Roberto Carlos Da Silva (10 de Abril de 1973), más conocido como Roberto Carlos, es un futbolista brasileño nacido en Garça, Sao Paulo, (Brasil).
Su padre le puso ese nombre en honor al popular cantante brasileño Roberto Carlos Braga. Juega de lateral izquierdo actualmente en el Fenerbahçe SK y su primer equipo fue el União São João, para pasar posteriormente al Palmeiras.
Con solo 14 años, intentaba ser la pesadilla de las defensas rivales. Era el extremo izquierdo del equipo de su ciudad natal y compartía once inicial con su padre.
Ya desde pequeño, Roberto Carlos pegaba muy fuerte a la pelota y esa facultad le permitía jugar partidos con gente de mayor edad que él.
El ex madridista ocupaba la demarcación de extremo izquierdo y asegura que gracias a su velocidad sorteaba a los defensas rivales. Por aquel entonces trataba de emular a Eder, el 11 de la selección brasileña en el Mundial de España 82, que, casualmente, también sobresalía por su potencia en el disparo.
El destino le hizo retrasar su posición hasta la defensa: un buen día el lateral izquierdo se lesionó y el entrenador le preguntó si quería jugar en esa posición. No lo dudó, aceptó y el resto ya lo sabe todo el mundo. Quizás éste sea uno de los motivos por los que siempre que puede merodea el área rival.
Su padre le puso ese nombre en honor al popular cantante brasileño Roberto Carlos Braga. Juega de lateral izquierdo actualmente en el Fenerbahçe SK y su primer equipo fue el União São João, para pasar posteriormente al Palmeiras.
Con solo 14 años, intentaba ser la pesadilla de las defensas rivales. Era el extremo izquierdo del equipo de su ciudad natal y compartía once inicial con su padre.
Ya desde pequeño, Roberto Carlos pegaba muy fuerte a la pelota y esa facultad le permitía jugar partidos con gente de mayor edad que él.
El ex madridista ocupaba la demarcación de extremo izquierdo y asegura que gracias a su velocidad sorteaba a los defensas rivales. Por aquel entonces trataba de emular a Eder, el 11 de la selección brasileña en el Mundial de España 82, que, casualmente, también sobresalía por su potencia en el disparo.
El destino le hizo retrasar su posición hasta la defensa: un buen día el lateral izquierdo se lesionó y el entrenador le preguntó si quería jugar en esa posición. No lo dudó, aceptó y el resto ya lo sabe todo el mundo. Quizás éste sea uno de los motivos por los que siempre que puede merodea el área rival.
1 comentario:
Nunca, jamás, habrá alguien como él. Los merengues y amantes del fútbol siempre te llevaremos en el corazón.
GRANDE ROBERTO CARLOS!!!!
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