2 de diciembre de 2009


El inolvidable futbolista uruguayo José ‘Pepe’ Sasía (foto), en sus tiempos de director técnico le tocó trabajar en varios países. En Grecia estuvo en el Arys de Salónica, donde sufrió bastante el desarraigo. Hasta allí llevó a algunos jugadores de su país, como una manera de estar cerca de la cultura uruguaya, de la música de Zitarrosa, de los clásicos chivitos al pan o al plato y la charla rioplatense. El idioma griego se le hacía muy dificultoso, es más, no lo entendía.
¿Cómo hacía para las charlas técnicas? Tenía un intérprete llamado Niko que le solucionaba el problema. Para disimular, para que los jugadores locales se dieran cuenta que algo entendía el griego y se cuidaran, muchas veces el ‘Pepe’ Sasía interrumpía la traducción de Niko para decirle: "No, Niko, yo no dije eso que estás mencionando". Y Niko me respondía: "Señor, eso es lo que yo traduje". Y yo contestaba: "Bueno, discúlpame Niko, entendí mal entonces".
Eso le servía al pícaro de Sasía, para hacerles creer a todos lo que estaba al tanto de lo que estaba pasando. También recordaba el ‘Pepe’ que cuando alguna vez llevó a un jugador uruguayo para integrar su plantel, en una fecha libre, le propuso: "¿Y si vamos a ver al Partenón?".
La respuesta del "botija", poco conocedor de la cultura histórica, fue desopilante: ¿Y contra quién juega el Partenón, Pepe?

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