El Estrella Roja es el equipo de la cultura, como se le conoce popularmente en los Balcanes. Esto no significa que sea un coto reservado a la clase intelectual, sino todo lo contrario.
Desde su fundación el equipo rojiblanco de la capital serbia caló hondo en la masa social de todo ese territorio. Es el club más popular del país con más de doce millones de simpatizantes.
Un nombre fuera de lo común
Corría la primavera de 1945. Las Repúblicas balcánicas que formaban la Confederación Yugoslava acababan de ser liberadas de la ocupación de las tropas alemanas. Los tanques soviéticos eran saludados con signos de gratitud y amistad. La moda era el rojo. El color del país soviético y el color de la sangre derramada por los guerrilleros partisanos que habían minado la moral de los invasores nazis con sus constantes incursiones desde las montañas. Si bien con los años la camiseta derivó al rojiblanco, ese vivo color original les adjudicó el apodo de cigani -gitanos en serbio-.
Los trece estudiantes que se reunieron en el anfiteatro de la Universidad de Belgrado con el objeto de fundar un club de fútbol se encontraban ante su primer dilema: ¿Cómo llamaremos a nuestro equipo? Uno de ellos, Slobodan Cosic, toma la palabra: “El equipo del ejército ha escogido Partizan. En Zagreb, los croatas se han puesto Dynamo. Seamos más originales, llamémonos la Estrella”. “De acuerdo -secunda Zoran Zujovic- pero que la Estrella sea roja”. El resto dio su aprobación y es así como surgió este nombre tan poco común para un equipo de fútbol que posee camiseta a rayas verticales rojas y blancas y pantalón rojo como uniforme oficial.
La estrella roja es y fue usada en banderas y escudos de estados socialistas, lo que puede verse en la bandera de la República Federal Socialista de Yugoslavia o en la de Corea del Norte. Algunas veces la hoz y el martillo son dispuestos dentro o debajo de la estrella. Desde la desaparición del Bloque del Este, la estrella roja fue prohibida en algunos países, como Hungría, donde es considerado un delito mostrar o usar públicamente el símbolo.
Fue exactamente el 4 de Marzo de 1945 cuando tuvo lugar esta reunión fundacional del “Fudbalski klub Crvena Zvezda” (en serbio), que muchos consideran el heredero del club estudiantes del “Yugoslavia Belgrado”, equipo asociado a la Universidad de Belgrado que venció en el campeonato de 1925 y 26.
El Estrella Roja debuta oficialmente frente al KNOJ, al que vence por 3-2, en un partido muy disputado. El primer gol de la historia del equipo rojiblanco es conseguido por uno de los mejores jugadores que contaba el club en sus inicios, el interior Kosta Tomasevic.
El encuentro se disputó en el Estadio Awal, en cuyas gradas se congregaron tres mil personas.
El balance del primer año de vida del Estrella Roja fue francamente bueno. De 36 partidos que disputó sólo perdió uno, el que le enfrentó a la selección de Rumania. Esto fue el preludio de algo que con el paso de los años se ha ido confirmando. Apenas había nacido y el Estrella Roja ya era un grande. Y su trayectoria posterior así le confirma como el mejor equipo yugoslavo, por delante de su rival ciudadano, el Partizan, y de los equipos croatas del Dynamo de Zagreb y el Hadjuk Split, sus más encarnizados rivales.
Tras el obligado parón por la II Guerra Mundial y la ocupación del territorio por tropas extranjeras, en la temporada 1946-47 el campeonato yugoslavo de fútbol reemprende su marcha. Cinco años tendrá que esperar el equipo rojiblanco para alzarse como el campeón de la Liga yugoslava, en 1951.
Sin embargo, cuando llega ese ansiado momento las vitrinas del Estrella Roja ya han acogido tres trofeos. Son las Copas de Yugoslavia de los años 1948, 49 y 50. El primer título lo consiguió al vencer en la final a su máximo rival, el Partizan de Belgrado, por 3-0. Los equipos del Nasa Krila y el Dynamo Zagrabia serán sus víctimas en las otras dos finales de Copa conquistadas por los rojiblancos.
Rajko Mitic, la primera figura
El equipo que consiguió conquistar el primer título de Liga en 1951 estaba plagado de talentos futbolísticos y jugadores dotados de una gran calidad técnica junto con otros de “raza” que ponían mucha garra y pundonor sobre el terreno de juego. La figura indiscutible de ese conjunto era Rajko Mitic, capitán y bandera del Estrella Roja y de la selección yugoslava.
Mitic era un interior ofensivo dotado de una clarividencia fuera de lo común. Su visión del juego era casi perfecta. Era el eje en torno al cual se movía todo el equipo. El director de la orquesta rojiblanca. De sus botas partían continuamente largos y precisos pases para el veloz Kosta Tomasevic, que con 16 goles en su casillero particular se proclamó máximo realizador de ese año. En la retaguardia de este conjunto destacaba el lateral izquierdo Branko Stankovic, famoso por sus frecuentes y tempestivas salidas ofensivas, llenas de pundonor y corazón.
Con leves cambios en el equipo, este magnífico bloque que había conjuntado el Estrella Roja le llevó a conquistar de nuevo el título de Liga en la campaña 1952-53. Esa temporada, con 17 goles, Zivanovic fue máximo goleador del campeonato.
El veloz y caza goles, Kosta Tomasevic fue el primer goleador nato. Con él comienza una tradición en el Estrella Roja, la de tener en sus filas a hombres que destacaban por su agudo olfato de gol, que llegará hasta nuestros días y que se personifica en la figura de Darko Pancev. Tomasevic fue goleador en las Ligas de 1951 (16 goles) y 1955 (20). Su sucesor en el “cargo” de cañonero fue Bora Kostic, un extremo que consiguió el galardón de máximo goleador del campeonato dos temporadas seguidas, 1959 y 60.
Los comienzos de un “loco”
Con un equipo muy renovado, el Estrella Roja vuelve a ganar la Liga en la temporada 1955-1956. Son los comienzos del “Extremo atómico”, Bora Kostic, el espectacular portero Vladimir Beara, procedente del Hajduk Split, y un fuera de clase llamado Dragosian Sekularac.
Sekularac era un jugador genial, un medio volante lleno de talento, inteligentísimo, enérgico en el campo; en definitiva, un jugador distinto. Decían de él que estaba un poco loco, sin duda porque su talento sobre el terreno de juego so salía de lo corriente.
El fue el primer futbolista que empezó a dar renombre al Estrella Roja. Se le puede echar buena parte de culpa a Sekularac de que el fútbol yugoslavo comenzase a tener prestigio y a ser tenido en cuenta en Europa, como ocurriría después con el de Holanda con Cruyff, el de Polonia con Deyna y Lato o el de Bélgica con Van Himst.
Sekularac era uno de los más destacados jugadores que integraban la formación del Estrella Roja que se asomaba por primera vez a un torneo continental, la Copa de Europa 1956-1957. En esta competición eliminarán al representante holandés, el Haariem, y al CDNA de Bulgaria, cayendo en semifinales ante los italianos de la Fiorentina.
Este fue el comienzo del Estrella Roja en una historia de las Copas de Europa, donde el equipo rojiblanco es célebre por tres razones, además de por ser el actual campeón. Es el único equipo que ha ganado al Bayern en Munich en la Copa de Europa (2-1, en la semifinal del pasado año).
Es uno de los cuatro equipos, con Borussia Dortmund, Ferencvaros y Leeds United, que ha doblegado al Liverpool en Anfield Road (2-1, en octavos de final de 1973-1974). Y, por último, el Estrella Roja fue el último equipo al que se enfrentó el Manchester United antes de sufrir el trágico accidente aéreo en Febrero de 1958.
Seis títulos en cinco años
El equipo rojiblanco de Belgrado de la segunda mitad de la década de los cincuenta no tuvo rivales en Yugoslavia. Su característica principal era la improvisación y la genialidad, personificadas en Sekularac y secundado por una buena corte de grandes talentos que hacían un fútbol técnico, rápido e intuitivo.
Con estas armas, las tradicionales de los jugadores yugoslavos, además de vencer en la Liga 55-56, como ya hemos dicho, se proclamaron campeones del Torneo de la regularidad en la 56-57, 58-59 y 59-60 y de Copa de Yugoslavia en 1958 y 1959. Lo que arroja un balance claramente positivo de seis títulos en cinco años, de 1955 a 1960.
Esta supremacía fue derrocada por su rival ciudadano, el Partizan. Este equipo ganó de forma consecutiva los tres primeros campeonatos ligueros de los sesenta y el de la campaña 1964-1965, lo que le dio derecho a participar al año siguiente en la Copa de Europa, llegando a la final donde perdió con el Real Madrid por 2-1.
La aparición de un joven jugador en el Estrella Roja en la temporada 63-64, Dragan Dzajic, hizo que el equipo reaccionase. El rápido extremo, que llegará a ser leyenda en el fútbol yugoslavo, junto con el retorno de Vicenza, del calcio italiano y la aportación de Sekularac, Durkovic y Kostic permitió que ese año el Estrella Roja hiciese doblete (Liga y Copa).
En las competiciones continentales las cosas no rodaron bien. Cuando el equipo realizaba su mejor fútbol, a finales de los 50, se encontró con dos rivales de mucha entidad, que le cortaron el paso en la Copa de Europa. La Florentina en las semifinales de 1957 y el potente Manchester United de Bobby Charlton en los octavos, en el trágico año en que el avión del equipo inglés se estrelló poco después de despegar de Belgrado (1958).
En la campaña 1961-1962 el Estrella Roja consigue llegar a las semifinales de la Copa de Ferias. Pero los rojiblancos tienen que doblegarse ante la superioridad del equipazo del Barcelona, que le vence los dos encuentros, 0-2 en Belgrado y 4-1 en la Ciudad Condal.
La era Miljanic
Con la llegada de Miljan Miljanic en 1966 a la dirección técnica se va a vivir una nueva época dorada. Miljanic, antiguo jugador del club, llevaba como técnico en las divisiones inferiores del club desde 1958. Dirigía una escuela de fútbol de la que salieron 20 jugadores que serían titulares con el primer equipo.
El nuevo técnico va a dar al equipo una nueva personalidad y va a imponer un sistema muy particular que recoge en un cóctel lo mejor del fútbol sudamericano y europeo. Comenzará a dar sus frutos después de un año de adaptación y madurez.
La tarea con que se encuentra Miljanic no es nada fácil. Acababa de terminar la generación de Sekularac y compañía y el técnico contaba sólo con jugadores jóvenes de la cantera y con poca experiencia.
La temporada 1967-1968 marcará el inicio de la esplendorosa “Era Miljanic”. Esa campaña el joven equipo rojiblanco, que tenía en el extremo izquierdo Dragan Dzajic a su mejor figura, va a vencer en las tres competiciones que participa. Conquista el título de Liga de forma brillante y clara (sacó una ventaja de cinco puntos al segundo, el Partizan); es el campeón de la Copa de Yugoslavia, al vencer en la final por un contundente 7-0 al Bor; y vence en la “Mitropa Cup” un torneo que disputan los equipos de centroeuropa.
La cantera de la selección
En ese año 1968, el club va a ser la base de los combinados nacionales. 22 jugadores de la entidad rojiblanca van a formar parte de las selecciones yugoslavas. Seis en equipo “A”, que se proclamó subcampeón de Europa y que tuvo en Dzajic a su estrella, cuatro a una selección “B” y doce jugadores para los equipos inferiores de la escuadra nacional, hecho que deja constancia de la juventud y calidad del conjunto de Miljanic.
Los dos años siguientes también consigue ser el primero en la clasificación de la Liga. En la campaña 68-69 va a “explotar” un nuevo valor de la fábrica rojiblanca de Belgrado, que continúa la tradición de los grandes goleadores del club. Voijn Lazarevic se consagra como el goleador del momento con 22 tantos en el campeonato liguero que le otorgan el título de máximo realizador.
Este galardón volverá a conseguirlo en la campaña 72-73, año en que el Estrella Roja vuelve a conquistar el título liguero, y aumentando el número de goles a 25.
El trofeo de Copa de 1971 y la Liga 1972-1973 son los dos últimos logros conseguidos por Miljanic al frente del equipo, antes de partir con rumbo a España en Enero de 1974 para fichar por el Real Madrid.
La pléyade de grandes jugadores (Dzajic, Bogicevic, Savic, Sestic, Filipovic, etc.) va a mostrar su enorme superioridad en la Copa del 71, que ganan al Slodoba por 4-0. Su juego ofensivo, ordenado y muy trabajado en los entrenamientos les hizo pasearse por los campos yugoslavos y ser campeones de Liga, con seis puntos de diferencia sobre el Vélez Mostar.
Con este título se cerraba la “Era Miljanic” con un palmarés de cuatro ligas, tres Copas y una “Mitropa Cup”, en los siete años (1966-1974), que estuvo al frente del primer equipo del Estrella Roja.
La selección yugoslava consiguió clasificarse para el Mundial del 74 en Alemania, tras una apasionante pugna con el combinado español. Seis jugadores del Estrella Roja formaron parte de aquella selección que consiguió pasar la primera fase, pero que fue apeada con rotundidad por los anfitriones alemanes, que a la postre serían los campeones. Los seleccionados fueron: los defensas Miroslav Pavlovic y Kiril Dojcinovski, el centrocampista Vladislav Bogicevic el número 10 Jovan Acimovic; y, por último, los delanteros Stanislav Karasi y Dragan Dzajic.
Su primera final europea
Si bien en la “Era Miljanic” el balance nacional fue muy positivo, no se puede decir lo mismo de las competiciones internacionales. El equipo hacía un fútbol bonito, alegre y despreocupado con unos hombres muy jóvenes y con falta de experiencia en el concierto internacional. Por ello los primeros años con Miljanic no se pasaba de la primera o segunda ronda de los diferentes torneos continentales.
En la Copa de Europa 70-71, el Estrella Roja llegó hasta las semifinales, frente a un rival, a priori, asequible, los griegos del Panathinaikos. En Belgrado vencieron por 4-1, pero en el partido de vuelta las lesiones de algunos hombres y el nerviosismo del resto hizo que los helenos les endosasen un 3-0, que dejaba fuera al equipo yugoslavo por el valor doble del gol conseguido en el encuentro de ida.
En su siguiente participación en la Copa de Europa (1973-1974) sólo consiguió llegar a los cuartos de final, aunque los equipos con los que se enfrentó eran de más entidad. En primera ronda eliminó al Stal Mielec, una ‘perita en dulce’.
En los octavos de final le tocó un hueso duro de roer, el Liverpool. Pero los yugoslavos realizaron dos magníficos encuentros y doblegaron a los ‘reds’ en ambos por 2-1.
En cuartos de final se enfrentaron a un Atlético de Madrid que atravesaba un gran momento de forma. Los Meló, Ovejero, Capón, Abelardo, Gárate, Luis, no dieron opción a los yugoslavos y, tras empatar sin goles en Belgrado, vencieron por 2-0 en el Vicente Calderón.
En la temporada siguiente, la de la marcha de Miljanic del banquillo, el Estrella Roja consiguió llegar a la semifinal de la Recopa. En cuartos de final se enfrentó a un Real Madrid dirigido por su ex-técnico Miljan Miljanic. Los yugoslavos se clasificaron por penaltis. En la antesala de la final les cerró el paso el equipo húngaro del Ferencvaros por un solo gol de diferencia.
Tras cuatro semifinales disputadas por el Estrella Roja a lo largo de su historia continental (1957, 62, 71 y 75) por fin llegaba la ansiada final. Fue en la Copa de la UEFA 1978-1979. Su rival era el Borussia Moenchengladbach, equipo alemán que el año anterior, en la Copa de Europa, le había humillado ganándole los dos encuentros de octavos de final por 3-0, en Belgrado, y 5-1.
El equipo yugoslavo no tuvo suerte en esta final de la UEFA. En el encuentro de ida, celebrado en el ‘Pequeño Maracaná’ de Belgrado el defensa Jurisic marcó en propia puerta el gol del empate alemán (1-1). En el partido de vuelta un pequeño gran jugador danés en las filas del Borussia, Alan Simonsen, sentenciaría con su gol, dejando a los rojiblancos con la miel en los labios.
De la Estrella siguen saliendo destellos
El jugador más importante y decisivo del equipo que consiguió llegar a la final de la Copa de la UEFA era Dusan Savic, futbolista que sería fichado por el Sporting de Gijón. Savic jugaba de medio ofensivo o como delantero. Era un hombre gol, que fue máximo realizador del campeonato yugoslavo 74-75, 77-78 y 78-79.
Junto a Savic destacan dos jugadores que serán fundamentales para la consecución del título de Liga en la 79-80 y 80-81: Milos Sestic y Vladimir Petrovic. Este último sería traspasado años después al equipo inglés del Arsenal.
Los traspasos de Savic o Petrovic serán sólo una muestra del continuo y ya tradicional éxodo de los jugadores yugoslavos. Año tras año de la gran estrella colorada van saliendo destellos de talento y aptitud para el fútbol, jugadores y entrenadores que aceptan las ofertas de clubes extranjeros. Ahí están los casos de Miljanic (Real Madrid), Dzajic (Bastía), Bojicevic (Cosmos), Filipovic (Benfica) o de Robert Prosinecki (Real Madrid).
En el conjunto que vence en la Copa de 1982 y 1985 y la Liga 83-84 cabe reseñar la actuación del elegante líbero Marko EIzner y el inteligente centrocampista Milán Jankovic.
Tras unos años difíciles de transición y cambio generacional, donde los triunfos no llegaban ni en Yugoslavia ni en Europa (su mayor logro fue llegar a cuartos de final en la Recopa del 86, donde le venció el Atlético de Madrid y en la Copa de Europa de 1987, donde fue eliminado por el Real Madrid), en 1988 se vuelve a conquistar el campeonato liguero. La mano de Dragan Dzajic como manager general comenzaba a notarse.
Jóvenes talentos como Dragan Stojcovic, Darko Pancev, Dejan Savicevic o el niño prodigio Robert Prosinecki (mejor jugador del Mundial juvenil) comienzan a funcionar como una máquina de precisión. Con estas nuevas figuras surgidas del inagotable firmamento del Estrella Roja se va a vivir un nuevo ciclo glorioso en la historia del club que se plasma en las Ligas de 1987-88, 89-90 y 90-91, la Copa de Yugoslavia de 1990 y que alcanza su cenit con la conquista de la Copa de Europa en la temporada 1990-1991.
El camino hacia la victoria en el máximo trofeo continental a nivel de clubes no fue precisamente de rosas. Tras una semifinal de infarto frente al Bayern Munich, se encontraron en la final con el potente Olympique de Marsella. El partido decisivo, celebrado en Bari, fue bastante malo. Los dos equipos salieron con muchas precauciones y no arriesgaron en busca del triunfo. Los goles no llegaron y en la lotería de los penaltis el Estrella Roja fue más afortunado o efectivo. El fallo del lateral francés Amorós le dio la Copa al conjunto yugoslavo y le permitió tocar la gloria, entrando en el firmamento de los elegidos que han vencido en esta competición.
El 8 de Diciembre de 1991 en el Estadio Nacional de Tokio, Japón, ante unos 60.000 espectadores y con el arbitraje de Kurt Röthlisberger conquista la Copa Intercontinental venciendo claramente por 3 a 0 a Colo Colo de Chile y obtiene el logro más preciado del que pueda vanagloriarse cualquier dirigente o simpatizante de este club. Jugovic a los 19' y 58' y Darko Pancev a los 72' fueron los goleadores de ese histórico partido para la institución de Belgrado.
Pese al cambio del entorno político y la desaparición de lo que se denominó Yugoslavia, Estrella Roja siguió adelante con su marcha y fruto de ese firme andar llegaron los campeonatos nacionales de 1992, 1995, 2000, 2001, 2004, 2006 y 2007 y las Copas de Serbia de 1993, 1995, 1996, 1997, 1999, 2000, 2002, 2004, 2006 y 2007 aunque hay que mencionar que internacionalmente no ha ganado nada desde 1991 (incluyendo el proceso de desintegración de la antigua Yugoslavia) a la actualidad.
Dentro de esa guerra librada en los años 80, por ese entonces regresa a Yugoslavia el temible ex jefe paramilitar Zeljko Raznatovic, Arkan, convertido en un hombre rico; abrió una pastelería, adquirió parte de un hotel y creó una cadena de empresas.
En estos años se inició otra fase de su carrera, la de señor de la guerra. A Arkan se le encomendó la tarea de organizar a los seguidores del Estrella Roja de Belgrado. El Mariscal Tito había muerto y Yugoslavia ya presentaba indicios de desintegración. Las brigadas de los jóvenes del Estrella Roja podrían ser útiles en caso librarse una batalla por Belgrado.
Pero al final no fue necesario luchar por la capital. Milosevic surgió entre las filas del partido y, tras despojarse de la chaqueta roja del comunismo y vestirse con los vivos colores del más virulento nacionalismo serbio, se apoderó del trono vacante. La lucha por Belgrado quedó aplazada y los chicos del Estrella Roja pasaron a formar el grueso de la Guardia de Voluntarios Serbios ‘Los tigres’.
Pasado el tiempo, y ya en el nuevo milenio, en Mayo de 2007 Estrella Roja se convirtió en el primer campeón de Serbia, luego que se independizara de Montenegro, sin embargo ese fue el 25 título en la historia del club, sumados los que consiguió en la ex Yugoslavia y ex Serbia y Montenegro.
El equipo de Belgrado venció al Partizan en el clásico número 130 por 2-1, fiesta que fue empañada por los hinchas de Partizan, que boicotearon el encuentro por estar en desacuerdo con la directiva.
En Septiembre de ese año el Institute for market research and media, Mediana Adria de Belgrado realizo una encuesta acerca de las preferencias del fútbol en Serbia. El Estrella Roja ganó con un 43% de los votos mientras que su acérrimo rival, el Partizan, obtuvo el 32.3% de los votos.
Rajko Mitic, Dragoslav Sekularac, Dragan Dzajic, Vladimir Petrovic, Dragan Stojkovic, Dejan Savicevic, Robert Prosinecki y Vladimir Jugovic son, entre otros, verdaderas ‘estrellas’ que han pasado por esta entidad que es, a la fecha, el club más laureado de Serbia y de la extinta Yugoslavia, con 25 títulos de Liga y 22 de Copa. Además, en 1991, se convirtió en el único club de los balcanes que ha conquistado la Copa de Europa (actualmente Liga de Campeones) y el único de Europa del Este en obtener la ya extinta Copa Intercontinental.
El clásico rival
El Partizan es el clásico rival del Estrella Roja. El primer derby entre ambos clubes (denominado “El derby eterno”) se celebró el 5 de Enero de 1947 en un ambiente invernal con una temperatura de 14º bajo cero. La división entre los seguidores fue obvia a pesar de que sólo acudieron 4.000 espectadores al campo. El terreno cubierto de la nieve no impidió que los jugadores ofrecieran un partido emocionante cuyo resultado fue de 4 a 3 favorable al Estrella Roja.
Precisamente, los primeros títulos en la historia de los rojiblancos llegaron gracias a victorias puntuales contra los blanquinegros. El 29 de Noviembre de 1948, el Estrella Roja se adjudicó su primera Copa tras vencer a su rival por 3 a 0. Tres años más tarde, se estrenó en un éxito liguero tras derrotar al Partizan (2-0) en la última jornada, celebrada el 4 de Noviembre de 1951.
Tras la desintegración de Yugoslavia a principios de los 90, empezó la era del Partizan que no sólo suavizó su balance negativo en los duelos contra su enemigo sino que también logró acercarse en el número de ligas gracias a que conquistó ocho, por cinco de los cigani, entre 1992 y 2005.
El balance total de este clásico del fútbol balcánico demuestra una rotunda superioridad a favor del Estrella Roja. En 126 encuentros ligueros, los rojiblancos, que han conquistado 24 ligas por 19 de sus enemigos, suman 54 victorias (33 como local y 21 como visitantes) por las 33 de su rival (23 en casa y 10 fuera). En 39 ocasiones, el duelo acabó en tablas. Los del ‘Maracaná’ acumulan 193 goles a favor y 153 en contra.
El mejor goleador del clásico es Marko Valok (Partizan), que consiguió 13 tantos en 14 partidos entre 1947 y 1958. Por detrás de Valok se encuentran dos jugadores ‘gitanos’, Bora Kostic y Dragan Dzajic con nueve goles cada uno.
El estadio
El viejo estadio Estrella fue construido en el año 1927. El último partido que se disputó en dicho establecimiento fue el de Estrella roja contra FK Novi Sad. Fue reconstruido en el año 1963. Después de haberse derribado el estadio, los ciudadanos sintieron que se derribo una importante parte del fútbol en toda su historia. Después de la segunda Guerra Mundial fue el escenario para la disputa de diversos partidos políticos.
Para la creación del nuevo establecimiento tuvieron que mover una cantidad de 350.000 metros cúbicos de tierra, ya que se tenia pautado que el nuevo estadio debía de estar 12 metros mas abajo que el anterior. La inauguración del nuevo estadio se llevo a cabo el 1º de Septiembre del 1963, en un partido de Estrella Roja contra el NK Rijeka. Dicho evento contó con la observación de las de 54.000 espectadores. La mayor marca de visitantes al estadio se anotó en un partido contra el FK Partizan, donde asistieron 74.000 personas.
Por el motivo de que el establecimiento tenía gran demanda en la población, se decidió ampliar su capacidad para acoger aun más fanáticos. El estadio incremento su nivel a 110.000 espectadores. Después de esta remodelación el estadio adopto nuevo nombre, ahora era conocido como el ‘Marakana’ que significaba ‘Pequeño Maracaná de Belgrado’ en homenaje al coloso brasileño.
En esa misma remodelación también se incluyo un terreno de juego con sistema de drenaje. El mayor record de ventas en el estadio se produjo en un partido realizado el 1 de Abril del 1975, en un partido final de la Recopa de Europa. Se piensa que esa noche el total de visitantes fue de 96.000 personas, aunque hay quienes aseguran que el estadio se lleno a su máxima capacidad que son 110.000 personas.
En los años posteriores el estadio fue decreciendo gradualmente. Cuando era remodelado, cada vez se eliminaban más asientos y como una medida de prevención se eliminaron los espacios de pie. Fueron instalando asientos en todas las gradas, lo que resume la capacidad del estadio 51.538 espectadores.
Palmarés
Torneos nacionales
Liga de Serbia (25): 1951, 1953, 1956, 1957, 1959, 1960, 1964, 1968, 1969, 1970, 1973, 1977, 1980, 1981, 1984, 1988, 1990, 1991, 1992, 1995, 2000, 2001, 2004, 2006 y 2007
Copa de Serbia (22): 1948, 1949, 1950, 1958, 1959, 1964, 1968, 1970, 1971, 1982, 1985, 1990, 1993, 1995, 1996, 1997, 1999, 2000, 2002, 2004, 2006 y 2007
Torneos internacionales
Copa Intercontinental: 1991
Copa de Europa: 1991
Copa Mitropa: 1958 y 1968
Torneos amistosos
Trofeo Teresa Herrera: 1971
Trofeo Costa del Sol: 1973
Desde Ayacucho, Argentina, un humilde homenaje a esa gran protagonista del juego traducido en cuentos, frases y anécdotas.
Sabiamente la definió el viejo maestro Ángel Tulio Zoff, "lo más viejo y a su vez lo más importante del fútbol".
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