17 de septiembre de 2009


Mucha gente no le perdona su pátina intelectual…

El fútbol tiene tics conservadores y autoritarios, tal vez porque es un juego primario, con un punto de brutalidad evidente. Alguien que pretenda reflexionar sobre el fenómeno del fútbol no tiene buena aceptación. Por otra parte, yo poseo una gran facilidad para hacer amigos y enemigos. Sin darme cuenta siempre me veo metido en medio de dos trincheras.

¿Qué le molesta más, que le llamen cursi, rojo o sudaca?

Sin duda, sudaca. El término es despectivo. Le contaré una historia de Lángara que a mi me gusta mucho. Lángara fue un futbolista vasco, republicano, que tuvo que exiliarse y fue a parar a la Argentina. El día de su debut en San Lorenzo de Almagro metió tres goles, y toda la hinchada le gritó "vasco, vasco, vasco". Bueno, pues entre ese "vasco, vasco, vasco" y el "indio, indio, indio" con que nos reciben aquí a los sudamericanos, hay una diferencia donde cabe toda la injusticia inimaginable.

¿Sigue siendo un ídolo, Maradona?

Es un personaje al que mucha gente quiere imitar, un personaje polémico, amado, odiado, que provoca gran convulsión social, sobre todo en Argentina... El error está en poner el acento sobre su vida privada. Maradona es incomparable dentro de un campo de juego, pero también ha convertido en espectáculo su vida.

(Fragmento de una entrevista a Jorge Valdano, publicada en el Diario “El Mundo” de Madrid)

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