8 de febrero de 2010

De once pasos -Crónica deportiva para una vida fuera de las canchas- (César Cruz García - México)


Para José, ángel sin cielo pero con imaginación suficiente para crearlo.



"Este era un hombre entre muchos otros, pero se decía que tenia habilidades superiores a los demás. Siempre hay que demostrar en el campo de juego quien es el dueño del balón ¿quién es el dueño del balón?"

I - Época de contrataciones

La época de contrataciones, demostraba quien era el dueño del balón, cada equipo con sus nuevos jugadores prometía alcanzar el campeonato. Yo no me preocupaba, cada inicio de campaña mi lugar estaba seguro en el "América" el más querido o el más odiado pero del que más se hablaba ¡Yo fui campeón hace dos torneos cortos! La estrella, el goleador, nuestros seguidores le obsequiaban a sus hijos mi nombre ante el registro civil, nunca pensé en demandarlos ante derechos de autor pero... Esté torneo sería extraño algunos seleccionados nos iríamos antes de que este termine. Los nombres aparecieron uno a uno en la pantalla del hotel, no me gusta ver la cara de los compañeros, algunos tenían que dejar la capital y cambiare la escuela de los hijos, su casa, sus amigos, como gitanos en lo ancho y largo del país (algunos nombres y estaré en la playa). Acapulco puerto en el cual la mayoría estábamos en la espera de un poco de sol. La pantalla con nombres de los "peces gordos" ¡un momento ahí estaba yo! Nunca hay que leer nuestro nombre y pronunciarlo para ser escuchado por uno mismo. Adrián "Bazuca" Rodríguez, un sinfín de datos: logros, estadísticas, el equipo: Guadalajara, compra definitiva. Los ojos, el llanto (tal vez el calor), tengo que buscar a los representantes del "América". Siempre hay que demostrar en el campo de juego quien es el dueño del balón ¿quién es el dueño del balón?

II - Recorte de diario deportivo
Segunda final de fútbol mexicano. Juego de ida.

"El 0 a 0 jugo a favor nuestro"

¡Déjenme aprender a quererla!
Estas fueron las palabras que dije al momento de venir a este equipo que me ha recibido con los brazos abiertos. He luchado con los seguidores para ser aceptado como una "Chiva" más, este equipo que tiene de adeptos un 50% más uno (yo) este 0 a 0 juega a nuestro favor siendo que para la vuelta somos locales, como goleador de esta campaña prometo anotar tres goles al "América", y si no que la porra me lo demande, gracias a Ricardo Lavolpe por dejar que yo y el portero de ellos (América) seamos los únicos que nos encontremos aun luchando por el campeonato, no se preocupen el domingo mismo salgo para Alemania, que se preparen porque seremos campeones del mundo.

Víctor Severiano, Récord.


III - Crónica de la gran final

El estadio repleto gracias a la adrenalina de una final esperada, el partido no desentonaba adornado con acciones de buen fútbol, 3 a 2 el marcador global que lucia poderosamente vivo ante la igualada de un marcador de 0 a 0 (en el partido de ida) que poco presagiaba, pero que ahora nos presentaba la emoción de ida y vuelta del equipo local "Chivas" que lucia casi finiquitado al faltar no más de 3 minutos, más lo que agregara él arbitro (no sé a perdido tiempo argumentaría el equipo visitante), descolgada del equipo local que nace del ímpetu del portero Fernando Areas que realiza un servicio largo (siempre buscando al compañero mejor colocado), el "Rocambole" Saucedo (el mejor pasador del campeonato en curso) sólo cabecea para colocar en inmejorable posición al "bazuca" Rodríguez que observa al portero como se acerca valiente directo al balón (quiere su tercer gol), pero por esos extraños momentos del "juego del hombre" que nos muestran que tan pequeña es la distancia entre el error y el acierto, él arbitro marca penal (se supone y sólo se supone que el "nazareno" debe expulsar al arquero, por su artero accionar), castigo desde "los once pasos", la tribuna salta demostrando la pasión que no les cabe en los asientos (celebran, lloran, se quitan la camiseta, pero nunca se ruborizan ante la atrayente figura de una espectadora completamente desnuda), el "bazuca" Rodríguez aun mareado pide el balón, desde la banca el viejo entrenador Garza grita al mismo tiempo que levanta un rápido inventario del tiempo faltante (basta recordar que hasta el último minuto tiene 60 segundos): Dénsela al muchacho (se dice que el técnico es un segundo padre para cada jugador dentro de un club); él arbitro dialoga con los dos únicos actores de este prometedor castigo, portero y tirador (los nervios insensatos brincotean entre los dos que se observan como si fuera la primera vez que lo hicieran), se miran a los ojos sin hablar ya que las palabras estarán seguramente aun lado del recoge balones o de la crónica en los diarios del día siguiente (el periodista y el narrador extrañamente siempre saben lo que dicen entre dientes los actores del encuentro), el "bazuca" se prepara recordando toda esa experiencia adquirida gracias a las dos horas que practica los penales después de cada entrenamiento, no toma mucho impulso y aun así el balón sale con una fuerza tremenda atestiguando a favor del apodo del tirador, siente miedo el portero (y es natural), entre cierra los ojos, tal vez se adelanta un pequeño paso para amortiguar el impacto (es comprensible ya que los expertos opinan que casi siempre un penalti bien cobrado es gol); Quizás fue suerte o la juventud experimentada del portero pero sus guantes nos indican que esta vez el balón no entraría, el "bazuca" cae herido por su propio error (es testigo presencial el pasto, que recibe un puñetazo colérico), él arbitro silba para indicar que todos los honores pertenecen al campeón "América" y el olvido se queda con el sub campeón "Chivas".

IV - El ídolo pierde algo más que el juego

¿Cuánto lleva así?, creo que desde el silbatazo final, se desvaneció en pleno campo de juego y golpeo a todo aquel que se acercaba repitiendo: "Esa pelota estaba dentro". Bien señorita enfermera manténgalo bajo vigilancia medica y dígale al Dr. Robles que le administre estas ampolletas y sobretodo que descanse: ya que hay que descartar un cuadro de estrés, si Doctor ¿usted cree que se recupere, digamos para el Mundial? Confiemos en su juventud y en llegar al punto en el cual él mismo sea capaz de ayudarse. En un cuarto con paredes acolchonadas donde viven los sueños apresados entre realidad y locura, el "bazuca" Rodríguez mira hacia algún punto, tal vez tratando de encontrar una respuesta. La afición olvida los viejos fracasos cuando los nuevos logros colman la cancha, pero los ídolos pueden quedarse atrapados a una distancia de once pasos.

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