1 de diciembre de 2009


El primer superclásico del fútbol argentino en la era profesional, el primer River y Boca de 1931, se disputó el domingo 20 de Septiembre, en el estadio xeneize.
El partido, correspondiente a la 17ª fecha del torneo de Primera División, arrojó la siguiente síntesis:
Boca alineó con: Fossatti; Bidoglio y Mutis; Moreyras, Spitale y Arico Suárez; Penella, Varallo, Vargas, Cherro y Alberino.
River formó así: Jorge Iribarren; Balvidares y Juan Iribarren; Malazzo, Dañil y Bonelli; Peucelle, Marassi, Castro, Lago y Méndez.
Las crónicas de la época destacaron que cuando el cotejo estaba favorable a River en el tanteador, con gol anotado por Carlos Peucelle a los 16m., el árbitro del partido, N. Scola, sancionó un tiro penal para Boca, a solo 15 minutos del final del partido. Hasta allí todo normal, más allá de algunas protestas de los jugadores visitantes.
Ejecutó la pena máxima Varallo, detuvo a medias el arquero riverplatense Iribarren, recogió el rebote nuevamente Varallo quien remató y otra vez se interpuso el cuerpo de Iribarren, hasta que una vez más tomó el rebote Varallo quien finalmente pudo convertir el gol, aunque chocándose con Iribarren que salía desesperado a tapar.
Todo River protestó, aduciendo falta de Varallo a su arquero, pero Scola confirmó el tanto. Entonces, los jugadores de River se retiraron de la cancha, en señal de total disconformidad. En las tribunas hubo gran revuelo, con golpes e incidentes con la hinchada de Boca interviniendo la policía, mientras que en los vestuarios, varios jugadores de River fueron detenidos por los agentes del orden.
Así de caliente comenzaba a forjarse el duelo entre River y Boca en tiempos del profesionalismo.

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