Avellaneda 25/8/1991
Querida Lis: Han pasado ya cinco meses de tu partida, sé que es difícil contactarnos por el tema de los horarios y demás, por eso lo único que me queda es mandarte esta carta en la que quiero contarte cómo me está yendo en mi carrera de futbolista, esa por la que tantas noches rezamos juntos para que se me dé.
Un mes después de que te fuiste, comencé a entrenar con el plantel profesional, me di el lujo de correr a la par de “la Tota” Fabbri, “Goyco”, Rubén Paz y tantos otros más.
Me hubiese encantado que estés para mi debut, fue algo mágico, indescriptible, lleno de emociones, largo de contar en una sola carta. Pero no te preocupes, los muchachos del pueblo me lo grabaron entero y me lo trajeron a la pensión para que lo puedas ver cuando regreses. Te juro que me temblaba todo y se me notó más el susto cuando después del partido, me hizo una nota el Flaco Viale.
Disputé cinco encuentros en Primera; todos con muy buenas actuaciones, hasta me citaron para una preselección de la Juvenil Argentina; no quedé, pero no fue por mi culpa.
¡La hinchada me conoce y me aprecia mucho! El último partido que jugué, salí por un dolor en la rodilla y me reemplazó otro pibe de las inferiores de apellido López, le dicen "el piojo", cuando me retiré todo el Cilindro coreaba:"...olé olé olé olé Mati Mati...olé olé olé olé Mati Mati..."
Fue una emoción muy grande, casi me largo a llorar, se me puso la piel de gallina, encima mi familia no había podido viajar porque tuvieron que cuidar a la tía Sara que estaba jodida por la artrosis.
Lo más importante que quiero contarte, es que en la 10ª fecha, contra Platense convertí 2 goles. El 1º fue de cabeza y el 2º de tiro penal (se la piqué al arquero como vos siempre me pedías que haga. ¿Te das cuenta? A la distancia te sigo haciendo caso).
¿Sabés cómo festejé los goles? Cuando hice el 1º me arrodillé en el pasto y comencé a tirar besos con mi mano hacia el norte, donde vos estás, para que te lleguen, en forma de dedicatoria. Para el 2º gol hice algo más evidente, salí corriendo desesperado hacia una cámara de ATC, la tomé con mis manos y bien cerca del micrófono, grité: "Para vos Lis, te quiero amor".
¡No te das una idea cómo me gastaron mis compañeros! el “Coco” Reynoso no paró de joderme, pero el “Pato” Miguez dijo que soy un fenómeno porque impuse una moda; ahora todos los jugadores de distintos equipos hacen lo mismo. Qué sé yo, a mí me salió así, no lo pensé mucho, vos me conocés.
Bueno linda, espero tenerte pronto junto a mí, te tengo guardadas las camisetas de tus ídolos, la de "gambetita" Latorre y la del "Turquito" Mohamed; las únicas que te pude conseguir, porque lamentablemente tuve que dejar el fútbol por culpa de una maldita lesión en la rodilla derecha que ya no me responde más.
Pero vos no te preocupes, quedate tranquila, ya me estoy recuperando de la operación y a la vez estoy haciendo el curso de técnico, porque el club me va a designar una categoría en las inferiores, para seguir ligado al fútbol, que es una de las cosas que más amo.
De mi parte te puedo decir que estoy bien y con paciencia, esperando que todo pase para empezar a trabajar pronto.
Además no me puedo quejar, porque sé que es difícil llegar, y yo no sólo llegué, sino que también pude hacer un par de goles. Pero lo más importante es que pude gritarle al mundo lo mucho que te quiero.
PD: En el clásico contra Independiente estrenamos una bandera que reza: "Más allá de toda lógica, más allá de toda razón, te entrego mi alma y mi corazón". La frase es mía, la hinchada piensa que es el sentimiento que tengo por la Acadé, pero en realidad es lo que siento por vos.
Hasta la vuelta, besos.
(Un gracias enorme a Federico y a Sebastián Farías por cederme este cuento y la ilustración correspondiente al mismo. Gracias amigos!)
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