13 de mayo de 2009

La final de las botellas

El 11 de Julio de 1968 el Barcelona y el Real Madrid se enfrentaron en la final de copa. Había una enorme presión ambiental, ya que los madridistas consideraban que el árbitro mallorquín Antonio Rigo, era probarcelonista, y todo por que había concedido al Barça un penalti en la semifinal contra el Atlético.
El Barça jugó aquel 11 de Julio con: Sadurni, Torres, Gallego, Eladio, Zabalza, Fuste, Rifé, Zaldúa, Mendonça, Pereda y Rexach.
Por el Madrid jugaron: Betancort, Miera, Zunzunegui, Sanchís, Pirri, Zoco, Serena, Amancio, Grosso, José Luis, M. Pérez
Aquel día, el Real Madrid y el Barça disputaban la final de la “Copa del Generalísimo” y el conjunto blanco, que quería lograr el doblete tras conquistar el título de Liga, partía como claro favorito teniendo en cuenta la ventaja que suponía jugar el partido decisivo de esta competición ante su público.
A pesar de ello, el equipo barcelonista salió muy mentalizado al terreno de juego y supo sobreponerse a esta circunstancia. Así, al poco de empezar el partido, en el minuto seis, un centro de Rifé que fue desviado por el madridista Zunzunegui al fondo de su propia portería, suponía el 0 a 1. Los hombres de Salvador Artigas controlaron totalmente el encuentro y con este resultado se llegó al final de los 90 minutos. Aunque el nerviosismo del publico estalló al no castigar con penalti una caída de Serena en el área culé. A partir de aquel momento no dejaron de caer cientos de botellas sobre el terreno de juego, aunque la entereza de los jugadores azulgrana posibilito que el trofeo, aunque abollado, llegara a la Plaza Sant Jaume. El Barcelona había conseguido uno de sus títulos más difíciles, como verificaba la anécdota que contaría años más tarde el presidente Narcis de Carreras:
"En el palco presidencial estaban Franco y su mujer (Pilar), el Ministro de la Gobernación y su mujer, Samaranch y su mujer, Bernabéu...
La mujer de Samaranch, María Teresa Salisachs que es barcelonista a diferencia de su marido, que es del Espanyol, me dio un beso de satisfacción... pero la señora del Ministro de la Gobernación, que se llamaba Ramona, se acercó a Bernabéu:
- Santiago, hemos perdido que desgracia"
su marido, el Ministro, le dijo:
- Ramona, felicita al presidente del Barcelona"
Y ella..
- Ah si, si, claro, le felicito porque Barcelona también es España ¿no?
Y yo le contesté a la señora:
-No jodamos, señora, no jodamos...

Desde aquella final ganada por el Barça se prohibió la venta de botellas de vidrio en los campos españoles.

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