dadme triple ración
de metadona.

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El sueño de todo niño que empieza a jugar al fútbol es vestir la camiseta Nº 10 de su equipo. El número es cargado de historia, de mística y llevarla conlleva siempre la responsabilidad. Casi siempre es el crack del equipo que debe cumplir con esta misión. Pero no fue siempre así. Antes de Pelé, el número de las camisetas de fútbol era algo usado meramente para identificar a los jugadores. Solamente que todo eso cambió cuando aquel brasileño de apenas 17 años asombró el mundo en el Mundial de 1958.
Lo más curioso es que la elección de Pelé para vestir la 10 de la seleção ocurrió casualmente.
Antes del Mundial de Suecia, los dirigentes brasileños mandaron la relación de jugadores de la selección convocados para la competición. Sólo que se olvidaron de dar los números de los seleccionados. Para resolver el problema, un dirigente uruguayo que estaba en la sede de la FIFA, casualmente, acabó por escoger los números de los brasileños. El caso es que el uruguayo no conocía los jugadores brasileños. Pues así Brasil se fue a Suecia con la numeración más extravagante de la historia de los Mundiales. El portero Gilmar jugó con el 3, Garrincha, extremo derecha, con el 11, Didi, con el 6.
Y el destino quiso que Pelé se quedase con el 10.

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- ¿Estás caliente, Carrasco?

- ¡Sí, con tu mujer!


(delicadísima respuesta del entrenador uruguayo Juan Ramón Carrasco ante la pregunta de un periodista de Radio Maldonado, que metía el dedo en la llaga después de una derrota)

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Me reventaban el frente a piedrazos hasta que me avivé: antes de cada Mundial ponía el cartel “SE VENDE” y, más tarde, ya con todos los partidos encima, le agregaba otro de “VENDIDO”.
Igual cuando perdimos contra Camerún, en Italia ´90, nos tiraron de todo.

(CARLOS BILARDO, recordando lo que ocurría con la casa que tiene en el Bajo Flores cuando era entrenador del seleccionado nacional)

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GITANOS - Estrella Roja (Serbia)


El Estrella Roja es el equipo de la cultura, como se le conoce popularmente en los Balcanes. Esto no significa que sea un coto reservado a la clase intelectual, sino todo lo contrario.

Desde su fundación el equipo rojiblanco de la capital serbia caló hondo en la masa social de todo ese territorio. Es el club más popular del país con más de doce millones de simpatizantes.

Un nombre fuera de lo común

Corría la primavera de 1945. Las Repúblicas balcánicas que formaban la Confederación Yugoslava acababan de ser liberadas de la ocupación de las tropas alemanas. Los tanques soviéticos eran saludados con signos de gratitud y amistad. La moda era el rojo. El color del país soviético y el color de la sangre derramada por los guerrilleros partisanos que habían minado la moral de los invasores nazis con sus constantes incursiones desde las montañas. Si bien con los años la camiseta derivó al rojiblanco, ese vivo color original les adjudicó el apodo de cigani -gitanos en serbio-.

Los trece estudiantes que se reunieron en el anfiteatro de la Universidad de Belgrado con el objeto de fundar un club de fútbol se encontraban ante su primer dilema: ¿Cómo llamaremos a nuestro equipo? Uno de ellos, Slobodan Cosic, toma la palabra: “El equipo del ejército ha escogido Partizan. En Zagreb, los croatas se han puesto Dynamo. Seamos más originales, llamémonos la Estrella”. “De acuerdo -secunda Zoran Zujovic- pero que la Estrella sea roja”. El resto dio su aprobación y es así como surgió este nombre tan poco común para un equipo de fútbol que posee camiseta a rayas verticales rojas y blancas y pantalón rojo como uniforme oficial.

La estrella roja es y fue usada en banderas y escudos de estados socialistas, lo que puede verse en la bandera de la República Federal Socialista de Yugoslavia o en la de Corea del Norte. Algunas veces la hoz y el martillo son dispuestos dentro o debajo de la estrella. Desde la desaparición del Bloque del Este, la estrella roja fue prohibida en algunos países, como Hungría, donde es considerado un delito mostrar o usar públicamente el símbolo.

Fue exactamente el 4 de Marzo de 1945 cuando tuvo lugar esta reunión fundacional del “Fudbalski klub Crvena Zvezda” (en serbio), que muchos consideran el heredero del club estudiantes del “Yugoslavia Belgrado”, equipo asociado a la Universidad de Belgrado que venció en el campeonato de 1925 y 26.

El Estrella Roja debuta oficialmente frente al KNOJ, al que vence por 3-2, en un partido muy disputado. El primer gol de la historia del equipo rojiblanco es conseguido por uno de los mejores jugadores que contaba el club en sus inicios, el interior Kosta Tomasevic.
El encuentro se disputó en el Estadio Awal, en cuyas gradas se congregaron tres mil personas.

El balance del primer año de vida del Estrella Roja fue francamente bueno. De 36 partidos que disputó sólo perdió uno, el que le enfrentó a la selección de Rumania. Esto fue el preludio de algo que con el paso de los años se ha ido confirmando. Apenas había nacido y el Estrella Roja ya era un grande. Y su trayectoria posterior así le confirma como el mejor equipo yugoslavo, por delante de su rival ciudadano, el Partizan, y de los equipos croatas del Dynamo de Zagreb y el Hadjuk Split, sus más encarnizados rivales.

Tras el obligado parón por la II Guerra Mundial y la ocupación del territorio por tropas extranjeras, en la temporada 1946-47 el campeonato yugoslavo de fútbol reemprende su marcha. Cinco años tendrá que esperar el equipo rojiblanco para alzarse como el campeón de la Liga yugoslava, en 1951.

Sin embargo, cuando llega ese ansiado momento las vitrinas del Estrella Roja ya han acogido tres trofeos. Son las Copas de Yugoslavia de los años 1948, 49 y 50. El primer título lo consiguió al vencer en la final a su máximo rival, el Partizan de Belgrado, por 3-0. Los equipos del Nasa Krila y el Dynamo Zagrabia serán sus víctimas en las otras dos finales de Copa conquistadas por los rojiblancos.

Rajko Mitic, la primera figura

El equipo que consiguió conquistar el primer título de Liga en 1951 estaba plagado de talentos futbolísticos y jugadores dotados de una gran calidad técnica junto con otros de “raza” que ponían mucha garra y pundonor sobre el terreno de juego. La figura indiscutible de ese conjunto era Rajko Mitic, capitán y bandera del Estrella Roja y de la selección yugoslava.

Mitic era un interior ofensivo dotado de una clarividencia fuera de lo común. Su visión del juego era casi perfecta. Era el eje en torno al cual se movía todo el equipo. El director de la orquesta rojiblanca. De sus botas partían continuamente largos y precisos pases para el veloz Kosta Tomasevic, que con 16 goles en su casillero particular se proclamó máximo realizador de ese año. En la retaguardia de este conjunto destacaba el lateral izquierdo Branko Stankovic, famoso por sus frecuentes y tempestivas salidas ofensivas, llenas de pundonor y corazón.

Con leves cambios en el equipo, este magnífico bloque que había conjuntado el Estrella Roja le llevó a conquistar de nuevo el título de Liga en la campaña 1952-53. Esa temporada, con 17 goles, Zivanovic fue máximo goleador del campeonato.

El veloz y caza goles, Kosta Tomasevic fue el primer goleador nato. Con él comienza una tradición en el Estrella Roja, la de tener en sus filas a hombres que destacaban por su agudo olfato de gol, que llegará hasta nuestros días y que se personifica en la figura de Darko Pancev. Tomasevic fue goleador en las Ligas de 1951 (16 goles) y 1955 (20). Su sucesor en el “cargo” de cañonero fue Bora Kostic, un extremo que consiguió el galardón de máximo goleador del campeonato dos temporadas seguidas, 1959 y 60.

Los comienzos de un “loco”

Con un equipo muy renovado, el Estrella Roja vuelve a ganar la Liga en la temporada 1955-1956. Son los comienzos del “Extremo atómico”, Bora Kostic, el espectacular portero Vladimir Beara, procedente del Hajduk Split, y un fuera de clase llamado Dragosian Sekularac.

Sekularac era un jugador genial, un medio volante lleno de talento, inteligentísimo, enérgico en el campo; en definitiva, un jugador distinto. Decían de él que estaba un poco loco, sin duda porque su talento sobre el terreno de juego so salía de lo corriente.

El fue el primer futbolista que empezó a dar renombre al Estrella Roja. Se le puede echar buena parte de culpa a Sekularac de que el fútbol yugoslavo comenzase a tener prestigio y a ser tenido en cuenta en Europa, como ocurriría después con el de Holanda con Cruyff, el de Polonia con Deyna y Lato o el de Bélgica con Van Himst.

Sekularac era uno de los más destacados jugadores que integraban la formación del Estrella Roja que se asomaba por primera vez a un torneo continental, la Copa de Europa 1956-1957. En esta competición eliminarán al representante holandés, el Haariem, y al CDNA de Bulgaria, cayendo en semifinales ante los italianos de la Fiorentina.

Este fue el comienzo del Estrella Roja en una historia de las Copas de Europa, donde el equipo rojiblanco es célebre por tres razones, además de por ser el actual campeón. Es el único equipo que ha ganado al Bayern en Munich en la Copa de Europa (2-1, en la semifinal del pasado año).

Es uno de los cuatro equipos, con Borussia Dortmund, Ferencvaros y Leeds United, que ha doblegado al Liverpool en Anfield Road (2-1, en octavos de final de 1973-1974). Y, por último, el Estrella Roja fue el último equipo al que se enfrentó el Manchester United antes de sufrir el trágico accidente aéreo en Febrero de 1958.

Seis títulos en cinco años

El equipo rojiblanco de Belgrado de la segunda mitad de la década de los cincuenta no tuvo rivales en Yugoslavia. Su característica principal era la improvisación y la genialidad, personificadas en Sekularac y secundado por una buena corte de grandes talentos que hacían un fútbol técnico, rápido e intuitivo.

Con estas armas, las tradicionales de los jugadores yugoslavos, además de vencer en la Liga 55-56, como ya hemos dicho, se proclamaron campeones del Torneo de la regularidad en la 56-57, 58-59 y 59-60 y de Copa de Yugoslavia en 1958 y 1959. Lo que arroja un balance claramente positivo de seis títulos en cinco años, de 1955 a 1960.

Esta supremacía fue derrocada por su rival ciudadano, el Partizan. Este equipo ganó de forma consecutiva los tres primeros campeonatos ligueros de los sesenta y el de la campaña 1964-1965, lo que le dio derecho a participar al año siguiente en la Copa de Europa, llegando a la final donde perdió con el Real Madrid por 2-1.

La aparición de un joven jugador en el Estrella Roja en la temporada 63-64, Dragan Dzajic, hizo que el equipo reaccionase. El rápido extremo, que llegará a ser leyenda en el fútbol yugoslavo, junto con el retorno de Vicenza, del calcio italiano y la aportación de Sekularac, Durkovic y Kostic permitió que ese año el Estrella Roja hiciese doblete (Liga y Copa).

En las competiciones continentales las cosas no rodaron bien. Cuando el equipo realizaba su mejor fútbol, a finales de los 50, se encontró con dos rivales de mucha entidad, que le cortaron el paso en la Copa de Europa. La Florentina en las semifinales de 1957 y el potente Manchester United de Bobby Charlton en los octavos, en el trágico año en que el avión del equipo inglés se estrelló poco después de despegar de Belgrado (1958).

En la campaña 1961-1962 el Estrella Roja consigue llegar a las semifinales de la Copa de Ferias. Pero los rojiblancos tienen que doblegarse ante la superioridad del equipazo del Barcelona, que le vence los dos encuentros, 0-2 en Belgrado y 4-1 en la Ciudad Condal.

La era Miljanic

Con la llegada de Miljan Miljanic en 1966 a la dirección técnica se va a vivir una nueva época dorada. Miljanic, antiguo jugador del club, llevaba como técnico en las divisiones inferiores del club desde 1958. Dirigía una escuela de fútbol de la que salieron 20 jugadores que serían titulares con el primer equipo.

El nuevo técnico va a dar al equipo una nueva personalidad y va a imponer un sistema muy particular que recoge en un cóctel lo mejor del fútbol sudamericano y europeo. Comenzará a dar sus frutos después de un año de adaptación y madurez.

La tarea con que se encuentra Miljanic no es nada fácil. Acababa de terminar la generación de Sekularac y compañía y el técnico contaba sólo con jugadores jóvenes de la cantera y con poca experiencia.

La temporada 1967-1968 marcará el inicio de la esplendorosa “Era Miljanic”. Esa campaña el joven equipo rojiblanco, que tenía en el extremo izquierdo Dragan Dzajic a su mejor figura, va a vencer en las tres competiciones que participa. Conquista el título de Liga de forma brillante y clara (sacó una ventaja de cinco puntos al segundo, el Partizan); es el campeón de la Copa de Yugoslavia, al vencer en la final por un contundente 7-0 al Bor; y vence en la “Mitropa Cup” un torneo que disputan los equipos de centroeuropa.

La cantera de la selección

En ese año 1968, el club va a ser la base de los combinados nacionales. 22 jugadores de la entidad rojiblanca van a formar parte de las selecciones yugoslavas. Seis en equipo “A”, que se proclamó subcampeón de Europa y que tuvo en Dzajic a su estrella, cuatro a una selección “B” y doce jugadores para los equipos inferiores de la escuadra nacional, hecho que deja constancia de la juventud y calidad del conjunto de Miljanic.

Los dos años siguientes también consigue ser el primero en la clasificación de la Liga. En la campaña 68-69 va a “explotar” un nuevo valor de la fábrica rojiblanca de Belgrado, que continúa la tradición de los grandes goleadores del club. Voijn Lazarevic se consagra como el goleador del momento con 22 tantos en el campeonato liguero que le otorgan el título de máximo realizador.

Este galardón volverá a conseguirlo en la campaña 72-73, año en que el Estrella Roja vuelve a conquistar el título liguero, y aumentando el número de goles a 25.
El trofeo de Copa de 1971 y la Liga 1972-1973 son los dos últimos logros conseguidos por Miljanic al frente del equipo, antes de partir con rumbo a España en Enero de 1974 para fichar por el Real Madrid.

La pléyade de grandes jugadores (Dzajic, Bogicevic, Savic, Sestic, Filipovic, etc.) va a mostrar su enorme superioridad en la Copa del 71, que ganan al Slodoba por 4-0. Su juego ofensivo, ordenado y muy trabajado en los entrenamientos les hizo pasearse por los campos yugoslavos y ser campeones de Liga, con seis puntos de diferencia sobre el Vélez Mostar.
Con este título se cerraba la “Era Miljanic” con un palmarés de cuatro ligas, tres Copas y una “Mitropa Cup”, en los siete años (1966-1974), que estuvo al frente del primer equipo del Estrella Roja.

La selección yugoslava consiguió clasificarse para el Mundial del 74 en Alemania, tras una apasionante pugna con el combinado español. Seis jugadores del Estrella Roja formaron parte de aquella selección que consiguió pasar la primera fase, pero que fue apeada con rotundidad por los anfitriones alemanes, que a la postre serían los campeones. Los seleccionados fueron: los defensas Miroslav Pavlovic y Kiril Dojcinovski, el centrocampista Vladislav Bogicevic el número 10 Jovan Acimovic; y, por último, los delanteros Stanislav Karasi y Dragan Dzajic.

Su primera final europea

Si bien en la “Era Miljanic” el balance nacional fue muy positivo, no se puede decir lo mismo de las competiciones internacionales. El equipo hacía un fútbol bonito, alegre y despreocupado con unos hombres muy jóvenes y con falta de experiencia en el concierto internacional. Por ello los primeros años con Miljanic no se pasaba de la primera o segunda ronda de los diferentes torneos continentales.

En la Copa de Europa 70-71, el Estrella Roja llegó hasta las semifinales, frente a un rival, a priori, asequible, los griegos del Panathinaikos. En Belgrado vencieron por 4-1, pero en el partido de vuelta las lesiones de algunos hombres y el nerviosismo del resto hizo que los helenos les endosasen un 3-0, que dejaba fuera al equipo yugoslavo por el valor doble del gol conseguido en el encuentro de ida.

En su siguiente participación en la Copa de Europa (1973-1974) sólo consiguió llegar a los cuartos de final, aunque los equipos con los que se enfrentó eran de más entidad. En primera ronda eliminó al Stal Mielec, una ‘perita en dulce’.

En los octavos de final le tocó un hueso duro de roer, el Liverpool. Pero los yugoslavos realizaron dos magníficos encuentros y doblegaron a los ‘reds’ en ambos por 2-1.

En cuartos de final se enfrentaron a un Atlético de Madrid que atravesaba un gran momento de forma. Los Meló, Ovejero, Capón, Abelardo, Gárate, Luis, no dieron opción a los yugoslavos y, tras empatar sin goles en Belgrado, vencieron por 2-0 en el Vicente Calderón.

En la temporada siguiente, la de la marcha de Miljanic del banquillo, el Estrella Roja consiguió llegar a la semifinal de la Recopa. En cuartos de final se enfrentó a un Real Madrid dirigido por su ex-técnico Miljan Miljanic. Los yugoslavos se clasificaron por penaltis. En la antesala de la final les cerró el paso el equipo húngaro del Ferencvaros por un solo gol de diferencia.

Tras cuatro semifinales disputadas por el Estrella Roja a lo largo de su historia continental (1957, 62, 71 y 75) por fin llegaba la ansiada final. Fue en la Copa de la UEFA 1978-1979. Su rival era el Borussia Moenchengladbach, equipo alemán que el año anterior, en la Copa de Europa, le había humillado ganándole los dos encuentros de octavos de final por 3-0, en Belgrado, y 5-1.

El equipo yugoslavo no tuvo suerte en esta final de la UEFA. En el encuentro de ida, celebrado en el ‘Pequeño Maracaná’ de Belgrado el defensa Jurisic marcó en propia puerta el gol del empate alemán (1-1). En el partido de vuelta un pequeño gran jugador danés en las filas del Borussia, Alan Simonsen, sentenciaría con su gol, dejando a los rojiblancos con la miel en los labios.

De la Estrella siguen saliendo destellos

El jugador más importante y decisivo del equipo que consiguió llegar a la final de la Copa de la UEFA era Dusan Savic, futbolista que sería fichado por el Sporting de Gijón. Savic jugaba de medio ofensivo o como delantero. Era un hombre gol, que fue máximo realizador del campeonato yugoslavo 74-75, 77-78 y 78-79.

Junto a Savic destacan dos jugadores que serán fundamentales para la consecución del título de Liga en la 79-80 y 80-81: Milos Sestic y Vladimir Petrovic. Este último sería traspasado años después al equipo inglés del Arsenal.

Los traspasos de Savic o Petrovic serán sólo una muestra del continuo y ya tradicional éxodo de los jugadores yugoslavos. Año tras año de la gran estrella colorada van saliendo destellos de talento y aptitud para el fútbol, jugadores y entrenadores que aceptan las ofertas de clubes extranjeros. Ahí están los casos de Miljanic (Real Madrid), Dzajic (Bastía), Bojicevic (Cosmos), Filipovic (Benfica) o de Robert Prosinecki (Real Madrid).

En el conjunto que vence en la Copa de 1982 y 1985 y la Liga 83-84 cabe reseñar la actuación del elegante líbero Marko EIzner y el inteligente centrocampista Milán Jankovic.
Tras unos años difíciles de transición y cambio generacional, donde los triunfos no llegaban ni en Yugoslavia ni en Europa (su mayor logro fue llegar a cuartos de final en la Recopa del 86, donde le venció el Atlético de Madrid y en la Copa de Europa de 1987, donde fue eliminado por el Real Madrid), en 1988 se vuelve a conquistar el campeonato liguero. La mano de Dragan Dzajic como manager general comenzaba a notarse.

Jóvenes talentos como Dragan Stojcovic, Darko Pancev, Dejan Savicevic o el niño prodigio Robert Prosinecki (mejor jugador del Mundial juvenil) comienzan a funcionar como una máquina de precisión. Con estas nuevas figuras surgidas del inagotable firmamento del Estrella Roja se va a vivir un nuevo ciclo glorioso en la historia del club que se plasma en las Ligas de 1987-88, 89-90 y 90-91, la Copa de Yugoslavia de 1990 y que alcanza su cenit con la conquista de la Copa de Europa en la temporada 1990-1991.

El camino hacia la victoria en el máximo trofeo continental a nivel de clubes no fue precisamente de rosas. Tras una semifinal de infarto frente al Bayern Munich, se encontraron en la final con el potente Olympique de Marsella. El partido decisivo, celebrado en Bari, fue bastante malo. Los dos equipos salieron con muchas precauciones y no arriesgaron en busca del triunfo. Los goles no llegaron y en la lotería de los penaltis el Estrella Roja fue más afortunado o efectivo. El fallo del lateral francés Amorós le dio la Copa al conjunto yugoslavo y le permitió tocar la gloria, entrando en el firmamento de los elegidos que han vencido en esta competición.

El 8 de Diciembre de 1991 en el Estadio Nacional de Tokio, Japón, ante unos 60.000 espectadores y con el arbitraje de Kurt Röthlisberger conquista la Copa Intercontinental venciendo claramente por 3 a 0 a Colo Colo de Chile y obtiene el logro más preciado del que pueda vanagloriarse cualquier dirigente o simpatizante de este club. Jugovic a los 19' y 58' y Darko Pancev a los 72' fueron los goleadores de ese histórico partido para la institución de Belgrado.

Pese al cambio del entorno político y la desaparición de lo que se denominó Yugoslavia, Estrella Roja siguió adelante con su marcha y fruto de ese firme andar llegaron los campeonatos nacionales de 1992, 1995, 2000, 2001, 2004, 2006 y 2007 y las Copas de Serbia de 1993, 1995, 1996, 1997, 1999, 2000, 2002, 2004, 2006 y 2007 aunque hay que mencionar que internacionalmente no ha ganado nada desde 1991 (incluyendo el proceso de desintegración de la antigua Yugoslavia) a la actualidad.

Dentro de esa guerra librada en los años 80, por ese entonces regresa a Yugoslavia el temible ex jefe paramilitar Zeljko Raznatovic, Arkan, convertido en un hombre rico; abrió una pastelería, adquirió parte de un hotel y creó una cadena de empresas.

En estos años se inició otra fase de su carrera, la de señor de la guerra. A Arkan se le encomendó la tarea de organizar a los seguidores del Estrella Roja de Belgrado. El Mariscal Tito había muerto y Yugoslavia ya presentaba indicios de desintegración. Las brigadas de los jóvenes del Estrella Roja podrían ser útiles en caso librarse una batalla por Belgrado.

Pero al final no fue necesario luchar por la capital. Milosevic surgió entre las filas del partido y, tras despojarse de la chaqueta roja del comunismo y vestirse con los vivos colores del más virulento nacionalismo serbio, se apoderó del trono vacante. La lucha por Belgrado quedó aplazada y los chicos del Estrella Roja pasaron a formar el grueso de la Guardia de Voluntarios Serbios ‘Los tigres’.

Pasado el tiempo, y ya en el nuevo milenio, en Mayo de 2007 Estrella Roja se convirtió en el primer campeón de Serbia, luego que se independizara de Montenegro, sin embargo ese fue el 25 título en la historia del club, sumados los que consiguió en la ex Yugoslavia y ex Serbia y Montenegro.

El equipo de Belgrado venció al Partizan en el clásico número 130 por 2-1, fiesta que fue empañada por los hinchas de Partizan, que boicotearon el encuentro por estar en desacuerdo con la directiva.

En Septiembre de ese año el Institute for market research and media, Mediana Adria de Belgrado realizo una encuesta acerca de las preferencias del fútbol en Serbia. El Estrella Roja ganó con un 43% de los votos mientras que su acérrimo rival, el Partizan, obtuvo el 32.3% de los votos.

Rajko Mitic, Dragoslav Sekularac, Dragan Dzajic, Vladimir Petrovic, Dragan Stojkovic, Dejan Savicevic, Robert Prosinecki y Vladimir Jugovic son, entre otros, verdaderas ‘estrellas’ que han pasado por esta entidad que es, a la fecha, el club más laureado de Serbia y de la extinta Yugoslavia, con 25 títulos de Liga y 22 de Copa. Además, en 1991, se convirtió en el único club de los balcanes que ha conquistado la Copa de Europa (actualmente Liga de Campeones) y el único de Europa del Este en obtener la ya extinta Copa Intercontinental.

El clásico rival

El Partizan es el clásico rival del Estrella Roja. El primer derby entre ambos clubes (denominado “El derby eterno”) se celebró el 5 de Enero de 1947 en un ambiente invernal con una temperatura de 14º bajo cero. La división entre los seguidores fue obvia a pesar de que sólo acudieron 4.000 espectadores al campo. El terreno cubierto de la nieve no impidió que los jugadores ofrecieran un partido emocionante cuyo resultado fue de 4 a 3 favorable al Estrella Roja.

Precisamente, los primeros títulos en la historia de los rojiblancos llegaron gracias a victorias puntuales contra los blanquinegros. El 29 de Noviembre de 1948, el Estrella Roja se adjudicó su primera Copa tras vencer a su rival por 3 a 0. Tres años más tarde, se estrenó en un éxito liguero tras derrotar al Partizan (2-0) en la última jornada, celebrada el 4 de Noviembre de 1951.

Tras la desintegración de Yugoslavia a principios de los 90, empezó la era del Partizan que no sólo suavizó su balance negativo en los duelos contra su enemigo sino que también logró acercarse en el número de ligas gracias a que conquistó ocho, por cinco de los cigani, entre 1992 y 2005.

El balance total de este clásico del fútbol balcánico demuestra una rotunda superioridad a favor del Estrella Roja. En 126 encuentros ligueros, los rojiblancos, que han conquistado 24 ligas por 19 de sus enemigos, suman 54 victorias (33 como local y 21 como visitantes) por las 33 de su rival (23 en casa y 10 fuera). En 39 ocasiones, el duelo acabó en tablas. Los del ‘Maracaná’ acumulan 193 goles a favor y 153 en contra.

El mejor goleador del clásico es Marko Valok (Partizan), que consiguió 13 tantos en 14 partidos entre 1947 y 1958. Por detrás de Valok se encuentran dos jugadores ‘gitanos’, Bora Kostic y Dragan Dzajic con nueve goles cada uno.

El estadio

El viejo estadio Estrella fue construido en el año 1927. El último partido que se disputó en dicho establecimiento fue el de Estrella roja contra FK Novi Sad. Fue reconstruido en el año 1963. Después de haberse derribado el estadio, los ciudadanos sintieron que se derribo una importante parte del fútbol en toda su historia. Después de la segunda Guerra Mundial fue el escenario para la disputa de diversos partidos políticos.

Para la creación del nuevo establecimiento tuvieron que mover una cantidad de 350.000 metros cúbicos de tierra, ya que se tenia pautado que el nuevo estadio debía de estar 12 metros mas abajo que el anterior. La inauguración del nuevo estadio se llevo a cabo el 1º de Septiembre del 1963, en un partido de Estrella Roja contra el NK Rijeka. Dicho evento contó con la observación de las de 54.000 espectadores. La mayor marca de visitantes al estadio se anotó en un partido contra el FK Partizan, donde asistieron 74.000 personas.

Por el motivo de que el establecimiento tenía gran demanda en la población, se decidió ampliar su capacidad para acoger aun más fanáticos. El estadio incremento su nivel a 110.000 espectadores. Después de esta remodelación el estadio adopto nuevo nombre, ahora era conocido como el ‘Marakana’ que significaba ‘Pequeño Maracaná de Belgrado’ en homenaje al coloso brasileño.

En esa misma remodelación también se incluyo un terreno de juego con sistema de drenaje. El mayor record de ventas en el estadio se produjo en un partido realizado el 1 de Abril del 1975, en un partido final de la Recopa de Europa. Se piensa que esa noche el total de visitantes fue de 96.000 personas, aunque hay quienes aseguran que el estadio se lleno a su máxima capacidad que son 110.000 personas.

En los años posteriores el estadio fue decreciendo gradualmente. Cuando era remodelado, cada vez se eliminaban más asientos y como una medida de prevención se eliminaron los espacios de pie. Fueron instalando asientos en todas las gradas, lo que resume la capacidad del estadio 51.538 espectadores.


Palmarés

Torneos nacionales

Liga de Serbia (25): 1951, 1953, 1956, 1957, 1959, 1960, 1964, 1968, 1969, 1970, 1973, 1977, 1980, 1981, 1984, 1988, 1990, 1991, 1992, 1995, 2000, 2001, 2004, 2006 y 2007

Copa de Serbia (22): 1948, 1949, 1950, 1958, 1959, 1964, 1968, 1970, 1971, 1982, 1985, 1990, 1993, 1995, 1996, 1997, 1999, 2000, 2002, 2004, 2006 y 2007

Torneos internacionales

Copa Intercontinental: 1991
Copa de Europa: 1991
Copa Mitropa: 1958 y 1968

Torneos amistosos

Trofeo Teresa Herrera: 1971
Trofeo Costa del Sol: 1973



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Durante una concentración, cuando era entrenador de Estudiantes de La Plata, mientras miraba un partido por televisión escuché que desde otra habitación gritaron como locos ¡goool!
Fui corriendo a ver porque pensé que también se transmitía otro encuentro; pero cuando entré vi que ¡estaban jugando a los video games con la Play Station mientras se disputaba un partido del campeonato argentino!
Además, para colmo de males, cuando ingresé Marcelo Carrusca se distrajo mirándome y le metieron un gol. ¡Ay nene, en la cancha siempre te pasa lo mismo!, le dije.

(CARLOS BILARDO, ex futbolista y entrenador argentino)

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En el primer tiempo estuvimos apagados, no jugamos a nada, y el público lo supo. Tras el descanso empezamos a achuchar y a apretarnos, y el público se puso cachondo.

(JAVIER CLEMENTE, siendo entrenador del Athletic Club de Bilbao)

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Es de mal gusto intelectual hablar de fútbol, como si los jarrones de la cultura estuvieran en riesgo de estropearse con los pícaros movimientos del balón.

(JORGE VALDANO, ex futbolista y entrenador argentino)

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Diálogo en la tribuna (Eduardo Pérsico - Argentina)


-¿Qué tal? Hoy vino temprano.

-Sí, para ver la tercera. ¿Y ese número cuatro?

- Es un crack. ¡Es el nieto de Sánchez!

-¿Del zurdo Sánchez?

- No, del chueco Sánchez, el que jugó junto a Gimarri.

- Ah, ¿y éste de la peluca verde es el nieto? ¿Usted no se acuerda del padre?

- Sí, lo baleamos cuando erró un penal sobre la hora.

- Un jugador fuerte; la pelota o el hombre.

-Ni me hable. Se tiraba tanto a los pies que fracturó al fotógrafo de “El Gráfico”. Bueno, en 1940 Valussi el de Boca lesionó para siempre a un manisero.

- ¡Qué rápido es el seis, parece Sarcutti!

- Sí, pobre Sarcutti; lo masajeaban con líquido de freno. A Lanús le hizo un gol de palomita y se lo anularon por volar muy alto

- Y sí, cosas del Reglamento. Ese año descendimos por la camarilla del técnico y la barrabrava.

- Usted lo dijo, una camarilla. A Vigorito ni de suplente lo ponían esos tipos.

- ¿Sabe que viene un cabeceador paraguayo que mide dos metros?

- Y, con dos metros cabecea cualquiera, pero los delanteros de antes lo hacían a ras del piso. Los wines corrían por la línea, centro, palomita y gol. Albella, Erico y Mastrufio cabecearon tanto que perdieron la memoria.

- Y hoy falta habilidad y sobra estado físico. ¿Se acuerda cuándo a los europeos le hacíamos seis?

- No me acuerdo. Igual, nuestro jugador es el mejor.

- Por supuesto, con Panamá nunca perdimos y Brasil nos gana de suerte.

- Usted lo ha dicho. ¿Se acuerda cómo pateaba Santini?

- Sí, una vez hizo un gol de doscientos metros y se lo anularon por lejanía.

- Me acuerdo, a Ríver. Pero jugador jugador fue Pedernera. En verano jugaba con ojotas y a la sombra pero le sobraba panorama de cancha.

- Pero con esos compañeros jugaba hasta un burro como Pelé, que jugaba porque era negro y no lo discriminaban…

- A propósito; Banfield trajo un senegalés que de noche no lo agarra nadie.

- ¿Y no se acuerda de Olkenian? Le cobraban exceso de velocidad y una vez se cayó al foso.

- Sí, en cancha de Racing y suerte que no estaba el cocodrilo…

- Nosotros éramos el fantasma de los clubes grandes.

- Sí, jugábamos con una sábana… El técnico que tenemos ahora en Banfield exige otra marca de zapatos para no resbalar en la media puntada, y el analista Cachulo Montalbán dijo “por fallarle el plan estratégico táctico explosivo intercambiable, el Taladro recepcionó nueve derrotas consecutivas neutralizantes de su efímera aspiración campeonativa”. Ese tipo analiza bien, ¿no le parece?

- No. Yo digo que si jugáramos con seis delanteros retráctiles y nueve stoppers medio libres, perderíamos menos.

- Sí, pero serían quince; el técnico anterior quiso jugar con seis enganches, cuatro carrileros y un maquinista, pero la AFA no autorizó el contrato del guarda.

- Ahí tiene, siempre el asunto del contrato. Mardoquio erró ocho penales seguidos y siguió pateando por el contrato: “los penales serán pateados exclusivamente con mocasines Sacachispa”. ¿O quieren que vuelva a patear Páez, como en el sesenta?

- ¿Cómo nos olvidamos de Paéz? Lo miraba en los ojos y el arquero se tiraba al revés. Paéz tomaba carrera, miraba aquí y pateaba allá…

- Sí, era un fenómeno el bizco pero ahora nos dan penal si nuestro jugador ingresa en terapia intensiva.

- El último que erramos ya perdíamos cinco a cero.

- Y qué quiere con los referís. Una vez la AFA suspendió a Nai Foino por gritar un gol de Atlanta mientras dirigía…

- De ese referí ni me hable; contra Lanús nos dirigió apuntando con una Luger.

- Era otro tiempo. ¿Vio a los rosarinos; en cada gol se acarician las partes?

- La psicóloga de ellos dice que la caricia íntima fortalece el grupo humano.

- Sí, ahora se acarician también si es gol del contrario y el arquero ya formó pareja con el back central, uno rubiecito.

- Está bien, así la familia vuelve al fútbol. ¿Sabe que volvió de Europa el Piolín Filosi?

-¡Qué despelote la mujer de Filosi! La nobleza inglesa la condecoró como “groncha sudaca” y el Piolín exigió entrenar en su casa.

- Hizo bien, para eso hizo guita. Este año cobró trescientos mil millones de euros.

- Vea, la plata no es nada si somos campeones. ¿Y la alegría; quién nos quita la alegría?

- Si señor, la alegría popular es lo más grande que hay. No se imagina la bronca de mi cuñado cuando gana Banfield…

- Hoy reaparece el turco Urdapilleta. Viene con publicidad de un laboratorio colombiano y tendrá un guardaespalda lentesnegro en el área contraria.

- Jugador que juega con custodia, mal negocio.

- Por eso Filosi. ¿Cuánto recaudaron la última vez? Millones de millones. El Filosi hoy no domina bien la pelota porque juega con tacos altos y medias negras de “Fetiche, Calzado Femenino”, pero el jugador tiene su público.

- Sí, y antes los jugadores se divertían más. Chisotti en curda era imparable.

- ¿Y Vigorito? Era un crack y no tomaba ni agua. Casi se muere.

- Es que siempre aparecen jugadores. En el potrero los pibes gambetean solos, sin un miserable sponsor. ¿Por qué se olvidan del potrero, el de mi barrio ni baño tiene?

- Bueno, aquí tampoco hay… Le decía, Vigorito, nieto del otro Vigorito, se mete en el arco con pelota y todo, pero el técnico lo hace jugar de limpiaparabrisas al vacío arrastrando la marca en diagonal al isósceles, y el pibe fracasó por no saber matemática. Pero le digo, hoy en el metegol es un genio.

- Yo no entiendo. Antes un insai era un insai, la línea media era Caparelli, Mouriño y Dángelo o luego Juan, Perico y Andrés calzados con Llavetex, y a otra cosa.

- Y hoy por ahorrar plata entrenan sin pelota. Igual, creo que modificar el desplazamiento inorgánico de los verticales transitorios y jugar sin wines ni jases y con polifuncionales multirreceptores cuánticos, que antes no había, está bien; pero respetando al jugador. Y hoy mi sobrino Vigorito que no tiene un sponsor para su camiseta de metegol…

- Igual, yo vengo a la cancha porque en casa degollaría a mi mujer.

- Tiene razón. ¿Vio a Masci, el arquero de Lanús que salta para abajo? El domingo le hicimos siete pero ante la prensa lo aplaudieron. Recita lindo el loco…

-Otro genio explicador es el técnico de la Selección: “mis jugadores serán los de mejor presencia física”, dijo y exigió que le concentraran a Carlos Gardel. Y pobre el Morocho, habrá sonreído. ¿Qué más quiere?

- Le doy una noticia: a Peña y Arenales le ofrecieron una pichicata al litio sin rastros ni en la picadora de carne. Cualquier falopa es dietética al lado del Potenplux mil: un jeringazo a cada uno, incluído el masajista, y si empatamos un partido será para disimular.

- Dios lo oiga. Bueno, gracias por la noticia y ya me voy.

- ¿Cómo, ya están saliendo y hoy tampoco verá la Primera?

- Ni loco, yo al fútbol lo veo en la tele. Es más emocionante, ¿vio?


(cuento tomado del portal “Euro Banfield” a quien agradecemos)

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