¿En qué pensaba cuando se detenía en el área, inmóvil, y con usted todo el Bernabéu?
En nada. El secreto era no pensar, quedarte en blanco. Pensar dentro del área es perder el tiempo donde lo que hay que hacer es ganarlo.
¿De quién aprendió?
Cuando eres un niño aquello que te gusta especialmente deja huella en ti. En mí lo hizo el espectacular cambio de ritmo de Johan Cruyff. Me atraía cómo pasaba de una velocidad a otra con tanta rapidez. Era efectivo y hermoso.
¿Por qué nunca protestaba a los árbitros?
Porque la energía es limitada y debes orientarla a lo que te interesa. Discutir te desgasta y desconcentra.
(EMILIO BUTRAGUEÑO, célebre jugador madridista, en diario “El Mundo” del jueves 23/10/2008)
En nada. El secreto era no pensar, quedarte en blanco. Pensar dentro del área es perder el tiempo donde lo que hay que hacer es ganarlo.
¿De quién aprendió?
Cuando eres un niño aquello que te gusta especialmente deja huella en ti. En mí lo hizo el espectacular cambio de ritmo de Johan Cruyff. Me atraía cómo pasaba de una velocidad a otra con tanta rapidez. Era efectivo y hermoso.
¿Por qué nunca protestaba a los árbitros?
Porque la energía es limitada y debes orientarla a lo que te interesa. Discutir te desgasta y desconcentra.
(EMILIO BUTRAGUEÑO, célebre jugador madridista, en diario “El Mundo” del jueves 23/10/2008)
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