24 de diciembre de 2009

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Yo peleaba, cuando tenía que pelear, no porque me gustaran las camorras. Estaba en ese ambiente y no tenía otra salida, a veces arriesgando la vida, usted sabe como son esas cosas. Yo estuve solo, absolutamente solo; hasta que llegué a Defensor. Allí más o menos entre Hugo Bagnulo y Juan Emilio Piriz, trataron de aconsejarme. Yo podía haber agarrado para cualquier lado. Pero no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Para mí todo fue un proceso de perfeccionamiento que me sirvió para comprender infinidad de cosas. Porque antes de jugar en Defensor y ganar $ 2.50 por partido, había repartido hielo en un carro y había sido changador de una barraca de lanas. Yo creo que ahora le doy a las cosas la exacta importancia que cada una tiene.
Una vez un periodista me preguntó de que comida desistiría, le respondí que por respeto a los que pasan hambre no le podía contestar. Con sexto grado de escuela yo entiendo cosas que no todos entienden, tengo una posición frente a la vida, que no viene en ningún libro.


(JOSÉ “Pepe” SASÍA [1933-1996], recordado crack uruguayo)

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