En el fútbol uruguayo figura la historia de un club de Primera División que se fue al descenso por sorteo. Sucedió en la temporada de 1950, cuando al finalizar el torneo, dos equipos quedaron últimos, con el mismo puntaje: Bella Vista y Montevideo Wanderers. Como solo uno debía irse al descenso, se dispuso la disputa de dos partidos entre los 'papales' de Bella Vista y los 'bohemios', de Montevideo Wanderers.
En el primer enfrentamiento, el resultado fue favorable a Bella Vista por 2 a 1. Y en el segundo partido, los “bohemios” se tomaron revancha venciendo por 1 a 0. Como no estaba dispuesto un tercer y definitorio cotejo, ni tampoco había definición por penales, la Asociación Uruguaya dispuso que, en su sede, se realizara un sorteo ante la presencia de los delegados de ambas instituciones.
Con muchos nervios, el 5 de Abril de 1951, a pocos días de la iniciación del campeonato de dicho año, los delegados tomaron de un bolillero, -con números del 1 al 100- quedándose en Primera División el que se quedara con el más alto.
El representante de Montevideo Wanderers sacó el número 53, mientras que el de Bella Vista el 43, descendiendo a Segunda. Toda una injusticia desde el punto de vista deportivo, eso de depender de un bolillero lo que no fue dentro de la lógica de un campo de juego. Y a Bella Vista le costó 17 años regresar a la máxima categoría del fútbol de Uruguay.
En el primer enfrentamiento, el resultado fue favorable a Bella Vista por 2 a 1. Y en el segundo partido, los “bohemios” se tomaron revancha venciendo por 1 a 0. Como no estaba dispuesto un tercer y definitorio cotejo, ni tampoco había definición por penales, la Asociación Uruguaya dispuso que, en su sede, se realizara un sorteo ante la presencia de los delegados de ambas instituciones.
Con muchos nervios, el 5 de Abril de 1951, a pocos días de la iniciación del campeonato de dicho año, los delegados tomaron de un bolillero, -con números del 1 al 100- quedándose en Primera División el que se quedara con el más alto.
El representante de Montevideo Wanderers sacó el número 53, mientras que el de Bella Vista el 43, descendiendo a Segunda. Toda una injusticia desde el punto de vista deportivo, eso de depender de un bolillero lo que no fue dentro de la lógica de un campo de juego. Y a Bella Vista le costó 17 años regresar a la máxima categoría del fútbol de Uruguay.
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