Lo dirigí a Pablo en la 6ª de Estudiantes de Río Cuarto. Y no le perdonaba una. Un día me agarró mi mujer y me dijo que Pablo estaba muy mal porque yo nunca lo veía jugar bien. Tenía 13 años Pablo. Me senté con él y le expliqué que debía dar el ejemplo, que ante sus compañeros le tenía que pedir más que a nadie. Y le conté una fábula: había un campesino que tenía una carreta tirada por un caballo y cada vez que llovía los caminos se ponían muy fangosos, casi intransitables, pero igual tenía que cruzarlos. Para que el caballo tirase, el campesino le pegaba con el rebenque una y otra vez. “¿Por qué lo hace, pobre animal?”. Lo acusaba la gente. “Porque a los más nobles es a los que más se les puede pedir”, respondía el campesino.
En ese momento no sé si Pablo lo entendió, pero con el tiempo me dijo que le había servido mucho que yo no fuera contemplativo con él.
(RICARDO “Payo” AIMAR, ex jugador de Belgrano de Córdoba en 1971, donde tuvo como compañeros a Hugo Tocalli y a “Milonguita” Heredia, en “La Nación Deportiva Mundial” del lunes 19 de Junio de 2006, hablando de su hijo Pablo)
(RICARDO “Payo” AIMAR, ex jugador de Belgrano de Córdoba en 1971, donde tuvo como compañeros a Hugo Tocalli y a “Milonguita” Heredia, en “La Nación Deportiva Mundial” del lunes 19 de Junio de 2006, hablando de su hijo Pablo)
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