24 de julio de 2009


Mientras que el fútbol se convierte en el espectáculo deportivo más maravilloso del mundo, surgen historiadores que atribuyen su origen a diversos pueblos.
Los florentinos insisten desde hace años que el calcio in livrea (foto), que según dicen se jugaba en la plaza de la Santa Cruz (violentos enfrentamientos detrás de una pelota cuando las tropas de Carlos V asediaban la ciudad, en el siglo XVI), es el precedente del fútbol moderno.
Existen dibujos que muestran que los chinos, hace miles de años, jugaban a una especie de fútbol, con una pelota de mimbre.
También se sugirió que la forma más primitiva del origen del fútbol tuvo una faz macabra, pues habría consistido en una celebración de las victorias guerreras en las que se utilizaban como balones las cabezas de los enemigos decapitados.
Todas estas teorías no son demasiado sólidas. Lo concreto es que el fútbol moderno, como el tenis, el criquet, el ciclismo, el rugby, hockey, incluido el atletismo, es una invención británica, o al menos los ingleses reglamentaron estos incipientes deportes, producto de la época victoriana.
En un principio, el fútbol era un pasatiempo, un juego propio de las clases bajas, rechazado por su brutalidad por las clases altas, mientras que en el resto de Europa y América del Sur, no existieron prejuicios sociales ni barreras que dificultaran su desarrollo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario