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¿Fútbol femenino? Sólo escogería a las más guapas.

(GIOVANNI AGNELLI, empresario y senador italiano, fundador de la FIAT)

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Entrevista a Gerd Müller


Sr. Müller, ¿por qué ganará Alemania el Mundial del 2006?

No creo que nuestros chicos lo consigan. Espero que estén entre los cuatro mejores equipos. Pero, por otra parte, soy un mal profeta. Suelo jugar a las quinielas y casi siempre me equivoco. Quizás también me equivoque con respecto al equipo nacional.

Sólo falta un año para el mundial, ¿siente una especie de tensión previa?

La Copa Confederaciones es la primera puesta a punto. Pero por lo demás, aún no siento nada. Eso se va acumulando lentamente. Creo que el seleccionador nacional, Jürgen Klinsmann, debería empezar a jugar con el once inicial pensado para el mundial. Los jugadores del equipo deben acostumbrarse a jugar juntos, eso da seguridad.Sin embargo, él no deja de probar y probar.

Antes solía actuar siempre con la “pachorra” del bávaro, ¿o sólo fingía esa tranquilidad?

Antes de los partidos importantes, uno se va poniendo nervioso poco a poco. Pero cuando saltas al campo todo se acaba. En mi caso también era así. Siempre he jugado en buenos equipos, eso te tranquiliza automáticamente.

En el equipo nacional, usted ha superado algunos baches de forma.

Aún me acuerdo perfectamente, jugábamos en el antiguo estadio del TSV 1860, en la Grünwalder Straße, donde los espectadores estaban muy cerca del terreno de juego. Enfadado por mi mal juego, grité: "Si soy una mie... jugando, ¿qué hago en el equipo nacional?" Al día siguiente lo publicaron en el periódico y el seleccionador nacional dijo: "Entonces no puedo dejar que juegues." Pero quería cambiarme cuando Franz Beckenbauer saliera del campo. Aunque no era lógico por la posición en que jugábamos, él lo hizo. Nada más salir al campo, el balón acabó en la red. Derrotamos a Francia por 5-1 y mi crisis de baja forma desapareció.

Es usted el mayor goleador alemán de todos los tiempos. ¿Dónde está el monumento en su honor?

Monumento... que vaaa, de eso no hay nada. No me hace falta.

Se le llamaba "Bomber der Nation" (bombardero nacional) o "kleines, dickes Müller" (gordito Müller)...

Me gustaba más lo de "bombardero". "Gordito Müller" me llamaba mi antiguo entrenador Cajkovsky, pero lo decía de forma cariñosa.

Sr. Müller, en la final del Mundial de 1974 marcó el gol decisivo en la victoria por 2-1 contra Holanda. ¿Sería capaz de encontrar el punto exacto en el estadio hoy en día?

Al milímetro. El gol se suele ver a menudo en televisión. Pero también lo conservo en la cabeza. Cuando lo veo, me suelo preguntar: ¿Cómo conseguiste meterlo? Luego siempre se me pone la piel de gallina.

¿Y cómo fue exactamente?

(Gerd Müller se pone de pie y representa sobre la mesa la escena, aunque le faltan las figuras de los jugadores.) Aquí había tres holandeses, yo me muevo y ellos me siguen. Me vuelvo hacia atrás, ellos se quedan. El balón entra desde la derecha, centrado por Bonhof, se me escapa del pie izquierdo...

Perdón, ¿no se preparó el balón intencionadamente?

No, no, se me escapó del pie izquierdo hacia el derecho. Me giro y disparo inmediatamente. Como delantero, uno sabe dónde está la portería...

Usted ha conseguido goles desde todas las posiciones. Hoy la mayoría de los delanteros tiran a meta con la máxima potencia.

Sí, eso es algo que les reprocho. Sólo saben pegarle fuerte y a veces le dan al portero. También hay que saber empujar o bombear el balón. Lo principal es que el balón traspase la línea. Los goles flojitos también cuentan.

Es usted entrenador de un equipo de la cantera del FC Bayern. ¿Qué le puede ofrecer a los jóvenes?

Les he puesto vídeos míos, pero eso no se puede aprender, sólo cabe mejorarlo. Bruno Labbadia ha sido el único que ha jugado de forma similar. No hay ningún otro jugador.

Sinceramente, Sr. Müller, teniendo en cuenta los muchos goles que ha marcado, uno se pregunta: ¿eran tan malos los defensas de entonces o era usted tan bueno?

Sin duda, yo era bueno. Entonces solías tener en contra tuya un defensa central y el hombre libre en el centro de la defensa. Había muy poco espacio. Ahora se juega con una defensa de cuatro en línea. Con este sistema hubiera marcado aún más goles. Pero con los míos tengo bastante.

¿Cuál ha sido su gol más bonito y cuál el más importante?

Naturalmente el gol del 2-1 en la final del mundial fue el más importante. Pero mi gol más bonito lo conseguí en el partido repetido de la final de la Copa de Europa de 1974, el 2-0 contra el Atlético de Madrid. Fue un centro de Kapellmann, aunque no estoy muy seguro, paré el balón con el pecho y marqué de volea.
(Nota de la redacción: El primer partido acabó 1-1, el segundo 4-0 para el FC Bayern; goles: Müller y Hoeness, 2 cada uno.)

¿Cómo ha cambiado el sistema de juego con respecto a los años 70 y 80?

Nosotros aún jugábamos con cinco puntas o, al menos, con tres. Hoy se suele jugar con dos delanteros y, a veces, sólo con uno. Y con la defensa de cuatro en línea siempre hay atrás un hombre más que entonces. Antes, cuando en nuestro equipo subía Franz Beckenbauer como hombre libre, Zobel o Roth tenían que hacerle la cobertura. El central Schwarzenbeck nunca debía subir.

Usted trabaja como entrenador -a diferencia de antes- más en segundo plano. ¿Se considera afortunado?

Sí, totalmente. Acabo de prolongar mi contrato otros cinco años hasta el 2010. Entonces cumpliré los 65 y se acabó.

De los integrantes del equipo mundialista del 74, Uli Hoeness se convirtió en el principal directivo de la Bundesliga, Franz Beckenbauer fue, entre otras cosas, campeón del mundo como seleccionador y Berti Vogts fue campeón de Europa como seleccionador. ¿No le hubiera gustado lograr algo parecido?

No, estoy totalmente satisfecho. Los cargos directivos no me van, no estoy hecho para eso. Como entrenador junto a Hermann Gerland en la cantera del Bayern me siento completamente realizado profesionalmente.

¿Y qué tal su sensibilidad actual? ¿Le pica el gusanillo del gol de vez en cuando?

No, ya no me pica. Ahora juego al tenis. Además, tengo la espalda hecha polvo y no podría jugar al fútbol aunque quisiera. El tenis me va bien, aunque de vez en cuando siento un poco de dolor. Pero supongo que no me sentiría bien sin hacer algo de ejercicio.

(entrevista realizada por el popular periodista deportivo alemán Wolfgang Golz, en Junio de 2005 y de cara al Mundial de 2006, con el recordado goleador alemán)

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Estamos en Octubre de 1995. Partido caliente en la Bombonera: es el cuarto regreso de Diego al fútbol, y juega el dream team xeneize de Bilardo (Caniggia, Kily González, Navarro Montoya, Fabbri, Márcico, Mac Allister y El Diego) frente a Colón de Santa Fe, con el arbitraje Francisco "Pancho" Lamolina.
Claudio Caniggia mete una terrible patada, todos protestan, hay amontonamientos, forcejeos entre el "Huevo" Toresani y el Diego y llega la Justicia divina de Lamolina: todos amonestados, pero como Toresani ya tenía amarilla, lo echan.
El jugador de Colón, caliente, declara en los vestuarios que a él "lo echó Maradona".
Cuando el Diez se entera de la acusación, estalla frente a las cámaras de “Fútbol de Primera”: “En este país somos todos guapos. Le digo a Toresani que vivo en Segurola 4310, 7º piso. No creo que me dure 30 segundos. Toresani no existe”.

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Acepto los elogios, pero algunos son desmesurados. No soy Garibaldi.

(SALVATORE "Totó" SCHILLACI, ex jugador italiano, tras su muy buena actuación en el Mundial 1990)

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Yo no quería ser portero, pero era demasiado violento para ser jugador de campo.

(PETER SCHMEICHEL, ex internacional danés)

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Kubala (Joan Manuel Serrat - España)


Pelé era Pelé y Maradona uno y basta. Di Stéfano era un pozo de picardía.
Honor y gloria a quienes hicieron brillar el sol de nuestro fútbol de cada día. Todos tienen sus méritos; a cada quien lo suyo, pero para mí ninguno como Kubala. Se ruega al respetable silencio, que para quienes no lo han gozado diré cuatro cosas: La para con la cabeza, la baja con el pecho, la duerme con la izquierda, cruza el medio campo con el esférico pegado a la bota, se va del volante y entra en el área grande rifando la pelota, la esconde con el cuerpo, empuja con el culo y se sale de espuela. Se mea al central con un tuya mía con dedicatoria y la toca justo para ponerla en el camino de la gloria.
Viva el conocimiento y la alegría del juego adornada con un toque de fantasía. Fútbol en colores, bocado de 'gourmet', encaje de ganchillo, canela fina. La para con la cabeza, la baja con el pecho, la duerme con la izquierda, cruza el medio campo con el esférico pegado a la bota, se va del volante y entra en el área grande rifando la pelota, la esconde con el cuerpo, empuja con el culo y se sale de espuela. Se mea al central con un tuya mía con dedicatoria y la toca justo para ponerla en el camino de la gloria.
Permitidme glosar la gloria de estos hechos como hacían los griegos años atrás con la alegría de quien ha jugado a su lado y lleva su retrato en la cartera. La para con la cabeza, la baja con el pecho, la duerme con la izquierda.



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Recuerdo que en la época en la que River me llevó de Atlanta, Néstor Rossi, el técnico, me dijo que me habían comprado los dirigentes, pero que él no me había pedido. Yo le dije: "Usted no se preocupe, que el que lo va a salvar voy a ser yo".
Él había pedido a Marcelo Pagani, que vino de Rosario Central y fue a vivir a la pensión conmigo. Marcelo sufría como loco porque quería jugar. Y yo le decía: "Marcelo, agarra de cualquier cosa, agarra de wing derecho, de lo que sea, porque yo en este equipo voy a jugar de algo. No sé si saldrá Ramos Delgado, el polaco Cap, si saldrá el Negro Cubilla, no sé quién saldrá, pero yo de algo voy a jugar".

(LUIS ARTIME, tremendo goleador argentino de la década del '60)

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Los italianos pierden las guerras como si fueran partidos de fútbol y los partidos de fútbol como si fuesen guerras.

(Sir WINSTON CHURCHILL, célebre político inglés)

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No soy un santo. Tampoco soy ningún hijo de puta, sólo quiero sacar campeón a Racing.

(DANIEL LALÍN, ex presidente del Racing Club al asumir el máximo cargo de la institución de Avellaneda)

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Balón Dividido (Luis Alejandro Ordóñez - Venezuela)


Es el partido que toda una vida se espera jugar: apenas dos puntos detrás del líder; la derrota significaría ver a Los Dos Caminos celebrar el campeonato, como si les cupiera un trofeo más en la vitrina; el empate solo postergaría el fin, depender de que Montecristo le gane a Los Dos Caminos es creer que la Tierra puede girar en sentido contrario; ganar nos dejaría en el primer lugar a falta solo de otra fecha, por primera vez la posibilidad de darle un campeonato al Santa Eduvigis está tan cerca.
La emoción del equipo no hizo sino aumentar cada día, y ni siquiera las decisiones de la Liga, por demás esperadas, para enrarecer el clima a favor de Los Dos Caminos cambió en algo nuestro estado de ánimo, cosa que sin duda no dejé de agradecer. “¡Póngannos al árbitro que sea!” fue el grito de guerra durante los entrenamientos de la semana.
-¡Buenos días! dijo mi papá al entrar en la cocina. ¿Ya estás listo?
-Sí, salgo temprano. Vamos a hacer una concentración antes del juego.
Con decepción, papá me dijo que esperaba que nos fuéramos juntos al partido, un acontecimiento como éste debía ser vivido en familia desde el principio. No supe qué hacer, la verdad me hubiera gustado complacerlo, pero no podía decirle que sí.
-Suerte, agregó secamente antes de que yo pudiera encontrar un escape, y se sentó a leer el periódico.
-Gracias, nos vemos allá, respondí y salí.
Corre el minuto ochenta y el empate a cero se mantiene. Dos balones en el poste y la excelente actuación del portero han salvado a Los Dos Caminos de estar por debajo en el marcador. A estas alturas ellos agradecen el empate, pero sigue costándoles controlar el juego. A sabiendas de que es ahora o esperar el año que viene estamos volcados en su área. Prácticamente atacamos todos, solo yo me quedo en el círculo central atento a cualquier intento de contragolpe.
Y el intento vino. Un balonazo largo que llegaría a nuestra área de un bote. Supe que era una bola complicada, fui por ella con desesperación. Mi portero quiso salir a despejarla, pero a medio camino dudó y se volvió a la portería. Como el demonio que es, el extremo de Los Dos Caminos también fue tras el balón. Aunque no me ganó la espalda, logró alcanzarme. En la medialuna saltamos juntos por el dominio de la bola, la cabeceé intentando rechazarla, con la mala suerte que rebotó en su cabeza y siguió hacia el área. Hombro con hombro entramos en el área, sentí su mano tomándome el short, sabiendo lo que nos estábamos jugando levanté los brazos mostrando mi inocencia. El portero por fin decidió intervenir y salió de la portería. El delantero supo que no iba a alcanzar el balón, forcejeó con la liga de mi short, puso su cabeza por delante de mi pecho y se lanzó aparatosamente antes de que el portero agarrara el balón. Al saltar para esquivarlo no levanté suficientemente los tacos para que se llevara el recuerdo. Y cuando salté por encima de mi portero escuché el pitazo.
Por un segundo creí que había sentenciado simulación del delantero. Pero de inmediato vi al descarado vestido de zamuro trotando hacia el punto de penalti.
-¡Ni lo toqué! ¡No nos jodas el campeonato, vendido de mierda!
La tarjeta se tiñó de dignidad. Detrás de mí, otros tres compañeros desfilaron al vestuario. No vi el resto, los gritos de la grada fueron suficiente anuncio del cañonazo.
Antes de marcharse, uno a uno todos los jugadores se acercaron y me tocaron el hombro, no sé si a modo de solidaridad o de condolencia. Mi portero Pilatos fue el único que se atrevió a llamar las cosas por su nombre.
-Tu papá la cagó.
Sí, lo hizo, y todo el camino de vuelta a casa no pude dejar de pensar en cuál sería mi reacción al verlo. Abrí la puerta y ahí estaba, sentado en el sillón leyendo el periódico como si en todo este tiempo no hubiera salido. Fue cuando sentí la rabia subir indetenible desde las entrañas. Con todas las fuerzas que pude robarle a mi indignada resignación le grité a quemarropa:
-¡El coño de tu madre, hijo de puta!
Me miró, desarmándome con su expresión fresca de quien no arrastra culpas ni deudas, y antes de volver a su periódico de ayer, respondió tranquilo, casi sin darse por aludido:
-Tu abuela.

(Mi agradecimiento a Luis Alejandro Ordóñez por su generosidad al permitirme compartir este cuento con todos ustedes. Gracias Luis!!)

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Un cuarto de hora antes del inicio de un partido del Liverpool en Anfield, no había ni rastro en el vestuario de su peculiar, carismático y genial entrenador, Bill Shankly, y los jugadores comenzaban a mirarse extrañados y algo inquietos. De repente el técnico escocés irrumpió en él con la camisa rota, la corbata mal anudada, la chaqueta del traje colgando, su pelo enmarañado… Los jugadores, alarmados, le preguntaron:

- Qué le ha pasado, jefe?

- Nada, he estado en ‘The Kop’ con los chicos un rato.

A Shankly, que era un mito viviente en Liverpool, no se le había ocurrido otra cosa que ir a la grada más popular y populista de Anfield Road y dejarse abrazar, zarandear y agasajar por sus 28.000 aficionados. “Y le encantaba!”, recuerdan sus jugadores.

(anécdota contada por Peter Thompson, ex delantero del Liverpool en los años 60 y 70)

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Lo peor de una final es no estar en ella y tener que verla por televisión.

(HÉCTOR CÚPER, ex jugador y técnico argentino, tras la derrota del Mallorca ante la Lazio en la final de la Recopa de 1999)

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Esta fue el partido más negro de la historia del club. Viví el penal de Delem, la noche de Chile, donde después los de Banfield nos tiraron la gallina, pero este partido es incomparable. Estos señores tienen mufa. Aguilar es mufa con esta gente no se puede ganar, se necesitan ganadores.

(ALFREDO DÁVICCE, ex Presidente de River Plate, "atendiendo" al actual mandamás "millonario" José María Aguilar, tras la dura derrota de River el jueves pasado ante San Lorenzo y una nueva eliminación de la Copa Libertadores de América)

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EL CACIQUE - Colo Colo (Chile)


El cacique araucano Colo-Colo (1515-1565) actuó en varias acciones armadas en contra de los conquistadores entre las que sobresalen la batalla de Tucapel (2-12-1553) en donde Colo-Colo junto a Lautaro y Caupolicán propinaron una feroz y definitiva derrota a Pedro de Valdivia y el asalto a Concepción, en donde Colo-Colo saqueó e incendio la ciudad, haciendo huir despavoridos a los españoles.
El protagonismo de Colo-Colo en la guerra de Arauco siguió por varios años más después del aprisionamiento de Caupolicán y muerte a traición de Lautaro. Colo-Colo quedó como jefe principal de los araucanos, rindiendo su vida en la guerra de Quipeo. Después de la muerte de Colo-Colo ha continuado, hasta el dia de hoy, la lucha por la liberación del pueblo Mapuche, luchando primero contra la sangrienta colonia española y luego contra la tirania e indiferencia del gobierno chileno.
Con ese mismo aguerrido espíritu, en Abril de 1925 un grupo de ex futbolistas del Club Social y Deportivo Magallanes, liderados por David Arellano, funda en Santiago de Chile el Club Social y Deportivo Colo-Colo, único equipo que ha disputado todos los campeonatos de la Primera División de Chile, desde su creación.

Los comienzos futbolísticos

A comienzos del año 1925 el Club Social y Deportivo Magallanes se encontraba en una grave crisis institucional, debido a problemas entre los dirigentes y algunos de sus futbolistas, quienes exigían una serie de peticiones que habrían de convertir a Magallanes en un club profesional, entre las que se contaban la regulación en el pago de sueldos a los futbolistas, la mejora en las instalaciones del club, así como el establecimiento de regímenes de entrenamiento semanal. La oposición a estas ideas por parte de la directiva del club, antiguos futbolistas y socios provocó que los más jóvenes del equipo, liderados por David Arellano, renunciaran al club. Estos jugadores decidieron juntarse en el bar “Quitapenas”, en donde se acordó que formarían un nuevo equipo. Tras una serie de reuniones, la fundación quedó sellada el 19 de Abril de 1925 en el Estadio “El llano”, cuando Luis Contreras escogió el nombre del cacique “Colo-Colo” para el nuevo equipo.
En su primera temporada logró coronarse campeón de la Primera División de la Liga Metropolitana de manera invicta, ganándose el apodo del “equipo invencible”. En el año 1927 Colo-Colo fue el primer equipo chileno que llegó de gira al Viejo Continente. El 2 de Mayo de ese año, en un encuentro amistoso contra la Real Unión Deportiva de Valladolid en España, fue fuertemente lesionado el capitán y fundador de Colo-Colo, David Arellano, producto de un golpe que al día siguiente lo llevó a la muerte. Peritonitis traumática y ruptura del intestino, consignó la autopsia. A pesar del gran impacto que significó el deceso de Arellano, el equipo ganó los campeonatos de Primera División de la Liga Central de Football (Asociación de Football de Santiago desde 1930) los años 1928, 1929 y 1930.
Durante los años 1931 y 1932 Colo-Colo sufrió una crisis institucional debido a que los dirigentes del equipo quisieron invertir grandes sumas de dinero en nuevos refuerzos, quienes no le dieron un buen resultado, lo que originó una bajada de sueldos en el plantel.
En 1932 volvió a disputar una final de campeonato frente a Audax Italiano que se disputó el 8 de Diciembre. Sin embargo, debido al derrumbe de una tribuna del Estadio Italiano y la posterior trifulca por parte de los aficionados, el encuentro fue suspendido cuando Colo-Colo ganaba por 2:1, quedando así vacante el campeonato y dejando un saldo de 130 heridos y 3 muertos.

La era profesional

El Campeonato de Apertura de 1933 lo ganó Colo-Colo al derrotar en la final 2:1 a la Unión Española; pero en el primer Campeonato oficial, quedó con el mismo puntaje que Magallanes, obligando a disputar una final que ganaron los magallánicos por 2:1. En el año 1937 Colo-Colo obtuvo, de forma invicta, el primer título nacional de su historia, y en el año 1939 alcanzó su segundo campeonato bajo la conducción técnica del húngaro Francisco Platko, gracias al aporte del goleador Alfonso Domínguez, quien consiguió 32 goles en 24 partidos.
En los Años 1940, aún bajo la conducción técnica de Francisco Platko, el club conquistó un nuevo título en 1941. Más adelante se alcanzaron los títulos de 1944 y de 1947. Este último título sirvió como base para que el club organizara el Campeonato Sudamericano de Campeones de 1948 en Santiago, campeonato precursor de la futura Copa Libertadores de América. Cabe destacar que en esta década Colo-Colo realizó la peor campaña de su historia, al terminar el campeonato de 1945 en penúltima posición, sólo superando al débil Bádminton.
En los Años 1950, bajo la presidencia de Antonio Labán, se fichó al delantero Jorge Robledo, proveniente del Newcastle United inglés, quien guió al equipo a conquistar los campeonatos de 1953 y 1956.

La década del Mundial

La meritoria actuación chilena en el Mundial de 1962 masifico el fútbol a niveles antes desconocidos.
Nada hacía presagiar que los mismos jugadores que votaban una huelga, a comienzos de temporada (1960) terminarían convertidos en campeones.
Irritados por problemas económicos, el equipo de Colo-Colo decretó un paro, el que pronto contó con la solidaridad de jugadores de otros clubes. La crisis se solucionó favorablemente para los huelguistas: la directiva accedió a sus peticiones y, de paso, se creó la Unión de Futbolistas, antecedente de lo que sería el sindicato.
Los clubes comenzaron a reforzarse para el torneo oficial, mientras la Selección seguía preparándose para el Mundial.
Las relaciones entre jugadores y dirigentes, tras el movimiento reivindicatorio, sin embargo, entraron en un período de fuerte tensión, cuyo punto culminante fueron las derrotas, en amistosos, ante el Corinthians 0-2 y Everton 0-4. La directiva actuó con firmeza y desahució al técnico Flavio Costa. En su lugar llegó un DT debutante en Primera División, Hernán Carrasco.
El nuevo estratega tuvo un papel fundamental en la obtención del título. Primero, logró concentrar y unir al plantel en torno a lo estrictamente futbolístico. Luego, utilizó variantes tácticas que darían plenos dividendos. La campaña no resultó sobresaliente, Colo-Colo logró alcanzar al puntero Wanderers. Los últimos partidos los jugó en forma brillante y, de esa forma, conquistó la "octava" estrella para su emblema.
A partir del año 1964, hasta el 70, la historia futbolística de Colo-Colo está enmarcada por más fracasos que éxitos. Al margen del poderío de las universidades (equipos "boom" de la década), muchos desaciertos en la dirección del club lo postergaron a lugares secundarios, salvo el 66 (subcampeón de la mano del "Chuleta" Prieto), el resto fueron frustraciones. Esa temporada (la del 64), con Caupolicán Peña en la banca, remata cuarto, tras la "U", Católica y Wanderers, El club se debatía en una lucha electoral (Guillermo Herrera y Héctor Gálvez), que dejó de manifiesto muchas irregularidades económicas. Colo-Colo caía en un pozo y sus dirigentes no entregaban ninguna solución a los desesperados socios. Guillermo Herrera fue elegido presidente y, a modo de pirotecnia demagógica, anunció la contratación de Eladio Rojas (proveniente de River Plate de Argentina.)

América en la mira

En 1972, bajo la dirección técnica de Luis Álamos, y con figuras como Francisco Valdés y Carlos Caszely, alcanzó nuevamente el campeonato nacional y además, marcó el récord de promedio de asistencia de público en Chile: algo más de 40.000 personas por partido. Este equipo fue la base del llamado “Colo-Colo '73”, el primer club chileno en llegar a la final de la Copa Libertadores de América, la cual perdió con Independiente de Argentina. Luego de este subcampeonato el equipo entró en una crisis deportiva e institucional que se solucionó, al menos en el plano deportivo, con la obtención del título nacional de 1979, en donde destacaron futbolistas como Carlos Caszely y Severino Vasconcelos.
En los años 1980 Colo-Colo obtuvo los títulos nacionales de 1981 y 1983, bajo la dirección técnica de Pedro García y los títulos de 1986 y 1989, de la mano del entrenador Arturo Salah. En esta década el club ganó también la Copa Chile en cuatro oportunidades. Por el contrario, la gran deuda de Colo-Colo estuvo en el campo internacional, donde pese a realizar buenas presentaciones, en las cuales llegó a ganar a São Paulo como visitante en 1987, solo consiguió superar la primera fase de la Copa Libertadores en 1988. A fines de la década, el 30 de Septiembre de 1989, se inauguró de forma definitiva el Estadio Monumental, con un encuentro entre Colo-Colo y Peñarol, que terminó con triunfo de Colo-Colo por 2:1.

1991: El objetivo se cumple

La década de los años 1990 pasó a la historia del club por ser la década con más títulos conseguidos y por la obtención de los primeros torneos a nivel internacional. A mediados del año 1990 se contrató al técnico croata Mirko Jozić, con quien el equipo ganó su primer bicampeonato, al consagrarse campeón de ese año. El 5 de Junio de 1991 el club conquistó su primer título internacional: la Copa Libertadores de 1991, tras derrotar a Olimpia de Paraguay por 3:0 en el Monumental, con dos goles de Luis Pérez y uno de Leonel Herrera, transformándose así en el único equipo chileno hasta el momento en ganar dicho torneo. Ese mismo año, perdió la final de la Copa Intercontinental en Tokio por 3:0 ante el Estrella Roja de Belgrado. En el ámbito local consiguió por primera vez un tricampeonato, al ganar el campeonato de 1991. Al año siguiente Colo-Colo se tituló campeón de la Recopa Sudamericana al derrotar por penales a Cruzeiro de Brasil y de la Copa Interamericana al vencer al Puebla de México. En 1993 Jozić consiguió su último título en Colo-Colo al quedarse con el campeonato nacional.
Después de la salida de Jozić del club, Colo-Colo sufrió algunos años de inestabilidad, provocados por la disputa de la presidencia entre las facciones encabezadas por Peter Dragicevic y Eduardo Menichetti y que acabó con la elección del primero de estos, además una deuda en lento crecimiento. En el plano futbolístico estos problemas fueron paleados con la llegada del entrenador paraguayo Gustavo Benítez en 1995, que ganó con el club los torneos de 1996, Clausura 1997 y 1998, además de llegar dos veces a la semifinal de la Supercopa Sudamericana y una vez a la semifinal de la Copa Libertadores. No obstante, pese al éxito a nivel deportivo, en el plano institucional las malas gestiones económicas, así como el enorme gasto en refuerzos conllevaron que el club entrara en una severa crisis financiara.
Tras el alejamiento de Benítez en 1999, la década del 2000 comenzó con la etapa más negra del club en lo financiero, que tuvo su punto más álgido el 23 de Enero de 2002, cuando la justicia decretó la quiebra del club dejándolo a cargo del síndico Juan Carlos Saffie, cuya gestión permitió la continuidad de giro del club, necesaria para que Colo-Colo no perdiera su personalidad jurídica y sus bienes no fueran a remate. A pesar de estar en quiebra, el club se consagró campeón del torneo de Clausura 2002, de la mano del entrenador Jaime Pizarro y de un equipo casi completamente juvenil.
Con el argentino Claudio Borghi como entrenador desde el año 2006 y con las buenas actuaciones de futbolistas como Matías Fernández, Jorge Valdivia y Humberto Suazo, Colo-Colo logró coronarse campeón del Apertura, al ganarle en la final a la Universidad de Chile en definición a penales y del Clausura 2006, al derrotar a Audax Italiano, además de llegar nuevamente a una final de un torneo internacional, la final de la Copa Sudamericana 2006, que perdió con el Pachuca de México tras empatar 1:1 en el Estadio Hidalgo y perder por 2:1 en el Estadio Nacional. Además, en octubre de ese año los albos fueron reconocidos como el club del mes del mundo de ese mes según la IFFHS. Al año siguiente el equipo se coronó tricampeón por segunda vez en su historia tras ganar el Apertura 2007, y en la segunda parte del año logró ser el primer equipo chileno en alcanzar un tetracampeonato, tras adjudicarse el campeonato de Clausura 2007 al derrotar en la final del torneo a la Universidad de Concepción por 1:0 en el Municipal de Concepción y por 3:0 en el Monumental. Borghi es el primer entrenador en conseguir cuatro campeonatos de forma consecutiva entre 2006 y 2007.
Hasta la fecha es el equipo que ha ganado más campeonatos en Chile, y a nivel internacional es el único club chileno que ha conseguido la Copa Libertadores de América.
Su rival tradicional es la Universidad de Chile, club frente al cual disputa el denominado Clásico del fútbol chileno o Superclásico.

Graves problemas económicos

Luego de dos décadas de relativa tranquilidad económica, en las cuales destacó el aumento del patrimonio del club, a fines de los noventa surgieron graves problemas económicos, provocados principalmente por la imposibilidad del club de mantener los grandes ingresos que percibió a inicios de la década, así como el enorme gasto en futbolistas y cuerpo técnico, los que finalmente llevaron a la declaración de quiebra de la institución el 23 de Enero de 2002 por una deuda de cercana a los 30 millones de dólares, asumiendo la administración del club un síndico de quiebras. Durante este proceso el club sufrió la venta de gran parte de su patrimonio, entre ellos la sede del club y el Teatro Monumental, que fueron a remate (cerca estuvo el Estadio Monumental), así como la eliminación de sus distintas ramas no profesionales y el instituto de estudios para futbolistas del club.
Tras distintas iniciativas, entre las cuales estaba la venta de todos los activos del club y su transformación en sociedad anónima (proyecto denominado “Renacer albo”), se decidió entregar el club en concesión a la empresa Blanco y Negro S.A. por un periodo de 30 años, siendo aprobada la concesión por la junta de acreedores el 29 de Marzo de 2005 y abriéndose a la Bolsa en Mayo de ese año, recaudando US$ 31,7 millones.
Desde Abril de 2007, el cargo de presidente de Blanco y Negro S.A. es ejercido por Gabriel Ruiz-Tagle, quien remplazó a Cristián Varela.

Uniforme y colores

Desde el día de su fundación Colo-Colo siempre ha mantenido su uniforme titular y, durante la historia, los cambios en su diseño han sido mínimos. El uniforme del club fue definido el propio día 19 de Abril de 1925 por Juan Quiñones. Camiseta blanca, que representaría la pureza; pantalones negros, como símbolo de seriedad; medias negras con una franja blanca, no como un homenaje al uniforme de los marinos de la Armada de Chile como se señala tradicionalmente, sino porque Guillermo Cáceres, quien propuso este diseño, conocía vendedores clandestinos de productos de la marina en Valparaíso; y zapatos negros con una franja roja, según proposición de David Arellano. En los años 1940 Colo-Colo cambió el color de sus medias; de negras pasaron a blancas, aunque en algunos años se volvió a usar el color negro.
Desde la trágica muerte de Arellano en Valladolid en 1927, la camiseta de Colo-Colo lleva una cinta horizontal de color negro, que representa el luto eterno de la institución a la partida de su fundador. Al comienzo, esta barra iba en la manga izquierda de la camiseta, hasta que en 1974 fue ubicada sobre la insignia del club. Debido a esto, durante los años 1930 el equipo recibió el apodo de los enlutados. En lo que respecta a su escudo, ha mantenido los colores de la bandera de Chile y a inicios de los años 1950 incorporó la figura del cacique mapuche como emblema de la institución.

El estadio

El primer proyecto para la construcción del estadio de Colo-Colo data del 1º de Septiembre de 1939, con anuncio en la prensa: propuesta para la adquisición de tres hectáreas de terreno con el propósito de levantar las estructuras del "fortín albo". Sesenta años más tarde, recién se concretó ese sueño ancestral. ¿Por qué se tardó tanto?
Las razones son muchas y hay que buscarlas en la poca visión de los dirigentes de antaño. Colo-Colo siempre dispuso de un capital renovable: su público. Históricamente ha sido el equipo que cuenta con mayores recaudaciones que el resto, aunque nunca mostró solidez institucional.
La preocupación de sus anteriores directivas fue destinar mucho dinero en función del equipo, pero no en la infraestructura del club.
Antonio Labán, visionario dirigente albo, adquirió los terrenos de Pedreros, en la década de los 60, y en 1975, a medio terminar, se quiso dar vida a esas moles de cemento, con una inauguración que nadie tomó muy en serio. Fue exactamente el 20 de Abril de 1975, pero a causa de las pocas comodidades que ofrecía no volvió a ser utilizado hasta el 30 de Septiembre de 1989 cuando, con Peter Dragicevic como Presidente, estrenó en sociedad el estadio "David Arellano" o “El Monumental”, como lo conocen los seguidores del “cacique”.
El esfuerzo fue enorme. Un recinto para 60 mil espectadores en la comuna de Macul, con una cancha de lujo y torres de iluminación poderosas, transforman al Monumental en uno de los mejores estadios de Chile.
Cabe destacar que la institución alba es, junto a Universidad Católica y Unión Española, uno de los tres equipos chilenos que poseen un estadio propio.

Bibliografía consultada

* Wikipedia
* Página oficial del Club Colo-Colo
* Los grandes clubes del fútbol mundial (Tomo I)
* El libro de oro de Colo-Colo 1925-1987 (Darío Rojas Morales, 1987)

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Un dream team de grandes de la literatura


El escritor español Javier Marías armó este equipo imaginario de literatos y justifica a cada uno de sus elegidos puesto por puesto.

Arqueros: Dos que jugaron en su vida en esa posición: Vladimir Nabokov y Albert Camus.

Lateral derecho: Henry James por ser de largo recorrido.

Central derecho: Dashiel Hammet que parecía un tipo duro.

Central izquierdo: Malcolm Lowry que al ser bebedor sería uno de esos defensas duros que no dejan pasar a nadie.

Lateral izquierdo: Valle-Inclán, un autor muy vivo con malas pulgas a ratos.

Mediocampo: Tres de largo recorrido: Como trabajador Thomas Mann; como 10 y cerebro del equipo y mente clara y organizadora del juego Marcel Proust; y William Faulkner que tiene mucho aliento.

Extremo derecho: como siete Joseph Conrad, capaz en pocos metros de crear gran desconcierto y admiración.

Centrodelantero: Thomas Bernhard porque era muy agresivo.

Extremo izquierdo: uno de esos jugadores finos y creativos como Lampedusa.

Banco de suplentes: Para momentos de crisis no estaría mal Conan Doyle que tendría gran capacidad de juego para el medio campo, en defensa: Raymond Chandler y en delantera un poeta: W. Yeats.

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Ningún jugador de verdadero talento debería jugar como defensa.

(MALCOM ALLISON, entrenador inglés)

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Probablemente sólo el amor ha sido definido más veces que el fútbol.

(CARLOS TORO, periodista español)

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Cancha Rayada (Fabián Casas - Argentina)


Caminamos, con mi viejo, por la playa de estacionamiento.
Es un día de calor sofocante
y en el asfalto recalentado
vemos la sombra de un pájaro negro
que vuela en círculos,
como satélite de nuestra desgracia.
Una multitud victoriosa, a nuestras espaldas,
ruge todavía en la cancha.
Acabamos de perder el campeonato.
La cabina del auto es un horno a leña;
los asientos queman y el sol que pega
en el vidrio, enceguece.
Pero no importa, como dos bonzos
dispuestos a inmolarse,
nos sentamos y enciendo el motor:
Fabián Casas y su padre
van en coche al muere.

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La NBA tenía un fenómeno que era Jordán, y él marcaba igual que el mejor. Y así tiene que ser. Decían que La Naranja Mecánica del '74 era el fútbol total, que jugaban al básquetbol con los pies. Los enfrentamos nosotros en el 72 con Independiente y Pipo Ferreiro, el técnico, me hizo jugar de cinco. Jugué en Amsterdam, donde perdimos 3-0. Era tal la superioridad, que en un momento lo miré al Zurdo López y le dije: “Zurdo, contalos, que son más”.

(LUIS GARISTO, ex jugador y técnico uruguayo)

Yo jugué contra ellos en el 4-0 (Mundial 74). ¡Eran como dieciséis! Y ahí surgió la famosa anécdota con nuestro arquero, Daniel Carnevali. íbamos perdiendo 2-0 y la pelota se fue atrás del arco. Carnevali fue corriendo a buscarla: “Pibe, no te apures”, le dije. “¿Por qué?, si vamos perdiendo dos a cero”, me respondió. Y yo le dije “Es que nos van a hacer diez”.

(ROBERTO ALFREDO PERFUMO, y esta anécdota extraída de su libro “Hablemos de fútbol”)

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Siempre dije que Gimnasia era lo máximo, como Brigitte Bardot. Ahora me di cuenta que Lanús es igual, pero con ojos más lindos.

(CARLOS RAMACCIOTTI, ex técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata, a pocos días de asumir como DT de Lanús en 2004)

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No quiero saber más nada con Central, pensé que esta institución era otra cosa. No pienso volver, ya está decidido. Mi paso por el club fue una equivocación. Cuando arreglé mi préstamo pensé que iba a un grande, pero en estos meses me di cuenta de que no es así. Me equivoqué. Central es un puterío y yo no estoy acostumbrado a eso.

(ROMÁN DÍAZ, ex jugador centralista, al desvincularse del club rosarino en Noviembre de 2005)

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Tango y fútbol (Jesús Castañón Rodríguez - España)


Tango y fútbol. Fútbol y tango. Dos conceptos para describir el carácter popular. Dos gambetas al destino que encandilan las pupilas.
Dos filigranas que se hacen con las piernas para desconcertar a un enemigo ocasional. Dos productos del romanticismo que exaltan una realidad lejana que se añora, desde la magia de la infancia idílica o de los esquivos instantes de felicidad.
Tango y fútbol se han convertido en una seña de identidad, con sus propias músicas, culturas y formas de vida. Sintetizan un espíritu que concentra la nostalgia, la alegría desbordante y el amor por la cadencia del idioma.
Pero un primer análisis de sus insólitas relaciones en el siglo XX revelan que tango y fútbol han generado un variado panorama asentado en tres ejes: tangos de tema futbolístico, letristas y músicos y manifestaciones culturales integradoras.

TANGOS DE TEMA FUTBOLÍSTICO

Un primer bloque está dedicado a la presencia del fútbol en las letras de tangos. Si bien los tangos de tema deportivo también recogen referencias sobre boxeo y la pasión desbordante que combina hípica y apuestas, en el caso del balompié se documentan, en una primera recopilación, 47 tangos.
El tango balompédico concentra su atención en dos grandes bloques temáticos: los acontecimientos y la vivencia social apasionada.

1.1.- Hechos deportivos

Copa del Mundo


Un amplio apartado está formado por la vivencia en la Copa del Mundo en 1978 y 1982. La fase final celebrada en Argentina dio lugar a ocho composiciones triunfales: Marcha oficial del Mundial '78, The hit of Viva el Mundial, Los chicos del Mundial, La Copa tiene dueño, La Copa es de Argentina, El equipo del Mundial, Argentina, te queremos ver campeón y Argentina, te llevo dentro de mí. Y la fase final de España fue la cancha para “La milonga clementera” basada en el personaje del humorista gráfico Caloi.

Jugadores

Las emociones de los jugadores, sus ilusiones, sus ansias y sus sentimientos han sido ampliamente condensados en las letras, tanto para hacer referencia a los futbolistas en ciernes como a las grandes figuras.
Los primeros reflejan la realidad de la estrella en el potrero que fracasa en el fútbol profesional (Del potrero), la vivencia social de la lesión de una figura humilde (La mascota del barrio), las ilusiones depositadas en los niños que juegan y sueñan con ser grandes astros (Pelota de cuero, Déjele, señora, El sueño del pibe) y el aspirante que se convierte en un gran jugador (La realidad del pibe). Por su especial intensidad emotiva y retrato de las ilusiones depositadas en el balón destaca el tango de Reinaldo Yiso El sueño del pibe, que fue cantado por primera vez por la orquesta de Osvaldo Pugliese con la voz de Roberto Chanel.
Con relación al fútbol profesional, aparecen referencias a entidades argentinas y uruguayas que mantienen una fuerte rivalidad entre sí. Es el caso de las discusiones sobre la calidad de los conjuntos bonaerense de River Plate o Boca Juniors en Domingo a la noche y el reflejo del ambiente entre los equipos de Montevideo Nacional y Peñarol en La promesa.
Otra curiosidad es la presencia de futbolistas profesionales en las letras de los tangos. En algún caso para destacar la calidad frente al mito de Pelé en Dieguito Tango. Pero la preferencia es la inclusión de referentes para enmarcar la nostalgia y para disparar las ilusiones de los jóvenes por llegar a ser estrellas. La primera de estas circunstancias se da con la relación de Pedernera, Monzón y Gollet en Quién te ha visto Buenos Aires. La segunda, afecta a Benavídez, Méndez, Lacasia, Labruna, Boyé, Grillo, Pescia en Déjele, señora; a Emilio Baldonedo, Rinaldo Martino, Mario Boyé y Bernabé Ferreyra en la versión original de El sueño del pibe y a Mario Kempes y Diego Armando Maradona en la peculiar adaptación que este último le gusta realizar a El Pelusa.
Además cuentan con un tango específico jugadores argentinos, uruguayos y españoles. En el primer caso destacan las figuras de Bernabé Ferreyra y Diego Armando Maradona.
Del primero, que triunfó en River Plate, se ocuparon Laino y Dispagna en la letra y Miguel Padula y Francisco Germino en la música en “La fiera”.
Un caso realmente llamativo es el de Diego Armando Maradona. Futbolista aficionado a cantar, grabó el tema “Querida amiga” con el dúo Pimpinela y ha recibido el disco de platino al vender en unos pocos días 60.000 copias de “Yo soy el Diego de la gente”. Sin censuras, un doble cederrón que recoge las horas de conversación del astro con los periodistas Ernesto Cherquis Bialo y Daniel Arcucci en La Habana (Cuba) para la realización del libro autobiográfico “Yo soy el Diego de la gente”. Enamorado de los tangos, sin embargo le han dedicado tres de estas composiciones en italiano, los tifosi del Nápoles.
Tango de Maradona, originariamente, está escrito en napolitano para exaltar la felicidad que Diego produce en la gente. Maradona Tango refleja el favorable cambio sufrido por el Nápoles con El Pelusa.
De los jugadores españoles destaca José Samitier, futbolista del F. C. Barcelona y secretario técnico del Real Madrid con una gran capacidad de relación social que le llevaba a participar en la Peña Pepe, una tertulia en el Café Baviera de la calle de Alcalá donde intercambiaba opiniones con personalidades como el doctor Gregorio Marañón, el torero Juan Belmonte y el escritor José María de Cossío.
Para la historia del tango cabe reseñar su amistad con Carlos Gardel desde que realizó una gira por Europa en 1923. El Zorzal, apasionado de su caballo Lunático y forofo del Racing Club de Avellaneda, presenció la final de la Copa del Rey de 1928 en Santander, entre la Real Sociedad de San Sebastián y el F. C. Barcelona. En el partido del día 21 de mayo cayeron lesionados Platko, Castillo, Perera y Samitier y, tras el encuentro, Gardel les animó la velada y planificó una gira por Argentina y Uruguay que llevaría a la entidad azulgrana a enfrentarse a River Plate, Boca Juniors, una selección de jugadores de Rosario, Nacional y Peñarol en Montevideo.
Al término de la gira Gardel dedica a su amigo el tango Sami, con letra de Lito Mas y música de Nicolás Verona.
Entre los futbolistas uruguayos cuenta con un tango específico el emblemático José Francisco Sasía, internacional con la celeste y jugador de los equipos uruguayos Defensor, Peñarol, Nacional y Racing, así como de los argentinos Boca Juniors y Rosario Central. Esta composición, con letra de Jaime Roos, se denominó Al Pepe Sasía y exalta su coraje, ardor y picardía.

1.2.- La vivencia social apasionada

El otro gran centro de interés es la vivencia social del fútbol. Una experiencia apasionada que encaja en todos los ámbitos de la vida personal, de los recuerdos del barrio y de la vida cotidiana del Río de la Plata.
Se reseña la nostalgia del pasado en ¿Sabés, Buenos Aires? y Tiempo de tranvías.
La vida cotidiana de Uruguay se registra en La promesa. Pero la vida diaria de Argentina presenta más variantes: el barrio y su actividad (en Calles de Buenos Aires, Del barrio, Para poder volver, A Héctor Varela, Villa Crespo de mi ayer, Vuelvo al barrio, Quién te ha visto, Buenos Aires, Buenos Aires, Al amigo soñador y Paredón y después); el fútbol como tema de conversación (Domingo a la noche, Desde el café y Carloncho), como fuente de valores (La canción del deporte) y como elemento para definir épocas relacionadas con la televisión, la adolescencia o la violencia (Tirate un lance, Canción de mi adolescencia y Por qué).
Si el fútbol forma parte imprescindible de la vida social y de las tertulias, alcanza una especial emoción en la vivencia de pasiones desbordadas de los hinchas que se recoge en Lo que nunca deschave, Amarrete y Desde el tablón. Una mirada que se completa con la vivencia del niño enfermo en La número cinco y con la crítica de la mujer a sus excesos en esposas que sufren (Amigotes) y en el retrato de galanes de mediana edad que han sustituido la vida por el balompié como en De la canilla.

LETRISTAS, MÚSICOS E INTÉRPRETES

Un segundo eje en el panorama del tango está dedicado a las personas que dieron voz, música y expresión artística a la pasión del fútbol. Diversas orquestas y solistas han disparado los latidos de los oyentes al embotellar la nube de las mágicas emociones del fútbol.
Entre otros letristas y músicos destacan: Pepe Aguirre, Osvaldo Avena, A. Aznar, Juan Sebastián Bella, Hilda Bevacqua, Miguel Bonano, Antonio Botta, Miguel Buccino, Enrique Campos "Inocencio Troncone", Juan Cao, Mario Clavel, Gustavo Cosentino, Saúl Cosentino, Orestes Cuffaro, Martin Darre, Degrossi, Dispagna, Omar Facelli, Hebert Fayet, Enrique Ferrari, Horacio Ferrer, J. Fontana, Manuel Reyes García "Lito Bayardo", Raúl Garello, Francisco Germino, Roberto Giménez, J. Guichandut, Laino, Natalio Lamicela, Rafael Lauria, Francisco Lomuto, Nolo López, Héctor Marco, Alberto Margal, Lito Mas, H. Morales, Jorge Moreyra, Héctor Negro, Julio Nudler, Miguel Padula, Armando Pontier, Juan Puey, N. Rama, Edmundo Rivero, Jaime Roos, O. Rubens, Sheriko, Federico Silva, Luis Spinelli "Roberto Morel", Osvaldo Tarantino, Adriana Varela, Nicolás Verona, Reinaldo Yiso y Zeliz Blanco.
Y además, se da el caso curioso de las creaciones del humorista gráfico Caloi o de la hinchada del Nápoles para expresar, respectivamente, las esperanzas ante la Copa del Mundo de 1982 en España y su agradecimiento al ídolo Maradona.

Futbolistas y músicos

Un caso curioso es el de los futbolistas que fueron músicos de tango como el del violinista Raimundo "Mumo" Orsi, jugador del Independiente de Avellaneda y de la Juventus de Turín e internacional con las selecciones de Argentina y de Italia. Su carrera futbolística alcanzó su esplendor en los Juegos Olímpicos de 1928, durante la final entre Argentina y Uruguay, y en 1934 al proclamarse campeón en la Copa del Mundo con Italia.

CULTURA

Literatura


La creación literaria ha aunado tango y fútbol en relatos y obras de teatro. Es el caso de Roberto Fontanarrosa en "Wilmar Everton Cardaña, número 5 de Peñarol" y "Cielo de los argentinos". En el primer cuento, recrea una situación vivida en la final del 3 de noviembre de 1954 entre Peñarol y Nacional de Montevideo, que dio lugar al tango La número cinco. El niño José Petunio Inveninato, postrado en la cama del Hospital Muñoz como consecuencia de una enfermedad irreversible, pide por carta al central Wilmar Everton Cardaña que le lleve firmada por el equipo la pelota del encuentro. Cardaña central rudo, viril, con coraje y de aspecto sobrecogedor se echa a llorar tras leer la carta. Peñarol pierde el encuentro por goleada y toda la plantilla del club se acerca a visitar al niño. Le ofrecen el balón solicitado y el chico, decepcionado por la derrota, insulta a Cardaña y le tira el balón a la cara. En ese momento Cardaña se enoja, le realiza su entrada de la patada voladora y le fisura cuatro costillas.
En "Cielo de los argentinos", imagina un edén donde se disputan los mejores partidos de fútbol, entre ellos el clásico entre River y Peñarol, y están presentes las grandes estrellas del tango como el hincha de Racing, Carlos Gardel.
En teatro, la pasión por el fútbol ha sido llevada a escena en la obra Once corazones, estrenada el 18 de febrero de 1999 en el bonaerense Teatro de la Ribera. A través de un lenguaje escénico que recurre a la música, dos guitarras, dos voces, la narración y varias coreografías, Miguel Cantilo y Jorge Durietz relatan la historia de un club de barrio que, como consecuencia de los intereses económicos de uno de sus socios, acaba vendiendo su sede central. En ocho temas interpretados en forma de duetos con tangos de ritmo rápido y cortado, reivindican la nostalgia de los potreros y la decepción por el actual funcionamiento del negocio del fútbol y sus excesivos intereses comerciales.

Sellos y Exposiciones

A finales del siglo XX las relaciones culturales y vitales de las emociones del espíritu argentino han dado lugar, en 1999, al trabajo filatélico Literatura, música popular y fútbol, de Nuevo Milenio y, en octubre y noviembre de 2000, a la Megaexposición Tango en el Palais de Glace de Buenos Aires y en el que se llevaba a cabo una escenificación de El sueño del pibe.

El diapasión de las emociones

Un caso curioso es la tendencia a expresar la vida de los deportistas en clave de tango, asociando el estado de ánimo de acontecimientos deportivos a dichas composiciones musicales o expresando sus sentimientos con fragmentos de canciones.
Este hecho se puede constatar en los libros de memorias ¡Gracias, vieja! y Yo soy el Diego de la gente. Diego Armando Maradona, que se declara enamorado de escuchar y cantar este tipo de música, recuerda la profunda emoción del recibimiento en Nápoles a los sones de "El Choclo". Alfredo Di Stéfano, admirador de Carlos Gardel, recuerda sus conversaciones con José Samitier, la persona que lo quiso traer a España y al que le gustaba narrar los lances de la vida con letras de tangos. Samitier, amigo personal de Carlos Gardel, le llamaba Percanta, en alusión a la composición de Pascual Contursi, "Mi noche triste", que fue el primer tango grabado por el uruguayo Carlos Gardel.
Además, Di Stéfano narra la primera derrota del Real Madrid en octavos de final de la Copa de Europa, frente al Barcelona el 23 de Noviembre de 1960, con la letra del tango "Bronca".
Esta forma de expresión no sólo se ha limitado a los jugadores, sino que también ha hecho fortuna en el mundo de la comunicación. Está presente en el estilo barroco y literario de relatos que emplea el semanario argentino El Gráfico, en la sintonía del programa televisivo Polémica en el fútbol en el Canal 11 de Buenos Aires -con Desde el tablón- y en la ambientación musical de la película Calles de Buenos Aires con el tango del mismo título. Quizá el dato más llamativo ha estado en la radio y ha corrido a cargo de Bernardo Bergé. Hijo del cantor Claudio Bergé, ha creado en los años 90 el microespacio B. B. Gol en el Aire para reunir deporte y el tango en una original síntesis donde tienen cabida los deportistas con producciones especiales sobre la actualidad mundial, cortinillas musicales, recitados, poemas, reportajes, etc.

EPÍLOGO

En resumen, fútbol y tango encandilan las pupilas, disparan el romanticismo, exaltan la magia de los grandes acontecimientos y de su vivencia apasionada hasta impregnar la vida diaria y conformar un estilo de vida y de expresión lingüística.
Las melódicas notas del bandoneón en una obra de teatro, 47 tangos de tema futbolístico, la presencia de dos compositoras (Hilda Bevacqua y Adriana Varela), el paseo del intérprete Carlos Gardel con el dibujo de Clemente para la Copa del Mundo de 1982… concentran la nostalgia, la alegría desbordante y el amor por la cadencia del idioma.

Bibliografía y discografía general

BARELLA, Humberto, El tango después de Gardel, Buenos Aires, Editorial Corregidor, 2000.
BURNS, Jimmy, Maradona, La mano de Dios, Madrid, El País-Aguilar, 1996.
CANTILO, Miguel-DURIETZ, Jorge, Once corazones, Buenos Aires, Teatro de la Ribera, 1999.
CAROL, Màrius, El Barça, una pasión sin fronteras, Barcelona, Barcanova, 1998.
CASTAÑÓN RODRÍGUEZ, Jesús, "Gambetas que encandilan las pupilas", La Página del Idioma Español, Río de Janeiro, 21 de diciembre de 2000.
CLUB DEL TANGO, http://www.clubdetango.com.ar, Buenos Aires.
DI STÉFANO, Alfredo, Gracias, vieja, Madrid, Aguilar, 2000.
EDUARDO RAFAEL, "El deporte y Gardel", en Gardel Extra III ¡Qué los cumpla feliz, Troesma!, Los Ángeles, Tango Reporter, 1998.
"’El Pelusa’ triunfa en Argentina con un disco en el que relata su vida", La Voz de Asturias, Oviedo, 24/25 de Diciembre de 2000.
FONTANARROSA, Roberto, "Wilmar Everton Cardaña, número 5 de Peñarol", en El mayor de mis defectos y otros cuentos, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1997, págs. 55-64.
FONTANARROSA, Roberto, "Cielo de los argentinos", en Uno nunca sabe y otros cuentos, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1999, págs. 301-315.
GARCÍA CANDAU, Julián, Los mundiales de fútbol, Madrid, El Independiente, 1990.
MARADONA, Diego Armando, Yo soy el Diego de la gente, Buenos Aires, Planeta, 2000.
MARADONA, Diego Armando, Yo soy el Diego de la gente. Sin censuras, Buenos Aires, Sony, 2000.
MARADONA, Diego Armando-DÚO PIMPINELA, Querida amiga, Buenos Aires.
MASSARINO, Marcelo, "’El hombre que está solo y espera’ y la cultura futbolística de los argentinos", Lecturas: Educación Física y Deportes número 18, Buenos Aires, febrero de 2000.
Megaexposición Tango, Buenos Aires, Palais de Glace, Octubre y Noviembre de 2000.
MERCÉ VARELA, Andreu, Josep Samitier, Barcelona, Barcanova, 1998.
NUEVO MILENIO, "Literatura, música popular y fútbol", Lecturas: Eduación Física y Deportes número 17, Buenos Aires, diciembre de 1999.
PUENTE, Carlos de la, "España y América: lo que nos une y separa en el lenguaje deportivo", en El idioma español en el deporte, Madrid, Fundación Efe, 1994, págs. 388-393.
ROMANO, Eduardo, Las letras del tango, Antología cronológica 1900-1980, Córdoba, Editorial Fundación Ross, 2000.
SESSA, Aldo, Tango, Buenos Aires, Sessa Editores, 1999.
TANGO SHOW, http://www.tangoshow.com, Buenos Aires.
VARELA, Sergio, Tangos que cantó Gardel, Buenos Aires, Distal, 1998.
VILAGUT, Miquel (Coordinador), Barça, centenario de emociones, Barcelona, Lunwerg Editores, 1999.

Discografía de tangos

AGUIRRE, Pepe, La realidad del pibe.
AZNAR, A.-YISO, Reinaldo, La mascota del barrio.
BELLA, Juan Sebastián, Buenos Aires.
BEVACQUA, Hilda, Los chicos del Mundial.
BONANO, Miguel-DEGROSSI, Déjele, señora.
BOTTA, Antonio-LOMUTO, La canción del deporte.
BUCCINO, Miguel-CAO, Juan, Amarroto.
CALOI-OLIVER-VEZZANI, A.-FARUK-GURVICH, N.-DOLINA, A. R., La milonga clementera.
CLAVEL, Mario, Carloncho.
COSENTINO, Gustavo-COSENTINO, Saúl, Por qué.
DARRE, Martin, Marcha oficial del Mundial '78.
FACELLI, Omar, Amigotes.
FAYET, Hebert, La promesa.
FAYET, Hebert, Villa Crespo de mi ayer.
FAYET, Hebert, Al amigo soñador.
FAYET, Hebert, A Héctor Tarela.
FERRARI, Enrique, Del barrio.
FERRER, Horacio, Paredón y después.
FERRER, Horacio-TARANTINO, Osvaldo, Canción de mi adolescencia.
GARCÍA, Manuel Reyes "LITO BAYARDO"-MARGAL, Alberto, Vuelvo al barrio.
GUICHANDUT, J.-RUBENS, O., Domingo a la noche.
HINCHAS DEL NÁPOLES, Tango de Maradona.
HINCHAS DEL NÁPOLES, Dieguito Tango.
HINCHAS DEL NÁPOLES, Maradona Tango.
LAINO-DISPAGNA-PADULA, Miguel-GERMINO, Francisco, La Fiera (Bernabé Ferreyra).
LAURIA, Rafael-LAMICELA, Natalio, Quién te ha visto, Buenos Aires.
LÓPEZ, Nolo-MORALES, H., Calles de Buenos Aires.
MARCO, Héctor, Tirate un lance.
MAS, Lito-VERONA, Nicolás, ¡Sami!
MOREYRA, Jorge-CAMPOS, Enrique "INOCENCIO TRONCONE", Del potrero.
NEGRO, Héctor-AVENA, Osvaldo, Desde el tablón.
NEGRO, Héctor-GARELLO, Raúl, Tiempo de tranvías.
NUDLER, Julio-COSENTINO, Saúl, Desde el café.
RAMA, N.-FONTANA, J., The hit of Viva el Mundial.
RAMA, N.-FONTANA, J., La Copa tiene dueño.
RAMA, N.-FONTANA, J., La Copa es de Argentina.
RAMA, N.-FONTANA, J., El equipo del Mundial.
RAMA, N.-FONTANA, J., Argentina, te queremos ver campeón.
RIVERO, Edmundo-MARCO, Héctor, Pelota de cuero.
ROOS, Jaime, Al Pepe Sasía.
SHERIKO-RAMA, N., Argentina, te llevo dentro de mí.
SILVA, Federico-PONTIER, Armando, Para poder volver.
SPINELLI, Luis "ROBERTO MOREL"-GIMENEZ, Roberto, Lo que nunca deschavé.
VARELA, Adriana, De la canilla.
YISO, Reinaldo-CUFFARO, Orestes, La número cinco.
YISO, Reinaldo-PUEY, Juan, El sueño del pibe.
ZELIZ BLANCO, ¿Sabés, Buenos Aires?.

(artículo de Jesús Castañón Rodríguez, doctor en Filología Hispánica, profesor de Lengua Castellana y Literatura en Educación Secundaria)

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–¿Qué podemos esperar del fútbol en los próximos años?

–Creo que vale la pena concentrarse en el verbo. No me gustaría sólo "esperar" del fútbol. Me gustaría contribuir a "pedir" que el fútbol no sólo sea la reivindicación de los que ganan y la condena de los que pierdan. Me gustaría que viniera un fútbol en el que hubiera más sitio para la creatividad y menos lugar para palabras que no debieran caber, como "fracaso". La tendencia, de todas maneras, es que el fútbol de "alta competición" se vuelva más un acto productivo que un acto lúdico.

–Y siguiendo con el futuro, ¿cómo se imagina el fútbol dentro de... 50 años?

–Al fútbol le pasan muchas cosas parecidas a las que le pasan al mundo. Y me cuesta imaginarme el mundo. Ojalá que dentro de cincuenta años en cualquier tiempo que sea haya gentes que conserven esas sensaciones de libertad, de imaginación y de pertenencia que el fútbol puede darnos.
Ojalá que el fútbol transcurra en un mundo en el que ni los goles ni la gente sean mercadería.


(entrevista al escritor Ariel Scher, extraída del portal digital "Río Negro" del domingo 7 de Mayo de 2006)

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El talento apenas sirve.

(DUNGA, ex jugador y actual seleccionador de Brasil, despotricando contra la mejor tradición del fútbol carioca, Julio 2006)

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La pelota no admite trucos, sólo efectos sublimes.

(JEAN GIRAUDOUX (1882-1944), novelista y dramaturgo francés)

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No le hagás penal (Pablo Pedroso - Argentina)


-¡No le hagás penal! ¡No le hagás penal!- le grité desesperado al Cabezón pero ya era tarde.
Su pierna izquierda barría sin ningún pudor al rapidito de Baralo. Y Martínez, como nunca, siguió la jugada de cerca y pitó la infracción: Penal. ¡A llorar a la iglesia!
El Cabezón no entendía por qué semejante enojo de mi parte, por qué lo puteaba sin parar:-Vamos ganando 3 a 0 fácil y el partido ya se termina, Flaco. ¡Tanto quilombo por un penal! ¿Qué le podía explicar? ¿Que prefería el gol de una, de jugada, que de penal? ¿Que yo sabía que el que lo iba a patear era el mismísimo Lucero? ¿Que estuvo todo el partido esperando una oportunidad como esta? Nada, no le dije más nada. ¿Para qué? Si igual, no hubiera entendido un pomo.
Me fui hacia el arco, resoplando un poco, mucho, manoteé la toalla y me sequé el sudor de la frente. Hice algo de tiempo, miré los rostros de la gente en la popular y no me di vuelta hasta que los silbidos confirmaron lo que sólo yo sabía. Lucero quería patear el penal. Giré y lo vi venir. Avanzaba lento y seguro. Se abría paso entre los suyos buscando la pelota, sin escuchar a nadie, sin mirar a nadie. Los ojos clavados en mí. “Otro arquero patea penales” dirían en las radios, “como Saja, Rogerio Ceni o como el mejor de todos: Chilavert”.
“¿La primera vez que patea un penal Lucero?”
preguntaría algún relator. “Si, si, la primera vez”, respondería el comentarista con cierto miedo a equivocarse, un poco perdido, inseguro, entre sus apuntes y sus estadísticas. “Estamos presenciando un momento único, señoras y señores”. El relator intentaría darle un poco de fantasía a su transmisión. “El enfrentamiento entre el maestro y su discípulo, entre la juventud y la experiencia!”. Palabras más, palabras menos le contarían a la gente lo que la gente ya sabe: que fui el suplente de Lucero durante 7 años; que él ya tiene 36 pirulos y yo apenas 25; que seguramente él me enseñó tooooodo lo que sé; que hace tan sólo 3 meses Lucero rescindió su contrato y se alejó del club en el que jugó todo su vida sin explicar demasiado por qué; que la vida nos hizo muy amigos y ahora, con esas cosas que tiene el fútbol, nos pone frente a frente y bla, bla, bla… “¿Me pareció a mí o no se saludaron Donato y Lucero?” deslizaría cargado de intención algún comentarista.
“Es cierto, muy cierto. Bueno, convengamos que siempre se corrió el rumor de que las cosas no terminaron bien entre los dos”. Acotaría un cronista que informa desde el campo de juego. “¡No me diga!”, se haría el tonto el relator. “Pero ¿Usted sabe algo, mi amigo? Es llamativo, ¿no? Lucero nunca pateó un penal y justo se le ocurre patear ahora, contra su ex club, frente a su ex suplente. Mmm… algo pasó”. “Dicen que entre ellos hubo un asunto de polleras”. “Lo noté nervioso a Lucero”, arrancaría el relator de otra transmisión. “Y, éste no es un partido cualquiera”, mencionaría su comentarista. “Ahora no”, se apuraría a meter un bocadillo el cronista de abajo. “Ahora el que parece nervioso es al Flaco Donato”. ¿Cómo no iba a estar nervioso? Nos enfrentábamos Lucero y yo.
Afuera podían estar diciendo lo que quieran pero los únicos que sabíamos la historia éramos él y yo. No, miento: él, yo y Claudia. Justamente Claudia. Ella estaba en la platea. En el lugar de siempre, en el asiento de siempre, el mismo asiento desde el que alentó a su ex, el mismo asiento desde el que me alienta a mí. ¿Qué habrá sentido? Ni idea, jamás le pregunté. Mejor dicho, jamás quise saberlo.
En ese momento tampoco la busqué con la mirada. ¿Para qué? ¿Para ponerme triste si descubría que lo miraba a él? No tenía sentido. Traté de concentrarme en la pelota, de adivinar cuál sería la opción que elegiría Lucero. Media cancha lo puteaba pero a él no le importó.
Él quería hacerme un gol a mí, no a ellos, no a su ex club. ¿Y yo por quién atajaba? ¿Por el club, por mí, por él o por ella? No lo tuve claro. Dudé. Tal vez por eso fue gol.
Lucero no lo gritó y yo preferí ir a buscar la pelota adentro, pelearme con alguno, cualquier cosa con tal de no mirar a la platea, con tal de no enterarme nunca si Claudia festejó el gol.


(extraído del excelente blog de Pablo Pedroso sobre cuentos de fútbol)

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¿Viviste algún momento desagradable en Colombia?

Viví situaciones de inseguridad como las que también sufrimos en la Argentina, pero a mí no me rozaron. La pasé bárbaro durante cinco años. En Cali estuvimos cerca del cordón montañoso donde paran los guerrilleros. Vivíamos a cinco cuadras de la cordillera. A veces, de madrugada, escuchábamos ráfagas de ametralladora. Teníamos preocupación, no miedo. Mi esposa estuvo más expuesta. Se quedaba sola con los chicos mientras yo concentraba y jugaba. Pero es más valiente que yo, siempre me siguió con la valija y los hijos.

¿América era el "caballo del comisario"?

Yo sólo estuve en el 86. Venía de ganar 4 torneos consecutivos y ese año logramos el penta. Era el equipo más poderoso, lleno de jugadores de primer nivel.

¿Es cierto que a Ochoa Uribe le temían todos, hasta el propio presidente del América?

No tanto… Era un técnico rígido, superexigente. Estaba mañana y tarde con el jugador. Hacía un turno en la cancha y otro de videos. Mirábamos fútbol seis días por semana, salvo los miércoles. Tenía fama de loco, pero no se comió crudo a nadie.

(CARLOS ISCHIA, ex jugador, actual técnico de Boca Juniors, recordando su exitoso paso por Colombia en la década del '80)

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Si todo lo demás falla, puedes esperar al primer córner y atarle los tirabuzones a un poste.

(VINNIE JONES, ex jugador británico, explicando sus "métodos" para marcar al holandés Ruud Gullit)

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A Ramón Díaz lo vieron que era riojano y creyeron que era boludo. De otro riojano también pensaron lo mismo y es Presidente de la Nación.

(CÉSAR LUIS MENOTTI, técnico argentino, en declaraciones a la revista "Mística" Nº 39, 10/1/98)

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Maradona (Andrés Calamaro - Argentina)


Maradona no es una persona cualquiera,
es un hombre pegado a una pelota de cuero.
Tiene el don celestial de tratar
muy bien al balón, es un guerrero.

Es un ángel y se le ven las alas heridas,
es la biblia junto al calefón.
Tiene un guante blanco calzado
en el pié del lado del corazón.

No me importa en que lío se meta
Maradona es mi amigo
y es una gran persona el diez.
En el alma guardo la camiseta de
Boca que me regaló alguna vez.

Diego Armando
estamos esperando que vuelvas,
siempre te vamos a querer.
Por las alegrías que le das al pueblo
y por tu arte también.

Maradona no es una persona cualquiera,
es un hombre pegado a una pelota de cuero.
Tiene el don celestial de tratar
muy bien al balón, es un guerrero.

Tiene el don de tratar
muy bien al balón.
Tiene el don de tratar
muy bien al balón.


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