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Si el padre es boludo, el hijo es boludo.

(NÉSTOR "Pipo" GOROSITO, ex jugador argentino, cuando era técnico de Lanús, en 2005, refiriéndose a los plateístas de esa entidad que insultan y van con sus hijos)

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El crítico de fútbol es un privilegiado que empieza a jugar cuando el partido termina: por eso gana siempre.

(FERNANDO NIEMBRO, periodista deportivo argentino)

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Precaución - John Terry (VII)

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La patada (Marcelo Bentaberry - Argentina)


(un cuento para leer con canilleras…)

-Y sí… reconozco que fui un poco fuerte, tal vez demasiado, pero... ¿qué querés que le haga??? El tipo me sacó, me hizo enojar como nunca, ¿qué le voy a hacer?
-Y sí… reconozco que fui bastante fuerte, o mejor dicho muy fuerte, pero estaba enojado, mucho, ¡¡muy, muy enojado!!
-¡¡El guacho se metió con Ofelia!! y a mi que no me toquen a la Ofelia, para mi la Ofe (así es como yo la llamo en la intimidad) es todo, es mi vida, es mi sol, es mi... TODO ¡¡Y no voy a permitir que ningún guacho la llame vaca, ni chancha, y menos gorda obesa, ¡eso es imperdonable!
-¡Yo sé que me quiso hacer calentar, pero que no se meta con la Ofe, ¡con ella no!
-Reconozco que está un poco entrada en kilos, pero igual la quiero, y ese guacho no se tenía que meter con ella. Si al final yo soy el que le da de comer, para eso le doy todo el sueldo, y tengo además del fútbol dos trabajos más. ¡La cama reforzada la compré yo, y la ropa XXXL la pago yo, no él!
-¿Qué se mete ese con la Ofe, me querés decir? ¿cómo no me voy a enojar?
-Si, reconozco que estuve un poco violento, y por eso creo que debo pedirle disculpas después de que han pasado estos días, o mejor dicho semanas, no, en realidad... 18 meses de la patada. Le tendría que pedir disculpas, pero él también a mí, porque no nos olvidemos que me ofendió a la Ofe!!
-¡Yo sé que estuve mal, que levanté un poco la pata en esa trabada, pero estaba enojado. Sé que fui mal y con la pata alta, y me di cuenta, que se me había ido la mano, cuando la otra pata mía le pegó en medio del estómago, pero con la derecha reconozco que me desubiqué.
-Con la derecha lo agarré en la rodilla, ¿y qué querés? Si me había ofendido a la Ofe!!
-Me di cuenta que tal vez lo había lastimado cuando sentí el ruido, ese crassssh me pareció feo, pero tené en claro que mi enojo era más.
-La sangre pensé que era de la boca de él, porque también le di un buen codazo, pero nunca pensé que la patada…
¿No me jodas, que no va a poder practicar ningún deporte nunca más? ¿que apenas puede doblar la rodilla con la ayuda de sus manos?
-¡Y bueno si me había ofendido a la Ofe, ¿qué querés? ¿qué lo felicitara?
-¿Pero algún deporte podrá practicar? Ah, no, ¿ninguno?
-Entonces que juegue al dominó, o al ajedrez, pero a mi Ofe no la toca nadie, y menos los rivales:
- ¡¡La Ofelia es la más grande!! ¿de qué te reís? ¿o querés que te pegue una patada a vos también?

(agradezco a Marcelo el autorizarme a publicar este soliloquio con todos ustedes, que intenta arrancar una sonrisa al lector en vez de ser una incitación a la violencia. Que quede claro. De no haber sido escrito con ese espíritu no estaría en este blog. Gracias Marcelo nuevamente.)

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Si bien la infraestructura con la que cuenta el equipo es muy buena, me sorprendió que no hubiese un vestuario. Los jugadores se cambian a un costado de la cancha y no se bañan. Tengo entendido que es porque no se pueden ver desnudos. Entrenás, te cambiás y volvés a tu casa a bañarte.
Para mí era todo nuevo y la primera vez que fuimos a un estadio grande a jugar, terminó el partido y yo me saqué la ropa para ir a bañarme. Todos me miraron muy extrañados y entonces enseguida me volví a poner los pantalones.


(GERARDO "Karibito" MORALES, jugador uruguayo del club Mes, de la ciudad de Kerman, contando sus vivencias en el fútbol iraní. Publicado el 08/01/2008 en el diario "El País" de Montevideo)

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Yo pensé: Él está hecho de carne y hueso, como yo. Yo estaba equivocado.

(TARCISO BURNIGCH, defensor italiano encargado de marcar a Pelé durante la Copa del Mundo de 1970)

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La manía de estropear las cosas sin necesidad es el gran mal del barcelonismo. Siempre tiene que pasar algo que no nos deja ser felices unos cuantos años seguidos.

(CARLES REXACH, ex jugador y entrenador del Barça. Tomado de su libro "Ara parlo jo")

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Precaución - John Terry (VI)

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CANARIOS - F.C. Nantes (Francia)


Apodados "Canarios", en clara alusión al colorido amarillo de su uniforme, el Footbal Club Nantes Atlantique fue creado el 21 de Abril de 1943, contando con uno de los mejores palmarés del fútbol francés con ocho Campeonatos y tres Copas de Francia.
El Club Nantes es el representativo de la ciudad homónima, del departamento de Loira Atlántico y de la región Países del Loira. Se crea de la fusión de varios clubes de la ciudad: el Saint-Pierre, el Stade Nantais U.C., el A.C. Batignolles, el l'A.S.O. Nantaise y el Mellinet.
Más que valorar un número importante de campeonatos y éxitos en su rico historial, los Canarios son portadores de una filosofía de juego y valores colectivos instaurados por los fundadores del club y que se mantienen vivos con el paso del tiempo.
El Nantes irrumpe en el campeonato profesional de la segunda división francesa a partir de la temporada 1945-46, después de un período de aprendizaje, bajo el impulso de hombres como el Presidente Marcel Saupin, verdadero icono de la institución.
Es necesario esperar once años para ver a los "Canarios" acceder a la primera división (1963) bajo la dirección técnica de José Arribas, entrenador emblemático que permanecerá en el puesto hasta 1976. El FCN confirma inmediatamente que no usurpó su lugar entre los mejores: conquista dos títulos nacionales en 1965 y 1966. Le sigue un período de transmisión que desemboca en la tercera corona (1973).
Los años 70 afirman el clásico contra el Saint-Etienne y en el verano de 1976 Jean Vincent sucede a José Arribas. Su sapiencia se ve tiempo después cuando los Canarios ganan el campeonato de 1977 y repiten en 1980, además de haberlo conducido tres veces al segundo lugar.
El palmarés del Nantes se enriquece también con la victoria en la Copa de Francia de 1979 ante el Auxerre, un trofeo que se había negado en tres ocasiones y este éxito les abre las puertas de la Liga de Campeones (hoy Champions League).
La presentación es un éxito, siendo eliminado por el Valencia en semifinales, después de haber sacado del torneo al Steaua Bucarest y al Dínamo de Moscú.
El cambio de década no afecta de ningún modo la dinámica nantesa. Resultado: un quinto título en 1983 y una cantera de juveniles que es modelo en Europa, las generaciones futuras se preparan bajo la tutela de antiguos jugadores de la casa. Campeones del Mundo con Francia en el Mundial de 1998 y vencedores de la Euro 2000, salieron de este "vivero": Didier Deschamps, Marcel Desailly y Christian Karembeu entre otros cracks.
No se consiguen grandes resultados a comienzos de los 90’ y en la temporada 91-92 el club presenta graves problemas financieros. Gracias al plan de rescate establecido por los dirigentes, en el año 1992 el club cambia su antiguo nombre de Football Club de Nantes, añadiéndole el Atlantique, al estar al borde de ser descendido administrativamente a segunda división.
En la primavera de 1995 y bajo la conducción de un entrenador carismático, Juan Claude Suaudeau, los canarios se consagran Campeones de Francia con una nueva marca de invencibilidad: treinta y dos partidos sin derrotas.
Alcanza las semifinales de la Liga de Campeones 95-96, siendo eliminado por la Juventus de Turín. Prosigue su carrera en el campeonato de Francia (tiene el récord de 44 temporadas consecutivas en Primera División), ubicándose en el tercer puesto en la temporada 96-97 y en la 99-00. El octavo título llegaría en la 2000-2001 y dos Copas de Francia en 1999 y en el año 2000.
Tras estos logros se inicia en el club un período negativo que culmina en el año 2007 con el descenso a segunda división poniendo fin a 44 años de presencia ininterrumpida en la elite del fútbol francés, que pierde a uno de sus equipos históricos reputado por su forma particular de entender el deporte basada en la cantera y en una filosofía muy particular de ver y sentir el fútbol.
Oficia de local en el Estadio "La Beaujoire", que cuenta con una capacidad de 38.489 espectadores y fue inaugurado en Mayo de 1984. El antiguo estadio del equipo era el Stade “Marcel-Saupin”.

Palmarés
Liga de Francia (8): 1965, 1966, 1973, 1977, 1980, 1983, 1995 y 2001
Copa de Francia (3): 1979, 1999 y 2000
Supercopa de Francia (3): 1965, 1999 y 2001
Subcampeón de Liga (7): 1967, 1974, 1978, 1979, 1981, 1985 y 1986
Subcampeón de la Copa de Francia (5): 1966, 1970, 1973, 1983 y 1993

Fuentes consultadas:
* Café fútbol
* Wikipedia
* Página oficial del Club Nantes

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¿A usted lo marcó aquel Argentinos del 85?
Sí, la gente no olvida la final con Juventus ni el juego que desplegó el equipo. Pero en ese Argentinos tuve muchos problemas, al grupo le costaba comprender mi mensaje.
Cuando se ganó, nadie reconoció
"José tenía razón". Tal vez fue culpa mía, nunca dije lo que realmente pasaba.

¿Borghi pudo haber sido el heredero de Maradona?

Pudo pero no quiso. Se conformó con lo que era. Sigue pensando igual que cuando debutó en Primera.

¿Maradona fue el mejor jugador que vio?

Del 50 hasta hoy no hubo nadie que jugara como Diego. Puede darse el lujo de volver todas las veces que le dé la gana.

(JOSÉ "Piojo" YUDICA, ex jugador y técnico campeón de América con Argentinos Juniors en 1985, en revista "Mística" del 9 de Agosto de 1997)

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A los jugadores: cómprense el departamento antes que el auto.

(CARLOS TIMOTEO GRIGUOL, director técnico argentino)

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Dios le dio dones a los hombres. A todos les dio algo. Yo era el último en la fila y cuando me tocó, casi se habían acabado los dones. Yo creo que se preguntó: ¿Y ahora, qué hacemos con éste? Pues que juegue fútbol.

(Edson Arantes Do Nascimento "PELÉ", haciendo gala de la humildad acostumbrada)

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Precaución - John Terry (V)

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En el Mundial de fútbol (Elsa Tebere de Ferraro - Argentina)


Aunque me pinte los labios
con tu color preferido,
seguirás mirando fútbol
y el programa deportivo.

Así me ponga la tanga
y al aire deje a mi ombligo,
tú siempre junto a la tele
y a tu equipo tan querido.

No puedo verte hecho un "zombi"
tras el gol y la pelota
voy de a poco ¡desnudarme!
¡y dejarte abierta la boca!

Y si no puedo lograr
que por mí te vuelvas loco,
pondré fin a mi impotencia
¡usando el control remoto!

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En el fútbol somos once contra once y la pelota es redonda.

(GARY LINEKER, ex futbolista inglés)

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No fue por cábala que me afeité. Sólo fue por espíritu de contradicción. Le escuché a un dirigente de la Federación Italiana criticar la barba y entonces me la dejé crecer. Pero después de varios días otro directivo me dijo que me quedaba muy bien y decidí quitármela.

(MARCO TARDELLI, ex jugador italiano, y su enojo con los dirigentes de su país, al llegar a España para disputar el Mundial de 1982)

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Alan Shearer es un tipo muy aburrido. Le llaman Mary Poppins.

(FREDDIE SHEPPERD, ex Director General del Newcastle United, no muy convencido de renovarle el contrato al centrodelantero inglés en 15 millones de libras esterlinas -2000-)

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Precaución - John Terry (IV)

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Entrevista a Eduardo Galeano

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Las pasiones que esconde la pelota, pasando por la violencia y hasta su propia incapacidad para jugar bien, cobran vida en Galeano

El hombre acude puntual a la cita. Llega apurado, agobiado por el calor en una ciudad que no da respiro. Entra, saluda a los pocos parroquianos que hay en el lugar, pide un café y se sienta a la mesa. El que está enfrente de quien escribe es el uruguayo Eduardo Galeano, escritor, periodista y amante del fútbol, todo en idénticas proporciones.

La charla deambula, recorre esta pasión rioplatense, sus virtudes, sus defectos, pero comienza por cuestiones básicas:

-¿Cómo se enamoró del fútbol?

-Supongo que fue durante el embarazo de mi madre. Pero no recuerdo a qué altura. Sé que cuando nací, lo hice gritando gol, lo que no tiene nada de raro en este país. Todos los bebes uruguayos nacen gritando gol. Y por eso las maternidades son acá lugares muy ruidosos, con toda esa gurisada recién nacida que grita gol. No fui nada original en esa pasión ni lo soy ahora. El fútbol es una pasión colectiva en el Uruguay casi sin excepciones. Es una religión que no tiene ateos.

-¿Y de Nacional?

-Mi viejo era muy de Nacional y supongo que me transmitió esa fiebre. Pero la verdad es que yo soy cada vez más hincha del fútbol y cada vez menos hincha de mi club. Me he convertido en un mendigo de buen fútbol y con el paso de los años cada vez me importa menos de qué color es la camiseta del jugador que brinda belleza en el campo.
Y eso
-explica- me coloca en una posición privilegiada para disfrutar del buen fútbol, porque me permite disfrutar más allá de las telarañas que el rencor, la mezquindad, te colocan delante de los ojos para impedirte ver. Como le sucede al hincha cuando se convierte en fanático, que no es capaz de ver lo que de bueno puede hacer el rival. El adversario queda demonizado en la misma medida en que se diviniza el propio equipo.

Sin embargo, esa pasión por el fútbol no se reflejó en la habilidad de Galeano para este deporte. A pesar de que se define como un mal jugador, admite que, cuando era chico, quiso ser futbolista. "Quería ser jugador de fútbol, como corresponde a todo uruguayo de ley. Jugaba en el barrio del Buceo, al borde del agua, a la orilla de lo que nosotros llamamos mar, en la arena o en los pastizales de la costa; ahí jugué toda mi infancia y siempre muy mal. Siempre fui pésimo, un patadura total", reconoce.

Toma una vez más una servilleta de papel y se seca la frente y la calva. Pasajero alivio para el sofocante calor que se vive, que se transpira. Recompuesto, se mete de lleno nuevamente en la charla.

Las críticas hacia el fútbol parten desde varios frentes. Y Galeano les responde con la misma pasión que siente por este deporte. "El otro día leí unas páginas indignadísimas de Umberto Eco contra el fútbol, en las que él lo descalifica porque se ha convertido en un objeto de consumo, o sea, se practica cada vez menos y se mira cada vez más. Pero con ese criterio, bien se podría descalificar al teatro, o a la música, o a la danza, o a la propia literatura, que tiene muchos más lectores que escritores", responde. "Para mí el fútbol es una de las innumerables expresiones de cultura, en la medida en que expresa la identidad colectiva. Dime cómo juegas y te diré quién eres".

Y continúa la defensa: "El fútbol tiene mucho de fiesta, y está ahora injustamente asociado con la violencia. Como si los matones que ejercen la violencia usando el fútbol como pretexto estuvieran autorizados para desautorizar el fútbol. Es como la fábula de Leonardo da Vinci en que narra la indignación del vino frente al borracho, porque el borracho le falta el respeto. El que se emborracha lo hace en nombre del placer que el vino da. Lo mismo pasa con el fútbol. El violento en el fútbol es violento en cualquier lado. Es como echarle la culpa de la fiebre al termómetro. La violencia encuentra en el fútbol un vehículo de desahogo, que a veces convierte a las canchas o a las tribunas en un campo de batalla. Pero el fútbol es mucho más que eso", responde.

La entrevista cambia de rumbo, casi naturalmente. No importa qué tema se aborde.

-¿Cuáles eran sus ídolos en su juventud?

-Tenía algunos, sobre todo los de Nacional. Entre ellos, un argentino inolvidable, que venía de San Lorenzo, Rinaldo Martino. Pero tenía también como ídolos a jugadores enemigos, los de Peñarol, y fue ahí donde me di cuenta de que como hincha venía fallado. Admiraba, por ejemplo, a Schiaffino. Yo estaba obligado a odiarlo y sin embargo lo valoraba", dice, reconociendo la traición hacia sus colores.
Y yo creo que el gran símbolo del fútbol uruguayo también está entre los enemigos: Obdulio Varela. No sólo por jugador, sino por los valores que representaba. Era un hombre muy digno, muy leal, muy valiente, que tuvo actitudes insólitas. Peñarol fue uno de los primeros equipos que tuvo publicidad en la camiseta y él se negó a llevarla. Salían los demás con la publicidad y él, nada. Decía: 'Ya se acabó el tiempo en que a los negros nos llevaban de una argolla en la nariz'.

En la voz de Galeano se percibe la nostalgia por aquellos buenos tiempos del fútbol uruguayo. Varela, figura en el Maracanazo de 1950, es el tema recurrente: "Obdulio, que no festejaba los goles por no ofender al rival, fue la última realización de ese fútbol capaz de nobleza. No sé si ahora se podría dar un jugador como él".

-¿Por qué?

-A medida que el fútbol se va profesionalizando más y más, se convierte en industria del espectáculo, con reglas muy feroces para sus protagonistas, se van haciendo más raros los espacios de libertad, de dignidad, de fantasía, que resultan sacrificados por la rentabilidad del negocio, como en otros órdenes de la vida también. Hay, además, una tendencia a la concentración de poder, en el fútbol y en todo lo demás, y la FIFA es una expresión de la organización internacional del negocio, con un poder muy concentrado cada vez en menos manos.

-¿Y qué tiene entonces el fútbol para seguir atrayendo a todo el mundo?

-Si bien a veces es horrorosamente mediocre, aburrido y espantoso, tiene capacidad de belleza, lo cual lo hace un deporte con capacidad de arte, tiene energía de arte.

El momento de la despedida está cerca. El calor de Montevideo nos espera afuera. Pero antes, como al pasar, Galeano devela otra de las causas de la atracción del fútbol. "Lo bueno que tiene el fútbol es la capacidad de sorpresa, de asombro, y ése es un ingrediente fundamental. Si no fuera por esa capacidad de asombro, que es objetivamente contradictoria con la gran máquina millonaria del fútbol como negocio, esa maquinaria naufragaría".


(entrevista extraída del portal "Solo Literatura")

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Siempre jugué de boina... Sí, siempre... Fue una costumbre "gallega" que jamás dejé. Por cábala, qué se yo. Desde la 4ª de Olimpia, con una blanca, después, en River y Peñarol, una negra. Allá por el 39 adopté la blanca, la que estando en Boca la bautizaron "boina fantasma". Hasta reportajes me hicieron, por aquellos goles a River, del '43 al '45. Hasta los hinchas usaban boinas blancas.
Aclaro que no usé siempre la misma. No. Rara vez jugando en Boca, me quedaba con ella después de los partidos. Regalé a montones: hoy, la verdad, no tengo ni una de recuerdo...

(SEVERINO VARELA, recordado goleador uruguayo de extraordinario paso por Boca Juniors a mediados de la década del '40)

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Bueno, todos pensamos que estamos con la mujer más bonita del mundo hasta que salimos por el barrio a tomar un poco de aire.

(ÁRSENE WENGER, técnico del Arsenal, respondiendo años atrás a Sir Alex Ferguson, quien se quejaba de la clasificación de la Premier y su falta de justicia respecto al juego de su equipo, el Manchester United)

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Esta es una selección escocesa poco habitual... porque tiene buenos jugadores.

(JAVIER CLEMENTE, actual entrenador del Real Murcia, haciendo amigos cuando dirigía a la selección española)

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Precaución - John Terry (III)

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Desde afuera (Lucas Otero - Argentina)


Ese Gol, Dios mío, que Gol.

Los sueños, de tanto insistir, se hacen realidad, y eso se sabe.

La pelota venía bombeada y yo, parado como siempre de nueve, pero esos nueves que bajan, no se crea que me quedaba pegadito al área como un pescador, no, yo bajaba y armaba el juego “jugaba y hacia jugar”, la pelota venía bombeada le decía, creo que había rebotado en mi profesor de historia en un despeje, saqué un fulbo de chilena que si se lo cuento no me cree, y menos aun me creería si le digo en que parte del arco entro el cuero. Además, para ganarme su reputación de mentiroso, yo soy de esos zurdos que quien sabe porque las chilenas y las rabonas las hacen con la derecha, a veces pienso que es porque con una pierna nos basta y nos sobra, la derecha la tenemos para poder correr a la par de los demás, aunque ni eso. Le decía que la bocha se clavó en un ángulo inatajable para cualquiera que se encontrara defendiendo los tres palos, inclusive para mi profesora de matemáticas. La reputa madre, el Gol se lo hice a mi profesora de matemáticas, ¿usted puede creerlo? A mí me chupó un huevo, yo lo grité.
El partido se dio por terminado en ese instante, porque teníamos que hacer un ejercicio de integración de grupo o alguna boludez por el estilo, era lo lógico, después de eso no había más que hacer futbolísticamente hablando, no había nada más para ver, “se acabó la función” pensé.
Nadie me dijo nada, nadie hizo un comentario, ni siquiera Lucas, como jugaba mi tocayo Lucas, un 5 “de esos”, para que le voy a mentir. Es el día de hoy que sostengo que esa falta de comentario fue porque atajaba la puta esta de matemáticas, si estaba en el arco alguien con pito, todos me lo hubieran reconocido, y uno a veces hace las cosas para que se las reconozcan, para levantarse mas minas, no me venga ahora a decir que no, de todas maneras le digo, que cuando la bocha venía bombeada, lo que menos pensé fue en ella, simplemente fue ese impulso que tenemos los buenos jugadores del balompié.
Yo interiormente sabía, y es el día de hoy que sé, que si en el arco estaba quien usted o Dios quiera poner, la masa de aire entraba igual, o mejor aun, porque los arqueros, los de a de veras digo, cuando saben que no llegan se tiran igual para que los compañeros no lo puteen, y le dan ese show a la jugada. Eso le faltó al mío, un poco de show, una volada, un “algo más”. Pero no, la de matemáticas solo me desmereció diciéndome que le había pegado muy fuerte. Ni idea tenía, no sabía las cosas que se me cruzaron en ese momento, además yo pensaba que como me podía decir eso si la cacé a 17 metros del arco.
Al retirarnos pasé por la cancha y me quede sentado al borde, había unos chicos jugando y bastante bien creo, pero yo me quede mirando e imaginando mi Gol, pensaba que tendría que haber una palabra en el diccionario que defina lo que hice, porque Gol le quedaba chico, una cosa es un Gol y otra fue lo que hice, son dos cosas totalmente distintas, la única, e injusta similitud, es que suman lo mismo, y eso, señores que hacen el reglamento, sépanlo, está muy mal.
Pero le decía que me paré al borde de la cancha y quería saber como había sido, ¿cómo podía haberlo hecho y ni siquiera verlo? Que injusto que es vivir en cámara subjetiva, uno se cuida, se mira al espejo actuando entre los demás, y cuando llega el momento no puede verse.
Fue media hora para reconstruir 1 segundo, quizá 2, “no puedo, no se puede” me dije, me paré y conté los 17 metros que separaban el lugar del hecho al del arco y me fui a casa, pagué 2 boletos, uno para mí y otro para mi orgullo, que seguramente tendría que haber pagado exceso de equipaje.
Desde ese día tengo la costumbre de hacer ese ejercicio antes de jugar, ese de mirar la cancha y verme ahí. Trato de evitarlo, le juro, pero tengo sueños y no puedo con ellos. Muy pocos fueron los días que tuve la necesidad-obligación de mirar después del juego, muy pocos, pero muy pocos. Tengo horas y pasión por la pelota, pero un Gol como ese día, nunca más, lindos e importantes si, pero no como aquel. Y no me diga que las cámaras, la tecnología y esas boludeces, por favor, las cámaras no graban las sensaciones, y mucho menos logran reproducir los sueños.
Pienso que ese Gol fue lo peor que me pudo haber pasado, me obligó a tener la necesidad de verme, pasa que no solo me quiero ver en una cancha de fútbol, me quiero ver amar, trabajar, caminar y hasta comprar fasos para ver de que manera seduzco a la del super que esta bastante buena, pero al igual que en mis sueños, la subjetitividad de las cosas me persigue. Pienso que ese Gol fue lo peor que me pudo haber pasado, le decía, porque hasta me quitó las ganas de jugar al fútbol, porque un Gol como ese día, nunca más.
Y diga usted que se lo hice a mi profesora de matemáticas...

(agradezco a Lucas Otero por su amabilidad al permitirme publicar este cuento)

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Hace mucho que dejé de ir a la cancha. Las veces que quise, no me dejaron entrar. A Huracán fui en dos oportunidades y me mandaron a la boletería. La gente que estaba en la cola y me reconocía no lo podía creer. Así que si eso pasó en Huracán, donde salí campeón, ¿para qué voy a insistir?

(ROQUE AVALLAY, ex futbolista argentino, campeón con Huracán en 1973, contando en 1997 algo insólito en cualquier país, salvo en Argentina)

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El fútbol me recuerda viejos e intensos amores, porque en ningún otro lugar como en el estadio se puede querer u odiar tanto a alguien.

(FRANÇOISE SAGAN, escritora francesa, 1935-2004)

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Lo más cerca que he estado de él es cuando le he dado la mano.

(célebre frase de un defensa del club inglés Northampton tras un partido en el que marcó a George Best. El galés anotó seis goles)

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Precaución - John Terry (II)

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Simplemente fútbol (Ignacio Copani - Argentina)


Simplemente una pelota va rodando
y se enciende la esperanza y la alegría.
Simplemente el juego de la mayoría
que se juega cada día en todos lados.
Simplemente es un gol que sabe a gloria.
Simplemente es abrazar a las figuras,
las de hoy y las que por siempre perduran
en el área grande de nuestra memoria.

Ponga música maestro y que se vengan
a bailar grandes y chicos, todos juntos
como baila el samba toda la defensa
si la agarra el Rey Pelé y les hace un nudo
si Usted mismo aquí se ve, no se sorprenda
porque todo esto es simplemente futbol.

Suena el silbato y yo me escapo del mundo.... Simplemente Fútbol!!!
Mi alma contenta por noventa minutos...Simplemente Fútbol!!!

Johan Cruyff le tira un centro a Valderrama
que la baja con el pecho a Zamorano,
Maradona la acomoda con la mano,
la de Dios, mientras aquel inglés reclama.
En el arco Chilavert y Jorge Campos,
rezan por que no patee Ronaldinho
y Garrincha desde el cielo le hace un guiño
a Menotti que lo sufre desde el banco.

La tribuna se emociona y se divierte,
mientras pasan las postales deportivas
y una ola cubre todo el continente
y se olvidan por un rato las heridas,
y es que el futbol late al ritmo de la gente...
simplemente futbol, simplemente vida.

Suena el silbato y yo me escapo del mundo.... Simplemente Fútbol!!!
Mi alma contenta por noventa minutos... Simplemente Fútbol!!!
Si no hay partido me deprimo y me hundo... Simplemente Futbol !!!
al "Fuchibol", al "Calcio", al "Soccer" me subo... Simplemente Futbol!!

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-Usted dice que de los jugadores no se puede esperar mucho, tampoco de los medios. ¿Cuál es el punto de partida para esa revolución qué usted pide para el fútbol argentino?

-En algún lugar hay que arrancar. El día que algún dirigente se plante en querer salvar a su club y su gente esté convencida de ese mensaje y lo lleve como bandera -porque hay que quedarse tranquilos que al descenso no te mandan tan fácil-, ahí puede empezar a cambiar la realidad. Hay que pensar en los clubes y dejar de comprar diez jugadores para disputar la Copa Sudamericana, que por ahí te quedás afuera en dos partidos.

-¿Hay dirigentes con esas características?

-Raúl Gámez tiene buenas intenciones, pero fue tremendamente criticado por los medios. Ahora hay un Foro Social que se armó para que los clubes sigan siendo de sus socios. Pero es bastante loco, lo apoya Cherquis Bialo, por ejemplo, un bastión de Torneos y Competencias; un tipo que siendo gerente de Torneos y Competencias dijo “Argentinos Juniors, a Mendoza”. La rebelión es con la gente, pero a la gente hay que darle un mensaje claro. El día que surja un dirigente honesto, que no robe -porque vos pactás un amistoso en China y te podés traer cien mil dólares en el bolso, y eso es muy tentador-, vas a ver cómo la gente lo va a apoyar y cómo se van a armar focos por todos lados. No tengo ninguna duda de que es así.

(NORBERTO “Ruso” VEREA, ex arquero del ascenso argentino, columnista en programas de radio y TV, en declaraciones al diario “Página 12” del domingo 31 de Agosto de 2003)

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