Telmo Zarra [1921-2006], uno de los mejores jugadores españoles de todos los tiempos, siempre gozó de una exquisita deportividad a lo largo de toda su carrera. Zarra recibió la "Medalla al Mérito Deportivo" pero entre los trofeos que guarda con más cariño se encuentran una insignia de oro y brillantes del Málaga y un Botafumeiro de plata.
La insignia se la concedieron porque en un partido, el portero local Arnau, resultó lesionado en un encontronazo con él y pese a encontrarse sólo ante la puerta y poder marcar, decidió lanzar el balón fuera para que atendieran al guardameta. Lo mismo le sucedió otra vez contra el Deportivo de la Coruña. Por aquella acción recibió el Botafumeiro. Zarra siempre aplicó una norma que debería de enseñarse en todas las escuelas de fútbol. Y es que como él dijo: "Antes me lesiono que lesionar".
De hecho, él mismo llegó a lesionarse en la temporada 1951-1952 por no lesionar al portero del Atlético de Madrid.
La insignia se la concedieron porque en un partido, el portero local Arnau, resultó lesionado en un encontronazo con él y pese a encontrarse sólo ante la puerta y poder marcar, decidió lanzar el balón fuera para que atendieran al guardameta. Lo mismo le sucedió otra vez contra el Deportivo de la Coruña. Por aquella acción recibió el Botafumeiro. Zarra siempre aplicó una norma que debería de enseñarse en todas las escuelas de fútbol. Y es que como él dijo: "Antes me lesiono que lesionar".
De hecho, él mismo llegó a lesionarse en la temporada 1951-1952 por no lesionar al portero del Atlético de Madrid.
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