En 1978, la selección italiana de fútbol disputó un encuentro amistoso con el equipo de la colectividad italiana en Argentina.
El día del partido, el Deportivo Italiano -por entonces así denominado- sale al campo de juego con una bandera italiana llevada por todos los jugadores.
El entrenador, (el húngaro Elmer Banki) quería figurar, y la tomó por delante para ser el primero en aparecer con la misma. Antes de salir del túnel en la cancha de Boca, Banki tiraba de la bandera para salir, y los jugadores tiraban para atrás para que no apareciera. Al final se rindió y salió solo.
(Anécdota contada por el Sr. Eduardo Redondo a Mauro Salvatore, autor del libro “Cincuentenario del Sportivo Italiano”)
El día del partido, el Deportivo Italiano -por entonces así denominado- sale al campo de juego con una bandera italiana llevada por todos los jugadores.
El entrenador, (el húngaro Elmer Banki) quería figurar, y la tomó por delante para ser el primero en aparecer con la misma. Antes de salir del túnel en la cancha de Boca, Banki tiraba de la bandera para salir, y los jugadores tiraban para atrás para que no apareciera. Al final se rindió y salió solo.
(Anécdota contada por el Sr. Eduardo Redondo a Mauro Salvatore, autor del libro “Cincuentenario del Sportivo Italiano”)
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