Ante los cambios realizados por Blogger, tiempo atrás, y que afectaron la plantilla de este blog hay textos largos que no se mostrarán totalmente. La solución a dicho inconveniente es hacer click en el título del artículo y así se logra que se muestre el resto de la entrada. Muchas gracias y disculpas por la molestia ocasionada.

El Taita "Lolo" Fernández (Fernando Soria - Perú)


Es un fenómeno “Lolo”,
catedrático y campeón,
ya lo ha dicho y lo repite
el mentado Salomón.

Las defensas se asustaron,
el golquíper se mareó
y “Lolo” marcando goles
a los del Plata asombró.

Toma Pasache,
pasa a Lolín,
corre Titina
con Baldovino.

Cabrea Huapaya,
driblea a Sued,
¡qué juramaya!
¿lo ha visto usted?

Allá va “Lolo”,
gran corazón,
esquiva a uno,
driblea a dos.

Y en las tribunas
con emoción,
la gente grita
y exclama ¡GOL!

Todos aclaman a “Lolo”,
el campeón de la patada,
que hizo bramar al Racing
y les metió la goleada.

El golquíper dijo: ché,
vaya tipo extraordinario,
ha metido cinco al hilo,
a eso le llaman rosario.

No sólo cuando patea,
“Lolo” escucha la ovación,
con la cabeza golea
y hace goles de tacón.

La fama de este muchacho,
ha transmontado los Andes
y en la Argentina le dicen:
¡El Taita “Lolo” Fernández!

seguir leyendo...



Las defensas se organizan, los ataques se improvisan.

(JOSÉ GUILLERMO DEL SOLAR, D.T de la selección peruana)

seguir leyendo...

'Lolo' y una historia de amor


En las épocas primigenias del fútbol peruano, cuando los jugadores todavía no eran tentados de una manera hostigante por los clubes europeos, apareció una historia de amor a la camiseta que hasta el día de hoy se recuerda: la anécdota de ‘Lolo’ Fernández y el famoso cheque en blanco que rechazó al Colo Colo de Chile.

En tiempos cuando los jugadores cambian de club como de celular, vale la pena volver a hablar de una historia que demuestra tanta fidelidad por una camiseta que lo contado el día de hoy daría la vuelta al mundo. A pesar de que la anécdota es cuestionada por muchos debido a lo poco que se puede comprobar de ella no deja de constituir una enseñanza del apego de un hombre hacia su club.

Eran épocas donde para algunos amistosos -internacionales, sobre todo- los clubes, con la mayor naturalidad posible, se reforzaban con jugadores de otros equipos. Como por ejemplo la gira aliancista de 1935 en la que Teodoro ‘Lolo’ Fernández, ídolo máximo de Universitario de Deportes, reforzó al club blanquiazul, cuando el artillero se puso la camiseta aliancista y cuyas fotos sirven para que hasta el día de hoy los hinchas del Comando hagan bromas respecto al tema.

El punto es que años después, en 1941, 'Lolo' -cuya fama ya había trascendido fronteras- reforzó al Colo Colo chileno. El club mapochino iba a jugar un amistoso contra Independiente de Avellaneda y quería contar con los servicios del artillero.

El 'Cañonero' vistió las sendas colocolinas junto a otros tres jugadores de Universitario, incluido su hermano mayor Arturo, y anotó el gol de la victoria frente a los ‘Diablos Rojos’ de Avellaneda. Esto generó que hinchas, dirigentes y jugadores del 'Cacique' santiaguino quisieran convencerlo rápidamente de que firme una permanencia larga en tierras chilenas. Nunca consiguieron el "sí" de Lolo.

Sin embargo los vecinos sureños no se rindieron tan fácilmente e hicieron una última oferta que el día de hoy haría que el jugador firme tan rápido que el papel termine roto. Cuenta más de una crónica que el presidente de Colo Colo, Robinson Álvarez, le puso un cheque delante a 'Lolo' y le dijo: “Usted ponga la cifra”.

Contrariamente a lo que el directivo mapochino pensaba, el goleador se negó a firmar el contrato y regresó a tierras peruanas para enfundarse la camiseta de su tan querido equipo crema. "Yo tengo un solo amor, que está en el Perú y se llama la 'U'", reportan que dijo. Si eso no es amor, entonces difícilmente alguien pueda estar seguro de qué lo es en realidad.

NOTA: En la foto 'Lolo' Fernández, último desde la izquierda, con la camiseta de Colo-Colo, como refuerzo, en el estadio Nacional de Santiago. Lo acompañan, siempre desde el lado izquierdo, Pablo Pasache, César 'Pibe' Socarraz y su hermano Arturo Fernández (Foto: tomada del libro 'Lolo, ídolo eterno', de Teodoro Salazar Canaval, pág. 71)

(artículo de Juan Diego Gilardi publicado en el portal digital “De chalaca”)

seguir leyendo...

El Nepo (Elma Murrugarra - Perú)


Nepo dice que cuando sea grande quiere ser futbolista. Su abuela dice que para jugadores basta con su abuelo. Pero ella también dice que sus padres lo tienen que bautizar, que no sabe qué esperan, que por eso le está sacando canas verdes. Que ha salido a su mamá seguro porque su hijo es un santo.

Nepo tiene tres años y unos ojazos color chocolate. También tiene asma. Y le gusta tomar raspadillas. Odia que le corten el pelo y sus rulos le caen por la cara, que casi siempre esta sucia por sus mocos y por el fútbol. A Nepo le encanta que su mamá, cuando está en casa, le lea cuentos, y quiere que sean todos los cuentos de su biblioteca, para que así se quede con él todo el día, todos los días.

En las mañanas, su papá sólo alcanza a darle un beso que medio lo despierta antes de irse a trabajar. Entonces Nepo espera a que su otra abuela lo recoja para llevarlo a jugar fútbol y luego a tomar raspadillas. Él no quiere ser médico como su papá. Detesta los hospitales, porque hace una semana se llevaron ahí a su mamá y no regresa. Por eso él quiere ser futbolista.

A su mamá le gusta el fútbol. Nepo es feliz viendo a su mamá tan contenta cuando gana su equipo. Él es de la “yu” y su papá le ha comprado la camiseta de Solano. Nepo quiere hacer goles, quiere ser amigo de Reynoso, porque su mamá es hincha de Reynoso y también de Solano y también de Galván. Porque Galván es valiente dice ella. Y por eso él no se deja cortar el pelo.

Nepo espera todas estas tardes, sentadito en la primera grada de la escalera de su casa, comiendo mandarinas, soñando que quizá mañana, Reynoso lo va a ver jugando fútbol y entonces va a jugar por la “yu” y ya va a ser grande y va a sacar a su mamá del hospital y se van a ir a comer raspadillas. Porque segurito que su mamá no quiere seguir en el hospital.

Piensa que su mamá debe de estar triste porque estos días hace más frío y ella cuando está en casa, siempre le está limpiando la nariz, desenredándole el cabello con cuidado, arropándolo demasiado y cortándole las uñitas que suele tener negras. Y ahora ella no está.

Su papá le dice que su mamá está en el cielo, no sabe explicarle cómo. Le susurra que su mamá lo quiere mucho, llora y lo abraza fuerte y casi no lo deja respirar. Nepo no llora. Él sigue creyendo, que si él le cuenta a su mamá que conoce a Reynoso y que va jugar por la “yu”… ella va a regresar. De eso está seguro.

(Mi total agradecimiento a Elma por su gentileza de cederme este cuento para compartirlo con todos ustedes)

seguir leyendo...


En mi paso por las canchas me encontré con todo tipo de rivales, unos que salían a buscar francos y otros que iban a buscar las piernas.
A veces tener fama de goleador tiene sus bemoles, porque muchos querían eliminar a “Lolo” de prepo, o sea a la mala.
Una tarde nos tocó jugar contra el Sporting Tabaco (actualmente Sporting Cristal) y salió un zambo medio desteñido a marcarme. Se apellidaba Cancino y tenía fama de bravo en el Rímac.
De arranque comenzó a provocarme, a trabajarme a la boquilla tratando de ganarme la moral, quería atarantarme con frases subidas de tono y me soltaba de vez en cuando “te voy a romper la pierna blanquiñoso…”
Yo estaba tranquilo y el árbitro ya se había dado cuenta de lo que buscaba Cancino, en esos tiempos no había nada de tarjetas amarillas.
En una de esas, en que voy a parar la pelota, con el rabillo de lo ojo “manye” que el zambo se me venía encima con malas intenciones. Entonces voltee rápidamente y lo enganché en el aire, y se metió un revolcón de los mil diablos.
Se levantó enfurecido y se me cuadró en plan desafiante. En ese momento me acordé de las cowboyadas, de esos héroes del lejano oeste como Tom Mix, Red Barry y tantos otros, y lo crucé con un golpe de derecha en la mejilla y luego lo empalmé con uno en el ojo.
¡Para qué contarles...! El zambo no regresó por el vuelto. Salió de la cancha con el ojo morado sin ser Octubre. Pero lo que tuvo más significado para mí, fue que el árbitro ni siquiera me llamó la atención. Es que se había percatado que Cancino era malero y había cobrado en plato hondo.

(TEODORO “Lolo” FERNÁNDEZ (1913-1996), célebre jugador peruano de las décadas del ’30 y ’40)

seguir leyendo...


Roberto Carlos Farfán Quispe (Chincha, 1973) era goleador de Universitario en el año 1999. Marcaba casi siempre en el torneo doméstico y su humanidad aparecía en las portadas de los diarios deportivos en pleno festejo peculiar: con los brazos extendidos, corriendo, y sacando la lengua.
Un día la figura de Farfán llenó la sección policial de los periódicos en Lima porque había sido denunciado por una mujer presuntamente por haberla violado. La noticia causó revuelo en el medio deportivo y un periodista radial fue a buscarlo al Estadio Monumental de Ate para que haga su descargo. El futbolista se sorprendió al enterarse del hecho, negó que haya sido él el protagonista del escándalo, y remató diciendo que debe tratarse de un ¡'anónimo'!.¿Anónimo? El atacante, conocido luego de esa celebración inusual como la 'Foca', debe haber querido decir 'homónimo', o que se trataba de un caso de homonimia.
Finalmente el ex jugador de Ciclista Lima quedó limpio de polvo y paja y siguió su carrera profesional en Alianza Lima, Sport Boys de El Callao, Unión Huaral y últimamente su mayor logro fue colaborar con el retorno a Primera División de Deportivo Municipal, bajo el mando del experimentado Juan José Tan. Farfán Quispe tiene hoy 33 años, su hermano -Rafael- es jugador de Sport Áncash de Huaraz y su sobrino -el brillante Jefferson- destaca en el PSV de Holanda.

(tomado del blog “Goal Peruano”, Diciembre de 2006)

seguir leyendo...


Eran épocas de profunda inestabilidad política en el club Universitario de Deportes de Perú.
Varios dirigentes criticaban la gestión del polémico Alfredo González y querían expulsarlo del club, hasta pedían una asamblea de socios para solicitar su vacancia por incapacidad moral y profesional. Un día, por tantos dimes y diretes entre dirigentes cremas, un editor de un diario deportivo en Lima estaba haciendo un informe al respecto y, para graficarlo, le pidió a uno de los que laboraba en el archivo de la publicación que le facilite una foto de Guinea.
El encargado fue a buscarla, pero demoraba más de la cuenta en volver con el pedido, por eso el periodista fue a buscarlo y se vio sorprendido cuando el archivador andaba perdido y confundido entre enciclopedias y libros, en los que trataba de encontrar una imagen de Guinea (en la foto), el pequeño país de África, cuando en realidad debía buscar la de Eduardo Guinea, un veterano dirigente de la 'U', opositor total de las decisiones de Alfredo González, hoy inhabilitado de por vida por la FIFA para seguir metido en la administración deportiva, al menos activamente.

(anécdota tomada del blog "Goal peruano")

seguir leyendo...


Universitario de Deportes y Alianza Lima jugaban en el Estadio Nacional por la Copa Libertadores, el 3 de Agosto de 1988.
El cuadro crema ganaba 2 a 0, con goles de José "Chemo" Del Solar (20') y del arequipeño Juvenal Briceño (41'), al final del primer tiempo, período en el que los dirigidos por Moisés Barack, se habían quedado con 8 jugadores por las expulsiones de César Espino (34'), Wilmar Valencia (45') y Cédric Vásquez (45'), quienes recibieron la tarjeta roja de parte de César Pagano por conducta violenta.
Luego del entretiempo, las acciones siguieron hasta el minuto 54, cuando el chileno René Pinto y Eugenio La Rosa (foto), hermano menor de Guillermo, acusaron lesiones imprevistas y ya no pudieron ser reemplazados, porque el DT aliancista ya había realizado las dos variantes permitidas en ese entonces por la FIFA.
Sin cinco jugadores, cuando el máximo ente permite siete, al menos para disputar un partido oficial, el cuadro íntimo decidió retirarse de la cancha luego de recibir la venia del juez principal y, por supuesto, el marcador no varió: quedó 2 a 0 a favor de la 'U', que conducía Juan Carlos Oblitas.
En los días posteriores los medios especularon con que Pinto y La Rosa se hicieron a los sentidos para evitar que Alianza, con 8 jugadores en la cancha, sufriera una goleada catastrófica ante el rival de toda la vida, hecho que la 'U' tomó como un acto de cobardía y que la Trinchera Norte le recuerda al Comando Svr cada vez que puede en un choque entre ambos.

seguir leyendo...

A bastonazo limpio: la historia del primer clásico del fútbol peruano


El lunes 24 de Septiembre de 1928 los limeños despertaron sobresaltados. Los niños que vendían los periódicos voceaban titulares que hablaban de escándalo, de agresiones, de incorrecciones y de golpes a palos y a puño limpio. La comidilla del día era el final escandaloso que tuvo el primer enfrentamiento entre los equipos de Alianza Lima y la Federación Universitaria, partido que se jugó por la fase final del campeonato de fútbol de primera división de 1928. Destacaba la primera plana del diario la Prensa que titulaba: “Ayer en el Estadio Nacional: bochornoso escándalo”.

Cada una de las personas que fue al viejo estadio Nacional el día anterior, domingo 23 de Septiembre de 1928, pudo tener su propia versión de lo que allí había ocurrido. El problema lo tuvieron aquellos que no asistieron al estadio. Cada uno de los diarios ofrecía no sólo una interpretación diferente sino que, en algunos casos, eran contradictorios aún en reseñar los hechos que se habían producido en el partido.

Entre estas incongruencias destacaba la asignación de culpas: mientras unos decían que la culpa del escándalo la habían tenido los jugadores universitarios, disculpando a los aliancistas; otros decían que habían sido los de Alianza los iniciadores de los sucesos escandalosos; y otros más, aunque hablaban duramente acerca del comportamiento de los jugadores de Alianza, los excusaban culpando de su reacción a los yerros del árbitro. Incluso, hubo un diario que culpó a los jugadores de Alianza, pero no a todos, exculpó a los que siempre mantienen un comportamiento caballeroso.

El día del partido, el equipo de Alianza Lima tenía dos puntos más que el de la Federación Universitaria. Los blanquiazules estaban en el primer lugar de la tabla de posiciones de la liguilla -un mini torneo final donde jugaron los cinco mejores equipos- con cuatro unidades. Mientras el cuadro aliancista había obtenido los títulos de 1918, 1919 y 1927; el de la universidad debutaba en un torneo oficial.

El encuentro lo ganó la Federación por un gol a cero. Sin embargo, lo que más se recuerda no es que el jugador Pablo Pacheco haya anotado el gol. Lo que ha quedado registrado es que al final, el árbitro debió concluir el partido antes del tiempo oficial porque Alianza se había quedado con seis jugadores, tras sufrir la expulsión de cinco. En tales circunstancias y, de acuerdo al Reglamento, un equipo no puede continuar jugando, dando como resultado final la victoria de la Federación.

Mientras los jugadores de Alianza salían de la cancha, los aficionados universitarios reclamaron al aliancista Filomeno García, de profesión chofer, por su juego excesivamente brusco. Algunas frases duras surgidas desde la tribuna contra el jugador García hicieron que éste reaccionase, generándose una gresca. Cuando todos los aliancistas fueron en defensa de su compañero, los aficionados rivales les lanzaron bastones, lo que hizo que años después este primer partido entre Alianza y la Federación Universitaria fuera conocido como el “Clásico de los Bastonazos”.

Aunque algunos diarios dicen que el juez del partido, el uruguayo Julio Borrelli, se había parcializado con los universitarios, creemos que su versión puede considerarse la más imparcial.

El juez empezó anotando que al iniciarse el segundo tiempo pudo notarse que el juego empezaba a degenerar, lo que me obligó a amonestar a varios jugadores, previniéndoles que de continuar en esta forma tendría que aplicar castigos. La cuestión empeoraría: "Más o menos a los 25 minutos de este tiempo el jugador Miguel Rostaing embistió a puntapiés al jugador de las Casas, quien repelió el ataque, produciéndose un pugilato, en el que intervino también el jugador Quintana que la emprendió a golpes contra de las Casas. Con tal motivo expulsé del fiel (sic) a los tres jugadores que intervinieron en el incidente. Por esta causa se suspendió el juego por 4 minutos.
Reiniciado el partido los jugadores del "Alianza" parecían preocuparse más de malograr físicamente a los contrarios que de jugar fútbol. Les hice diversas reconvenciones para ver si era posible encausar el juego a la normalidad; no obstante lo cual me vi obligado a expulsar primero al jugador Soria y luego al jugador Villanueva, por cometer ambos faltas muy graves.
Cuando faltaba diez minutos para expirar la hora reglamentaria el jugador Rostaing primero, cometió un foul penal de suma gravedad contra el jugador universitario Ruiz, por tal causa sancioné un penal, a la vez que indiqué que se retirara del campo al jugador causante. Sin embargo no hice ejecutar la pena porque, de acuerdo con la reglamentación internacional, no puede continuarse un partido con menos de siete jugadores por bando. Como el jugador Rostaing, que acabo de mencionar, era el quinto expulsado del team del Alianza, éste quedaba sólo con seis jugadores, razón por la cual di por terminado el match, continuando el score de uno a cero a favor de la Universidad.
Creo oportuno dejar constancia que en el transcurso de este halftime, el jugador Souza conquistó un gol más a favor de la Universidad que anulé por foul de este jugador a un zaguero contrario.
Cuando di por terminado el match, varios jugadores del "Alianza" al abandonar el campo provocaron incidentes con el público de las tribunas de preferencia, como es notorio.
Es cuanto tengo que informar a usted, señor Presidente.

Julio Borrelli, árbitro


Para el árbitro, entonces, los que provocan los incidentes del final fueron los jugadores de Alianza. En esto, sólo coincidirá con el diario “El Comercio”.

Por aquel entonces, hacia el final del Oncenio de Leguía, los diarios "La Prensa", "El Comercio", "La Crónica" y "El Tiempo" mantenían una importante página deportiva. Los dos primeros diarios coincidieron en darle la página completa a los sucesos escandalosos del clásico. Pero eso fue en lo que único que coincidieron.

Mientras para “El Comercio” los futbolistas de Alianza atacaron a los espectadores y se trabó un recio pugilato con ellos, sin reparar que en los palcos había elemento femenino; “La Prensa” sostenía que no se puede aceptar que se diga que los jugadores del Alianza provocaron al público. Los insultos y la provocación partieron de la tribuna de preferencia donde se hallaban los partidarios del equipo universitario, y la actitud de éstos no puede ser más censurable.

La subjetividad propia del individuo está presente en los cronistas que relataron lo ocurrido aquel 23 de Septiembre de 1928. Más aún, parece que el cronista de “El Comercio” hubiera sido hincha de los universitarios, mientras que el de “La Prensa” lo habría sido de Alianza.

Sobre estos sucesos escandalosos del final del partido, el diario “El Tiempo”, parece estar de acuerdo con "El Comercio", aunque dice que el causante de que el partido terminara con varios jugadores de Alianza provocando un alboroto en el que menudearon palos, trompadas y silletazos, fue el árbitro para quien pide a la Federación Peruana de Fútbol que le cancele el contrato.

Para el periodista de "La Crónica", el incidente lo iniciaron dos espectadores de la tribuna de a dos que, apasionados por los incidentes ocurridos en el campo de juego, discutieron acaloradamente. El cronista no lo afirma pero es de suponer que uno de estos aficionados era hincha de Alianza y el otro lo era de la Federación. La discusión creció tanto que el público se arremolinó provocando la intervención de la policía. La imprudencia y temeridad de Filomeno García, Rostaing, Quintana y otros jugadores del Alianza hizo que, para contrarrestar la protesta del público, se treparon a las tribunas. El público los repelió a puñadas y el escándalo cobró mayor intensidad.

Entre los jugadores que "La Crónica" salva de las críticas está Montellanos, a quien consideran caballeroso y pulcro.

"El Comercio" dijo que tras la expulsión del jugador aliancista Filomeno García, éste fue a las tribunas de preferencia donde uno de los espectadores le dirigió algunas frases duras. Saltó sobre la valla que separa los palcos y tribunas yendo contra los espectadores. Éstos castigaron al jugador. "La Prensa", en cambio, dijo que cuando algunos de los jugadores del Alianza abandonaban la cancha, luego que el árbitro diese por terminado el partido, fueron objeto de insultos de parte de un grupo de aficionados universitarios. Estos insultos se concretaron al jugador Filomeno García, quien exasperado se lanzó contra la persona que lo insultaba. En ese momento más de 20 bastones cayeron sobre este jugador, siendo agredido, además, con golpes de puño.

El apoyo total del diario “El Comercio” a las actividades deportivas de los universitarios queda demostrado cuando al final del primer enfrentamiento entre Alianza Lima y el equipo de la Universidad un numeroso grupo de entusiastas, entre los que la mayor parte eran estudiantes, cargó en hombros a los jugadores, organizando un desfile. [...] Llegados a las puertas de ‘El Comercio’, requirieron la presencia de alguno de sus redactores. El jefe de redacción salió y recibió una calurosa manifestación de simpatía. El señor De las Casas (jugador de la Universidad) reveló el objeto de los manifestantes, quienes habían querido venir a testimoniar su reconocimiento a este diario por la forma cómo habían sido siempre estimulados en sus prácticas deportivas. Se dieron tres hurras por ‘El Comercio’ y por la ‘Universidad’.

La Federación Peruana de Fútbol se reunió el martes 16 de Octubre en asamblea presidida por el doctor Eladio Lanatta y emitió el Boletín N° 162, haciendo conocer las conclusiones de la Comisión de Justicia sobre los acontecimientos del encuentro del 23 de Septiembre y que, entre otras cosas, eran las siguientes:

1. Hacer una reconvención al Club Alianza Lima.

2. Suspensión por el resto de la temporada a Miguel Rostaing y Julio Quintana del equipo Alianza Lima.

3. Amonestación para los jugadores Villanueva, García y Soria.

Así acabó el clásico. Con los universitarios festejando por las calles de Lima el triunfo de 1-0 y los jugadores de Alianza sancionados por el escándalo. Sin embargo, estas sanciones no se cumplieron. Los universitarios pidieron que los aliancistas estuvieran en los partidos de desempate. Y es que tras el triunfo, los universitarios igualaron a Alianza en el primer lugar del campeonato y debieron jugar dos partidos adicionales para definir al campeón de 1928.

(excelente crónica del historiador y periodista
peruano Jaime Pulgar-Vidal Otálora)

seguir leyendo...


¿Por qué Perú siempre pierde?

-Habría que remontarse a la historia del fútbol peruano, donde no hay victorias.

-¿Por qué?


-Simplemente porque no somos ni hemos sido una potencia futbolística. No nos engañemos, en Sudamérica sólo Argentina y Brasil son potencias. Perú, Bolivia, Ecuador, Chile, Uruguay y Colombia se han nivelado hacia abajo.

-Sin embargo, hubo una época de oro.

-La selección fue a tres mundiales: 1970, 1978 y 1982, fue un ciclo que contó con jugadores especiales. El error fue pensar que siempre sería así.

-Se dice que Man Bo Park se hacía entender en coreano y a gritos.

-Acá somos cojonudos. Criticamos a Fujimori por ser autoritario. Y a la vez, queremos que los jugadores de fútbol sean tratados con autoritarismo. Hasta un político metió su cuchara y recomendó mano militar en el seleccionado. ¿Dónde está la coherencia?

-¿Cuál es el asunto extrafutbolístico que más afecta a un jugador peruano?

-A los veinte años un futbolista tiene lo que tiene un profesional con veinte años de carrera. Por ese motivo tiene que cargar en sus hombros a toda su familia, pasando en poco tiempo de ser un adolescente a ser un abuelo. Algunos lo soportan, otros no.

(JUAN CARLOS OBLITAS, ex jugador y DT peruano, opinando sobre el fútbol incaico en 1999 en la revista "Caretas")

seguir leyendo...

Himno-Homenaje al club Universitario de Deportes (Perú)

seguir leyendo...


Universitario de Deportes y Unión Minas jugaban un partido por el Torneo Apertura del 2000 en el Estadio Nacional de Lima. El duelo, disputado el 2 de Abril de ese año, estaba empatado a cero hasta que el atacante argentino Carlos Alberto Yaqué superó la resistencia del colombiano Lincoln Mosquera, y se desató la tragedia. Luego del gol de la 'U', un aficionado, un alférez de la Armada peruana que estaba posicionado en la tribuna oriente, lanzó una bengala que cruzó la cancha hacia occidente e impactó en el rostro de un adolescente con retraso mental, José Mayta, alias "Pepito", de 17 años, quien falleció al instante luego de que el objeto se le incrustara en el ojo y explotara ante la vista de todos. Los aficionados ubicados en la tribuna occidente hicieron lo posible para salvarle la vida, pero no lo lograron.
El encuentro, como era de esperarse, fue suspendido por el juez principal Albert Caballero a los 18 minutos (el choque se completó dos días después y acabó 2 a 0). Los periodistas ingresaron a la cancha a hablar con los jugadores y uno de ellos le preguntó a Yaqué si se sentía culpable por la muerte del niño en la gradería. El rioplatense se mostró muy sorprendido por la consulta y respondió con signos de molestia: "¡¿Y yo qué tengo que ver con esto?!"
El reportero, un tanto desubicado, le explicó: "Si no hubieras metido el gol nada de esto hubiera pasado. No hubieran lanzado ninguna bengala". ¡Plop!

(anécdota extraída de "Blogs Perú")

seguir leyendo...


Todavía me pregunto cómo en aquella selección de ustedes faltaron algunos muchachos de calidad indiscutida. Por ejemplo: Pastoriza, Daniel Onega y Mas. ¿O en ese entonces no eran buenos?
¿Por qué los eliminamos en la cancha de Boca? Porque hacía más de un año que vivíamos pensando en las eliminatorias y nada más que en las eliminatorias; porque nuestro equipo era realmente bueno y porque tuvimos a la Virgen de Santa Rosa encima de todos nosotros; fundamentalmente para marcarles el segundo gol, un minuto después del empate que a ustedes les había costado muchísimos padecimientos...


(ROBERTO CARLOS CHALLE, "El niño terrible del fútbol peruano", rememorando en revista "El Gráfico" Nº 2719 del 16/11/71, la eliminación Argentina en la Bombonera para el Mundial de México 1970 a manos de la Selección de Perú)

seguir leyendo...


Ángel Cappa era entrenador de la 'U' y, por circunstancias del momento, no tenía delanteros para afrontar un partido trascendente por el torneo local ante Juan Aurich de Chiclayo, en el Estadio Monumental. El técnico argentino tenía a todos los delanteros titulares lesionados y sólo podía recurrir al entonces juvenil Carlos Orejuela para armar el ataque de su equipo. Un periodista fue a cubrir el entrenamiento del conjunto crema y le preguntó al ex asistente de Jorge Valdano en Tenerife de España por el flaco atacante. "¿Orejuela? Ése no es futbolista. Tiene un serio problema lumbar. No puede jugar. Imposible. Voy a esperar a que se recuperen los lesionados", dijo tajante Cappa ante las risas de los reporteros a su alrededor.
Lo cierto es que el DT de la 'U' infiltró a los dos delanteros lesionados, que no pudieron anotar durante el partido, por eso el ex entrenador de Racing Club optó por el último recurso: ¡meter a Orejuela!, incluido en la lista de concentrados por si acaso. Y 'Calavera', o 'Alí', como también lo llaman, apareció en el momento preciso para batir con golpe de cabeza el arco de Juan 'Chiquito' Flores en las postrimerías del cotejo.
Cosas del fútbol…

seguir leyendo...