Marcelino Britapaja era un delantero peligroso y cuando llegó a Vélez, en 1975, venía de ser goleador en Huracán de Comodoro Rivadavia.
En el equipo de Liniers integró el plantel junto a Julio Asad, Armando Quinteros y Roberto Avanzi.
Su apellido, toda una invitación a la ironía popular, motivó el sonrojo de José María Muñoz, quien, pese a su compostura habitual, no pudo evitar una tibia referencia jocosa cuando le tocó relatar uno de sus goles en Radio Rivadavia.
Después, Britapaja pasó por Banfield y All Boys (jugaba con la diez). En el equipo de Floresta, en Primera, marcó 19 goles.
En el equipo de Liniers integró el plantel junto a Julio Asad, Armando Quinteros y Roberto Avanzi.
Su apellido, toda una invitación a la ironía popular, motivó el sonrojo de José María Muñoz, quien, pese a su compostura habitual, no pudo evitar una tibia referencia jocosa cuando le tocó relatar uno de sus goles en Radio Rivadavia.
Después, Britapaja pasó por Banfield y All Boys (jugaba con la diez). En el equipo de Floresta, en Primera, marcó 19 goles.
(anécdota tomada de la revista "El Gráfico")
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