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El amor platónico de Bill Shankly

Bill Shankly, autor de las citas más audaces e ingeniosas de la historia del fútbol, se hizo hombre en East Ayrshire, Glenbuck, Escocia. Creció en el seno de una familia humilde de diez hermanos, tuvo una infancia durísima, llena de calamidades, y eso forjó en él un carácter tan crudo como irónico. No pudo darse un baño en condiciones hasta los quince años, trabajó a destajo en la mina y encontró en el fútbol, la válvula de escape perfecta para alegrar su complicada vida.

Shankly, un futbolista discreto, pronto entendió que su vocación estaba en el banquillo. Su primer equipo fue el Grimsby Town, luego pasó al Workington y más tarde, en 1956, ficharía para ser entrenador de un equipo modesto, el Huddersfield. Fue allí, en ese equipo, donde Shankly hizo debutar a un muchacho de clase obrera, con pies alados, mala leche y un descaro sobrenatural con la pelota en los pies.

Se llamaba Denis Law, era escocés, había crecido en un barrio marginal de Aberdeen y sólo tenía quince años. Después de unos cuantos partidos, Shankly habló con el presidente del Huddersfield, le pidió retener a cualquier precio a aquel muchacho y le dio un consejo:

-Oiga Presidente, saque su diario y anote esto. Algún día, Denis Law será transferido por 100.000 libras esterlinas.

El presidente no le hizo caso, Denis Law terminó en el Manchester City. Quizá inspirado en aquella jugarreta de aquel presidente, Shankly llegaría a definir a los directivos del fútbol de un modo tan crudo como lapidario:

“La Junta Directiva ideal estaría compuesta por tres hombres: dos muertos y un agonizante”.

Finiquitada su experiencia con el Huddersfield, el bueno de Shankly aceptó el reto de dirigir al entonces modestísimo Liverpool, un equipo sin grandes expectativas que deambulaba por la Segunda división inglesa. Allí fue donde forjó su legendario carácter ganador, donde se convirtió en el manager más famoso de todos los tiempos y donde dejó, con carácter vitalicio, el germen ganador de la filosofía Shankly.

En Liverpool fue donde obligó a su mujer, el día de su boda, a asistir a un partido… de Segunda División. En Anfield fue donde Bill implantó la costumbre de levantar a sus jugadores a las ocho de la mañana para que vieran, son sus propios ojos, cómo trabajaban los mineros de Liverpool. Y en ese club fue donde Shankly instauró reuniones con sus jugadores media hora antes de saltar al campo. Les hacía arrodillarse y les hablaba. Les hablaba de boxeo. De combates históricos, de boxeadores heroicos, de fajarse, de no rendirse. De respeto. De jugar y ganar. De ser los mejores.

Sin embargo, en toda la carrera de Shankly, sólo existió un sueño deportivo irrealizable. Fichar para su Liverpool a aquel descarado escocés que debutó de su mano en el Huddersfield. Shankly había profetizado en 1956 que ese niño prodigio, ese tal Denis Law, algún día valdría 100.000 libras.

La profecía se cumplió el 12 de Julio de 1962, cuando el gran rival del Liverpool, el Manchester United de Matt Busby, fichaba a Law por 115.000 libras esterlinas, una suma de dinero que escandalizó al mundo, y que acabó con el sueño de Shankly.

Denis Law ficha por el Manchester United, a su derecha Matt Busby

Aquel fichaje relámpago el United resultó muy doloroso para Shankly, cuyo ojo clínico ya había vaticinado el talento de Law. Con el tiempo, el patriarca de Anfield, acabaría rendido a la elegancia y clase de su compatriota escocés.

"Law es tan bueno -afirmaba Shankly- que podría bailar en una cáscara de huevo".

No hablaba por hablar. Denis Law inspiraba un fútbol alegre, contagioso, eléctrico y preciso. Alejado del cánon cavernario del patea y corre británico, se convirtió en una especie de volante atípico, más afín al arquetipo latino que al fogoso extremo de Las Islas.

Tan discontinuo en su rendimiento como letal en el área, el fútbol de Law fue el complemento perfecto para el talento de los otros dos grandes talentos del United: Bobby Charlton y George Best. Juntos pero no revueltos, Best, Charlton y Law formaron un triunvirato perfecto, armónico, imparable.

Lo que la política fue incapaz de conseguir, lo unió el fútbol, y un norirlandés, un inglés y un escocés fusionaron su magia, su carisma y su genialidad al servicio de una misma bandera, la del Manchester. Aquellos tres cruzados del Imperio Británico alzaron la Copa de Europa de 1968, y fue fueron considerados como el tercer corazón de Inglaterra, según la prensa de la época, después de Su Majestad La Reina y de The Beatles.

Charlton era el oportunismo, el estajanovismo, la tradicional flema inglesa y el liderazgo en el campo. Best era un genial e irreverente futbolista, un tipo con pie de terciopelo y una cabeza mal amueblada. Law, amén de su grave lesión de rodilla y de su permanente mala leche sobre el terreno de juego, era el goleador inesperado, la chispa adecuada, el tipo capaz de encender a la masa, el interruptor que conectaba una máquina de hacer fútbol.

Su miopía nunca fue un problema cerca del área, sus quiebros eran tan bruscos que hacían descarrilar defensas y su visceralidad le convirtió en uno de los fundadores del histórico club de futbolistas a los que hoy se conoce por ‘Bad boys’ (Chicos malos).

Law, el chico que creció en un barrio modesto de Aberdeen, llegó a hacer realidad el cuento de Cenicienta y se convirtió en una de las estrellas fugaces más brillantes de toda la historia del Imperio Británico. Amó al fútbol por encima de todas las cosas. Vistió la camiseta del Huddersfield, se hizo futbolista en el Manchester City, pasó una temporada en el Torino italiano, alcanzó la gloria con el Manchester United y por último, en su última temporada en activo, decidió colgar las botas en Maine Road, el hogar del Manchester City.

Además de ser internacional por Escocia en 55 ocasiones, Law disputó en toda su carrera un total de 587 partidos, anotando la friolera de 300 goles. Fue Balón de Oro en 1964. Ningún otro escocés ha logrado volar tan alto con una pelota en los pies. Bautizado como ‘El escocés volador’, Law ganó prestigio, fama y dinero durante los años sesenta.

En Julio de 1974, el padre deportivo de Law, el mítico Shankly, anunciaba su retirada del Liverpool. Ese día, los aficionados colapsaron la centralita del club y los trabajadores de las fábricas locales amenazaron con ir a la huelga si no regresaba su héroe, pero Shankly consideró que había llegado el momento de pasar más tiempo con su mujer Ness y su familia. Shankly ganó todo, pasó a la historia como el mejor manager de todos los tiempos, y su Liverpool jamás caminará sólo. Sin embargo, al bueno de Bill siempre le atormentó no haber podido conseguir el fichaje de Denis Law para su Liverpool.

Fue su amor platónico, el sueño frustrado e imposible de toda su vida. Law nunca llegó a jugar para el Liverpool. Fue el único sueño que Shankly no pudo alcanzar.

(publicado en el blog “Siempre fútbol” del lunes, 12 de Enero de 2009)

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El portero de hierro del Manchester City


Bert Trautmann nació en 1923 en Bremen. Estuvo en la Luftwaffe, las fuerzas aéreas alemanas, y partició en la segunda Guerra Mundial, era un paracaidista. Estuvo luchando en el Frente del Este, por ello le dieron cinco medallas, entre ellas, la "Iron Cross".

Después de esto, le mandarían a luchar al frente Oeste, allí no tendría tanta suerte. Fue capturado por los británicos. Lo llevaron a un campo de concentración de Ashton-in-Makerfield (en Lancashire) con 1.000 soldados más, él fue uno de los 90 que consiguieron sobrevivir. Un poco más tarde le ofrecieron repatriarse a Alemania, pero se negó, entonces se quedó a vivir en el norte de Inglaterra, trabajando como granjero y jugando al fútbol. Era el portero del St.Helens Town (actualmente en la North West Counties Football League). Allí jugaría 43 partidos, en la temporada 1948-49. Ese año su fama iría creciendo, sobre todo tras una final de una competición local, la Mahon Cup, a la que acudirían unas 9.000 personas.

Entonces llegaría su momento, varios clubes se interesaron por él, finalmente ficharía por el Manchester City con un contrato amateur. Era su oportunidad, y no la desaprovechó, ya que no tardarían en hacerle contrato profesional. Su pasado como soldado (posteriormente también fue sargento) de la Alemania nazi no gustaba a la afición. Muchos seguidores bombardearon la sede del City con cartas de protesta y pancartas en las que se podían leer leyendas como "Fuera el alemán". Además, tenía que sustituir a toda una leyenda de los citiziens, Frank Swift.

Su primer partido como titular lo disputaría ante el Bolton Wanderers, aquello sirvió para que los fans del City se dieran cuenta de su calidad como portero. Pero cuando jugaban fuera, era abucheado por los seguidores de los equipos rivales, tanto que un día cuentan que se desconcentró por completo, al ser el centro de las iras rivales, y le metieron 7 goles, concretamente jugando ante el Derby County.

Poco después, en Enero de 1950 tenía que jugar en Craven Cottage, su primera visita a Londres. La prensa londinense recordaba su pasado todos los días, y en aquel partido la afición del Fulham no paró de llamarle "nazi" durante todo el partido. Pero al final de aquel partido, tras realizar grandes paradas terminó siendo aplaudido, sobre todo por los jugadores de ambos equipos, el Fulham y el Manchester City. A pesar de sus grandes partidos, no pudo evitar que el City bajase a segunda ese año, aunque no tardarían en volver a la First Division.

Comenzó a ser considerado uno de los mejores porteros de la época, y fue uno de los primeros porteros en jugar con los pies ya que sería uno de los participantes del Revie Plan que utilizó aquel Manchester City. Este sistema les llevaría a jugar la Final de la FA Cup de 1955, donde cayeron por 3-1 ante el Newcastle, en un partido totalmente nefasto. Pero solo una temporada después, tendrían la revancha. Esta vez llegaban al viejo Wembley para jugar contra el Birmingham City. La final iba bien para el City, ganaban por 3-1 y quedaban 15 minutos.

Un balón disputado provocó un fuerte golpe entre Trautmann y Peter Murphy. Trautmann tenía un gran dolor en su cuello y en su rodilla derecha. En esa época no había cambios, por lo que continuó jugando a pesar de su estado físico. Con esos problemas, todavía tuvo tiempo para realizar paradas espectaculares en los últimos minutos, la más destacada ante Murphy. Se acabó el partido y ganaron, pero pudo recoger su medalla, aunque después tendría que permanecer con su cabeza inmóvil debido a que su dolor en el cuello incrementaba.

Acudió al St.George´s Hospital donde le dijeron que solo tenía tortícolis, pero tres dias después en Manchester el diagnóstico fue otro, se había roto cinco vértebras, de las cuales la segunda de ellas se había fracturado en dos, lo que pudo haberle costado la vida. Después volvería mucho más tarde a jugar, pero no se había recuperado bien de su lesión y duraría poco más.

Fue nombrado jugador del año por la prensa inglesa en 1956, y antes, en 1953 le ofrecieron jugar con su país pero lo rechazó, no quería más polémicas sobre su pasado. En su juego destacó además de por tener un porcentaje muy alto de paradas por tener un saque muy largo que realizaba con su mano, ya que había jugado al balonmano cuando era más joven.

En la actualidad vive en un pueblo valenciano (desde 1990) y ha trabajado para mejorar las relaciones anglo-germánicas. Su último homenaje se lo dieron en 2005, cuando pasó a formar parte del National Football Musseum de Preston.

Aquí debajo, el resumen de aquella final de la FA Cup de 1956 que le llevaría a la fama:


(publicado en el blog “Neighborhood Football”, el miércoles 21 de Octubre de 2009)

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Es increíble, todo el mundo sabe que Carlos es un gran jugador. Todos lo quieren y éste ha sido un partido especial para él, con el que ha soñado creo que puede repetir el partido contra el United la próxima semana. Carlos le demostró que es un jugador de primera clase, después de todo lo que Neville habló mal de él.

(PABLO ZABALETA, compañero y compatriota de Carlos Tevez, refiriéndose al gesto obsceno -foto- que le dedicara Gary Neville al 'Apache' tras la conquista del primer gol en el clásico jugado horas atrás y en el que el Manchester City triunfara por dos goles a uno ante el United. La semana pasada Neville había comentado a los medios ingleses que "Ferguson hizo bien en vender a Tevez".)

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El gol que Denis Law jamás hubiera querido anotar


Si hay un derby de Manchester que será recordado eternamente por encima de los demás es aquel Manchester United 0 - Manchester City 1 del 27 de Abril de 1974 por la First Division inglesa en el cual los ‘Red Devils’ se vieron condenados al infierno de la Segunda División por el gol de una leyenda de Old Trafford vestida de celeste aquel día.

Fines de Abril del 74 y en Old Trafford los ‘Diablos Rojos’ recibían a sus vecinos hundidos en la zona baja de la clasificación.

Un gol de taco del escocés Denis Law (Aberdeen, 24 de Febrero de 1940) a diez minutos de la finalización del partido supuso el 0-1 y la condena al descenso para el United.

Un gol que siempre será recordado por ser el que provocó ese descenso, aunque no fue del todo así.

La victoria del Birmingham City ése mismo día enviaba al Manchester United a la Second Division de todas formas.

Sin embargo, Law, desconocedor de la situación y superado por los nervios, tuvo que ser sustituido y abandonó el terreno de juego de Old Trafford con lágrimas en los ojos y envuelto de un silencio estremecedor. Y es que el escocés defendió la camiseta del United durante once temporadas en las que ganó dos ligas (1965 y 67), una FA Cup (1963) y la Copa de Europa de 1968, aunque no pudo jugar la final por lesión. Sólo motivos familiares impulsaron en 1974 el fichaje por el City, con el que sólo jugaría una campaña antes de retirarse.

Denis Law empezó a destacar en las filas del Huddersfield Town a las órdenes de Bill Shankly. A lo largo de su carrera batió en dos ocasiones el record del traspaso más caro de la historia del fútbol cuando firmó por el Torino por 100.000 libras y un año más tarde cuando se incorporó al United por 115.000. Su traspaso al City, valorado en 35.000 libras, superó cualquier otro registro en el Reino Unido. Ganó el Balón de Oro en 1964, marcó 30 goles con Escocia y más de 300 con los equipos en que jugó.

Cuando fue transferido al Manchester United en 1962, su fichaje de 115.000 libras, volvió a batir el record de transferencia inglesa. Debutó con el club el 18 de Agosto de 1962 contra el West Bromwich Albion, marcando un gol a los siete minutos, aunque el partido acabó con empate a dos. En esta etapa, el se casaría con su actual esposa, Diana, el 11 de Diciembre de 1962.

En la temporada 1964-1965, le otorgaron el Balón de Oro y el Manchester United ganó su primer título de liga después del Desastre aéreo de Múnich. Además en esa misma temporada, Law había marcado 28 goles, siendo el máximo el ‘Pichichi’ de la temporada. Formó la llamada "Santísima Trinidad", que era la delantera de aquel Manchester y en la que le acompañaban el inglés Bobby Charlton y el norirlandés George Best. Aquí se mantuvo 11 años.

El destino futbolístico fue muy cruel al final con Law y el Manchester United. En el verano de 1973, ya en el declive de su carrera, es contratado por el Manchester City donde en 24 partidos ligueros aún consigue 9 goles, siendo el gol al United el último de su carrera y a la postre el gol que condenara al descenso al equipo de su corazón.

Como se ha escrito, fue el gol que Law no quiso nunca marcar. No lo celebró y anduvo por el campo cabizbajo y abatido. Ello no le impidió formar parte para siempre del grupo de leyendas del Manchester United con el que siempre ha estado vinculado. Se retiró después del Mundial de Alemania de 1974 con 34 años.

Denis Law es una leyenda viva del fútbol británico en general y de Manchester particular. Querido por los aficionados del City y adorado por los del United, una estatua suya salvaguarda los accesos a Stretford End, en Old Trafford.

Ha sido internacional con la Selección de fútbol de Escocia en 55 ocasiones y marcó un total de 30 goles. Es el máximo artillero de la historia de su selección junto con Kenny Dalglish. Está incluido en el Salón de la Fama de Fútbol Escocés.

Fuentes consultadas:

• Esfútbol.es
• Premier Football
• Wikipedia



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La muralla de la ciudad



Fecha: 1968
Lugar: Old Trafford, Manchester, Inglaterra
Fotógrafo: Peter Robinson (Inglaterra)

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Manchester City FC - We Love You City We Do

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