(MIGUEL IGNOMIRIELLO, entrenador argentino -foto-, dirigiéndose a Daniel Tagliani el día que éste debutó en Banfield, en 1970 ante Gimnasia y Esgrima La Plata)
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(MIGUEL IGNOMIRIELLO, entrenador argentino -foto-, dirigiéndose a Daniel Tagliani el día que éste debutó en Banfield, en 1970 ante Gimnasia y Esgrima La Plata)
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Entre las curiosidades que ofrece la estadística de esos partidos, se destaca que al término del primer tiempo del encuentro entre Racing y Central, los de Avellaneda ganaban apenas por 4 a 3. ¡Lo que le esperaba a los canallas en la segunda parte! Los goles albicelestes los anotaron Rubén Sosa (4), Orestes Omar Corbatta (3), Pedro Mansilla (2) y Juan José Pizzuti (2).
De este encuentro hubo otro dato curioso porque el único de los delanteros que no convirtió fue el puntero izquierdo Belén que, de su amargura, se fue llorando a los vestuarios.
En cuanto a la mencionada goleada de Banfield en 1974, también quedó un récord marcado por Juan Alberto "Juanchi" Taverna, quien esa tarde hizo ¡7 tantos! Inolvidable.
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Verde y blanco a franjas verticales (Eduardo Pérsico - Argentina)
El episodio había acontecido en 1942 y por los cincuenta Pablo supo merodear los vestuarios del estadio tras una prueba futbolística que nunca consiguió, quizá porque ya los jugadores llegaban de lejos. Luego, se fueron cambiando sus vocaciones y él empezó a cuestionar las mismas alegrías que de chico agigantaba en su corazón.
'El fútbol sirve al Poder', solía repetir, aunque una vez vendiendo libros por alguna provincia y ser invitado a pelotear con otros viajantes, disfrutó al vestir ocasionalmente la casaca de sus amores. Verde y blanca a franjas verticales.
En los años del setenta algo lacerante le aconteció a Pablo: unos tipos con capuchas de pesquisar escritos rompieron su casa en la alta noche, violaron a su mujer y en una dependencia embanderada lo torturaron a gusto. Pero eso no se agregaría a ninguna reseña deportiva ni tampoco que una semana más tarde, en una madrugada lo tiraron desde un auto con su existencia rota, donde apenas latentes guardaría sus evocaciones de infancia. Así que llegando los años del ochenta Pablo se encontró viviendo en España donde unos imprevisibles amigos en Sevilla lo instaban a compartir agasajos y tabernas; y hasta en un luminoso 12 de Octubre él, que ya no consentía el atavismo de la muerte gratuita, vomitó en la plaza de La Maestranza cuando el diestro Rafael de Luca, que esa tarde saliera por la Puerta del Príncipe, faenaba su segundo toro.
Lo mismo y sin saberlo ni la dueña del apartamento que rentaba en la calle La María, cada domingo Pablo solía irse de paseo luego del mediodía y regresaba al crepúsculo. Y entonces sólo, con la mirada sin convicción se recostaba en el sillón de su lectura o recordaba, sencillamente, y en algún abismo volvió a ver la alegría de su viejo con él en brazos al festejar un gol, al vasco Lángara colorado de furia pateando aquella pelota gigantesca y al negro Silveyra corriendo jorobeta contra la línea, igual que una gallina. Toda su vida reducida a esos pocos fotogramas de aquel Banfield tres San Lorenzo uno, cuando al salir de la cancha su padre, con su sombrero rancho y aquella sonrisa gardeliana y grandota, le preguntó '¿te gustó?', él dijo 'sí, mucho', y el viejo agregó 'ojalá siempre te acuerdes'.
Hasta que a mediados del noventa, en un soledoso atardecer de un domingo en Sevilla, Pablo sintió en el pecho un dolor profundo y definitivo; y al entrar los vecinos a su habitación, alguien observó una camiseta fútbol era desplegada bajo su cuerpo y comentó apenas:
-Del Betis, verde y blanco a franjas verticales.
(un gracias enorme a Eduardo por el envío de este relato para ser compartido con todos ustedes)
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EL TALADRO - Banfield (Argentina)
El 21 de Enero de 1896, un grupo de profesionales y comerciantes ingleses residentes en Banfield decidieron fundar un club al que bautizaron con el nombre del pueblo. Este nombre respondía al de la estación del ferrocarril, establecida en 1873 en honor a Edward Banfield, primer Gerente de la empresa Gran Ferrocarril Sur.
Mientras Daniel Kingsland fue Presidente, en lo deportivo le dio prioridad al cricket y el fútbol quedó relegado a un segundo plano, lo que explica las pobres actuaciones de los equipos del club en los campeonatos de fútbol de 1897 y 1898.
Hasta que en 1899 lo reemplazó el contador Alfred John Goode, un amante del fútbol. En 1899 se disputó el primer campeonato de fútbol de Segunda División en la Argentina, el cual Banfield ganó aventajando por un punto al equipo de la English High School de Alejandro Watson Hutton. Esta conquista convirtió a Banfield en el único club de los que actualmente militan en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que fue campeón en el siglo XIX.
En 1931 un grupo de clubes -encabezados por los de mayor convocatoria- decidió profesionalizar el fútbol, lo que en definitiva significó blanquear la situación y poner fin al "amateurismo marrón" o profesionalismo encubierto. Banfield fue invitado a participar de la Liga Profesional pero sus dirigentes, entendiendo erróneamente que el profesionalismo iba a fracasar a corto plazo, optaron por seguir participando en los campeonatos amateurs. Inmediatamente, los jugadores de Banfield recibieron ofertas de los clubes de la Liga Profesional y se marcharon.
Con un plantel diezmado, Banfield participó de torneos intrascendentes hasta 1934. En 1935 se organizó la actual Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y Banfield fue destinado a la Segunda División. Sus campañas fueron extremadamente pobres, el público lo había abandonado, los socios eran menos de 300 y en 1938 terminó último en la tabla de posiciones perdiendo la categoría.
En 1940 su Presidente, el joven empresario Florencio Sola, renovó totalmente al equipo. Con jugadores como Rafael Sanz, Eduardo Silvera, Juan Bautista Busuzzo, Alfredo De Terán, Armando Farro y otros, Banfield hizo una sorprendente campaña (atípica para clubes recién ascendidos), por lo que el diario "El Pampero" bautizó al equipo con el nombre de "El Taladro" (por la manera en que “agujereaba” los arcos de sus rivales), apodo que pasó a la historia como el seudónimo oficial de la institución.
Banfiel no ha sido campeón del fútbol argentino, pero obtuvo los subcampeonatos de 1951 y 2005.
Con campañas que lo tuvieron alternando en el Ascenso y en Primera División, en la que se encuentra desde 2001, Banfield es un club netamente represantivo del Sur del Gran Buenos Aires y un clásico animador del fútbol argentino.