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Ladislao Mazurkiewicz [1945-2013]


En la mañana de hoy, 2 de Enero, falleció el ex arquero de la selección uruguaya y de Peñarol, Ladislao ‘Chiquito’ Mazurkiewicz. 

‘Mazurca’ fue uno de los más grandes arqueros que diera nuestra América, considerado el mejor portero del mundo en la década del ’60, campeón de la Copa Libertadores y de la Intercontinental con los aurinegros en 1966 y ese mismo año fue el arquero de Uruguay en el Mundial de Inglaterra, lo cual repitió en México 1970, cuando los celestes obtuvieron el cuarto puesto.

Días pasados, otro gran arquero uruguayo y que sucediera a Mazurkiewicz en el arco de Peñarol, Fernando Álvez, contó una anécdota en su cuenta de Twitter que pintó de cuerpo entero la personalidad del portero ‘carbonero’: “Les voy a contar una anécdota increíble de Ladislao antes de jugar contra Inglaterra en el Mundial de 1966. Ambos equipos debían subir al palco a saludar a la Reina, que aún vive. Primero los ingleses y seguido Uruguay. Era reverencia a la Reina frente a ella y la mano al marido que estaba a su lado como siempre. Tengan en cuenta que 10 minutos después iba a empezar el partido, cuando ‘Chiquito’ queda frente a la Reina, le hace la reverencia y da un paso, le extiende la mano al marido de la Reina Isabel y, cuando éste le da la mano, ‘Chiquito’ le dice: “Vos sí que estás pintado” y siguió su camino. Sus compañeros no lo podían creer. Dicen que eso sirvió para que alguno de ellos aflojara la tensión que el partido provocaba”.

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El Mundial de fútbol organizado por Inglaterra en 1966 fue conquistado por el seleccionado local, ganándole en la final a Alemania por 4 a 2. Inglaterra se quedaba -por primera y única vez- con la Copa Jules Rimet, pero a través de un desarrollo que dejó ciertas dudas, teniendo en cuenta la famosa y extraña expulsión de Antonio Rattín, cuando enfrentó a la Argentina, también un gol anotado en la final ante a los alemanes (aún hoy muchos sostienen que la pelota no había traspasado la línea de anotación) y la presunta ayuda que otorgaba el hecho de que la autoridad máxima de la FIFA de aquél entonces, correspondía al inglés Stanley Rous, con todas sus innegables influencias.
Para muchos periodistas y entendidos, había ganado el "caballo del comisario". Pero le quedó a Uruguay (también fue perjudicada su selección por los arbitrajes en ese torneo) la satisfacción de haberle restado el único punto del torneo a Inglaterra. Fue el 11 de Julio de 1966, en el partido inaugural de la Copa, en el viejo estadio de Wembley, cuando Inglaterra jugó ante Uruguay. Igualaron sin abrir el marcador.
Aquel recordado cotejo, correspondiente al grupo que integraban Inglaterra, Uruguay, México y Francia, tuvo esta síntesis:
Inglaterra (0): Banks; Gohen, J. Charlton, Moore, Wilson, Stiles, R. Charlton, Bal!, Greaves, Hunt y Connelly.
ruguay (0): Mazurkiewicz; Ubiñas, Troche, Manicera y Caetano; Viera, Cortés, Gonçálvez y Rocha; Silva y Pérez.
Árbitro: Zsoit (Hungría)
Luego, el camino de Inglaterra para ganar el torneo proseguiría con triunfos ante México por 2 a 0; Francia por 2 a 0; Argentina por 1 a 0; Portugal por 2 a 1 y la final contra Alemania, por 4 a 2.

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La moneda del referí tenía la cara de la Reina en los dos lados. Y, encima, los ingleses elegían primero.

(ERMINDO ONEGA [1939-1979], recordado crack argentino, refiriéndose al sorteo en el polémico partido con Inglaterra en el Mundial de 1966)

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Yo no sabía que significaba esa alfombra, la ví seca y me tiré en ella para descansar y ver el partido un ratito más, después me fui porque me tiraban chocolates, como tenía un poco de hambre, y para darles bronca, me los comía y seguía caminando despacito.
Cuando llegué al banderín del córner agarré la banderita inglesa, la retorcí, los insulté y me empezaron a tirar latitas de cerveza. Me fui porque o me mamaba con cerveza o me mataban.


(ANTONIO RATTIN, ex internacional argentino, recordando su polémica expulsión en el Mundial de 1966)

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66 (Ben Mosley - Inglaterra)

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Lo que Bobby sabía hacer mejor que nadie era marcar goles. Puede que otros anotaran más, pero pocos marcaron goles tan espectaculares como los suyos. Sin embargo, Bob era mucho más que un goleador: se encontraba cómodo como extremo, en la delantera y en el medio campo.

(GEOFFREY HURST, ex internacional inglés, Campeón del Mundo en 1966, opinando sobre su ex compañero Bobby Charlton)

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El 19 de Julio de 1966, en el Mundial de Inglaterra, se produjo el resultado más catastrófico para Italia, cuando Corea del Norte le ganó 1 a 0 (gol de Pak Doo Ik), partido correspondiente al Grupo IV, integrado además por Chile y la Unión Soviética...
Se anticipaba la clasificación de la URSS e Italia, pero los coreanos, cuyo plantel estaba integrado por militares solteros (Pak Doo Ik era odontólogo de la fuerza) y que casi no intervienen porque en principio, y por razones políticas (Inglaterra no autorizaba los visados de sus pasaportes), sorprendieron a todos...
Igualaron 1-1 con Chile y le ganaron a Italia, aunque perdieron frente a la Unión Soviética, 3-0. Así, coreanos y soviéticos se clasificaron para los cuartos del final...
A Corea del Norte le tocaba enfrentar, en cuartos, a la poderosa Portugal (con su estrella Eusebio a la cabeza) y en un momento del partido, tocaban el cielo con las manos. A los 22’, los coreanos solteritos ganaban por 3 a 0 con su fútbol vertiginoso, pero de escasa técnica...
Claro que Portugal sacó a relucir su mayor categoría y terminó ganando 5 a 3, con 4 de Eusebio (fue el goleador del torneo, con 9) y otro de José Augusto.

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Los hermanos Willie y René Van der Kerkhof (en la foto, abajo, 3º y 4º de izquierda a derecha) jugaron la final del Mundial en Argentina en 1978, defendiendo a Holanda cuando perdieron ante el seleccionado argentino en el estadio Monumental de River Plate.
También los hermanos alemanes Berndt y K. H. Foster estuvieron en la final de una Copa del Mundo, en España '82, cuando Alemania cayó ante Italia en el estadio Santiago Bernabeu.
La primera vez que dos hermanos pudieron consagrarse campeones en un mundial representando a su país, fue en el certamen organizado por Suiza en 1954 cuando en la final, Alemania le ganó a Hungría por 3 a 2 y en el equipo germano estaban Fritz y Ottmar Walter.
Fue el 4 de Julio de 1954, en Berna, y los equipos formaron así. Alemania (3): Turek; Posipal, Liebrich y Kohlmeyer; Eckel y Mai, Rahn, Morlock, Ottmar Walter, Fritz Walter y Schafer.
Hungría (2): Grosies; Buzansky, Lorant y Lantos; Bozsik, Zakarias; Czibor Kocsis, Hidegkuti, Puskas y Toth.
El segundo caso se dio en el Mundial de Inglaterra, en 1966, cuando en la final entre el local y Alemania Federal, para el ganador jugaron los hermanos Jackie y Robert Charlton.

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Bobby Charlton posee virtudes envidiables. Sobre todo, es un hombre callado que habla a través de la magia de sus botas. Allá donde íbamos, los aficionados al fútbol extranjeros, de todo el mundo sin excepción, sabían todo lo que hay que saber sobre Bobby Charlton. Era nuestro Pelé particular.

(ALAN BALL, opinando sobre Bobby Charlton, ex compañero suyo en la selección inglesa)

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Un extraño suceso se produjo pocos minutos antes de iniciarse el partido entre Hungría y Portugal, el 13 de Julio de 1966, por el Grupo 3 del Mundial de Inglaterra.
Los espectadores que asistieron al estadio "Old Trafford" de Manchester, notaron que cuando el equipo húngaro realizaba el precalentamiento, su arquero Szentmihalyi resbalaba de manera imprevista, golpeándose la cabeza contra uno de los postes, quedando semiinconsciente.
Lo atendieron durante varios minutos (el árbitro inglés Callagham comenzó las acciones con retraso), hasta que Szentmihalyi pudo recuperarse. Pero no del todo. Se sentía mareado, aunque igualmente pidió que lo dejaran en su puesto.
Apenas comenzado el partido, antes de los 2' Portugal se colocaba en ventaja. Una mala salida del arquero húngaro ante un centro, permitió el limpio cabezazo de Augusto.
Luego, Eusebio chocó con Szentmihalyi, quedando éste aún más obnubilado. Pero siguió atajando, sin una total recuperación. Nadie, en el banco de suplentes, lo advirtió.
En la segunda parte, Bene empató a los 15', pero casi inmediatamente, un tremendo yerro de Szentmihalyi, provocó la desazón húngara. Eusebio quiso tirar centro, el arquero hizo "vista" y... 2-1.
Poco antes del final, Torres convirtió el tercer gol portugués, ante una nueva falla del arquero.
Así, Portugal ganaba un partido que en la previa suponía difícil, pero que se le dio a favor debido a las circunstancias mencionadas y ante la poca previsión del cuerpo técnico de Hungría, dejando a un arquero en inferioridad de condiciones al que le hicieron goles tan tontos como decisivos.

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¿Qué queda ahora por conseguir?

(BOBBY CHARLTON, ex jugador británico, preguntando a su compañero y hermano Jackie tras conseguir la Copa del Mundo 1966)

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Uwe Seeler (Alemania)


Un jugador símbolo de Alemania. Los hinchas que fueron a ver el Mundial de Inglaterra en 1966 en lugar de Alemania gritaban: "¡Uwe! ¡Uwe!" Petiso, retacón, tenía una fuerza tremenda y mil pulmones. Cuando Argentina lo enfrentó, en ese Mundial, trajo una pelota desde el medio de la cancha, buscó una pared antes de entrar al área y tiró afuera. Agarré la pelota para sacar desde el fondo y, cuando levanté la vista, ya estaba marcando a Marzolini, para que no recibiera el saque. Resultaba muy difícil de marcar porque era bravísimo para cubrir la pelota. Tenía una fortaleza física impresionante. ¡Era incansable!

(extraído del libro “Jugar al fútbol” de Roberto Perfumo, ex jugador de fútbol y psicólogo social, Libros Perfil S.A., 1997)

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Después del partido contra Inglaterra fuimos a la recepción para los eliminados en el Palacio. Nos pusimos todos en fila, uniformados.
Al lado del 'Mono' Mas había una mujer bajita, medio vieja y muy fea. Como estaba en silencio, el 'Mono' -pensando que ella no entendería- le dijo seriamente cara a cara: ¡Qué horrible sos!
La mujer lo miró y le contestó: "Y vos muy lindo que digamos no sos".
Era la traductora que nos tocaba para la ceremonia. Mas se fue al baño. La fila se deshizo. Estuvimos diez minutos tirados en el suelo de la risa.

(ANTONIO UBALDO RATTÍN, ex jugador argentino, a pocos días de regresar con la Selección argentina del Mundial de Inglaterra 1966, contando esta anécdota del ex jugador de River y del Real Madrid)

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El 19 de Julio de 1966, en el Mundial de Inglaterra, se produjo el resultado más catastrófico para Italia, cuando Corea del Norte le ganó 1 a 0 con gol de Pak Doo Ik), partido correspondiente al Grupo IV, integrado además por Chile y la Unión Soviética...
Se anticipaba la clasificación de la URSS e Italia, pero los coreanos, cuyo plantel estaba integrado por militares solteros (Pak Doo Ik era odontólogo de la fuerza) y que casi no intervienen porque en principio, y por razones políticas (Inglaterra no autorizaba los visados de sus pasaportes), sorprendieron a todos...
Igualaron 1-1 con Chile y le ganaron a Italia, aunque perdieron frente a la Unión Soviética, 3-0. Así, coreanos y soviéticos se clasificaron para los cuartos del final...
A Corea del Norte le tocaba enfrentar, en cuartos, a la poderosa Portugal (con su estrella Eusebio a la cabeza) y en un momento del partido, tocaban el cielo con las manos. A los 22’, los coreanos solteritos ganaban por 3 a 0 con su fútbol vertiginoso, pero de escasa técnica...
Claro que Portugal sacó a relucir su mayor categoría y terminó ganando 5 a 3, con 4 de Eusebio (que fue el goleador del torneo, con 9 conquistas) y otro de José Augusto...

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Entrevista a Eusebio


Eusebio es un jugador histórico, no lo suficientemente reconocido... por ejemplo es el segundo mayor artillero de todos los tiempos detrás del mismísimo Pelé, con la impresionante cifra de 1137 goles oficiales. A Eusebio, nunca le gustó que la llamasen el Pelé de Europa, por varias razones, una de ellas es que es africano, otra es que siempre demostró un estilo y una personalidad diferente. Hay Pelé y hay Eusebio, el único punto común es que son los dos únicos astros que superaron con certeza los 1000 goles.

Cuéntenos su larga y brillante carrera, llena de goles...

Nací el 25 en Enero del 1942, y empecé a jugar oficialmente a los 15 años en el Lourenço Marques de Mozambique. En 22 años de carrera desde África hasta EE.UU. de América, donde encerré mi carrera a los 38 años, pasando por 14 años en el Benfica, anoté 1137 goles en toda mi carrera profesional entre partidos oficiales y amistosos, y ganándolo todo.

¿Cómo fue este debut extraordinario con el Benfica?

Increíble, sólo tenía 19 años. Era el entonces famoso torneo de verano de Paris, en 1961. Se enfrentaban Benfica, Racing de Paris, Anderlecht y Santos. Benfica jugaba la final contra el gran Santos. El Santos iba ganando 3 a 0 a la media parte. Entonces el entrenador me llamó para jugar los últimos 25 minutos. Hice 3 goles en esos famosos 25 minutos. Perdimos 6-3 al final, porque Pelé se enfadó y marcó dos goles. De allí el famoso título de France Football: "Eusebio 3, Pelé 2". Quizás mi mejor recuerdo.

¿Qué recuerdos tiene de Bela Guttmann, su descubridor y primer entrenador en Europa?

Bela Guttmann fue mi entrenador 3 años y con él, el Benfica lo ganó todo. Tengo un inmenso recuerdo de él tanto a nivel humano como futbolístico. Benfica tenía un gran potencial ofensivo y una buena organización defensiva. El principio era de empezar los partidos con la intención de marcar dos o tres goles para luego poder manejar tiempos y ritmos y mantener así la iniciativa. Era un grandísimo conocedor del fútbol y le gustaba el juego de ataque. Pero cuando perdíamos la pelota, también sabíamos defender, todos. Con este espíritu, ganamos campeonatos, copas y Copas de Europa, y el Benfica fue entonces el mejor equipo de Europa.

¿Su mayor éxito fue la Copa de Europa 1962?

Era en Ámsterdam, contra el Real Madrid. Cuando íbamos empatados a tres, el partido era muy abierto, bonito y con alternativas, entonces marqué los dos goles decisivos de la victoria 5-3, contra ese gran Madrid de los Di Stéfano, Gento, Puskas. Fue un buen partido de fútbol y mi mejor recuerdo deportivo.

¿Wembley un estadio mítico pero maldito para Eusebio?

En la semifinal del Mundial de 1966, el equipo inglés era muy fuerte. Bobby Charlton marco los dos goles. Inglaterra jugaba inexplicadamente siempre en su casa, en su estadio, Wembley, con un apoyo impresionante de su público. Todo el mundo decía que Portugal era superior, pero creo que perdimos esta semifinal por culpa propia, fallando ocasiones. De nuevo en Wembley, en 1968, perdimos la final de la Copa de Europa contra el Manchester United y Bobby Charlton otra vez. Empatábamos a uno, y a dos minutos del final, tuve el gol de la victoria en mis botas, un gol fácil y fallé. En la prorroga, perdimos 4-1, contra ese soberbio Manchester de Charlton y George Best. Años antes, otra vez en Wembley, había perdido otra final de Copa de Europa, en 1963, contra el Milán, 2 a 1.

¿Eusebio, este fútbol de hoy, diferente, menos espectacular, sin goles esta amenazado?

(Risas) No... No... Hay que tener fe en el fútbol, comprender que no se pueden comparar épocas, que ha evolucionado el fútbol. El fútbol siempre existió, no va a morir. Nosotros somos mortales pero el fútbol, está viviendo, va a continuar viviendo. Es un juego universal, muy rico. Desde que existe la bola, el balón rueda, se juega con ella... antes de nosotros había fútbol y después habrá.

Bobby Charlton e Eusebio eran señores del fútbol y del Fair Play ¿ha muerto el Fair Play?

El Fair Play sigue existiendo, pero sobre todo sigue posible. Sólo depende de que forma los jugadores se comportan en el campo: sólo hace falta jugar al fútbol, respetar al rival y al público. El jugador tiene el principal papel en el Fair Play.

¿Qué opina de la evolución ultra-comercial del fútbol?

Creo que todavía hay muchos jugadores que miran el fútbol como una pasión, que aman al fútbol en sí, sin considerar sólo el dinero, que aman su profesión y que juegan por placer. Vale que, comparado con mis tiempos, el fútbol ha cambiado mucho, es un tópico decir que se ha comercializado, que se mueven muchos millones, hay que vivir con ello, pero el fútbol sigue siendo un espectáculo.

¿Un espectáculo menos espectacular que en su época?

Es muy difícil comparar estas dos épocas. Hoy estamos en el siglo XXI. No se pueden comparar las épocas. Pero verdad, quizás que mi generación, la del 60 y la de los 50 fueron las que más fútbol, espectáculo y goles hicieron.

¿Los jugadores que le gustan hoy, quienes son?

Zidane es el mejor en la actualidad, me gustan Raúl, Figo y Beckham, Thierry Henry, también me gusta, toma riesgos, dribla en carrera, es veloz y espectacular... sigue habiendo grandes jugadores, Ronaldo puede volver a ser el mejor, aunque nunca será comparable a Pelé, como se debatió hace unos años.


(extraído del blog “Contrapie”)

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¿Nobby Stiles, un jugador sucio? De ninguna manera. Nunca lesionó a nadie, aunque asustó a unos cuantos.

(MATT BUSBY, mítico entrenador del Manchester United, opinando sobre el recio defensor inglés, Campeón del Mundo en 1966 )

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Inglaterra nos venció en 1966 solo porque Bobby Charlton era un poquito mejor que yo.


(FRANZ BECKENBAUER, ex internacional alemán, opinando sobre la final del Mundial de 1966)

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Después del partido contra Inglaterra fuimos a la recepción para los eliminados en el Palacio. Nos pusimos todos en fila, uniformados.
Al lado del "Mono" Mas había una mujer bajita, medio vieja y muy fea. Como estaba en silencio, el "Mono" le dijo seriamente cara a cara: ¡Qué horrible sos!. La mujer lo miró y le contestó: ´Y vos muy lindo no sos que digamos`. Era la traductora que nos tocaba para la ceremonia. Mas se fue al baño. La fila se deshizo. Estuvimos diez minutos tirados en el suelo de la risa.

(ANTONIO UBALDO RATTÍN, ex jugador argentino, a pocos días de regresar con la Selección argentina que disputó el Mundial de 1966)

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Una final con gol "fantasma"


A pesar de ser Inglaterra la cuna del fútbol, no manifestó mucho aprecio a la Copa del Mundo durante bastantes años. Pero en 1950, los pros ingleses accedieron a participar en la máxima competición... y ello les costó la humillación de perder por 1-0 ante Estados Unidos y luego ante España, también por 1-0. A partir de entonces los ingleses decidieron intervenir asiduamente en las grandes competiciones y, finalmente, solicitaron la organización de la Copa del Mundo, que les fue inmediatamente concedida: en 1966 los Campeonatos tuvieron lugar en Londres y otras ciudades del país.
La final se celebró en el estadio de Wembley el día 30 de Julio ante unos cien mil espectadores. Inglaterra llegó a ella después de no pocos sufrimientos y a veces con la generosa ayuda de los árbitros. Ya en el partido inaugural se había producido un sorprendente 0-0 ante Uruguay, un equipo formado por ilustres veteranos con mucho fútbol pero poca velocidad en sus botines. Después vendrían dos victorias sin excesivo brillo ante México y Francia, ambas por 2-0, que le darían el primer puesto del grupo. En cuartos de final se enfrentaron a Argentina, que presentaba un formidable equipo y había eliminado a España. Fue un partido duro y dramático en el cual el árbitro favoreció descaradamente a Inglaterra: expulsó al capitán argentino Ubaldo Antonio Rattín y concedió un gol a Inglaterra conseguido en claro fuera de juego.
En las semifinales, Inglaterra ganó justamente a Portugal por 2-1, merced a dos goles de su máxima estrella, Bobby Charlton, y Alemania Federal se deshizo de la Unión Soviética también por 2-1, asegurándose el derecho a la final, que prometía ser excitante. Los ingleses jugaban el 4-3-3 impuesto por Ramsay: delante del excelente guardameta Banks se situaban cuatro defensas (Cohen, Jackie Charlton, Bobby Moore y Wilson), de los cuales los dos laterales podían convertirse en extremos en cualquier momento; en el centro del campo se situaban Nobby Stiles, Bobby Charlton y el falso extremo Peters, y en punta quedaban Ball, Hunt y Hurst, aunque el primero solía retrasarse y dejaba espacio a las incursiones de los laterales. Un módulo que resultó muy eficaz a medida que avanzaba la competición.
Alemania había construido una espléndida formación en la que sobresalían la veteranía de su goleador Uwe Seeler y la eficacia defensiva del joven Franz Beckenbauer, el cual operaba como jugador libero adelantado, pero se permitía frecuentes incursiones en el área enemiga hasta el punto de haber marcado cuatro tantos y erigirse en máximo goleador de su equipo... Otras figuras eran su lateral Schnellinger, repescado del Milán, su centrocampista Overath y el rubio delantero Haller, también recuperado del calcio italiano.
La final respondió a todas las expectativas. Fue tensa, emotiva... y polémica. El tiempo reglamentario terminó con empate a 2 goles, ya que a unos segundos del final el defensa alemán Weber recogió un rechazo en corto de la defensa inglesa y consiguió el gol decisivo que anulaba la ventaja inglesa obtenida a los 77 minutos por Alan Peters. Se pensaba que en la prórroga se impondría la mayor fuerza física de los alemanes, pero los ingleses contaban con el apoyo incansable de casi cien mil gargantas que anulaban los esfuerzos de los quince mil alemanes que habían acudido a Londres.
A los 10 minutos del primer tiempo de la prórroga, el pelirrojo Alan Ball, el mejor hombre sobre el campo, centró sobre el área y el poderoso delantero centro Hurst remató de volea; la pelota dio en el travesaño y picó... ¿sobre la línea de gol? ¿más allá de la línea? El árbitro suizo M. Dienst quiso hacer honor a la famosa "neutralidad" helvética y se inhibió. Entonces consultó con el juez de línea, el ruso Brakhamov, y éste señaló que la pelota había picado dentro de la portería antes de volver nuevamente al campo, con lo que se concedió el gol.
Más tarde un servicio fotográfico de la revista alemana Kicker y la propia TV se encargaron de demostrar que la pelota había picado sobre la línea; por tanto, no existía tal gol. La protesta resultó inútil. Inglaterra había ganado su primera Copa del Mundo. Un cuarto gol marcado también por Hurst, en pleno delirio y con el campo de juego parcialmente invadido por los fans, no añadía nada a la discutible victoria inglesa. La sombra del "gol fantasma" no ha sido olvidada y queda como un borrón sobre este éxito del fútbol británico.



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De Juan Carlos Lorenzo, por ejemplo, aprendí lo que no se debe hacer en la vida. Esto lo puedo decir porque primero de todo se lo dije a él. Fue un tipo inhumano. Tengo que reconocer un error: debí hablar cuando volvimos del Mundial 66, donde yo jugué y él fue técnico, pero lo hice mucho después. También es cierto que si yo hablaba entonces, Lorenzo no hubiera dirigido nunca más (LUIS ARTIME, ex goleador argentino, en declaraciones al diario "Clarín" del 11/03/99, opinando sobre el desaparecido técnico argentino)

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