27 de mayo de 2009


Todos los grandes jugadores argentinos de la década del sesenta, afirman que Federico Sacchi fue uno de los más talentosos, de los de mayor prestancia como volante o marcador central, y con una pegada de balón inigualable.
Sacchi, un maestro futbolístico para toda una generación de jugadores, nació en Rosario el 4 de Septiembre de 1936.
Comenzó a jugar en Tiro Federal, en la divisional “C”, para pasar muy pronto a Newell's Old Boys, donde se hizo conocer en Primera, al lado de un compañero con el que se entendía de maravillas: Anacleto Peano.
Uno de los equipos de ‘la lepra’ de 1960, lo conformaban Gironacci; Ambrosich y D'Ambrosio; Amaya, Peano y Sacchi; R. González, Zurita, Sosa, Lallana y Ance.
Sacchi y Peano pasaron a Racing, para consagrarse campeones en ese mismo año: 1961. Era el equipo de Negri; Anido y Mesías; Blanco, Peano y Sacchi; Corbatta, Pizzuti, Mansilla, Sosa y Borges o Belén.
Fue la consagración de Sacchi quien, convocado por el técnico del seleccionado nacional, Juan Carlos Lorenzo, intervino en el Mundial de Chile de 1962. Con la casaca nacional jugó 15 partidos, convirtiendo un gol.
En 1965 pasó a Boca. Una de aquellas alineaciones xeneizes fue: Roma; Silvero y Marzolini; Simeone, Rattin y Sacchi; Pianetti, Ángel Clemente Rojas, Alfredo Rojas, Grillo y González. Sacchi no fue siempre titular, pero Boca se consagró campeón.
Más tarde jugó en Perú, (Porvenir Miraflores) y Brasil, retirándose en 1970, con la misma calidad de siempre.

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