Fabricio de chiquito quería ser arquero. Su ídolo era Navarro Montoya. Y yo no quería; no tengo nada en contra de los arqueros, pero le decía que prefería que disfrutase del fútbol como la había hecho yo. Pero no, el quería ser arquero. “Fabri, te llevo a jugar, pero ojo con el puesto que elegís”, le advertí. Lo llevé al baby Almafuerte, en Lomas de Zamora, y cuando le preguntaron de qué quería jugar, me miró y respondió de N° 5. Entonces, respiré aliviado.
(OSVALDO INRI COLOCCINI, subcampeón con Racing de Córdoba en el Nacional 80, además de jugar en San Lorenzo y Vélez, recordando la infancia de su hijo Fabricio en “La Nación Deportiva Mundial” del lunes 19 de Junio de 2006)
(OSVALDO INRI COLOCCINI, subcampeón con Racing de Córdoba en el Nacional 80, además de jugar en San Lorenzo y Vélez, recordando la infancia de su hijo Fabricio en “La Nación Deportiva Mundial” del lunes 19 de Junio de 2006)
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