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Juan Antonio Pizzi, nacido el 7 de Junio de 1968 en la provincia de Santa Fe, fue un delantero centro que triunfó en el fútbol español.
Comenzó en Rosario Central, para concretar una extensa y exitosa trayectoria, pasando por Tenerife, Barcelona, Valencia y Villarreal, en España; Toluca de México; Porto de Portugal y River de Argentina,
En la temporada 1995-1996, tuvo uno de sus mejores momentos, actuando para Tenerife, al anotar 31 tantos, obteniendo el ‘Pichichi’ como máximo goleador de la Liga Española y el Botín de Oro, como el mayor artillero de las ligas europeas.
Sus goles hicieron que, una vez nacionalizado español, fuera citado para jugar en el seleccionado de España.
En 1996, fichó para el Barsa y sus hinchas recuerdan un partido en el Camp Nou, cuando enfrentó al Atlético de Madrid. Al finalizar el primer tiempo, los "colchoneros" ganaban 3 a 0. En la segundo, el local, en franca recuperación, igualó 4 a 4 y cuando el árbitro estaba por pitar el final, Pizzi convirtió el gol que le dio el triunfo a los catalanes.
Los aficionados recuerdan ese gol relatado por el periodista Joaquim María Puyal, cuando a grito pelado decía al aire: "¡Pizzi, sos macanudo!", queriendo felicitarlo con una palabra bien "argentina" que quizás no venía al caso. A partir de allí, se lo apodó "Macanudo".
Pizzi jugó 22 partidos para España, con 8 goles, uno de ellos, el 20 de Septiembre de 1995, en un amistoso ante Argentina, partido que ganó España 2 a 1. El goleador jugó el Mundial de Francia de 1998, con escasa participación.

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GRANJEROS - PSV Eindhoven (Holanda)


El cambio de siglo trajo a la sociedad de Europa incertidumbres, dudas y miedo. Había que decir adiós al siglo XIX y dar la bienvenida a un nuevo decenio, el del siglo XX. Muchos son los que profetizan el fin del mundo. Otros, los más prácticos se preparan para enfrentarse a una nueva era.

Pasaron los años y fue mitigándose el miedo. Europa recobra, poco a poco, su pulso habitual. Aunque la tragedia no tardaría mucho en llegar. En 1914, la 1ª Guerra Mundial traería el hambre, el miedo y la muerte...

Un año antes, en Holanda, nacería uno de los clubes de fútbol que más gloria y triunfos daría a este país. Dentro de este contexto sociopolítico europeo “vio la luz” el PSV. Nació en una ciudad, Eindhoven, capital de Brabante del Norte, donde la mitad de la población trabajaba en empresas eléctricas creadas en 1892 por Gerard Philips.

Por eso, no podía ser de otra manera. El Philips Sport Vereniging, fundado el 31 de Agosto de 1913, nacería ligado a esta actividad laboral. Los obreros de la empresa eléctrica que dio nombre al equipo decidieron, tras una fiesta en la fábrica, celebrar una serie de actividades colectivas que ocuparan parte de su tiempo libre una vez terminado su trabajo en la fábrica, las ideas fueron muchas.

Y entre ellas surgió el propósito de crear un club deportivo. Los primeros promotores del deporte del fútbol entre los obreros fueron J.W. Hofkes, J.C. Ketel, W. Schouten y H. Huisken. Los trabajadores encontrarían así una manera sana de diversión fuera de las duras horas de trabajo.

Relacionado con este ámbito laboral, se ganan el apodo de “granjeros” (boeren en holandés) en referencia a sus orígenes provinciales originales de la ciudad.

El club deportivo creado contaba con equipos e instalaciones para la práctica del fútbol, el atletismo, la gimnasia y el hóckey. Era la manera con que los jóvenes y los no tan jóvenes se entretenían en la sociedad de comienzos del siglo XX. Decir Eindhoven era decir Philips. A partir de entonces, decir Philips era decir PSV.

Pronto el equipo se convirtió en el guía de la sociedad de Brabante del Norte (provincia holandesa cuya capital es Hertogenbosch, contando con Eindhoven y Breda como ciudades más importantes). Era ‘la luz’ de una ciudad iluminada por el imperio de las lámparas.

Gerard Philips, sin quererlo en 1892, había puesto las bases para que naciera uno de los clubes más importantes de la historia del fútbol de los Países Bajos.

El campeonato de Brabante

Pronto llegó 1914 y con él una de las grandes tragedias de la sociedad europea. La 1ª Guerra Mundial enfrentó a dos grandes bloques antagónicos: la Triple Alianza (integrada por Alemania, el Imperio austro-húngaro e Italia) y la Triple Entende (Francia, Gran Bretaña y Rusia).

La Europa central fue el escenario de la batalla. Holanda, muy cerca geográficamente del desarrollo de la Guerra, permaneció neutral. Así, la sociedad sólo tuvo referencias de la lucha a través de las noticias. La vida transcurrió con calma.

El fútbol, que ya formaba parte del conjunto social, tampoco se vio afectado. Los encuentros continuaron disputándose. Es en este año, 1914, cuando el Philips Sport Vereniging se inscribe en el Campeonato de Fútbol de Brabante, la asociación local de este deporte.

El 19 de Septiembre del año siguiente, 1915, el conjunto de Eindhoven disputaba un primer encuentro con carácter oficial. En la ciudad de Tilburg se enfrentará a los jugadores reservas del equipo de Willem II, equipo dedicado a Guillermo de Orange, principal impulsor de la independencia de los Países Bajos del dominio español.

El resultado fue adverso para el conjunto de Eindhoven. Perdió por dos goles a tres. Pero, aún con este resultado, los jóvenes no se sienten defraudados. Su trabajo pronto dará frutos. Quieren crear, y están en camino de conseguirlo, uno de los grandes clubes de Holanda. Aunque primero tendrá que desbancar a dos equipos históricos: Feyenoord y Ajax. El objetivo no va a ser fácil.

1921: El año del ascenso

Transcurre el año 1918 cuando el Philips Sport Vereniging logra el ascenso a la Segunda División del fútbol holandés. Tres años permanecerá en esta categoría. El sueño es jugar con los mejores. Pero habrá que esperar. En 1921 será cuando consiga ascender a la División de Honor. Ya está entre los 'grandes'. Ahora debe convertirse en uno de ellos. Aunque los primeros años no serán nada esperanzadores.

Hasta 1925 el club de Eindhoven peregrina por la categoría. Ocupa siempre los últimos lugares y, en varias ocasiones, está muy cerca de descender a Segunda. Son tiempos difíciles. El club no logra encontrar su identidad y su patrón de juego. El sueño de ser ‘grande’ en el fútbol holandés parece demasiado complicado. Aún así, el club no se rendirá.

De tantas humillaciones recibidas durante estos años surge la respuesta. Cuatro años después, en 1929, el equipo consigue proclamarse campeón de la Liga holandesa por primera vez en su historia. El éxito llena de algarabía las calles de Eindhoven. El club fundado por los obreros de la Philips ha conseguido situarse entre los grandes de Holanda. Era el primer título nacional que colocaría en sus vitrinas.

El entrenador que dirigía los destinos de aquel completísimo equipo era un profesor de gimnasia: Klein Venting. El Philips Sport Vereniging se había convertido en un símbolo para la sociedad de Eindhoven. Y los jugadores que formaban el equipo en verdaderos héroes: Han Hunting, Sjef Van Run, Kees Leenhouwers, Frits Van Zeyl, Theo Hermens, Driekske Klaassen, Arie Van Strien, Gerrit Hermans, Ad Van Eerd, Jan Van der Broek y Kees De Visser.

El año de la reorganización

Con el transcurrir de los años el club deportivo fundado en 1913 fue sufriendo diferentes cambios. Había que ir adaptándose a los nuevos tiempos. En 1933 se produciría una pequeña reorganización de la sociedad. La sección de fútbol es la única, dentro del club deportivo, que mantiene un cierto nivel competitivo y decide convertirse en autónoma. Decide abandonar las actividades de atletismo, gimnasia y hockey y centrar todos sus esfuerzos en crear un importante club de fútbol.

Obviamente, esta autonomía se produjo siempre bajo la protección de la Philips. Un proteccionismo que se veía reflejado en todos los aspectos del club. Incluso, el primer estadio donde el PSV jugaba sus encuentros tuvo que llevar el nombre de la casa-madre: Philipsdorp.

El segundo triunfo importante para la escuadra de Eindhoven llegaría seis años después, en 1935. El PSV conquistaba el segundo título de Liga de su historia. Aún quedaban muy lejos equipos como el Feyenoord y el Ajax.

Esta temporada el equipo funciona bajo la batuta de un extraordinario maestro de balón: Sjef Van Run. Un jugador que lograría la internacionalidad en quince ocasiones entre los años 1931 y 1935.

Pero pronto vendrían las "vacas flacas". El club de Eindhoven viviría unos años totalmente oscuros. Es una época de crisis en los resultados. Dieciséis años tendrá que esperar hasta volver a conseguir otro Campeonato de Liga. La década de los cuarenta pasa totalmente inadvertida para la historia de este conjunto holandés.

Ningún título en su haber durante quince años obliga al club a plantearse cuáles pueden ser las posibles soluciones a la crisis. El equipo había nacido para estar entre los grandes y hasta ahora, sólo lo había conseguido en dos ocasiones. Y sin solución de continuidad.

De todas formas, a comienzos de los años 40 Europa viviría la segunda gran catástrofe de su historia. Alemania, gobernada por el nacionalsocialismo de Adolf Hitler, llevaría al viejo continente a una nueva guerra: la 2ª Guerra Mundial.

Y Holanda, que en la 1ª Guerra Mundial se mantuvo neutral, esta vez sufriría directamente los horrores de la guerra. En 1940 el territorio de los Países Bajos es invadido por Alemania. Todo cambió en la sociedad. El fútbol también se resintió de la catástrofe. Se seguirán jugando partidos pero sin demasiada trascendencia. Ahora lo importante era la guerra. Y así debió entenderlo el club de la Philips, que vivió una de sus épocas más oscuras.

Pronto llegaría la década de los 50. La guerra había terminado y Europa recobraba su pulso. Estos nuevos años comenzaron de una manera muy esperanzadora para el PSV. En 1950 logra el primer título de campeón de Copa de toda su historia. Y en 1951, con un equipo de gran calidad, logra conquistar su tercer Campeonato de Liga. Además, al comienzo del Campeonato de 1950-1951 el club es protagonista de otro hecho histórico.

El PSV tuvo el honor de ser uno de los actores participantes en el primer partido de fútbol transmitido por televisión. Fue el derby frente al conjunto del PSV que se disputó el 10 de septiembre. El PSV se imponía en el marcador final por dos goles a uno. No podía comenzar mejor la década de los años 50.

En la temporada 1952-53 los dos grandes rivales de la ciudad se encuentran, al final del Campeonato, igualados a puntos en el primer puesto de la clasificación de la “Klas D”. Habrá que disputar dos partidos para conocer que equipo le disputaría el título al conjunto del RCH. La eliminatoria refleja una gran igualdad entre ambos equipos. Los dos encuentros disputados terminan con el resultado de empate (2-2 y 0-0).

Había que jugar un tercer encuentro. Esta vez pudo ser rota la igualdad y el PSV disputaría el título tras vencer por dos goles a uno. Pero no podría ganar la final. El RCH se impondría en el partido decisivo alzándose con el Campeonato. El título debería esperar doce años para volver a las vitrinas del club de la Philips.

Llega el profesionalismo

En 1954 el fútbol holandés accede al profesionalismo. Y el PSV no puede faltar a esta cita con la historia. A partir de este momento, la filosofía del equipo cambia por completo. Pero el objetivo sigue siendo el mismo: consolidarse entre los grandes del fútbol holandés. Los jugadores se profesionalizan. Y los entrenadores también.

En estos años pasarán por el equipo técnicos como el yugoslavo Ljubisa Brocic, procedente de la Juventus de Turín; el inglés Georg Hardwick y Frank Binder, el legendario ‘Bimbo’ de los años 30.

El Philips Sportpark (nombre del estadio en aquellos años) es testigo en 1958 -año en que es dotado de un poderoso sistema de iluminación- de una extraordinaria victoria sobre el Ajax por cinco goles a dos. Era la victoria más importante del conjunto de Eindhoven. Hacerle cinco goles a uno de los equipos históricos del fútbol holandés era todo un éxito.

La estrella indiscutible de este equipo, en estos años, es Coen Dillen, ejemplar centro delantero con grandes dotes de goleador. Dejó su sello desde los años 1955 a 1961 con 182 goles (la secuencia por temporada fue: 28, 24, 43, 28, 15, 31 y 3 en su último año) con una media anual de casi treinta goles por campeonato.

En 1962 se sienta en el banquillo del PSV un técnico de gran carisma: Bram Appel. Y sería éste quien conduciría al equipo de Eindhoven, durante la temporada 1962-1963, al quinto título de Liga de su historia. La alegría fue enorme. El hecho lo merecía. Doce años había tenido que esperar, esta vez, para volver a obtener un título.

En el año 1963 aparece en el primer equipo Willy Van der Kuylen, espléndido delantero, quien en dieciocho años de servicio al club consiguió 703 goles entre el Campeonato de Liga, Copa, competiciones europeas y encuentros amistosos. A partir de aquí, y hasta el final de los años 60, el PSV vuelve a desaparecer de los palmares. Los títulos no llegaran de nuevo hasta la década de los 70.

Y serán éstos unos de los mejores años en la historia de este club holandés. En la primera mitad de los años 70 el fenómeno del "fútbol-total" al estilo holandés (recordemos el fútbol jugado por la selección holandesa -apodada la Naranja Mecánica- durante el Mundial de Alemania en 1974) vive sus momentos de máximo fulgor. Primero el Feyenoord y después el Ajax se hacen dueños absolutos de la escena internacional. De los tres grandes del fútbol holandés falta sólo el PSV por alcanzar metas importantes.

El año de Europa

Será en 1974 cuando se abra su ciclo de mayores éxitos. Ese mismo año se proclama campeón de Copa después de 24 años de espera. En el Campeonato de Liga conseguirá tres títulos en cuatro temporadas (1975, 76 y 78). Y todo el pastel de éxito se rematará durante 1978, año en que el conjunto de Eindhoven consigue su primer gran triunfo a nivel internacional.

La Copa de la UEFA viajaría a las vitrinas del Philips Stadion. Era su segunda participación en esta competición y su primer título. El equipo, aquellos años, estaba lleno de jugadores de extraordinario talento: los gemelos Willy y René Van der Kerkhof, el goleador sueco Edstrom, el central Brandts...

Además 1976 vio como el equipo holandés conseguía su primer “doblete” al adjudicarse el título de campeón de Liga y Copa. Los años 70 terminarían de nuevo sin grandes éxitos que reseñar. Después de una época de gloria venía un tiempo de sombras. Pero el PSV comenzaba a prepararse ya para alcanzar el gran sueño de su larga vida: convertirse en el campeón de Europa e igualar así, las hazañas que ya habían logrado otros dos equipos holandeses: el Feyenoord y el Ajax.

La segunda mitad de la década de los 80 sería la más importante para este club desde su fundación en 1913. Desde el año 1986 consigue cuatro títulos consecutivos de campeón de Liga y dos títulos de Copa. Antes, en 1982, 84 y 85 había logrado tres segundos puestos y en 1983 un tercero. Como se ve una década de importantes triunfos para el club de la Philips. En estos años consigue también dos títulos de campeón de Copa (años 1988 y 89).

Pero sus mayores logros vendrían de Europa. Aunque en sus primeras siete participaciones en esta década el equipo no lograse superar en ninguna de las competiciones en que participó los dieciseisavos de final. En 1987, después de ocho años vuelve a la Copa de Europa de Campeones. Su gran sueño. Este año el Bayern Múnich será su verdugo en la fase previa.

El gran sueño

Será en 1988 cuando el club alcance la gloria. El PSV disputa nuevamente la Copa de Europa de Campeones. Sus comienzos vuelven a ser poco esperanzadores. En la fase previa el sorteo les empareja con el equipo turco del Galatasaray. Parece una eliminatoria fácil. Pero las cosas se complicaron. Tras una abultada derrota por cinco goles a tres en su visita a Turquía el partido a disputar en el Philips Stadion se presentaba complicado. El conjunto del holandés Guus Hiddink logró imponerse por dos goles a cero.

Los tantos conseguidos en campo contrario le daban el pase a la siguiente eliminatoria.

Ahora el rival sería el Rapid de Viena. Una eliminatoria más complicada que se salvó con victorias del PSV en los dos encuentros disputados. En cuartos de final, el sorteo les emparejó con el representante francés, el FC Girondins de Burdeos. El conjunto holandés volvió a clasificarse por el valor doble de los goles obtenidos fuera de casa. Había llegado a semifinales.

El rival sería el más complicado de todas las eliminatorias jugadas, el Real Madrid. Un equipo español que venía de eliminar a equipos como el Nápoles, el Oporto y el Bayern de Múnich. La eliminatoria volvió a terminar empatada. El gol por los holandeses en el Santiago Bernabéu les catapultaba hacia la gran final de la Copa de Europa.

El sueño se había cumplido. El club de la Philips estaba en condiciones de convertirse en el mejor equipo de Europa. El rival sería el Benfica portugués. El PSV tampoco logró ganar este encuentro. La victoria llegó en los penales. Ya era campeón del continente. El club había acudido a su cita más importante con la historia.

Los años siguientes fueron difíciles. Su condición de campeón y favorito les atenazó. La responsabilidad era mucha. Al año siguiente, el Real Madrid se vengó eliminándoles en cuartos de final. Aún así, en Holanda los triunfos siguieron llegando en 1990 ganaría la Copa y en 1991, la Liga. Los momentos amargos llegaron en 1989. El equipo pierde la final de la Copa Intercontinental ante Nacional de Uruguay y la Supercopa ante el Malinas de Bélgica.

Después de ganar la Copa Europea de Clubes Campeones, PSV ficha a nada menos que a Romario de Souza Faria. A comienzos de los ’90 el brasileño se convierte en la estrella de la competición Holandesa. Con él PSV ganó cuatro títulos de Liga consecutivos y dos veces la Copa KNVB además de ser goleador absoluto de la liga holandesa en tres temporadas: 1988-1989 (19 goles), 1989-1990 (23 goles) y 1990-1991 (25).

Después de su partida, en 1993, PSV consiguió la contratación de un nuevo talento: Ronaldo Luis Nazario de Lima, delantero de alta categoría que también alcanzaría renombre internacional y sería máximo scorer de la liga holandesa en la temporada 1994-1995 con 30 tantos.

Los últimos años

Tanto en el campo nacional como internacional PSV sigue cosechando éxitos. Con siete ligas en las últimas nueve temporadas, las últimas cuatro consecutivas, se puede decir que PSV ha dominado la Liga Holandesa durante la última década. En la temporada 2002-2003 regresa Guus Hiddink después de doce años de ausencia. Con él al mando técnico PSV volvió a cosechar éxitos en Europa.

Es así como en el año 2004 PSV llego a los cuartos de final en la Copa UEFA y en el año 2005 llegaron a semifinales en la Liga de Campeones. Con Guus Hiddink como entrenador, el PSV gana tres veces la Liga en cuatro años. En la temporada 2006-2007 se hace Ronald Koeman cargo del mando técnico del equipo y con el PSV gana su vigésima Liga y consigue llegar una vez más a los cuartos de final en la Liga de Campeones.

Al mismo tiempo el club sigue fichando jugadores de categoría como Gomes, Alex, Farfán y actualmente el internacional mexicano Salcido, Maza Rodríguez, Méndez, Manco, Bréchet y el golero Isaksson.

Bajo la tutela del entrenador Sef Vergoossen PSV, en la temporada 2007-2008, alcanza los cuartos de final en la Copa UEFA y consigue su cuarta Liga consecutiva en la Liga Nacional.

En los últimos años, PSV Eindhoven ha demostrado ser el mejor equipo de la Liga Holandesa, ya que en este período ha sido el que ha ganado más títulos, incluidas las últimas 4 ligas consecutivas. Además, marcó dos hitos dentro del fútbol holandés: es el único club en ganar 4 títulos consecutivos de liga en dos ocasiones y el único equipo holandés que ha participado doce veces consecutivas en la Copa Europea de Clubes Campeones.

Uniforme

Uniforme titular: Camiseta roja con franjas verticales blancas, pantalón negro, medias con franjas horizontales blancas y rojas.
Uniforme alternativo: Camiseta blanca, pantalón blanco, medias blancas.
Tercer uniforme: Camiseta celeste, pantalón celeste, medias celestes.

El estadio

Philips Stadion es el estadio del club PSV Eindhoven. Fue inaugurado el 31 de Agosto de 1913. El área donde se localiza el estadio es el Philipsdorp, donde se localiza la compañía Philips, que ayudó en 1958 con un poderoso sistema lumínico a que este estadio fuera uno de los primeros de Europa en el cual se jugaran partidos nocturnos.

En el año 1933, su capacidad era solamente para 3000 espectadores, y siguió siendo ese tamaño hasta su extensión en 1941 a 18.000 espectadores. Los días finales de la Segunda Guerra Mundial atestiguaron la gran destrucción en la ciudad de Eindhoven y también del estadio mismo. Debido a esto fue reparado, culminando en la extensión del estadio a la capacidad 22.000 espectadores en 1958.

Otras extensiones del estadio condujeron a su capacidad actual. No es considerado un estadio grande según los estándares europeos, el Philips Stadion fue también una de las sedes durante la Eurocopa la que fueron organizadas junto a Bélgica en el año 2000, y está clasificado como estadio de cuatro estrellas por la UEFA, lo que significa que puede ser utilizado como lugar y anfitrión para una final de la Copa de la UEFA. La UEFA lo eligió de hecho para la final del año 2006 entre el Sevilla Fútbol Club y el Middlesbrough Football Club inglés.

El Philips Stadion, en sus cinco pisos, mezcla el deporte con el negocio. Incluso, con predominio de este último. Hay dos restaurantes de alto nivel, con amplísima capacidad, y en la planta baja, junto a las oficinas del club, se ofrecen al público joyerías, peluquerías, floristerías, agencias de viajes y tiendas de moda, de regalos o de artículos deportivos. Los regentes de cada uno de estos negocios pagan, aproximadamente, un millón y medio de pesetas anuales por el alquiler del local dentro del estadio.

Posee un “Business Club” para los seguidores más opulentos. Además en el cuarto piso del estadio, en la tribuna, hay ochocientas butacas que son alquiladas por toda la temporada. En su maravilloso estadio, una docena de espléndidas salas llevan el nombre de otros clubes que hicieron historia en la Copa de Europa. Hay un “Benfica Bar”, y un “Real Bar”, y la “Madridzaal”, una enorme y confortable sala destinada al relax privado de los jugadores del PSV y sus esposas en las horas previas o posteriores a los partidos.

El estadio cuenta con dos restaurantes fijos. Uno de ellos es el lujoso restaurante ”Avant-Garde” (premiado con una estrella Michelín) donde se puede cenar con una vista maravillosa al estadio y campo de juego. El segundo restaurante/bar es “De Verlenging” donde se puede disfrutar de un almuerzo espectacular y durante el día lugar de encuentro para una copa o cena con amigos o colegas. En el estadio también se encuentra la tienda oficial de PSV la FANstore, donde se pueden adquirir todos los productos del PSV.

Como los futbolistas, la prensa escrita y gráfica dispone de modernísimas salas propias, con todo el material preciso para su trabajo. Los más beneficiados son, sin duda alguna, los espectadores. Ellos disfrutan de notables comodidades.

Los 35.000 espectadores están a cubierto y protegidos del frio mediante un moderno sistema de calefacción en las gradas. Las dependencias de los jugadores cuentan con vestuarios, saunas, bañeras, gimnasios y otros asombrosos aposentos. Por todo ello, el Phillips Stadion es uno de los mejores y más confortables del mundo.

Palmarés

Torneos nacionales

Eredivisie (21): 1928-29, 1934-35, 1950-51, 1962-63, 1974-75, 1975-76, 1977-78, 1985-86, 1986-87, 1987-88, 1988-89, 1990-91, 1991-92, 1996-97, 1999-00, 2000-01, 2002-03, 2004-05, 2005-06, 2006-07 y 2007-08

Copa de los Países Bajos (8): 1949-50, 1973-74, 1975-76, 1987-88, 1988-89, 1989-90, 1995-96 y 2004-05

Supercopa de los Países Bajos (7): 1991-92, 1995-96, 1996-97, 1997-98, 1999-00, 2000-01, 2002-03 y 2008-09

Torneos internacionales

Copa de la UEFA: 1977-78
Liga de Campeones: 1987-88





Definición de la Copa de Europa 87-88 ante Benfica


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DINOSAURIOS - Hamburgo SV (Alemania)


Los inicios

El Hamburgo Sport Verein (HSV), tal y como se le conoce en la actualidad al Hamburgo, es el fruto de la fusión de tres clubes de una relativa importancia en el marco futbolístico germano: el Hamburgo SC, el Sport Club Germania y el FC. Falke. Los tres acuerdan fundirse en uno solo a partir del 1º de Junio de 1919.

No obstante, hay que remontarse al 29 de Septiembre de 1887, para encontrar su precedente más cercano. Ese día nació el Hamburgo como tal, aunque el más antiguo de estos clubes era el Germania, nacido algunos meses antes como sociedad polideportiva abierta a los extranjeros y a nacidos en Alemania pero de padres foráneos.

Por esta razón algunos han querido ver al Hamburgo como la más antigua sociedad futbolística de Alemania junto al Munich 1860 y de ahí el sobrenombre que poseen: “Los Dinosaurios”.

Pero sin duda lo más característico del Hamburgo en sus comienzos fue la defensa a ultranza de los valores surgidos en la propia ciudad. Durante bastantes años el club no permitía la admisión de jugadores o deportistas procedentes de otras regiones del país, con el fin de defender su propia identidad. Es decir, una especie de equipo vasco, al estilo de la Real Sociedad o Athletic de Bilbao. Pero ahora aquello no es más que un bello recuerdo. El romanticismo ha terminado. El Hamburgo no sólo se nutre de jugadores de otra parte del país, sino que en este momento en el equipo hay nigerianos, suecos, brasileños, checos, etc... Sólo el Athletic sigue fiel a sus principios; el Hamburgo hace tiempo que los abandonó. La salida de sus más importantes jugadores al extranjero o a otros equipos del país le obligó a replantearse la situación.

En principio, aquella medida no le fue mal. Más bien todo lo contrario. A los tres años de su creación el Hamburgo ya estaba en la primera final por el título de Liga junto con el Nüremberg, pero no logra hacerse con él después de dos partidos que terminan con empate (2-2 y 1-1). Ambos se repartirían el honor durante esa temporada.

Únicamente tendría que esperar un año para ver hecho realidad aquel sueño. El título sería para él sólo después de derrotar con claridad en la final por un contundente 3-0 que no dejaba la más mínima sospecha de que el Hamburgo era el equipo más fuerte de Alemania. Los goles de Schneider, Breuel y Harder serían la base fundamental del triunfo.

Otto Harder, también conocido como Tull, era el ídolo de aquel conjunto. En 1922, 1923 y 1928 se convierte en el máximo goleador de la Liga alemana en su fase regional. Harder debutará en la selección nacional absoluta en 1914 y tras un parón por motivos bélicos vuelve después a la escena futbolística hasta 1926, completando un total de quince partidos internacionales en los que logra 14 goles.

El segundo gran triunfo tampoco se haría esperar demasiado. Seis años después del primero, el Hamburgo volvía a presentarse en la final, esta vez frente al poderoso Hertha de Berlín, que en los dos primeros años de 1930 dominará la escena alemana.

Sin embargo, en 1928 caería ante el Hamburgo por otro resultado indiscutible: 5-2.
Kotzen en dos ocasiones, Horn, Rave y, de nuevo el artillero “Tull”, Harder, firmarían la victoria hanseática que le situaba en las primeras posiciones de una posible clasificación general de la Liga alemana por detrás del Nüremberg que, por aquel entonces, ya contaba con cinco Campeonatos en su poder. Pero sin duda lo del Hamburgo tenía más mérito, ya que los había conseguido con jugadores formados en sus propias categorías inferiores, mientras que el resto de clubes ya se reforzaban con los mejores productos del mercado nacional.

La terrible Guerra

El período de pre-guerra y post-guerra que vivía Alemania parece convulsionar el discurrir del Hamburgo. La buena marcha que llevaba hasta entonces se frena hasta el punto de desaparecer en la lucha por el Campeonato durante varios años. En el ámbito nacional había caído en el más profundo de los baches y se tiene que contentar con algún que otro título parcial. Así, en 1931, 1932 y 1933 se proclama campeón de la Oberliga de Alemania Norte que venía a ser algo así como el Campeonato regional que daba acceso a las eliminatorias por el título. Sin embargo, el Hamburgo cae a las primeras de cambio frente a conjuntos de menor importancia. Esto en lo que se refiere en la época anterior al proceso bélico.

La situación no variará demasiado en la posguerra. En el torneo regional demuestra que es el más fuerte de su zona -gana todos los años entre 1947 y 1958, con excepción de 1954 en que lo hace el Hannover 96- pero es incapaz de meterse entre los aspirantes a pesar de que en sus filas contaba con dos jugadores que en 1954 se proclamarían campeones del mundo con Alemania en el Mundial de Suiza. Se trataba de Fritz Laband, un defensa que actuó en tres partidos, y el también defensa de origen rumano Josef Posipal.

Fueron tiempos duros para los hanseáticos. El equipo se había trivializado, fruto también de la modestia con la que el club actuaba a la hora de las contrataciones. Los técnicos entonces optaban por mirar lo que podían descubrir dentro de su propia casa. Y en esta búsqueda apareció Uwe Seeler, una de las leyendas del fútbol alemán y hombre más carismático que ha dado el club.

Vuelven los laureles

Si hasta 1959 la trayectoria del Hamburgo había sido prometedora en sus inicios para desaparecer de los puestos de privilegio tras el segundo título de Liga (1928), a partir de 1960 todo cambiará. Este año marcará el inicio de una nueva época en la que el hombre fundamental será el ariete Uwe Seeler. El conjunto hanseático no sólo volverá a rendir al máximo nivel sino que sus apariciones en Europa serán frecuentes y exitosas.

El reencuentro del Hamburgo con el triunfo se produce en la temporada 1959-60. Habían pasado 32 años desde el último título liguero y ahora tenían la oportunidad de recordar unos momentos similares al imponerse al Colonia en el partido final por el Campeonato, por el resultado de 3-2.

Uwe Seeler será el hombre fundamental en la victoria al marcar dos de los tres tantos de su equipo, mientras que Dörfel haría el otro. En este equipo hay que destacar también la figura de Die-ter Seeler, hermano de la gran estrella y pieza básica de este conjunto en el centro del campo. Sin embargo, una lesión le obliga a retirarse cuando aún no había cumplido los 30 años.

Los éxitos no terminarán aquí. El Hamburgo había vuelto a la senda de la victoria y no quería dejarla. Por eso, tres años después, se hace con la Copa de Alemania, lo que le iba a dar la posibilidad de hacer su debut al año siguiente en una competición europea, concretamente en la Recopa. Este torneo comenzó a disputarse en la temporada 1960-61 y tuvo a la Fiorentina como primer campeón. El paso siguiente consistía en tratar de arrebatarle el trofeo al Tottenham que se había proclamado vencedor el año anterior.

Eurohamburgo

La presentación del Hamburgo en Europa se saldó con una eliminación al llegar a los cuartos de final frente a Lyon francés. Pero antes realizó la proeza de dejar fuera al Barcelona en octavos. En primera ronda los alemanes no tuvieron dificultades ante el flojo Unión de Luxemburgo al que vencieron en los dos partidos (4-0 y 3-2).

La verdadera prueba de fuego llegó en la siguiente eliminatoria. El Hamburgo le tocó en desgracia o suerte, según se mire, al Barcelona que, tres años antes, había llegado a la final de la Copa de Europa contra el Benfica.

Los germanos sacan un importante empate del Camp Nou, donde igualan a cuatro con el conjunto azulgrana y rematan la faena semanas después en su estadio venciendo por 3-2.

Uwe Seeler volvería a resultar decisivo para el triunfo del Hamburgo ya que los siete goles que marcó su equipo en el global de los dos encuentros él fue el autor de cuatro.

Sin embargo, su presencia no resultaría suficiente para hacer lo propio con el Lyon, con el que no pasan del empate en su casa y pierde en terreno galo por un claro 2-0 que le apea de la competición.

Volverá a repetir en este mismo torneo cuatro años más tarde pero no como campeón de Copa de su país -no lo será hasta 1976- sino como subcampeón. El Bayern, que le derrotó en la final de 1967, era, además, el poseedor de la Recopa del año anterior lo que posibilitaba que Alemania tuviera dos representantes en la competición.

Y en su segunda intervención continental está a punto de dar la gran sorpresa al plantarse en la final contra todo pronóstico y posibilitándole una dulce venganza frente al Lyon también en cuartos de final.

La realidad es que los enemigos a los que se enfrentó no eran del más alto nivel: Randers Freja, Wisla Cracovia, Lyon y Cardiff City eran conjuntos asequibles para los intereses hanseáticos que solventaron con seis victorias, un empate y una derrota. Los franceses fueron los únicos que les pusieron en algún aprieto ya que necesitaron de un partido de desempate en Hamburgo para dilucidar cuál de los dos pasaba a semifinales después de que en ambos partidos se diese el mismo resultado de 2-0. En el encuentro decisivo, Seeler, siempre Seeler, volvió a demostrar quién era y marcó los dos tantos de su equipo y ocho de los 18 en toda la Recopa.

La final se jugó el 23 de Mayo de 1968 con arbitraje del colegiado español Ortiz de Mendíbil. El Milán fue el otro finalista y el que se proclamaría campeón al vencer por dos a cero. El partido quedó casi resuelto a los 20 minutos cuando los italianos ya ganaban por ese mismo resultado gracias a los tantos del sueco Hamrirm que contaba en ese momento con 34 años.

Bastante habían hecho los muchachos alemanes. Se puede decir que en aquel equipo jugaban Seeler y diez más porque salvo Horst y Kramer el resto eran unos perfectos desconocidos en el concierto internacional. El equipo que presentó el Hamburgo estaba formado por Ozcan; Sandmann, Horst, Shulz, Kurbjuhn; Dieckmann, Hörning, Kramer; Dörfel I, Seeler y Dörfel II. Es decir un 4-3-3 en el que todo se dejaba a la capacidad realizadora de Uwe Seeler.

Vuelta a las andadas

Aquellos momentos históricos no fueron más que un espejismo. Como veíamos, el Hamburgo no contaba más que con un aceptable equipo, disciplinado pero poco más. Con esto le bastaba para estar en los puestos altos de la tabla alemana que le concedían la posibilidad, al menos, de disputar la Copa de Ferias. Pero otra cosa bien distinta era aspirar al Campeonato.

Así en el período comprendido entre 1968 y 1974, el Hamburgo participará en cinco ediciones del tercer torneo en importancia de Europa. Su mayor «éxito», si así se le puede llamar, fue llegar hasta semifinales en la temporada 1975-76, pero el Brujas se encargará de frustrarle sus deseos.

Pero sin duda lo más destacable será su rápida eliminación en todas sus intervenciones y su retirada en cuartos de final de la edición 68-69, cuando el sorteo le emparejó con el Goztepe Izmir turco.

El Hamburgo irá incorporando gente importante de las categorías inferiores, pero todavía estaban un poco verdes para competir por un título con clubes que contaban con mayor veteranía y sabían afrontar los encuentros de riesgo con mayor serenidad. Por eso nadie se quejaba. Todos eran conscientes de la imposibilidad de hacer más cosas.

Eso sí, comenzaban a sonar con fuerza dos nombres que más tarde darían gloria y poder al Hamburgo. Se trataba de Kaltz, un lateral derecho de enorme proyección ofensiva, y Magath, un centrocampista que se iba a convertir en el auténtico director de la orquesta hanseática. La época de Uwe Seeler se había terminado con algunos logros importantes, pero los buenos tiempos todavía estaban por llegar. Y no tardarían mucho. Sólo habrá que esperar un año tras la última eliminación en Copa de la UEFA (1977) para verle entre los grandes de Europa.

Rey de Re... copas

El año 1976 trae un nuevo título para el Hamburgo: la Copa de Alemania. Dieciséis años llevaba de sequía desde que en 1960 obtuviera la Liga. En 1973 también ganó un título, pero menor: La Copa de la Liga.

Con su victoria en la Copa volvía por tercera vez a un torneo que no se le había dado mal las dos ocasiones precedentes. En una fue cuartofinalista y en otra subcampeón.

A la tercera irá la vencida, Hamburgo destronaría en la final al Anderlecht que defendía su título aquella noche.

El Hamburgo se plantó en la final con una sola derrota, la que le infligió el Atlético de Madrid en semifinales (3-1). Todo hacía pensar que aquella ventaja sería suficiente para los colchoneros. Pero en la vuelta el Hamburgo arrasó y terminó con las aspiraciones atléticas en un santiamén y dio la vuelta al marcador con un 3-0. Atrás habían quedado también en el camino el IBK de Reikjavik, el Hearts escocés y el MTK de Budapest.

La final se celebrará en Amsterdam el 11 de Mayo de 1977 con el inglés Partridge de colegiado. El partido fue muy igualado y hasta el final se mantuvo la incertidumbre en el marcador. El primer gol llegaría en el minuto 81 por medio de Volkert, el goleador por aquel entonces. El segundo y definitivo tanto llegaría en el último minuto por mediación de Magath. Al final, 2-0 para el Hamburgo que lograba su primer entorchado continental con una formación en la que sobresalían por encima de los demás, aparte de los mencionados Kaltz y Magath, el centrocampista Gaspar Memering, el guardameta Kargus y el delantero Volkert.

Keegan llega al Hamburgo

El título europeo supuso un estímulo y una elevación del optimismo en el seno del Hamburgo, que en la temporada 1977-78 se decide tirar la casa por la ventana y ficha al delantero inglés Kevin Keegan, campeón de Europa en 1977 con el Liverpool y Balón de plata (segundo mejor jugador del continente) por detrás de Simonssen. Para acompañarle en el ataque el club contrata a Hrubesch, un delantero centro de 1,88 metros y 88 kilos de peso. Con el pie, nada o muy poco, pero con la cabeza resulta imparable.

El primer compromiso que debe atender el Hamburgo junto con la Liga es la Recopa. Sin embargo, ni en uno ni en otro frente tiene demasiada fortuna. En la Recopa cae ante el Anderlecht, víctima suya en la final de unos meses antes. Y en la Liga no consigue ni tan siquiera clasificarse para la copa de la UEFA. En consecuencia, el conjunto alemán había fracasado de manera estrepitosa.

Tendrá que esperar todavía un año más para ver realizado el sueño de ser campeón. Pero lo consigue en un duelo glorioso con el Stuttgart al que logra aventajar en un punto al final de la temporada. El Hamburgo volvía a ser el mejor equipo de Alemania 19 años después.

Este triunfo le permitía al Hamburgo debutar en la Copa de Europa en la que partía como uno de los favoritos junto al Liverpool, Nottingham, Real Madrid, Ajax y Milán. Valur de Reikjavik, Dinamo Tbilisi, Hajduk Split y Real Madrid serán sus adversarios antes de llegar a la final del Santiago Bernabéu. Precisamente las mayores complicaciones le surgirían frente a los blancos, y más después del partido de ida en que el equipo madridista consigue una ventaja de dos goles, ambos marcados por Santillana. Si el encuentro de vuelta se recuerda por la forma en que el Hamburgo trató al Real, la ida pasó a la historia como la del mareaje de Pérez García a Keegan en el que el madridista anuló al inglés.

En la final decidió el solitario gol de Robertson para el Nottingham Forest. El Hamburgo fue incapaz de darle la vuelta al encuentro a pesar de que utilizaron toda su artillería. El yugoslavo Zebec, por entonces técnico de los alemanes, puso en liza a Kargus; Kaltz, Nogly, Jakobs, Buljan; Hieronymus (Hrubesch), Magath, Memering; Keegan, Milewski y Reimann.

Dos años después recibiría la recompensa por su insistencia en hacerse dueño de Europa.

Europa a los pies de Magath

No se puede contar la historia del Hamburgo sin tener en cuenta los años 1982 y 1983, quizá los más trascendentales desde su fundación. En 1982 el conjunto hanseático vuelve a hacerse con el poder de Alemania al ganar la Liga con 3 puntos de ventaja sobre el Colonia. Además se planta en la final de la Copa de la UEFA aunque pierde con el Goteborg en los dos partidos (0-1 y 0-3). Los alemanes habían llegado después de haber dejado fuera al Utrecht (6-4), Burdeos (3-2), Aberdeen (5-4), Neuchatel (3-2) y Radnicki (6-3), todos ellos después de que en la ida en Suecia sólo perdieran 1-0, pero su alocado ataque concedió demasiadas alegrías en defensa y el Goteborg les destrozó al contragolpe.

Esta derrota fue resarcida con la Liga. El Hamburgo volvía por segunda vez a la Copa de Europa de la mano de Ernst Happel, un técnico duro que ya había dirigido en España al Sevilla. La primera eliminatoria le enfrenta a sus hermanos del Este, el Dynamo de Berlín al que gana por un global de 3-1. Luego irán cayendo a sus pies el Olympiakos (5-0), Dinamo Kiev (5-1) y Real Sociedad (3-2). Como se puede apreciar fue ante el cuadro donostiarra cuando el Hamburgo pasó los mayores apuros. En la ida empate a uno en Atocha después de los goles de Gajate para la Real y Rolff para los alemanes.

Pero en la vuelta, donde se esperaba una goleada del Hamburgo, los locales tuvieron que dar gracias al colegiado, al conceder el decisivo gol de Von Hessen, en claro fuera de juego, cuando faltaban pocos minutos para el término del partido y la prórroga se veía llegar.

La final se jugó el 25 de Mayo de 1983 en Atenas. Como contendientes estaban el equipo alemán y la Juventus. El Hamburgo no contaba con grandes estrellas en comparación con la Juventus, pero sí con hombres de enorme amor propio. Happel colocó a Rolff sobre Platini al que anuló por completo. Ya había mucho ganado. Pero todavía más a raíz del gol de Magath a los ocho minutos. El centrocampista se escapó de Bettega y Scirea y con un fuerte disparo por alto batió a Zoff. De nada valió que en los últimos minutos, Trapattoni, el técnico juventino, sustituyera a Rossi por Marocchino y colocara a Platini en posiciones más avanzadas. Todo estaba visto para sentencia. El Hamburgo era campeón de Europa.

Este mismo año el Hamburgo vuelve a ganar la Liga -sería la última hasta el momento-, igualado a puntos con el Werder Bremen, pero en su defensa del título europeo fracasa rápidamente al ser eliminado en octavos de final por el Dinamo de Bucarest.

El último gran triunfo del conjunto germano data de 1987 en que consigue la Copa alemana. Las nuevas estrellas que habían aparecido fueron el centro-campista internacional Rolff, un incansable todoterreno, Von Hessen, todavía en el club y Bastrup, el goleador danés, además del centrocampista Hartwig, una delicia con el balón en los pies.

Seeler significa gol

Todos los clubes del mundo tienen o han tenido jugadores emblemáticos, de los que dan gloria y prestigio a la entidad. Así oímos hablar del Madrid de Di Stéfano, del Bayern de Beckenbauer, del Ajax de Cruyff, del Benfica de Eusebio, del Santos de Pelé,... o del Hamburgo de Seeler.

Porque además Seeler es un hombre hecho en la casa. Su padre, Erwin, ya había sido jugador del Hamburgo en la posguerra e invita a entrar a su hijo cuando éste tenía edad juvenil. Este hecho se produce el 1 de Agosto de 1946, cuando Uwe Seeler contaba con 10 años, ya que había nacido el 5 de Noviembre de 1936.

Su debut con el primer equipo tiene lugar el 5 de Agosto de 1953 a la edad de 17 años, y el 29 de ese mismo mes marca su primer gol en el Campeonato alemán frente al Oldenburg. En Octubre, Hepberger, el seleccionador alemán, le convoca para el equipo nacional que meses antes se había proclamado campeón del mundo para un partido contra Francia. No obstante su primer gol no llegará hasta 1958 ante Argentina.

Seeler fue máximo goleador de la Oberliga Norte durante seis temporadas de las cuales en cuatro también lo fue a nivel nacional. Jugó 18 temporadas en el Hamburgo, lo que hace un total de 718 partidos en los que marcó 404 goles. En la selección formó en 72 ocasiones logrando 43 tantos. En su palmarés a nivel de club nos encontramos con una Liga (1959-60) y una Copa (1963). Fue máximo goleador de la Bundesliga la temporada 1963/64 con 30 tantos.

Sus características como jugador se basaban en la fuerza y el coraje. Tiraba a puerta desde cualquier posición fuera difícil o no, de ahí que muchas veces resultara acrobático y espectacular en sus acciones, poseía un buen manejo de la pierna derecha y dominaba con destreza el juego aéreo. Disputó cuatro Mundiales: Suecia 1958, Chile 1962, Inglaterra 1966 y México 1970 (16 partidos y 7 goles) y asumió como Presidente del Hamburgo en Noviembre de 1995.

Debido a sus logros, en 1972 la Federación Alemana de Fútbol le otorgó el título de capitán honorífico de la selección alemana. Comparte este honor con jugadores de la talla de Fritz Walter, Franz Beckenbauer y Lothar Matthäus. Fue incluido por Pelé en la lista FIFA 100 de los mejores futbolistas vivos. En su ciudad natal se le conoce con el apodo cariñoso ‘Uns Uwe’ ("nuestro Uwe").

Los ’90 y el nuevo milenio

Esta década se caracteriza por la mediocridad en la que el equipo pasa sin pena ni gloria por la Bundesliga. En esta década el club no obtiene trofeos internacionales o locales y a comienzos de la misma tenía una gran deuda y fue rescatado de sus problemas financieros, mediante la transferencia de su más valioso jugador al Lazio italiano: Thomas Doll.

En la temporada 1999/2000 llegó en 3º lugar en la Bundesliga y calificó para la Liga de Campeones, todo un logro si miramos la pobreza de resultados en los años precedentes y otra buena noticia se suma para el club hamburgués: la terminación del nuevo estadio.

Un hito importante en la historia de la entidad lo marca el 7 de Febrero de 2004, cuando es inaugurado el museo del Hamburgo SV en el AOL Arena, dando la bienvenida a los aficionados de todo el mundo a recorrer el pasado de este maravilloso club de fútbol.

Meses después el club se vio involucrado en el caso de Robert Hoyzer, a quien se le imputó haber apostado fuertes sumas por el SC Paderborn y luego favorecer a ese equipo en el duelo de la Copa de Alemania ante el Hamburgo, que él arbitró el 21 de Agosto de 2004.

El Hamburgo estaba en ventaja por 2-0 y Hoyzer cobró dos penales, uno de ellos claramente inexistente y otro dudoso, a favor del Padeborn y expulsó al delantero hamburgués Emile Mpenza. "Sigan jugando así y del resto me encargo yo", se supone que le dijo el colegiado Hoyzer a los jugadores del Padeborn, en palabras que citó la revista deportiva "Kicker" días después.

Al final, el partido terminó con un 4-2 a favor del Padeborn, equipo de segunda división. Tras el encuentro, la agencia de apuestas Oddset informó a la DFB de que se habían registrado fuertes apuestas a favor del Padeborn -cuya victoria se pagaba por 575 a 100-, lo que generó las posteriores investigaciones, las cuales llevaron a Hoyzer a renunciar a su condición de árbitro de primera división, evitando una posible destitución.

Además, meses después, la Federación Alemana de Fútbol (DFB) pagó una indemnización de cerca de medio millón de euros al Hamburgo debido a la manipulación de que fue objeto en el partido en cuestión. Este episodio se convirtió en el mayor escándalo en el fútbol alemán en los últimos 30 años.

El Hamburgo SV es el único club que ha disputado todas las ediciones de la Bundesliga desde que esta comenzó en 1963 y sus últimos logros a nivel internacional son las Copas Intertoto que logró en 2005 y 2007.

Hamburgo, un gran club que quiere reverdecer viejos laureles de la mano de su actual Presidente, Bernd Hoffmann, quien parece tener la receta para recuperar el tiempo perdido.

El uniforme

El uniforme titular consta de camiseta blanca, pantalón rojo y medias azules, mientras que el uniforme alternativo se compone de camiseta, pantalón y medias negras.

El Estadio

El HSH Nordbank Arena es un estadio de fútbol ubicado en la portuaria "Ciudad Libre y Hanseática" de Hamburgo, al norte de Alemania. En él, el Hamburger SV realiza sus partidos de local, al igual que el equipo de fútbol americano Hamburg Sea Devils de la NFL Europa.

Fue construido en el año 2001 bajo las ruinas del antiguo Volksparkstadion, con un costo de 97 millones de euros. El campo de juego tiene una superficie de 105 x 68 mts. y su capacidad es para 55.000 espectadores. También denominado antiguamente como Volksparkstadion y AOL Arena, durante el desarrollo de la Copa Mundial de la FIFA 2006 pasó a llamarse Estadio de la CM de la FIFA de Hamburgo (en idioma alemán: FIFA WM-Stadion Hamburg), ya que la FIFA no permite ningún tipo de publicidad en el nombre de los estadios.

Es uno de los tres estadios en Alemania que cuenta con el galardón de cinco estrellas que otorga el comité de estadios de la UEFA.

Palmarés

Torneos nacionales
* Bundesliga: 1922/1923 (no oficial), 1927/1928, 1959/1960, 1978/1979, 1981/1982 y 1982/1983
* Copa de Alemania: 1963, 1976 y 1987
* Copas de la Liga: 1973 y 2003

Torneos internacionales
* Liga de Campeones de la UEFA: 1982-1983
* Recopa de Europa: 1977
* Copa Intertoto de la UEFA: 2005 y 2007

Torneos amistosos
* Trofeo Ciudad de Zaragoza: 1972
* Trofeo Santiago Bernabéu: 1982
* Emirates Cup: 2008
* Dubai Challenge Cup: 2007 y 2008

Campeón de la Liga de Campeones 1982-1983

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ÁGUILAS - Benfica (Portugal)


El Sport Lisboa e Benfica es el club de fútbol más laureado de Portugal y el que cuenta con más aficionados tanto dentro como fuera del país.

Su origen está en un grupo de ex-alumnos de la Real Casa Pía de Lisboa que en 1904, en el barrio de Belem, fundaron el club, eligieron sus colores (el rojo y blanco) y su emblema, el águila, que pretendía simbolizar la independencia, autoridad y nobleza.

Éstos jóvenes disputaban sus partidos cerca de la farmacia de la calle Dirita, propiedad de Pedro Franco. Los hijos del farmacéutico, así como dos de sus empleados, Santos Brito y Manuel Gauiarde, formaban parte de estos disputados partidos. La farmacia acabaría siendo la sede social del equipo. Un club que no disponía de un terreno propio donde poder disputar sus encuentros.

Pero el verdadero líder y fundador del equipo fue Cosme Damiao, que creó el Sport Lisboa el 28 de Febrero de 1904. La idea fue crear un club al estilo inglés. Es decir, un lugar en el que los hombres podrían pasar sus momentos de ocio y practicar el deporte que más les gustara. Cosme Damiao fue todo en el club: jugador, capitán, entrenador y presidente.

El gran inconveniente que se planteaba este equipo era que no disponía de un terreno propio. A pocos metros de su sede social, existía otro club, el Benfica, que también comenzaba su andadura. El Benfica, a pesar de tan solo contar con quince miembros en el club, sí disponía de campo propio.

Pronto se iniciaron las conversaciones con el fin de unificar los dos equipos y el 13 de Septiembre de 1908 nació el “Sport Lisboa e Benfica”. El Benfica aportaba el campo y el Sport Lisboa lo demás. Los colores del nuevo club son los del Lisboa, es decir, mantienen la camiseta roja y el pantalón blanco inicial, vestimenta que se mantiene en la actualidad.

El equipo ya está formado y tiene un terreno de juego donde poder disputar sus partidos. Pero la idea de este club no era la de formar un club de fútbol, sino también la de fomentar otro tipo de deportes, cosa que con el tiempo se ha cumplido.

Se crea la Liga

Después de la 1ª Guerra Mundial el deporte en Portugal se va extendiendo poco a poco. Con el paso del tiempo se van creando nuevos clubes, debido a la importancia que van adquiriendo los ya creados anteriormente. Así a partir de 1920, se va a crear una competición nacional. El Benfica, extrañamente, se niega a disputarla. El club tuvo que esperar hasta 1927 para probar suerte en alguna competición oficial. La consagración del club tuvo lugar en 1930 con el título del mejor equipo del país.

En 1935, las competiciones se estructuraron en divisiones, con lo que se iba a crear un verdadero campeonato. El Benfica estaba a la vanguardia de esta nueva asociación. Poco a poco el campeonato portugués iba tomando forma. Mientras, el equipo iba creciendo bajo la presidencia de Cándido Oliveira y sobre todo de Antonio Ribeiro Dos Reis.

Durante estos años el Benfica va tomando ciertas connotaciones sociales determinadas. Así, si el Sporting de Lisboa es un club de aristócratas, el Benfica, por su parte, parece estar más cerca de la gente modesta. Incluso, durante algunos años (1931-33, 1936-38 y después en 1946) fue un obrero el que ocupó la presidencia del club, Manuel Da Conceigao.

El equipo durante estos primeros años va consiguiendo título tras título. La fama sigue en aumento, pero el equipo seguía sin campo propio, hasta que en 1954 se inaugura el estadio de “La Luz”.

En cuanto al nivel de juego el Benfica era todavía semiprofesional, hasta que en 1955 diera el paso al profesionalismo, bajo la dirección de Joaquín Bogalhao y Mauricio Vieira de Brito.

La responsabilidad técnica es confiada entonces a Otto Gloria. Fue bajo su impulso cuando el Benfica logra superar la etapa nacional y el equipo empieza a tomar conciencia de sus posibilidades en Europa.

Rosario de entrenadores extranjeros

El entrenador brasileño le dio savia nueva al equipo. Siempre sonriente, ocultaba bajo su figura rolliza y simpática una gran inteligencia. Ésta, la inculcó a sus jugadores y sobre todo supo motivarlos siendo el primero en dar a entender la importancia de la dieta, del reposo y del seguimiento médico.

Con él llegaron los jugadores de las colonias africanas a Portugal, preparando lo que sería la edad de oro del equipo. Así, hombres como Costa Pereira, Coluna, Santana y Aguas llegan al Benfica.

Pero antes que Otto Gloria, el Benfica conoció otros entrenadores. Así, el austríaco Lippo Hertkz fue el primer entrenador profesional extranjero que ocupó este cargo dentro del club. Supo imponer a principios de los años 30 un estilo en el cual se mezclaban atinadamente el rigor germánico con las cualidades naturales de los jugadores lusitanos.

A este entrenador austríaco le sucedió el británico Arthur Joh, que iba a obtener tres títulos consecutivos.

Después de la 2ª Guerra Mundial, el Benfica tendría al húngaro Janus Birí, al argentino Alberto Zozoya y los portugueses Alfredo Valadas, Francisco Ferreira, Joaquín Bogalhao y José Domínguez, todos ellos bajo la atenta mirada de Ribeiro Dos Reis, el hombre fuerte del momento.

A principios de los años 50 llegó el argentino José Alberto Valdivieso, que reorganizó el club dándole mayor importancia a los jóvenes, con lo que creó un importante cimiento para los próximos años.

Otto Gloria iba a llegar a Portugal, en una gira por Europa, con el Atlético Mineiro, un club brasileño Atlético Mineiro, un club brasileño de Belo Horizonte. Dio una excelente impresión por su inteligencia, su ambición y su imaginación. A tal punto, que los dirigentes del Benfica le propusieron quedarse en el equipo. El técnico aceptó. Era su oportunidad para triunfar en Europa.

La era de Otto Gloria

Fue un excelente entrenador, creando una nueva táctica que por entonces recorrería toda Europa. Creó un sistema de juego basado en un 4-2-4, que tan buen resultado le diera al Benfica en aquellos años.

Con Gloria, el Benfica entró en la era moderna. Supo explotar las cualidades de sus pupilos. Entre estos jugadores se encontraba Mario Coluna, uno de los primeros en el Benfica que provenía de las colonias africanas. Coluna tendría que llenar páginas en el libro de éxitos del Benfica.

Con él empezó a llegar el “mercado africano”, fichando jugadores de Mozambique y Angola, cuyas cualidades técnicas y físicas eran extraordinarias. Pero de todos ellos el mejor ejemplo lo tenemos en Eusebio, el mejor jugador de la historia del fútbol portugués.

Con Otto Gloria el Benfica iba a ganar los títulos de 1955 y 1957. En Europa ya se había creado la Copa de Europa y con la consecución de este último campeonato le daba el pasaporte para disputar la II edición de la Copa de Europa. Aunque fuera eliminado a las primeras de cambio.

En la primavera de 1960, Otto Gloria decidió poner fin a su etapa como entrenador del Benfica. Era una vacante difícil de ocupar. Tras su marcha le iba a suceder el húngaro Bela Guttmann.

Guttmann iba a ser el gran beneficiario del trabajo de su predecesor. Este húngaro que nació con el siglo, fue titular del MTK de Budapest y miembro del equipo húngaro que disputó los juegos olímpicos de París, en 1924. Guttmann emigró a Estados Unidos donde entra a formar parte del equipo de los Giants de Nueva York, antes de convertirse, al final de su carrera, en bailarín profesional.

Al regresar a Europa se iba a instalar en Austria, convirtiéndose en entrenador. Una vez obtenido el título de entrenador se marchó a Holanda en donde condujo al Twente Enschede a la Segunda División. Una vez finalizada la guerra se iba a ocupar de equipos como Milán, Padova, Trieste. Pasó por Brasil (Sao Paulo), para llegar a Portugal y fichar por el Oporto. Pronto pasaría a formar parte del Benfica.

Con 60 años supo aprovechar la oportunidad que le ofrecía este equipo. Además podría impartir las enseñanzas de toda una vida dedicada al fútbol. Obtuvo el título portugués en su primer año en el equipo e igualmente al siguiente (1961 y 1962). Pero al año siguiente, el fracaso en la carrera por el título, que ganó finalmente el Sporting, le obligó a dimitir.

Primera Copa de Europa

En su primera temporada, llevaría al equipo a conseguir el máximo trofeo continental a nivel de clubes, campeones de Europa. Era todo un triunfo para el Benfica.
La final tuvo lugar el 31 de Mayo de 1961 en el estadio de Wankdorí de Berna, en Suiza. En frente iba a estar un equipo español, el Barcelona.

Aquella noche en Wankdorí, el estadio del Youn Boys acogía la sexta final de la Copa de Europa. Por primera vez el Real Madrid no iba a estar en la final. Pero a cambio sí iba a estar el Barcelona, club que partía como favorito.

Los catalanes gozaban de una suntuosa delantera, compuesta por los húngaros Czibor y Kocsis, Kubala, el brasileño Evaristo y Luis Suárez. Se tenían que enfrentar a un equipo casi desconocido en Europa, el Benfica.

El equipo portugués para llegar a la final tuvo que eliminar con antelación a los escoceses del Hearth of Midlothian, los húngaros del Ujpest, a los daneses de Aarhus y a los austríacos del Rapid de Viena.

El partido lo empezó dominando el Barcelona y como consecuencia de esto vino el primer tanto de los catalanes, obra de Kocsis. El Benfica reaccionó y consiguió el empate por medio de Aguas. Gracias a un autogol de Ramalle, el Benfica se puso por delante del marcador. Coluna tras el descanso consiguió lo que era el gol de la tranquilidad.

El Barcelona después de este tanto puso cerco a la portería de Costa Pereira, que esa noche se mostró intratable. Czibor, a falta de quince minutos para la finalización del encuentro, logró marcar el que era el definitivo 3-2 con el que terminaría el encuentro. El preciado trofeo ya tenía un nuevo dueño, el Benfica.

Nuevo trofeo europeo

Con esta victoria conseguida por el Benfica, Portugal ganaba su primera Copa de Europa, hasta entonces sólo reservada para el Real Madrid. Pero ésta no sería la única vez, ya que a la temporada siguiente volvió a conseguir, de nuevo, este galardón.

En esta ocasión su rival iba a ser el Real Madrid. El equipo madrileño quería conseguir la hegemonía perdida en Europa y volver a conquistar el preciado trofeo. Se presentaba una final discutida. Pero los 68.000 espectadores que acudieron al estadio Olímpico de Ámsterdam estaban convencidos, a pesar de que el Benfica era el campeón, que iban a asistir a otro triunfo del Real Madrid.

Pero el partido no se disputó como la gente esperaba. La juventud y rapidez de los lisboetas marcaban la diferencia ante un equipo madrileño que estaba envejeciendo y que estaba lanzando sus últimos destellos esa noche. El Real Madrid ya no ofrecía ese juego tan vistoso que le había llevado a conseguir cinco Copas de Europa consecutivas.

Además de todo esto, los lisboetas contaban con la inestimable presencia de un joven jugador que había venido de África, de Mozambique, y que estaba haciendo las delicias de todos, Eusebio. Ese día empezó a entrar en la leyenda de los grandes jugadores, marcando los dos goles decisivos para su equipo. El Benfica se impuso por 5-3 al Real Madrid. Al término de los primeros cuarenta y cinco minutos estaban 3-3 pero Eusebio se encargó de deshacer la igualada.

No hay dos sin tres

El equipo ya había entrado a formar parte de los grandes en Europa. A partir de ese momento, ya tomaban en serio al equipo. Pero suelen decir que no hay dos sin tres. Y el Benfica se encontró con su tercera final consecutiva. Muchos decían que podría llegar a conseguir el nivel del Real Madrid con sus cinco Copas consecutivas.

El rival en esta ocasión era el Milán. Este año no había ningún equipo español en la final. El partido se celebró el 22 de Mayo de 1963 en el estadio de Wembley, en Londres, ante 55.000 espectadores.

Mal empezaron las cosas para los lisboetas. Eusebio marcaba primero y sin duda era un mal augurio para el equipo ya que en las dos ocasiones anteriores habían ido por detrás del marcador y habían remontado el partido. Pero Altafini con dos goles crucificó al portero Costa Pereira. Era el fin de un sueño que no se había hecho realidad: el poder conseguir el triplete.

Periodo de inestabilidad

A partir de este momento y coincidiendo con la dimisión de Guttmann, se va a iniciar un período de inestabilidad en el equipo. El club no encontraba el hombre idóneo para la dirección técnica y cambiaban constantemente de entrenador.

El chileno Fernando Riera sucedió a Guttmann y le dio al equipo nuevamente el título de Liga. Pero el fracaso ante el Milán en la final de la Copa de Europa le llevó a abandonar el club.

Tras su marcha fue otro húngaro el que ocupó la dirección técnica del equipo, Lajos Czeiler, que nuevamente le brindó el título nacional al Benfica. Pero la Copa de Europa sería otra vez el verdugo, el Benfica cayó eliminado por los alemanes del Borussia de Dortmund en octavos de final.

Posteriormente llegaría el alemán Eleck Schwartz que conseguiría, al igual que sus antecesores, el título de Liga. Pero lo verdaderamente importante para el club era la Copa de Europa. Schwartz llevó al equipo portugués a una nueva final europea.
Esta vez no lo tenía nada fácil para volver a conquistar la Copa de Europa. Era el 27 de Mayo de 1965 y el partido se iba a celebrar en el Estadio San Siro de Milán, campo del que era propietario el equipo rival, el Inter.

Esa noche en Milán llovía a cántaros. El Inter, campeón en la anterior edición de la competición europea, partía con ventaja. El Benfica había eliminado en esta ocasión a los luxemburgueses del Aris Bonnevoie, a los suizos del Chaux-des-Fonds, al Real Madrid y a los húngaros del Vasas-Gyoer.

Definitivamente, el Benfica no tenía suerte a la hora de disputar una final. El equipo lusitano tuvo que disputar casi todo el encuentro con diez hombres por la lesión de su defensa central Germano, quien tuvo que abandonar el terreno de juego. El ínter ganó gracias al solitario tanto marcado por el brasileño Jair. El Benfica perdía una nueva oportunidad para ser campeón de Europa.

Tras esa derrota vendría la destitución de Schwartz, e iban... Para ocupar su puesto volvió a contar con Bela Guttmann, técnico húngaro con el que conquistaría el Benfica su primera Copa de Europa.

Pero Guttmann ya no era el de antes. Tenía 65 años y ya no poseía la habilidad de años anteriores. No pudo conseguir ningún milagro, es más, no quedó campeón de Liga y fue eliminado en cuartos de final de la Copa de Europa, esta vez por el Manchester United.

Los dirigentes del Benfica decidieron volver a llamar a Fernando Riera, pero él también fracasaría. El equipo obtuvo, sin embargo, el título en 1967, pero fue eliminado de la Copa de Ferias por el Lokomotiv Leipzig, así que no terminaría la temporada que había comenzado, la 67-68. Riera sería reemplazado por otro clásico del Benfica, Otto Gloria. Era la época de la vuelta de los clásicos.

Quinta final europea

Gloria supo conducir al equipo a una nueva final de la Copa de Europa, y ya iban cinco. El equipo luso no pudo volver a conquistar una nueva Copa, esta vez frente al Manchester United.

Definitivamente, el Benfica no tenía suerte. Después de enfrentarse, hacía tres años, al ínter en su campo, esta vez sería frente al Manchester United y en el estadio de Wembley, en Londres, que se podía considerar casi su casa. Estadio de por sí maldito para el Benfica, derrotado aquí mismo cinco años antes por el Milán.

El Manchester, que por aquel entonces estaba dirigido futbolísticamente por Bobby Charlton, se iba a imponer por 4-1. Charlton sería autor de dos goles, el primero y el que cerraba el marcador. Igualmente se encontraba en el equipo el irlandés Georges Best, autor de otro tanto.

Nuevo entrenador inglés

Tras la marcha de Otto Gloria a mediados de temporada y la sustitución, sólo hasta final de temporada de José Augusto, se haría cargo del equipo un nuevo técnico extranjero, esta vez sería inglés, Jimmy Hagan. Desde la época de Guttmann, Hagan fue el primer entrenador en ocupar su puesto durante varias temporadas seguidas.

Ganó tres veces consecutivas el campeonato de Liga y los dirigentes no le reprocharon sus modestas actuaciones en competiciones europeas. Aunque llegó hasta las semifinales de la Copa de Europa en 1972, cayendo eliminado ante el Ajax.

A pesar de estar tres años en el banquillo, llegó la hora del cambio para Hagan. Su puesto iba a ser cubierto por un tándem formado por viejos conocidos de la entidad. Así, Cabrritta y Otto Gloria se hacen cargo de la dirección técnica del Benfica. Esto va a suponer una nueva etapa de cambios continuados en el banquillo luso.

Renacimiento del equipo

El renacimiento del equipo coincidió con la llegada del entrenador sueco Sven Goran Eriksson. Era la temporada 81-82. El técnico sueco llegó a Lisboa con la aureola de un gran entrenador europeo y con mentalidad campeona. Acababa de ganar la Copa de la UEFA con el Goteborg.

Eriksson logró obtener una extraordinaria simbiosis con las cualidades de los jugadores portugueses. Benfica ganó ese mismo año el título de Liga y llegó hasta la final de la Copa de la UEFA, contra el Anderlecht. Otra nueva oportunidad que volvió a desaprovechar.

Hacía ya catorce años que el Benfica no disputaba una final europea. El Benfica iba a empatar en el estadio de La Luz a uno, perdiendo en el partido de vuelta por 1 -0.
Muchos entrenadores, sobre todo extranjeros, habían pasado por el Benfica y ninguno había conseguido llegar de nuevo a la final de la Copa de Europa.

Tuvo que ser un técnico de la casa que durante siete años se había formado a la sombra de todos los entrenadores que habían pasado durante este tiempo por el club (Eriksson, Ivic, Mortimore, Csernai...). Su nombre, simplemente Toni.
Toni logró la hazaña de llevar al Benfica a una final de la Copa de Europa, veinte años después de la última final que disputó.

Los penaltis decidieron

Veinte años después de Wembley, se encontraba el Benfica en el Neckarstadion de Stuttgart, para disputar esa final tan añorada durante esos años, y en frente el PSV Eindhoven. Los portugueses para llegar a esa final habían eliminado al Partizan Tirana, a los daneses del Aarhus, al Anderlecht y a los rumanos del Steaua de Bucarest.

La final fue mediocre. Disminuidos por varias ausencias como consecuencia de las lesiones, los portugueses no lograron imponerse a un equipo holandés, que disputaba la final sin haber ganado ningún partido. No se marcó ningún tanto y tuvo que ser a través de los penaltis para conocer el nuevo campeón. Los holandeses ganaron 6-5 en la tanda de penaltis.

El equipo portugués formaba con: Silvinho, Veloso, Dito Mozer, Alvaro, Elzo, Chiquinho, Sheu, Pacheco, Magnussen (Hajri), Rui Aguas (Wando).
Toni, rompiendo la costumbre del equipo luso, de final perdida, entrenador nuevo, continuó en su cargo y logró un nuevo título de Liga en 1989. Pero a la temporada siguiente fue sustituido por otro conocido, Sven Goran Eriksson.

Éxodo de jugadores brasileños

Durante estos últimos años, el Benfica ha tenido su punto de mira hacia el mercado brasileño. Si en otra época, se dirigía a los países africanos, en estos últimos, el equipo ha visto cómo se han incorporado gran número de brasileños. ¿La razón?, sencilla.

El reglamento portugués permite la incorporación de estos jugadores, sin que ocupen plaza de extranjeros, ya que se pueden beneficiar de la doble nacionalidad. Así, se han podido ver en el Benfica jugadores brasileños internacionales tales como Mozer, Lima, Elzo, Ricardo y Valdo. Jugadores que daban al equipo un aire puramente brasileño.

A todos estos, habría que añadir a los angoleños o los europeos que han fichado estas últimas temporadas, como Magnusson, Thern, etc.
Con toda esta mezcla de jugadores y bajo la dirección de Eriksson, el Benfica llegaría, de nuevo, a otra final de la Copa de Europa. Esta vez frente al Milán, en el Prater de Viena. Una nueva desilusión para los aficionados, que veían como su equipo llegaba una vez más a disputar la final y no conseguía la Copa. Esta vez perdió 1-0 frente al Milán.

Pero a pesar de todas las desilusiones que el Benfica da a sus aficionados, estos, cada vez se encuentran más identificados con el equipo. Sus cerca de 90.000 socios, son ante todo una familia, una gran familia, cuyos vínculos no se aflojan nunca.
Esta familia vería como a la temporada siguiente (90-91), su equipo volvía a llegar a lo más alto de la competición y era eliminado por el Marsella, en semifinales.

Una nueva victoria para la temporada, pero que no conseguía hacer realidad el sueño de todos los aficionados lusos, que ven como una y otra vez, su equipo pierde los partidos en los momentos claves, la final.

La década del noventa no fue la mejor para el equipo lisboeta pues a nivel deportivo solo obtuvo el Torneo de Primera división en las temporadas 1990/91 y 1993/94 y la Copa de Portugal en las ediciones 1992/93 y 1995/96. Parecería mucho para cualquier institución pero no lo es para unas águilas sedientas de triunfos y que venían de una década del 80 por demás exitosa.

Hacia la temporada 1998/99 preside el club João Vale e Azevedo. En Octubre de 2000, hay elecciones para presidente del club, en donde Vale e Azevedo fue sustituido por Manuel Vilarinho, quien fue presidente de la entidad durante tres años y fue sustituido por Luis Felipe Vieira, en Noviembre de 2003. Días antes, el 25 de Octubre, el Benfica inauguró el nuevo estadio de la Luz, el cual fue elegido para la fase final de la Eurocopa 2004. El festival estuvo marcado por la inauguración del mismo con un partido en el que Benfica ganó 2 a 1 a Nacional de Montevideo.

La actualidad

La historia reciente del Benfica quedó marcada por la trágica muerte de su jugador húngaro Miklos Feher durante un partido en 2004. El título de liga logrado al año siguiente fue el mejor homenaje al querido futbolista y el último conquistado por el equipo lisboeta.

El Benfica es el club de fútbol con mas socios de todo el mundo (Libro Guinness de récords mundiales, 2006). En 2007 contaba con 167.000 socios por lo que queda delante del FC Barcelona (150.000), Bayern de Munich (125.000) y Real Madrid (85.000).

Disputa el Clásico de Lisboa contra el otro club de la ciudad, el Sporting. Además, el Benfica tiene equipos profesionales de baloncesto, balonmano, fútbol sala, voleibol, hockey patines y rugby, deportes en los que también está considerado uno de los mejores clubes de su país. Cuenta, además, con profesionales en las modalidades de Atletismo, Billar, Capoeira, Ciclismo, Gimnasia, Golf, Judo, Natación, Pesca, Tenis de mesa, Tiro con arco y Triatlón.

A lo largo de su historia, el Sport Lisboa e Benfica recibió del Gobierno muchas condecoraciones por su labor deportiva y social, entre ellas: Comandante de la Orden Militar de Cristo, Revista de la Cruz de Benemerência, la Cruz Roja de Benemerência, Medalla oro y Mérito de viajes, Medalla del Mérito Deportivo, Medalla de Oro de la ciudad de Lisboa y la Medalla de la Orden del Infante D. Henrique.

En 2008 la UEFA deniega, en un principio, al FC Oporto en la Liga de Campeones por sobornar a árbitros, por lo que es admitido el Benfica. Unos días más tarde La UEFA rectifica y de nuevo readmite al FC Porto en lugar del Benfica.

Tras la retirada del jugador emblema del club, Rui Costa, ahora director deportivo de la entidad, la temporada 2009 encuentra al club dirigido por el técnico, procedente del Braga, Jorge Jesús y que con figuras de gran experiencia internacional aspiran a desbancar al Oporto del pedestal conquistado en los últimos tiempos.

El vuelo del águila

Una de las grandes curiosidades del club es la tradición que mantiene viva antes de cada encuentro. El águila Vitória sobrevuela el Estadio da Luz antes del pitido inicial y termina posándose en lo alto del escudo del club. Dicen que si el ave da dos vueltas, el Benfica ganará, mientras que si sólo da una, el partido lo ganarán los visitantes.



El Estadio

El Estadio del Sport Lisboa e Benfica o Estadio da Luz, localizado en Lisboa, fue sede de varios partidos durante la Eurocopa de fútbol 2004, incluyendo la final. El estadio fue totalmente reconstruido para el torneo, alcanzando su capacidad actual de 66.500 lugares. El arquitecto, Damon Lavelle, diseñó la construcción de forma tal que se aprovecha el máximo de luz natural posible.

Su clasificación como "estadio de 5 estrellas" por parte de la UEFA le permite albergar las finales de los principales torneos de fútbol en Europa. En el Estadio da Luz original, inaugurado en 1954, se disputó la final de la Supercopa de Europa, ante 120.000 espectadores.

Palmarés

Torneos nacionales

* Primera División de Portugal (32): 1935/36, 1936/37, 1937/38, 1941/42, 1942/43, 1944/45, 1949/50, 1954/55, 1956/57, 1959/60, 1960/61, 1962/63, 1963/64, 1964/65, 1966/67, 1967/68, 1968/69, 1970/71, 1971/72, 1972/73, 1974/75, 1975/76, 1976/77, 1980/81, 1982/83, 1983/84, 1986/87, 1988/89, 1990/91, 1993/94, 2004/05 y 2009/10

* Copa de Portugal (24): 1939/40, 1942/43, 1943/44, 1948/49, 1950/51, 1951/52, 1952/53, 1954/55, 1956/57, 1958/59, 1961/62, 1963/64, 1968/69, 1969/70, 1971/72, 1979/80, 1980/81, 1982/83, 1984/85, 1985/86, 1986/87, 1992/93, 1995/96 y 2003/04

* Supercopa de Portugal (4): 1979/80, 1984/85, 1988/89 y 2004/2005

* Campeonato de Portugal (1921/22 y 1937/38) (3): 1929/30, 1930/31 y 1934/35

* Copa de la Liga portuguesa (1): 2008/09

Torneos internacionales

* Copa de Europa (2): 1960/61 y 1961/62

* Copa Latina: 1949/50

* Copa Ibérica: 1983





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CARBONEROS - Peñarol (Uruguay)


Los inicios

El nombre de Peñarol proviene de una ciudad piamontesa, Pinerolo, que por su parte tomó el nombre de una especie de pino de dicha región: el "Pinus Aerolus", que luce estilizado en la heráldica lugareña. Pinerolo es una ciudad de unos cincuenta mil habitantes, aproximadamente, cabeza de distrito, sede episcopal y estación ferroviaria entre Turín y Torre Pellice.

¿Cómo llegó dicho nombre a Montevideo? Pasada la mitad del siglo XVIII, Giovanni Battista Crosa, natural de Pinerolo, se afincó en el paraje de campo abierto junto a la propiedad del abuelo de José Artigas. Casado con Francisca Pérez Bracamonte, gallega, Giovanni debió castellanizarse, incluso su apellido, al que emocionadamente agregó "Pinerol", en piamontés, deformado luego a Peñarol y agregado definitivamente como apellido por sus descendientes.

De ahí que el paraje se llamara popularmente "lo de Peñaro". El Pueblo, la Villa Peñarol, tomó su nombre oficialmente a fines de 1890, pocos meses antes que se fundara el club, y en las cercanías del apartado lugar, donde se había radicado Don Juan Bautista Crosa Peñarol, uno de cuyos descendientes fue el conocido guerrero de la Independencia: Cnel. Félix Croxa Peñarol.

Por la necesidad de tener lugar común de reunión y desarrollar socialmente a los habitantes de la zona, es por lo que se funda el Centro Artesano.

En el Centro Artesano se celebrarán los festejos y las conmemoraciones de las fechas magnas de la República. Era magisterio y manifestaciones populares, alegría y trabajo.

Atendidos los requerimientos de la cultura y la expansión espiritual, se pensó en la creación de otro centro independiente del anterior que atendiera el cuidado de los deportes que por entonces eran tres: cricket, fútbol y tenis.

Nace así el Central Uruguay Railway Cricket Club (CURCC), el 28 de Septiembre de 1891. Habría que trasladarse hasta la Villa Peñarol, al lado de toda la maquinaría ferroviaria. Allí se daba vida al más glorioso club del país y a uno de los más gloriosos del mundo entero.

El día de la fundación se estampó en el libro de actas: “será eterno como el tiempo y florecerá en cada primavera...” La frase, de ‘El Libro de las Profecías’, apunta justamente hacia quienes alguna vez discutieron la continuidad peñarolense en el tiempo.

El renacer primaveral, el florecer de cada septiembre, no solamente es el secreto de su eternidad sino que es una realidad incontrastable en la vida de Peñarol, todos los trofeos, los colores, la enseña, los registros sociales, la plantilla de jugadores y cuanto da representación y vida a una entidad, pasó a la dirección política criolla del club. Fue el renacer más importante de todos los renaceres.

Un club británico, fundado en el apartado Pueblo Peñarol por un núcleo apenas ferroviario y con una directiva de oficio presidida por el administrador del ferrocarril... Pero Peñarol no era solamente eso. Y así, siendo pueblo y un pueblo deportivo extendido a través de todas las barriadas, supo sostener la bandera con el corazón y asentar su florecer eterno.

La historia de Peñarol puede resumirse fácilmente: un espíritu generoso invitando al esfuerzo físico; una bandera deportiva extendida a través de todos los rincones de la patria; y una cosecha de triunfos esplendorosa, disfrutada en contagiosa comunicación de pueblo.

Su denominación anterior pudo llamar a equívocos, aunque jamás nadie sintió gritar otra cosa que Peñarol, Peñarol campeón; a lo largo del siglo nadie gritó Central, ni Cen-Uruguay, ni CURCC.

Aunque hasta el 13 de Diciembre de 1913 no tomará oficialmente el nombre de Peñarol, siempre fue Peñarol, y siempre fue “el carbonero” en clara alusión a su estirpe ferroviaria. El carbonero era el empleado que se encargaba de alimentar con carbón el fuego de la locomotora. Uno de los trabajos más duros del ferrocarril, precisaba de hombres fuertes que pudieran hacer la incansable tarea de apalear constantemente al candente fuego de las calderas.

Ya en 1895 había tenido su primer capitán criollo, Julio Negrón, y toda una generación de jóvenes de la Villa epónima había crecido agitando con orgullo las banderitas aurinegras.

A la continuidad histórica, se agrega la unidad sociológica entre aquel sentir peñarolense de la Villa y el actual ya trascendido a todos los rincones de Uruguay y con notoriedad en América y el Mundo.

Todo nació desde el Centro Artesano en el Pueblo Peñarol, la Institución que trascendió a su origen británico y a su cuna lejana; el eterno como el tiempo, que florece en cada primavera...

Peñarol, en Mayo de 1892, iniciando la práctica del deporte que sería popular por excelencia, jugó amistosamente con el Albion, en Punta Carretas. El Albion de Lichtenberger derrotó por 3 a 1 a Peñarol y Arthur "Papá" Davenport fue el autor del primer gol aurinegro.

El campo de Villa Peñarol se inauguró el 25 de Mayo de 1892, que en aquel entonces era Fiesta Nacional (rioplatense). Engalanado con banderas oriental, argentina, del Albion, la clásica británica de la "Unión Jack" y la primitiva enseña del CURCC, el campo era un hermoso campo de juego con un alambre de un hilo a su alrededor.

Las crónicas afirman que dos mil personas rodearon el campo, que estaba frente a los Talleres, concurriendo en masa el personal obrero, de administración y de servicio del ferrocarril. El resultado fue de 4 a 1 para Albion, anotando Jones para aquella formación de jugador-dirigente-hincha que era el Peñarol naciente.

La historia del Peñarol está íntimamente abrazada con el gol. Si el resultado es el cuerpo, el gol es la piel, el músculo en tensión, la mente que lo crea. El gol es alivio, milagro, honor, venganza, fortuna...

Pues bien, el primer gol oficial fue contra el Albion, por la Copa Competencia de 1900, y lo marcó Guillermo Davies. Eso fue en el Paso Molino el 10 de Junio (Peñarol ganó dos a uno). El 15 de Julio los aurinegros ganaron el primer clásico, amistoso -2 a 0- en el Parque Central.

Belvedere, Parque Lugano, canchita de Wanderers en Millán, del Bristol en Maroñas, la leonera del Reformers, la gallera del Dublín... Después el Parque de los Aliados, el nuevo Parque Central, el estadio Centenario... Todos han sido escenarios que han recogido goles de este club amado por medio país.

El conjunto aurinegro de 1905 ganó invicto y sin goles en contra, es decir, imbatido, la Copa Uruguaya. El Peñarol de 1905 tenía claro acento criollo, con los Carbone, Pancho en la portería e imbatido de esa Copa y Luis al lado de Mazzucco. De medio derecho jugaba Ceferino Camacho, hermano de Juan y del goleador Aniceto.

Con Pena, los Acevedo (Edmundo y Amílcar), Mañanita y ‘Perucho’ Zibechi, el aporte oriental era mayoritario.

En 1907, en Maroñas, campo en esos momentos del viejo River Plate, volvió a ganar el decano con gol de Aniceto. Se habían incorporado a Peñarol los Manito, Guillermo, Miguel y Agustín, que apuntaba como sucesor de Aniceto.

Pero surgió José Piendibene. La afición le creyó inglés, pero luego le vio magistral y le llamó "Penita" (por Juan Pena). El Parque Central, escenario propiedad de una empresa tranviaria, fue el campo de las más grandes hazañas de José Piendibene. Con el tiempo, sumaría más goles que nadie -de su época- contra el adversario de todos los tiempos, Nacional.

Desde 1911, Piendibene fue el "Maestro", bautizado con la celeste en el pecho. Para la evocación de sus goles aurinegros quedan muchos inolvidables a lo largo de sus dos décadas de jugador goleador incomparable.

Técnica y espectacularidad. Los goles de Piendibene se caracterizaban por lo primero: un remate suave, con más dirección que fuerza, con más efecto que potencia. Espectacularidad tuvieron los goles de Isabelino Gradín, con tiros impresionantes de media distancia

Antonio Sacco fue un extraordinario jugador de fútbol. Tiempos en que el trato de la pelota era lo fundamental, jugando con Anselmo y el "Maestro", a ese placer agregó la sal de sus goles decisivos.

Sacco definió nada menos que tres clásicos contra Nacional. Y como para pasar a la historia, los tres 1 a 0, en escenarios diferentes: en el Parque Central, el 19 de Abril de 1926, en Pocitos el 23 de Mayo de ese mismo año, y en el Estadio Centenario, en 1930.

Este último correspondió a la Copa Uruguaya de 1929 y se jugó en el cumpleaños de Peñarol (28 de Septiembre) del año del Centenario patrio. Fue el primer clásico en el estadio.

En 1932 comenzó la era profesional. Un jugador que brillaría con luz propia a lo largo de los años fue Raúl Antonio Schiaffino, "El pequeño maestro". En su regate de cintura mostraba el arte de Piendibene. ‘Toto’ Schiaffino fue el espejo donde se miraron muchos jóvenes a la hora de empezar a tocar un balón.

Una figura histórica en el seno del Peñarol fue Arthur William Davenport. Nacido en 1866, fue primer secretario de la Institución, en carácter de fundador y primer autor de un acta en castellano. "Papá" Davenport fue el autor del primer gol del Peñarol de todos los tiempos, en Mayo de 1892 contra el Albion.

Acompañó a Peñarol hasta su alejamiento de Montevideo en 1937. En 1951 participó en los festejos del 60ª Aniversario del Club. A los 85 años, tenía un aspecto patriarcal, reflejando una personalidad simpática y atrayente. La misma que inculcó al conjunto aurinegro. Falleció en Londres en 1953.

Y para no perdernos en el tiempo, habrá que destacar los hombres que hicieron posible que la historia de Peñarol fuera eterna como el tiempo y floreciese cada primavera.

José Piendibene fue jugador de fútbol, con letras mayúsculas. Mostró un camino de la mano de la técnica con su pase de muleta, su peinada, su remate de tornillo o de puñalada; puso la grifa en el costado de cada fotografía de sus goles de bostezo, de cachetada, de pelota dormida.

Y puso el sello mayor: fue goleador. Nadie vestido con la celeste le hizo más goles a Argentina; hasta su desaparición física, nadie vestido con la aurinegra le anotó más goles a Nacional...

Dos récords trascendentes, de primera línea, de emoción mayor. José Piendibene le enseñó al mundo futbolístico que para ser crack y pasar a la historia había que ser goleador.

El Maestro Piendibene

José Piendibene fue el primero al que su grandeza en el tiempo y su extraordinaria jerarquía le valió el unánime reconocimiento de "El Maestro".

Rubio, alto, flexible, a los 17 años comenzó a sembrar una maravillosa escuela de fútbol que contagiaría al mundo futbolístico. De carrera zigzagueante, capaz de regatear toda una defensa, marcó una época en el fútbol uruguayo.

Si grande fue lo de Piendibene, trastocando todo lo conocido hasta integrarse en una primera gran formación internacional, también fue grande, aunque sin alcanzar los niveles de hechizo del "Maestro", el aporte de otro hombre de la oro y negro: John Harley.

Fue el mismo Piendibene quien lo escogió, y el hecho conviene recordarlo. Harley vivía en Argentina y actuaba con Ferrocarril Oeste cuando en un amistoso con Peñarol el "Maestro" advierte que su fútbol tenía poco que ver con lo conocido, apreciando la facilidad y claridad con que pasaba la pelota dominada a sus compañeros de adelante.

Piendibene planteó que se consiguiera su traslado a Montevideo para defender a Peñarol, en lo que constituye la "transferencia" más influyente de toda la historia del fútbol uruguayo.

Harley se "acriolló" de tal manera que ganó las simpatías generales por sus dotes personales y extraordinaria capacidad para dar la vuelta a conceptos, en lo que formó un único y formidable binomio de "revolucionarios" con Piendibene.

Jugando la pelota a ras del suelo, colocando el pase justo, evitando el "bombazo" contra el que luchaba desesperadamente Piendibene, con un impecable juego de cabeza, imprimió al fútbol uruguayo una de sus claves siempre: el pase corto.

Uno, Piendibene, "creó" el fútbol uruguayo dotándolo de riqueza técnica, y otro, Harley, aumentó sus valores con el pase corto. Y ambos fueron hombres de la gloriosa enseña peñarolense como para que siempre con la celeste constituyeran casi una misma cosa.

Y con estos antecedentes nos presentamos en el final de la década de los 40. El Peñarol del 49 no se borra de la mente de los aficionados aurinegros.

Y para no errar en datos importantes, Juan Alberto Schiaffino, con su tradicional capacidad de análisis, da una visión muy particular de las características del Peñarol del 49: "El papel de don Emerico Hirsch era fundamental, pues entrenaba y dirigía, es decir: nos preparaba físicamente y nos ubicaba en la cancha. No todos los jugadores hacíamos el mismo trabajo físico y era frecuente que yo diese unas vueltas al campo e hiciera poco fútbol. Era una hombre de vasta experiencia, y armó el equipo enseguida.
Desde luego que fue tácticamente más prolijo el Peñarol del 51, por la evolución lógica e incluso el cambio de algunas figuras, como el ingreso de Abbadie principalmente. Jugábamos en WM y la base del éxito, hablando de 1949, estaba en la gran efectividad.
El Peñarol del 49 era un equipo que contaba con dos delanteros muy veloces y atentos al cambio de frente, lo que abría brechas para la contundencia de los demás y de un ataque que tenía todo: velocidad, táctica, habilidad y potencia.
El líder era el diálogo y el valor individual de los jugadores, dúctiles y poseedores de recursos técnicos y tácticos. Es muy difícil que pudiera darse en este momento un equipo como aquél, entre otras cosas porque perteneció a una etapa de nuestro fútbol diametralmente distinto al de ahora y por la carencia actual de grandes individualidades.
El mejor recuerdo del Peñarol del 49 era la seguridad con que arrasamos los campeonatos locales. En la defensa las cosas no eran muy parejas, primando también las individualidades para alcanzar un rendimiento efectivo. Pero la tranquilidad que teníamos adelante era absoluta: cada fin de semana era una fiesta".


Así pues, de manera escueta y profunda, Schiaffino nos ha relatado convenientemente cómo era el Peñarol de un año que marcó varias décadas.

El año 1959 preparaba un acontecimiento magno en la historia de Peñarol. Empezaba a originarse la Copa Libertadores. En Montevideo hay un dicho que refleja el pensar aurinegro: "Peñarol le echó sal, Peñarol la preparó, y este pícaro Peñarol se la comió, se la comió". Y es que el conjunto uruguayo tuvo mucho que ver en la constitución de la Libertadores.

La Copa de Campeones fue una idea de la Asociación Chilena de Fútbol, pero en nadie halló ambiente mas propicio que en el seno de Peñarol y más precisamente en su delegado titular como parte de sus funciones al asumir la representación de la entidad y su visión personal del "adelantado".

En el Congreso realizado en Santiago en el 59 junto al Dr. Juan Carlos Bracco concurrió como representante ahora de la Asociación a tratar como punto principal la creación de un campeonato de esas características.

El Congreso designó una comisión para redactar las bases del primer reglamento de la Copa que en su mayor parte continúa vigente y Washington Cataldi fue uno de sus miembros.

Peñarol -en medio de descreimiento- tomó casi con pasión la idea y se convirtió así en su abanderado desde aquellos días augurales.

Terminaba la idea de un fútbol local, que limitaba los títulos a las satisfacciones personales, "íntimas", de los países: se abría un horizonte de posibilidades que los miembros del Consejo Directivo abarcaron de inmediato en toda su extraordinaria dimensión.

Peñarol aparecía así como el gran abanderado de una gran idea, y asoció su nombre desde los primeros difíciles pasos.

EI 19 de Abril de 1960 el Estadio Centenario de Montevideo fue testigo del echarse a rodar la pelota, comenzando el primer Campeonato de Campeones.

El 19 de Junio de 1960 el Peñarol empataba a uno en Asunción frente al Olimpia y levantaba por primera vez la Copa Libertadores. Se iniciaba así el camino de éxitos que marcaron y marcarán la intrínseca historia del club aurinegro.

Cinco Copas Libertadores adornan sus vitrinas, lo que viene a significar que es el segundo club de América con más trofeos. Solo el Independiente de Avellaneda le supera, con siete títulos.

Si el Peñarol fue el club que más interés puso en que la idea de lanzar una Copa de Campeones se llevara a cabo, no podía ser menos a la hora de su consecución.

No cabe duda que Peñarol sabía el realce que daría a nivel internacional la consecución de este preciado trofeo, que no olvidemos tiene en la dificultad su mayor virtud.

Así como Peñarol fue el adelantado en toda la Copa, y así como inauguró las despedidas, también inauguró los retornos triunfales. Al día siguiente del decisivo encuentro en Asunción, se vivió la primera apoteosis al arribar la delegación.

El aeropuerto resultó pequeño y los aledaños también. Cuando el ómnibus que recogió a los viajeros puso rumbo al centro de la ciudad, se improvisó una caravana de victoria que recogió a su paso el fervoroso saludo del pueblo amarillo y negro en cientos de miles de personas. Peñarol, raíz del pueblo, estaba en sus brazos.

El impacto de la victoria a nivel continental no se detuvo ahí: al día siguiente Washington Cataldi por Peñarol, y el presidente de la Asociación, Fermín Sorhueta, viajaban especialmente a Madrid para echar las bases de la Copa Mundial de Clubes, la Intercontinental, que en 1960, en su primera edición, ganara el fabuloso Real Madrid al empatar con Peñarol 0-0 en Montevideo y derrotarle en Madrid.

Aquel entusiasmo desatado por las conquistas a todo nivel, la idea de un Peñarol avasallante, hicieron nacer como natural expresión popular el famoso "Y dale dale los Peñaroles...", que llenó una época y está ahí, junto a cada gran éxito, listo para salir de la garganta del pueblo y echar a volar como las campanas que anuncian una gran fiesta.

La difusión de la letra y la música singularmente pegadizas fueron inmediatas y constituyen el himno popular por excelencia. Nada más justo que haya aparecido a comienzos de la década del 60, años esplendorosos cuya iniciación hemos historiado y cuyos alcances todavía se perciben.

Sí fue el despegue del fútbol del país, el rompimiento de las antiguas barreras que lo limitaban a una lucha doméstica sin otro objetivo que la imposición local, fue también y esto no es de casualidad, el despegue, la proyección mundial antes que ningún otro club de América del glorioso Club Atlético Peñarol.

Al alcanzar Peñarol el mayor éxito interclubes del mundo Copa Europea, Sudamericana o Copa Intercontinental apareció y se popularizó la letra con ritmo murguero y música conocida en el Río de la Plata. Esa canción de homenaje y aliento fue registrada por Bernardo Abate, un autor de cuño futbolístico desaparecido en 1978.

"Y sí, señores, soy aurinegro.
Y sí, señores, de Peñarol...
en esta tarde tan futbolera
el hincha espera tu acción triunfal.

Y dale, dale, los peñaroles
y dale, dale, de corazón...
porque esta barra tan futbolera
con toda el alma te vino hoy a alentar..."

Y es que Peñarol será eterno como el tiempo y florecerá en cada primavera... La afición celebra y canta la canción con la consecución de cada título, que se produce cuando los capullos abren sus pétalos y la rosa llega a todo su esplendor.

Campeón de América y el mundo (1961-1969)

En 1961, Peñarol como campeón de Uruguay y de América en la temporada anterior, disputó una nueva versión de la Copa de Campeones, alcanzando el bicampeonato de la misma tras superar en la final a Palmeiras de Brasil, luego de ganar por 1 a 0 en Montevideo, con gol del ecuatoriano Alberto Spencer, y empatar 1 a 1 en São Paulo. En la segunda parte del año Peñarol se adjudicó el campeonato uruguayo y, por primera vez en su historia, la Copa Intercontinental, al derrotar al Benfica por 5 a 0 en el Centenario, después de haber perdido la primera llave por 0 a 1.


Al siguiente, el club estuvo a un paso de alcanzar se tercera consagración el Copa de Campeones, sin embargo, tras perder en la primera final por 0 a 1 y ganar la segunda llave, en un partido marcado por los incidentes, por 3 a 2, debió disputar una tercera definición, en el Estadio Monumental de Buenos Aires Peñarol cayó ante Santos, equipo en el que destacaba entre otros Pelé, por 3 tantos a 0, viendo de esta manera impedida su intención de alzar un nuevo campeonato continental. Tuvo como consuelo la obtención del campeonato uruguayo, lo que le valió obtener su primer quinquenio de oro (1958-1962).

Tras una temporada sin títulos, en la que destacó a nivel internacional por obtener la llave con mayor diferencia de goles en la historia de la Copa Libertadores luego de superar en el global por 14 a 1 al Everest de Ecuador (5 a 0 y 9 a 1), Peñarol obtuvo el campeonato uruguayo en 1964 y 1965, éste último año además alcanzó la final de Copa Libertadores en la que fue derrotado por Independiente de Avellaneda. No obstante, en 1966 Peñarol obtuvo su tercera consagración como campeón de América, luego de derrotar a River Plate en un tercer partido de definición jugado en Santiago de Chile por 4 tantos a 2. Ese año también obtuvo su segunda Copa Intercontinental tras superar al Real Madrid por 2 a 0, tanto en el Centenario como en el Santiago Bernabéu.

En los siguientes años, Peñarol continuó obteniendo logros a nivel nacional e internacional, destacando la obtención de los campeonatos nacionales de 1967 y 1968, y de la Supercopa de Sudamericana de Campeones Intercontinentales en 1969, torneo que agrupó a los clubes sudamericanos que hasta ese momento habían ganado la Copa Intercontinental y que fue reconocido oficialmente por la Conmebol en 2005. Durante este periodo Peñarol consiguió, además, el mayor invicto registrado en el campeonato uruguayo, el cual se prolongo por 56 partidos entre el 3 de septiembre de 1966 y el 14 de Septiembre de 1968, cuando cayó derrotado 0 a 2 ante Liverpool. Ésta marca corresponde además al invicto más prolongado realizado por algún club sudamericano en torneos profesionales de primera división y el segundo si se considera la etapa amateur, por detrás de Boca Juniors.

La transición (1970-1979)

En 1970, Peñarol alcanzó nuevamente la final de Copa Libertadores, en la cual cayó derrotado por Estudiantes de La Plata. Cabe resaltar que en aquel torneo el club logró la mayor goleada en la historia de la competición, luego de batir a Valencia de Venezuela por 11 a 2. Al año siguiente, en un torneo dividido en dos fases, Peñarol se ubicó segundo por detrás de Nacional. Al cabo de la primera etapa, el club acumuló 32 puntos, misma cantidad que Nacional, sin embargo no pudo mantener el ritmo en la fase final, en la que sumó 7 unidades, 1 menos que los tricolores. Tras terminar nuevamente como subcampeón en 1972, en 1973, año en cual llegó a Peñarol el goleador histórico del club y del fútbol uruguayo Fernando Morena, el club obtuvo el campeonato uruguayo, honor que repitió en 1974 y 1975. En 1974 Peñarol se convirtió en el primer cuadro uruguayo en ganar por Copa Libertadores en Argentina, luego de derrotar a Huracán en Buenos Aires por 3 a 0.

Luego de ubicare segundo en 1976 y 1977, al año siguiente, Peñarol ganó su vigésimo cuarto campeonato uruguayo, temporada en la que Fernando Morena marcó dos récord, el de mayor número de goles convertidos en una temporada (36) y la mayor cantidad de anotaciones en un partido, convirtió 7 frente a Huracán de Buceo.

La década de los ‘70 se cerró de buena manera con la obtención de un nuevo campeonato nacional.

Nuevamente en la cima (1980-1989)

Tras comenzar la década de los años 1980 ubicándose en el tercer lugar, en 1981 Peñarol se consagró nuevamente campeón uruguayo tras superar por tres puntos Nacional. En el equipo campeón destacaron las figuras de Rubén Paz, goleador del torneo con 17 tantos, y Fernando Morena, que esa temporada retornó al club por la cifra récord, hasta ese instante, de U$S 1.029.000.

Al año siguiente, Peñarol obtuvo nuevamente la Copa Libertadores luego de superar a Cobreloa en condición de visitante por 1 a 0, con gol de Fernando Morena en el minuto 89, quien además fue goleador del certamen continental con 7 tantos. En el segundo semestre, Peñarol repitió el campeonato uruguayo, nuevamente con Morena como goleador con 17 anotaciones, y se adjudicó por tercera vez en su historia la Copa Intercontinental, al vencer al Aston Villa de Inglaterra por 2 a 0.

En 1983, el club realizó un discreto papel a nivel local, ubicándose en el séptimo puesto, no así en plano internacional, en el que tras superar en semifinales a Nacional, alcanzó una nueva final de Copa Libertadores, sin embargo, no logró revalidar el título del año anterior al caer ante Gremio de Porto Alegre. En 1985 y 1986, el club se alzó nuevamente con el campeonato uruguayo, siendo la última de estas conquistas particularmente singular, puesto que, los problemas económicos del club no le permitieron disputar el primer partido de ese año, perdiendo en consecuencia los puntos, no obstante, se acordó que en el caso que Nacional superara a Peñarol con menos de 2 puntos de ventaja, se disputaría un partido de definición. A fin de campeonato, Nacional solo supero a Peñarol por un punto, por lo cual se jugó la final en la Peñarol se impuso por 4 a 3 en la tanda de penales. En 1987, el club pese a los innumerables problemas económicos además de juventud del platel, 22 años de promedio, se coronó por quinta vez campeón de Copa Libertadores, al batir a América de Cali, por 1 a 0 con gol de Diego Aguirre en el minuto 120 del alargue. Como curiosidad esta fue la tercera Copa Libertadores obtenida por Peñarol en el Estadio Nacional de Chile.

A pesar de su éxito en el plano internacional, ese año Peñarol no realizó una buena actuación en el campeonato uruguayo, posicionándose en el octavo puesto, en los años posteriores pese a mejorar su rendimiento no logró adjudicarse algún torneo.

Un nuevo quinquenio (1993-1997)

A mediados de 1990 la directiva de la institución decidió contratar al ex seleccionador argentino César Luis Menotti con el objetivo de recuperar el título de campeón uruguayo, que Peñarol no ostentaba desde 1986. No obstante, el club no realizó una buena campaña en Campeonato Uruguayo, finalizando solo en la tercera posición a ocho puntos de Bella Vista. En tanto que en el plano internacional fue eliminado en semifinales de la Supercopa Sudamericana por Olimpia de Paraguay. Ese año además fue constituida una comisión especial a fin de organizar los preparativos en conmemoración a los cien años de vida del club, la cual estuvo presidida por el ex presidente de la República Julio María Sanguinetti. Sin embargo, en forma paralela la plana directiva del Club Nacional de Football conformó la denominada “Comisión del Decanato” que rechazó abiertamente la celebración del centenario, reviviendo la polémica en torno a la fecha de Peñarol y a su vinculación con el CURCC.

Al año siguiente, ya sin Menotti en el banquillo e impedido de participar en la Copa Libertadores de América, dada su temprana eliminación de Liguilla Pre-Libertadores, Peñarol festejó su aniversario número cien en el marco de la suspensión del Campeonato Uruguayo, luego de que la AUF determinase dicha medida hasta que las instituciones afiliadas a ella aceptaran una serie de medidas que tenían como objetivo evitar actos de violencia.

Posteriormente, en 1993 de la mano de la llegada del internacional uruguayo Pablo Bengoechea y bajo la conducción técnica de Gregorio Pérez, el Club Atlético Peñarol conseguiría su segundo quinquenio histórico siendo campeón durante 5 años consecutivos del Campeonato Uruguayo entre 1993 y 1997.

En el año 1998 pierde la oportunidad de lograr un inédito sexenio, logrando su eterno rival Nacional cortar esta histórica oportunidad al ganar los dos torneos cortos (Apertura y Clausura), siendo la segunda y hasta hoy última vez que un club lo conseguía desde 1994, cuando Peñarol obtuvo los dos campeonatos, pero perdió el Apertura para Defensor Sporting por una sanción de quita de puntos por actos de violencia de su barra brava.

En el año 1999 se vuelve a coronar campeón uruguayo otra vez de la mano del técnico Julio Ribas, con una campaña impresionante en el Clausura, que batió el record de goles de la popular "Máquina del '49", equipo de Peñarol integrado entre otros por Juan Eduardo Hohberg, Juan Alberto Schiaffino, Alcides Edgardo Ghiggia y Oscar Omar Míguez.

El equipo marcó en total 47 goles en 14 partidos, con 12 triunfos y 2 empates. El récord fue el arranque, con 8 triunfos sobre 8 encuentros jugados, y 37 goles a favor en esos partidos, dando un impresionante promedio de 4,625 goles por encuentro.

El nuevo siglo y la crisis

El nuevo siglo trajo a las vitrinas de Peñarol el Torneo Uruguayo de 2003. Nacional accedió a la final al haber ganado el Apertura y Peñarol al lograr ganar el Clausura. El equipo carbonero se consagró campeón en un sólo partido (ganó 1 a 0 con gol de Joe Bizera) porque tenía esa ventaja al haber ganado también la tabla Anual. Pero de ninguna manera este título disimulaba la crisis en la que se encontraba desde hacía años desde lo institucional y lo deportivo con una sequía inusual de títulos.

En Agosto de 2007 fallece un emblema del "Carbonero", el verborrágico José Pedro Damiani, a raíz de los problemas renales que sufría, y con él se va un pedazo grande de la mejor historia aurinegra.

Fue uno de los tres presidentes más destacados de la institución junto a Gastón Güelfi y Washington Cataldi. Una de sus principales virtudes era la austeridad económica a la hora de levantar al club de su pésima situación financiera, haciendo gala de su título de Contador Público. Como decía Cataldi: “llamen a Damiani que se prende fuego”.

Había tomado la conducción del club en 1987 cuando Peñarol pasaba sus peores momentos deportivos y económicos. En 1987 con un plantel muy joven logra obtener la quinta Copa Libertadores de América en una final electrizante ante América de Cali en Santiago de Chile.

En 1989 deja la conducción de Peñarol en acuerdo con Cataldi para que éste tomara la presidencia del club. Vuelve en 1993, período en el que logra obtener el segundo quinquenio de Oro (1993-1994-1995-1996-1997) formando un plantel maduro, con varias figuras que estaban de regreso desde Europa y con la consolidación de varios juveniles.

José Pedro Damiani presentaba su renuncia a la presidencia del Club Atlético Peñarol el día 24 de Julio del 2006 luego de que Peñarol saliera último en el Campeonato Uruguayo, y vuelve inmediatamente asumiendo el cargo menos de dos días después, argumentando que dio un paso al costado.

En la actualidad Peñarol, uno de los equipos que acumula más títulos en el fútbol sudamericano, atraviesa una crisis institucional y deportiva que pareció tocar fondo con su rápida eliminación de la Copa Libertadores de América 2009, torneo que supo ganar en cinco ocasiones anteriormente. Los problemas de Peñarol no son nuevos y afectan desde la cabeza.

En las recientes elecciones hubo tres listas, duras acusaciones y recriminaciones entre los candidatos y esas disputas, que se mantienen, se reflejan en la interna del club.

Los directivos realizaron una fuerte apuesta económica y formaron en los últimos meses uno de las planteles más caros, sino el mejor remunerado, del fútbol uruguayo. Un grande que quiere levantarse para demostrar la guapeza que siempre le caracterizó.

Uniforme titular

Desde sus inicios los colores que representaron al CURCC y posteriormente a Peñarol, han sido el amarillo y negro. Esto a partir del distintivo ferroviario, que a su vez procede de la Locomotora Rocket, diseñada y construida por George Stephenson, vencedora de una prueba de aptitud en 1829, logrando de esta manera el contrato de la línea ferroviaria Liverpool-Manchester, desde donde se expandió el modelo hacia el resto del mundo.

La primera camiseta utilizada por CURCC en 1891 consistió en camiseta dividida en dos mitades verticales -negro a la derecha y a rayas amarillas y negras a la izquierda-, pantalón negro y medias de igual color. En 1901 el club cambio su camiseta por una a cuadros amarillos y negros. La indumentaria actual de Peñarol -camiseta listada amarilla y negra- data de 1905 y desde entonces se ha utilizado casi ininterrumpidamente con muy pocas variaciones, entre las que se pueden contar el color de las medias -alternando entre amarillas y negras-, el color del pantalón -amarillo en 2001-, así como algunas variaciones en la dirección de las franjas en la camiseta.

Uniforme alternativo

En lo que respecta al uniforme alternativo, se sabe con relativa certeza que el primer uniforme utilizado fue una camiseta a cuadros, similar al uniforme titular utilizado en 1901, negros y naranjos. Desde entonces se han utilizado diferentes modelos, entre los cuales se cuenta una camiseta a franjas horizontales en 1985, camiseta amarilla y pantalones negros en 1987, así como uniformes totalmente negros, grises o amarillos usados en la última década. Adicionalmente han sido utilizadas camisetas de distinto color para partidos internacionales, especialmente el la década de los años 1960 y 1970.

El clásico del fútbol uruguayo

El primer enfrentamiento entre Peñarol y su rival tradicional, Nacional, data del 15 de Julio de 1900, fecha en la cual el CURCC se impuso por 2 a 0 con anotaciones de Aniceto Camacho. Debido a esto se considera al clásico como la rivalidad más antigua fuera de las islas británicas, no obstante, esta posición es discutida a causa de la controversia que rodea la relación entre el CURCC y Peñarol. Fue durante esta etapa en la cual CURCC se adjudicó la mayor goleada en la historia del clásico tras ganar por 7 tantos 3, el 1º de Noviembre de 1911 en el marco de la Copa de Honor. En total, considerando partidos oficiales y amistosos, CURCC y Nacional se enfrentaron en 59 oportunidades, con 24 victorias para CURCC y 20 para Nacional.

Ya bajo la denominación actual de Peñarol el primer enfrentamiento contra Nacional, aconteció el 14 de Diciembre de 1913. Durante el amateurismo Nacional obtuvo una leve ventaja en el historial de partidos, sin embargo con la llegada del profesionalismo Peñarol revirtió esta tendencia. A lo largo de esta etapa, han sido diversos los episodios que han quedado en la retina de los aficionados, entre ellos uno de los más recordados fue el denominado "Clásico de la fuga", ocurrió el 9 de Octubre de 1949 en el marco de la primera ronda de la Copa Uruguaya. A término del primer tiempo Peñarol se imponía por 2 a 0, sin embargo, durante el descanso previo a la segunda mitad del partido, Nacional decidió no salir a la cancha y retirarse del encuentro a través de los vestuarios. Si bien en filas de Nacional justificaron que el abandono del partido se debía a disconformidades frente a los fallos arbitrales, los aficionados "aurinegros" argumentaron que el motivo real del retiro habría sido el miedo a sufrir una goleada de mayores proporciones. Desde 14 de Diciembre de 1913, Peñarol enfrentó a Nacional en 433 ocasiones, con 154 victorias y 138 derrotas.

Por lo tanto, al considerar las distintas etapas amateur y profesionales en encuentros oficiales y amistosos, tanto locales como internacionales e incluyendo los resultados obtenidos por el CURCC, ambos clubes se encontraron 492 veces, con 178 victorias Manyas y 158 Tricolores, finalizando los 156 partidos restantes en empate.

Hinchada

En el ámbito futbolístico uruguayo, Peñarol y Nacional se disputan las preferencias de la afición. Generalmente, se sostiene que el país se divide en dos, en alusión a los hinchas de uno y otro club, y se considera que ambas instituciones se encuentran muy parejas en este aspecto. Los diversos estudios de opinión pública realizados al respecto no son concluyentes, al existir algunos que sitúan a Peñarol como el club con mayor cantidad de adhesiones, mientras que otros ubican a Nacional en dicha posición. En efecto, una encuesta realizada a nivel de todo el país por la consultora Datos en 1997, publicada por el diario El País, reveló que Nacional poseería el 45% de los hinchas, mientras que Peñarol el 42%. No obstante otro estudio realizado por la consultora FACTUM en 2006, contrapone ésta posición otorgando un 45% de las preferencias a Peñarol y un 35% a Nacional, esto según lo publicado en el diario uruguayo “El Observador”. La barra brava de Peñarol es conocida como La Caterva Aurinegra.

Los apodos

Aurinegro: En referencia a los colores de la casaca tradicional, amarillo y negro (tomados de la locomotora del ferrocarril).

Decano: Peñarol ha sido llamado Decano, por todos los medios de prensa escrita y oral hasta fines de los años 30, en referencia al club activo más viejo del Uruguay.

El Cuadro de los Gringos: también llamado el cuadro de los "gringos" no solo por los que eran ingleses sino también por otros de diferentes nacionalidades, que por trabajar en el ferrocarril ya eran Peñarolenses por concepción. La gran mayoría de los empleados ferroviarios de fines de siglo 19 y comienzos de siglo 20 eran ‘gringos’ estos también eran sus primeros jugadores, dirigentes e hinchas.

El Cuadro del Pueblo: Peñarol es el primer cuadro de Uruguay y quizás de América que por su carácter obrero, humilde y popular, incorporó los sectores más populares en sus equipos y en su masa social. Peñarol, acunado en una villa obrera, acogió primero a los trabajadores del ferrocarril y luego a los hijos de éstos, que habían emigrado de la vieja Europa. El cuadro del pueblo, fue una expresión muy usada por los periódicos de comienzos del siglo XX, justamente por la característica popular del club.

El Equipo de los Negros: Peñarol fue popularmente así bautizado debido a la gran cantidad de morenos que vestían la camiseta oro y carbón allá por principios del siglo XX, esto gracias a Isabelino Gradín, Juan Delgado y ‘Tatita’ Silva. Peñarol el primer equipo en incorporar a los negros del sur montevideano.

El Viejo Club: (idem a la referencia de Decano). Poco usado

Ferrocarrilero: (idem a la referencia de Carbonero). Poco usado.

Manya: click aquí

Mirasoles: Se le llama así en connotación al girasol, oleaginosa cultivada en todo el mundo. ‘Mirasol’ es un seudónimo de esta hermosa flor que lleva los colores del club Peñarol.

Estadio

Peñarol ejerce de local, frecuentemente, en el Estadio Centenario, de propiedad estatal y que fue inaugurado el 18 de Julio de 1930. Posee una capacidad de 76.609 espectadores, mientras que el terreno de juego tiene dimensiones de 110 x 70 m. Esta emplazado en Parque Battle, Montevideo.

No obstante, Peñarol dispone de un estadio propio, denominado actualmente José Pedro Damiani (antiguamente "Las Acacias"), inaugurado el 19 de Abril de 1916 y que cuenta con capacidad para 12.000 espectadores. Si bien esta cancha está habilitada para disputar partidos de primera división, normalmente no es utilizada por carecer de una infraestructura acorde para el desarrollo de un partido de la institución, aunque se ha utilizado en varias oportunidades. El Palco y el portón de entrada de Las Acacias formaron parte del mítico Estadio Pocitos, lugar donde se convirtiera el primer gol de un Mundial de fútbol.

Actualmente hay negociaciones por parte del grupo inversor, Ficus Capital, y el club, con el fin de que Peñarol cuente con un estadio propio que cumpla los requisitos para albergar no sólo partidos del campeonato uruguayo sino también de las competiciones internacionales. Primariamente la idea es construir un estadio desde cero que albergue aproximadamente unas 35.000 o 40.000 personas, o bien remodelar “Las Acacias” para que llegué a poseer dicho aforo. Sin embargo, la difícil situación económica e institucional por la que actualmente atraviesa el club hace difícil que éste proyecto se realice en corto o mediano plazo.


Palmarés

Torneos nacionales

* Campeonatos uruguayos en la era amateur (4): 1918, 1921, 1928 y 1929

* Campeonatos uruguayos en la era profesional (36): 1932, 1935, 1936, 1937, 1938, 1944, 1945, 1949, 1951, 1953, 1954, 1958, 1959, 1960, 1961, 1962, 1964, 1965, 1967, 1968, 1973, 1974, 1975, 1978, 1979, 1981, 1982, 1985, 1986, 1993, 1994, 1995, 1996, 1997, 1999 y 2003

Torneos internacionales

* Copa de Honor Cousenier (1): 1918

* Cup Tie Competition (1): 1916

* Copa Aldao (1): 1928

* Copa Escobar-Gerona (1): 1942

* Copa Intercontinental (3): 1961, 1966 y 1982

* Copa Libertadores de América (5): 1960, 1961, 1966, 1982 y 1987

* Supercopa de Campeones Intercontinentales -zona Sudamericana- (1): 1969

* Subcampeón de la Copa Conmebol en 1993 y 1994


Fuentes consultadas:

* Wikipedia
* Blog carbonero
* Página web oficial del Club Atlético Peñarol
* Sr. Edgardo Andrada
* Libro “Los grandes clubes del fútbol mundial”, Tomo I, Pág. 157 a 168


Campeón Intercontinental 1966


Campeón del Mundo 1982



Campeón de América 1987

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