* Cuento infantil
Facu había estado lodo el día escribiendo la carta.
-Dejala así y andá a acostarte -le había dicho la madre.
Era cinco de Enero y a él no lo conformaba que estuviera escrita así nomás. Quería que quedara linda. Pero sobre el regalo que esperaba no tenía dudas: una pelota de verdad. Número cinco profesional; la pelota oficial, la que usa la selección.
Se despidió, entró en el cuarto y se desvistió. Aunque no quería dormir. Quería aguantar con los ojos abiertos. Quería ver si los escuchaba. Al rato, el sueño empezó a empujarlo. Entonces, prendió el televisor y lo puso bajito, para que no lo oyeran y para no quedarse dormido.
Cambió de canal hasta encontrar algo que no fuera para grandes. En el siete, encontró un programa en el que daban pedazos de partidos. Vio goles de Cambiasso, de Riquelme y de Romagnoli.
Después de un par de propagandas, empezaron a dar los mejores goles de Maradona.
Empezaron a jugar y un defensor sacó la pelota por encima del alambre. Pateó tan fuerte que la redonda cayó donde estaban los tipos disfrazados.
El partido se corría con todo. El estaba jugando bien, aunque se sentía nervioso. La hinchada había coreado su nombre. Faltaba poco para que terminara el primer tiempo, cuando el cinco le pasó la pelota e hicieron una pared con Diego, que no terminó en gol por muy poco: pateó apenas desviado, pero igual el diez lo aplaudió. Se sintió orgulloso. En el vestuario lo felicitaron.
Empezó el segundo tiempo y se largó a llover. En esa parte hizo algunas jugadas buenas y otras, no tanto. Pero nadie le hacía reproches. Seguían cero a cero y todavía había tiempo para ganar.
Después de un rebote, volvieron a juntarse con Diego y cada uno hizo una gambeta hermosa. Cuando iba a marcarlo un defensor, "el genio" (Maradona) le devolvió el pase justo. Entraba al área y vio que el arquero se apuraba a salirle todo despatarrado. Apretó los dientes y sintió que su mamá lo llamaba. Ella lo besó y le mostró el regalo. Cuando la vio junto a sus zapatos, le pareció que la pelota estaba embarrada. Después se dio cuenta de que no. Se volvió a acurrucar y dijo que tenía mucho sueño. Dijo que quería dormir un poco más.
Cabeceaba de sueño, pero se mantenía con los ojos abiertos gracias al relator, que gritaba como un loco cada vez que Maradona convertía un gol. Hasta que volvieron a pasar publicidad y se quedó dormido. La tele quedó encendida.
Y, dormido, soñó que jugaba. Era la cancha de su equipo y aparecían todos sus ídolos. Ellos y él. Las tribunas estaban llenas y se jugaba la final del campeonato. Pero había un colado: a la izquierda de él, que jugaba de nueve, estaba Maradona. Antes de que empezara el partido, vio que desde la platea, Brenda, su compañera de banco, le deseaba suerte. Cerca de ella, estaban su mamá y su papá, y unos hinchas disfrazados de reyes. Uno tenía piel morena. Estar en la final, le parecía un sueño.
(tomado de el libro “Cuentos de fútbol para chicas y chicos”, Editorial Estrada, 2007)
-Dejala así y andá a acostarte -le había dicho la madre.
Era cinco de Enero y a él no lo conformaba que estuviera escrita así nomás. Quería que quedara linda. Pero sobre el regalo que esperaba no tenía dudas: una pelota de verdad. Número cinco profesional; la pelota oficial, la que usa la selección.
Se despidió, entró en el cuarto y se desvistió. Aunque no quería dormir. Quería aguantar con los ojos abiertos. Quería ver si los escuchaba. Al rato, el sueño empezó a empujarlo. Entonces, prendió el televisor y lo puso bajito, para que no lo oyeran y para no quedarse dormido.
Cambió de canal hasta encontrar algo que no fuera para grandes. En el siete, encontró un programa en el que daban pedazos de partidos. Vio goles de Cambiasso, de Riquelme y de Romagnoli.
Después de un par de propagandas, empezaron a dar los mejores goles de Maradona.
Empezaron a jugar y un defensor sacó la pelota por encima del alambre. Pateó tan fuerte que la redonda cayó donde estaban los tipos disfrazados.
El partido se corría con todo. El estaba jugando bien, aunque se sentía nervioso. La hinchada había coreado su nombre. Faltaba poco para que terminara el primer tiempo, cuando el cinco le pasó la pelota e hicieron una pared con Diego, que no terminó en gol por muy poco: pateó apenas desviado, pero igual el diez lo aplaudió. Se sintió orgulloso. En el vestuario lo felicitaron.
Empezó el segundo tiempo y se largó a llover. En esa parte hizo algunas jugadas buenas y otras, no tanto. Pero nadie le hacía reproches. Seguían cero a cero y todavía había tiempo para ganar.
Después de un rebote, volvieron a juntarse con Diego y cada uno hizo una gambeta hermosa. Cuando iba a marcarlo un defensor, "el genio" (Maradona) le devolvió el pase justo. Entraba al área y vio que el arquero se apuraba a salirle todo despatarrado. Apretó los dientes y sintió que su mamá lo llamaba. Ella lo besó y le mostró el regalo. Cuando la vio junto a sus zapatos, le pareció que la pelota estaba embarrada. Después se dio cuenta de que no. Se volvió a acurrucar y dijo que tenía mucho sueño. Dijo que quería dormir un poco más.
Cabeceaba de sueño, pero se mantenía con los ojos abiertos gracias al relator, que gritaba como un loco cada vez que Maradona convertía un gol. Hasta que volvieron a pasar publicidad y se quedó dormido. La tele quedó encendida.
Y, dormido, soñó que jugaba. Era la cancha de su equipo y aparecían todos sus ídolos. Ellos y él. Las tribunas estaban llenas y se jugaba la final del campeonato. Pero había un colado: a la izquierda de él, que jugaba de nueve, estaba Maradona. Antes de que empezara el partido, vio que desde la platea, Brenda, su compañera de banco, le deseaba suerte. Cerca de ella, estaban su mamá y su papá, y unos hinchas disfrazados de reyes. Uno tenía piel morena. Estar en la final, le parecía un sueño.
(tomado de el libro “Cuentos de fútbol para chicas y chicos”, Editorial Estrada, 2007)
Hola soy el encargado de buscar blogs de calidad y en consecuencia tener buenos foreros, si quereis en www.mushofutbol.es os esperamos para compartir y coperaar juntos, el foro aparte es un portal con juegos , dinero virtual y más cosas, nunca apuestas con dinero de verdad estamos en contra de eso , etc..
ResponderEliminarMe olvidaba di que vas de mi parte, de Bemsims si lo quieres.
PD : A mayores tengo blogs por si quieres enlazarlos con mi nick y poner blog ya te aparece en google.
Por cierto yo le de winpicks no lo puse porque nadie conocia la revista ¿ tu la conoces ?
ResponderEliminarSaludos!
http://conspiracionesyquejas.blogspot.com , este es un blog solidario
Gracias Bemsims por la invitación, sobre la revista Winpick no la conocía pero me propusieron hacer un enlace y lo hice. Veremos que sucede.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por la visita.
hola ya te agrege en mi blog espero verte debes en cuando por el mio
ResponderEliminarun gran abrazo nos vemos