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Rodion Camataru (Rumania, 1958)


Usualmente a esta columna ingresan personajes que en su personalidad presentan rasgos pintorescos y divertidos, o por sucesos cómicos de los que fueron protagonistas.

No es el caso de Rodion Camataru, ariete del Dínamo de Bucarest que, confabulación mediante, "robó" al delantero austríaco Anton "Toni" Polster el título de Botín de Oro, premio que se entrega en Europa al máximo goleador de ese continente contabilizando todos los campeonatos de primera división de cada una de las ligas, y provocando la sorpresa del mundo futbolístico.

Camataru había nacido en 1958 en un país donde el poder totalitario del matrimonio Ceaucescu (1967-1989) encontró en el deporte, en este caso el fútbol, una excelente vidriera para lavar la cara de un régimen que sumaba enemigos día a día.

Siete años tenía el pequeño Rodion cuando el "dictador de los Cárpatos" asumía el gobierno rumano. Apasionado por el fútbol, nuestro rústico héroe había debutado 1974 en el Universitatea Cracovia como centro delantero de área y con un promedio de menos de 10 goles por año. Nada fuera de lo común.

El tiempo pasa, el pueblo rumano sufre el hambre y la dictadura…

Estamos a mediados de la década de 1980, el presidente rumano propone un programa de austeridad para liquidar la deuda externa de su país, un fuerte rechazo a las políticas que se le ordenan desde la URSS y un culto extremo a su persona. Con ese escenario, sin embargo, hay un motivo de regocijo para Ceaucescu cuando su equipo, el Steaua de Bucarest, gana -con algunos partidos arreglados de antemano- la liga local y tiempo después, derrotando al Barcelona se convierte en el primer club de Europa Oriental en ganar la Champions League (1986). Meses después es subcampeón de la Copa Intercontinental al ser derrotado por River Plate de Argentina en la final jugada en Tokyo. Había llegado el momento de complacer a su esposa...

El Dínamo era el equipo de la policía rumana y con el cual simpatizaba Elena Ceaucescu -el Steaua era el equipo del Ejército-, y había comprado a Camataru tiempo atrás. Sin grandes actuaciones del atacante en su nuevo club y sin títulos por ganar a futuro, la única esperanza del club residía en que Camataru fuera el Botín de Oro de la temporada (1986-1987).

Para lograrlo, funcionarios del Ministerio del Interior "sugirieron" a los entrenadores de los equipos a los cuales debía enfrentar el Dínamo en las últimas seis fechas del torneo de las ventajas y publicidad mundial que daría al régimen tener a ese gigantón de 1,90 mts. como ganador del premio que instituía la UEFA.

Tiempo después, Camataru tomaba la pelota cerca del área ante la pasividad de defensores que lo dejaban marcar sin oposición alguna. De ese modo el gol se le abrió al delantero con pasado como infante de marina.

Sumó 20 goles en las últimas seis jornadas para totalizar 44 goles, cifra similar a la lograda en sus primeros seis años de profesionalismo. Lo imposible se había realizado.

Años después el premio le fue destituido ante los evidentes síntomas del fraude cometido en perjuicio del ex delantero del Austria de Viena, Sevilla y Borussia Mönchengladbach quien ocho días antes de la entrega del premio lideraba holgadamente la tabla de artilleros de Europa.

Camataru cerró su singular carrera jugando en Bélgica (Charleroi) y Holanda (Heerenveen), equipos en los que, por supuesto, no logró nada espectacular como así tampoco con la discreta Selección de Rumania en el Mundial de Italia en 1990.
Cosas del fútbol…

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George Best (Irlanda, 1946-2005)


Nacido en Belfast (Irlanda del Norte). Debutó en la Liga inglesa en 1963, con diecisiete años de edad, defendiendo los colores del Manchester United, del que fue un ícono indiscutido entre 1963 y 1974, marcando 137 goles en 361 encuentros. Delantero de endiablada gambeta, cambio de ritmo y depurada técnica.

Su palmarés con el Manchester United incluye dos títulos de la Premier League (1965 y 1967) y la Copa de Europa de 1968, año en el que fue también galardonado con el Balón de Oro, que le distinguió como mejor jugador del continente europeo.

Al marcharse del Manchester, jugó en diversos equipos de Reino Unido y Estados Unidos, como Dunstable Town (1974), Stockport County (1975), Cork Celtic (1975), Fulham (1976), Los Angeles Aztecas ( 1976-1978), Fort Lauderdale Strikers (1978-1979), Hibernian (1979-1980), San Jose Earthquakes (1980-1981) y Bournemouth (1982). Puso fin a su carrera en los Brisbane Lions de Australia (1983).

Llamado “El quinto Beatle”, convertido en estrella deportiva y en ídolo de masas, tendría desde muy joven serios problemas con el alcohol que le acompañarían hasta el final de sus días, alimentados por unos hábitos de vida extradeportiva muy influidos por su propia personalidad y por los efectos negativos de su indiscutida fama.

Después de abandonar la práctica del fútbol, fue comentarista deportivo y sus citados problemas personales nunca desaparecieron y fueron deteriorando progresivamente su salud.

Falleció el 25 de Noviembre de 2005, en Londres; tres años antes, había sido sometido a un trasplante hepático.

Dejó para el recuerdo sentencias por demás ocurrentes:

Gasté mucho dinero en licor, mujeres y autos de carrera. El resto lo desperdicié.

Dicen que me he acostado con siete Miss Mundo, pero sólo han sido tres.

Soy el tío que llevó el fútbol de las páginas interiores a las portadas de los periódicos.

Tendría que haber sido Superman para hacer algunas cosas que se suponía había hecho. He estado en seis diferntes lugares en un mismo momento (hablando sobre algunos episodios de su vida privada)

Hace años dije que si me daban a elegir entre marcar un golazo al Liverpool o acostarme con Miss Mundo iba a tener una difícil elección. Afortunadamente, he tenido la oportunidad de hacer ambas cosas.

Cada vez que entro en un sitio hay sesenta personas que quieren invitarme a beber, y yo no sé decir que no.

Pelé ha dicho de mí que yo era el mejor futbolista del mundo. Es el mejor homenaje a mi vida.

Nunca salía por la mañana con la intención de emborracharme. Sólo sucedía.

No me llega ni a los cordones de la botella (opinando sobre Paul Gascoigne).

Nací con un gran don que algunas veces tiene un lado destructor. Quería superar a todo el mundo cuando jugaba y de la misma manera quería superar a todo el mundo en mis salidas nocturnas.

Daría todo el champagne que he bebido en mi vida por jugar junto a él en un gran partido europeo en Old Trafford” (hablando de Éric Cantona).

Si yo hubiese nacido feo, nunca hubiérais oido hablar de Pelé.

No le pega con la izquierda, no cabecea, no defiende y no marca muchos goles. Aparte de eso, está bien (refiriéndose a David Beckham).

En 1969 dejé las mujeres y la bebida, pero fueron los peores veinte minutos de mi vida
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En la charla técnica del Boca-River de 1981, Mouzo le había advertido al arquero Carlos Alberto "Pantera" Rodríguez que tuviera cuidado cuando el negro Juan José López tomaba la pelota fuera del área, porque “si te ve adelantado te la pone por arriba”. Y el zaguero recordaba que esa misma jugada la había hecho contra el Boca del 76 “obligando a Gatti a jugarse la vida para poder sacarla cuando se le metía en el ángulo”. Y refirió, también, que en algunos partidos de ese torneo del 81, había pateado de esa manera. “Así que ya sabés, si estás adelantado y notás que la agarra el Negro, volvé a los piques”, insistió Mouzo.
Comenzó el partido y a los 5 minutos, J.J. López lo vio adelantado a Rodríguez y se la metió bombeada desde 40 metros. Golazo preanunciado.
¿Y el "Pantera"? Bien, gracias...

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Héctor "Bambino" Veira (Argentina, 1946)


Uno de los personajes que más material ha dado, y dará, al mundo de las anécdotas divertidas, salidas creativas y las frases desopilantes es el ex futbolista y director técnico argentino Héctor Rodolfo “Bambino” Veira.
Nuestro personaje nació en la ciudad de Buenos Aires el 29 de Mayo de 1946, se inició en San Lorenzo a donde llega en 1958 para debutar en 1963, tras un salto desde la 7ª división a la Primera. En 1964, jugando para este club, fue el máximo goleador del campeonato argentino y formó junto al “Loco” Doval, el “Manco” Casa y el “Nano” Areán el ataque de San Lorenzo a quienes denominaron “Los Carasucias” y cuya formación sería la base de “Los Matadores” equipo que en 1968 obtiene el Campeonato Metropolitano.
Jugador encarador, de una zurda muy hábil, con mucho gol, es convocado en 1967 a la Selección Nacional, pero una grave lesión hizo que estuviera mucho tiempo fuera de las canchas y, que aquella promisoria carrera no fuera tan brillante como todos preveían.
Su trayectoria posterior sería más bien discreta, jugando en el Club Atlético Huracán, Banfield, el Santos Laguna (México), el español Sevilla FC, Comunicaciones (Guatemala), Corinthians (Brasil) y Universidad de Chile.
Como director técnico llevó al Club Atlético River Plate a ganar la Copa Libertadores de América y la Copa Intercontinental en 1986. Luego regresó al San Lorenzo de su juventud. Al año siguiente, sin embargo, se vio implicado en un escándalo legal; el 17 de Octubre de 1987 se lo denunció por la violación del menor Sebastián Candelmo. En 1991 fue encontrado culpable de violación en grado de tentativa y condenado a 6 años de prisión por el hecho; un tribunal de alzada reduciría la pena a 3 años, y en 1992 fue puesto en libertad condicional.
De regreso como técnico, llevaría a San Lorenzo a la obtención del Clausura 1995. A finales del año 1996 arriba a Boca Juniors, en donde logra el subcampeonato y de donde se marcha en Abril de 1998. Pese a todo, deja un equipo con una base sólida con la cual Carlos Bianchi logra grandes títulos para la entidad de la Ribera.
Posteriormente, parte rumbo a Bolivia a dirigir la Selección de ese país -desde finales de 1998 a comienzos del 2000-, no llegando a dirigir ninguno de los partidos para la clasificación del Mundial 2002.
De regreso en Argentina inicia su actividad de comentarista deportivo, participando en el programa "La última palabra" de Fox Sports. Hasta que es contratado por Lanús a mediados de Noviembre del 2000 hasta finales de Mayo del 2001. En Octubre del 2001, reaparece el caso Candelmo en los medios televisivos, causando su definitiva separación con la ex modelo Sonia Pepe.
Durante el 2002 dirige a Newell's Old Boys de Rosario, y en el 2004 vuelve a San Lorenzo, donde la hinchada le abre con gran afecto las puertas del Nuevo Gasómetro. Tras una campaña de 8 meses deja San Lorenzo, y a partir de ahí hasta el día de hoy se dedica a ser comentarista deportivo en Fox Sports.

Frases

Tengo más trabajo que el plomero del Titanic (al ser consultado tras una derrota del San Lorenzo que dirigió años atrás)

Me gusta tanto la noche que al día le pondría un toldo (confirmando su fama de noctámbulo)

Guzmán, te saqué para protegerte!! (al ex arquero de Boca, Sandro Guzmán, luego de sacarlo en el entretiempo. Guzmán casi no volvió a jugar al fútbol desde entonces)

Acá asaltaron a Rambo (refiriéndose a los alrededores de la cancha de San Lorenzo)

¿Qué me parece el hotel?... Un poco antiguo... Y, yo creo que acá matarón a Drácula, nene (sobre el Hotel Guerrero)

¿Funes? ¡¡Qué pija!!" (cuando le preguntaron una referencia sobre el recordado delantero)

Diego, se te ve muy bien, muy flaco (a Diego Maradona, cuando andaba cerca de los 120 kilogramos de peso)

Yo entiendo la crisis del club, pero pedí un número cuatro y me trajeron un pomelo (no muy convencido de las cualidades del marcador de punta que le habían traído los dirigentes del club)

Anécdotas

Cuando Héctor Rodolfo Veira fue a jugar al fútbol mexicano decidió, para hacerse unos pesos más, trabajar como extra en las películas de cowboys que se filmaban por entonces. En una de esas filmaciones hacía de indio y tenía que matar a un blanco de un flechazo, pero le erró fiero y estuvo a punto de clavarlo al director John Ford. “Casi lo liquido”, recuerda, la cuestión es que Ford se volvió loco y gritó: “Bájenlo del caballo, sáquenle las flechas...” Y para que no perdiera el bolo, rememora el Bambino, “me mandó a trabajar de borracho en un salón. Yo agarraba cualquier cosa porque me divertía y además me daban 200 dólares por película...”.

El recordado técnico Carmelo Faraone conoció a unos cuantos personajes que, con el correr de los años, se hicieron muy conocidos. Uno de ellos fue Héctor Veira. "Al Bambino", contaba Carmelo, "lo tuve como jugador en Huracán y en Banfield y más tarde, como ayudante de campo, en All Boys y en San Lorenzo. Cuando lo tuve en el Globo, siempre llegaba tarde a los entrenamientos. Invariablemente, el motivo era la pinchadura de una goma. Pero un día lo curé. Llegó tarde y cuando me dio la misma excusa, dejé el entrenamiento, le llevé el coche a un gomero amigo y le hice poner cuatro gomas nuevas. Al volver, le dije: búscate otra excusa, lo de la goma pinchada, ya no corre más".
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