El legendario centrocampista del Inter de Milán Sandro Mazzola se dirigió en cierta ocasión a su entrenador, Helenio Herrera, para pedirle una semana de vacaciones con el objetivo de recuperarse del cansancio acumulado. El míster atendió la súplica de su pupilo con la condición de que marcara tres goles en el próximo partido. Mazzola anotó uno, dos y los tres goles que Herrera le había pedido.
De vuelta al vestuario, el jugador recordó al entrenador que había cumplido con lo pactado y que, por lo tanto, estaría ausente durante unos días. Pero se llevó una desagradable sorpresa: "Ni lo sueñes. Ahora eres el jugador más en forma del equipo. ¿Cómo te voy a dar vacaciones?", dijo Don Helenio.
De vuelta al vestuario, el jugador recordó al entrenador que había cumplido con lo pactado y que, por lo tanto, estaría ausente durante unos días. Pero se llevó una desagradable sorpresa: "Ni lo sueñes. Ahora eres el jugador más en forma del equipo. ¿Cómo te voy a dar vacaciones?", dijo Don Helenio.
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