En la biografía de José Francisco Sanfilippo, escrita por Alfredo Luis Di Salvo -¿Quién es Sanfilippo?- se relata una imperdible anécdota del legendario goleador, cuando a finales de la década el 60 jugaba en el Esporte Club de Bahía, en Brasil. Fue cuando el Santos iba enfrentar al equipo de Bahía, y Pelé estaba a punto de conquistar su gol Nº 1.000. Toda la prensa del mundo estaba pendiente de ese gol tan importante para la estadística del, por entonces, mejor futbolista del mundo.
El ‘Nene’ Sanfilippo, rememorando aquél momento, decía: "Antes del partido ingresó al vestuario un dirigente, solicitando una reunión con el equipo: ‘Tengo que pedirles algo para popularizar mundialmente a nuestra institución: me refiero a dejarle hacer a Pelé su gol mil'. Yo le respondí que su petición era una locura. Pero el directivo insistió: 'Si Pelé nos convierte el gol, el Bahía se proyectará y seremos conocidos en todo el mundo'. Entonces yo me saqué la camiseta y dije: Salimos a ganar jugando en serio, o no salgo a la cancha. El capitán se sumó a la moción y el directivo comprendió nuestra actitud. Pero imprevistamente vino a nuestro vestuario Carlos Alberto, compañero de Pelé, a pedirnos que si éste hacía el gol, nos fuéramos de la cancha. Ellos harían lo mismo, con el propósito de dejarlo solo a Pelé en los festejos. Lo sacamos cagando. Entonces, entramos los once muy incentivados, con unas ganas locas de ganar. El escenario fue el imponente estadio Fonte Nova, terminamos 1 a 1 y el ‘Rey’ Pelé no pudo conseguir su ansiado objetivo ante nosotros".
El ‘Nene’ Sanfilippo, rememorando aquél momento, decía: "Antes del partido ingresó al vestuario un dirigente, solicitando una reunión con el equipo: ‘Tengo que pedirles algo para popularizar mundialmente a nuestra institución: me refiero a dejarle hacer a Pelé su gol mil'. Yo le respondí que su petición era una locura. Pero el directivo insistió: 'Si Pelé nos convierte el gol, el Bahía se proyectará y seremos conocidos en todo el mundo'. Entonces yo me saqué la camiseta y dije: Salimos a ganar jugando en serio, o no salgo a la cancha. El capitán se sumó a la moción y el directivo comprendió nuestra actitud. Pero imprevistamente vino a nuestro vestuario Carlos Alberto, compañero de Pelé, a pedirnos que si éste hacía el gol, nos fuéramos de la cancha. Ellos harían lo mismo, con el propósito de dejarlo solo a Pelé en los festejos. Lo sacamos cagando. Entonces, entramos los once muy incentivados, con unas ganas locas de ganar. El escenario fue el imponente estadio Fonte Nova, terminamos 1 a 1 y el ‘Rey’ Pelé no pudo conseguir su ansiado objetivo ante nosotros".
Con ese tipo de actitudes, de "dejar" meter gol, en lugar de honrar a quien lo hace, ensucia su triunfo...menos mal que no todo el mundo piensa como ese dirigente...
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