10 de julio de 2009


En su etapa de futbolista en el Barça, “Milonguita” Heredia era un apasionado de los animales. Vivía con su familia fuera de Barcelona, en Collbató.
Allí guardaba perros, caballos con los que le encantaba galopar a pesar de tenerlo prohibido, y hasta ¡un león! “Me lo regaló de cachorro un seguidor del Barça de Palma de Mallorca. Le pusimos Simba, como el hijo del Rey León y al principio corría suelto por casa donde jugaba con los niños. Hasta que se hizo mayor y un día les quiso atacar y me tuve que poner por medio para reducirlo como un domador. Al final no tuve más remedio que donarlo al zoo”.
Heredia llegó al Barça en 1972 junto a 'Cuchi' Cos. Los dos venían de oriundos, pero al 'Milonguita' que era el bueno del lote, le tiraron para atrás la documentación. El Barça elevó sus protestas en vano y como contrarréplica la directiva de Agustí Montal envió a Sudamérica al joven abogado Miquel Roca i Junyent a investigar todas las irregularidades. Regresó con una cartera llena de documentaciones falsificadas: 'el dossier de los oriundos', que convenientemente guardado en un cajón sirvió para que la Delegación Nacional de Deportes abriese en Junio del 73 nuevamente las fronteras a los futbolistas extranjeros.

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