Así fue denominado por la prensa de la época a uno de los partidos más dramáticos que se recuerde en el fútbol peruano. Corría Noviembre de 1993 y se jugaba la fecha 25º del torneo descentralizado, tocándole en esa fecha a Alianza Lima subir a enfrentarse al Unión Minas de Cerro de Pasco, equipo que en ese entonces, contaba con el estadio (foto) ubicado a mayor altitud en el mundo (4.300 metros).
Era un partido de gran interés, debido a que Alianza pugnaba por hacerse del título nacional que ya le era esquivo demasiados años, mientras que el Minas, necesitaba sumar para alejarse de la baja y aprovechaba su condición de local, en la cual se había vuelto imbatible ante los equipos capitalinos, los cuales incluso llegaban a Cerro de Pasco provistos de balones de oxígeno.
A la altura se sumó el inicio de la temporada de lluvias, originándose al poco de iniciado el partido una lluvia torrencial, la cual derivó al poco en una fenomenal granizada, acompañada por una tormenta eléctrica que soltaba tremendos destellos de luz ante los aterrados camarógrafos llegados desde la capital, para transmitir en vivo el encuentro; por una decisión de ambos equipos, se continuó el partido: se jugaba mucho en aquella decisiva fecha.
Una lluvia salvaje, las pelotas de granizo, un frío que calaba los huesos y el oxígeno que apenas entraba a los pulmones se convirtieron en los enemigos de los capitalinos; eso, aunado a los rayos que no paraban de caer, crearon un ambiente dantesco,... era una de esas tormentas de las que te hacen temer a Dios.
El público y los jugadores del Minas estaban acostumbrados, pero para los aliancistas, jugando con guantes y gorras, el árbitro y sus jueces de línea, -también capitalinos-, y para el estoico equipo de transmisión de América, fue un infierno.
Los hinchas que seguían por televisión también tuvieron su cuota de sufrimiento: el empate a cero se mantuvo todo el partido, hasta le fatídico minuto 45: Waldir Sáenz finalmente pudo gritar gol casi sin aire en los pulmones.
Terminado aquel surreal cotejo, un argentino que llevaba apenas fichado unos meses en Alianza, corrió como loco a perseguir a los camarógrafos: "...¡dénme una copia; quiero una copia del video!!" -gritaba fuera de sí-, "...en la Argentina nadie me va a creer que jugamos y que ganamos este partido...!!"
Alianza salió victorioso del "Partido del fin del mundo", pero tuvo que esperar hasta 1997 para volver a campeonar luego de 18 años.
Era un partido de gran interés, debido a que Alianza pugnaba por hacerse del título nacional que ya le era esquivo demasiados años, mientras que el Minas, necesitaba sumar para alejarse de la baja y aprovechaba su condición de local, en la cual se había vuelto imbatible ante los equipos capitalinos, los cuales incluso llegaban a Cerro de Pasco provistos de balones de oxígeno.
A la altura se sumó el inicio de la temporada de lluvias, originándose al poco de iniciado el partido una lluvia torrencial, la cual derivó al poco en una fenomenal granizada, acompañada por una tormenta eléctrica que soltaba tremendos destellos de luz ante los aterrados camarógrafos llegados desde la capital, para transmitir en vivo el encuentro; por una decisión de ambos equipos, se continuó el partido: se jugaba mucho en aquella decisiva fecha.
Una lluvia salvaje, las pelotas de granizo, un frío que calaba los huesos y el oxígeno que apenas entraba a los pulmones se convirtieron en los enemigos de los capitalinos; eso, aunado a los rayos que no paraban de caer, crearon un ambiente dantesco,... era una de esas tormentas de las que te hacen temer a Dios.
El público y los jugadores del Minas estaban acostumbrados, pero para los aliancistas, jugando con guantes y gorras, el árbitro y sus jueces de línea, -también capitalinos-, y para el estoico equipo de transmisión de América, fue un infierno.
Los hinchas que seguían por televisión también tuvieron su cuota de sufrimiento: el empate a cero se mantuvo todo el partido, hasta le fatídico minuto 45: Waldir Sáenz finalmente pudo gritar gol casi sin aire en los pulmones.
Terminado aquel surreal cotejo, un argentino que llevaba apenas fichado unos meses en Alianza, corrió como loco a perseguir a los camarógrafos: "...¡dénme una copia; quiero una copia del video!!" -gritaba fuera de sí-, "...en la Argentina nadie me va a creer que jugamos y que ganamos este partido...!!"
Alianza salió victorioso del "Partido del fin del mundo", pero tuvo que esperar hasta 1997 para volver a campeonar luego de 18 años.
(tomado del blog “Leyendas y relatos de fútbol”)
1ª parte
2ª parte
5 comentarios:
Hola. Que tal si intercambiamos links. Me avisas en mi página si estás de acuerdo. Esta es la página:
www.lomejordelecuador.blogspot.com
Paaa como van a jugar en esa cancha!!! parece un partido de los 80 y es del 93 !!!
Excelente material
En verdad, ahí no se podía jugar. Pero... estamos en Sudamérica.
Gracias por la visita.
Un abrazo
yo estuve en ese partido. tardamos horas de horas con la barra sur de alianza lima para llegar a cerro de pasco, porque vaqrios huaycos nos cerraron el paso. tuvimos que atravesar descampados y cerros para coger el otro lado de la carretera.
alianza ganó esa tarde de 1993. lo recuerdo como si fuera ayer. tenía puesto 3 pantalones de jean pero igual estaba congelado. la barra casi no podìa gritar en la tribuna. se acababa el aire y muchos vomitábamos.
tomamos harto trago corto para el frío pero igual no pasaba. el granizo era peligroso. eran piedrassobre las cabezas.
lo recuerdo como si fuera ayer. en esos años yo viajaba todas las fechas con la barra a provincias. hastaq guayaquil lleguié a ver la copa libertadores con alianza. eso fue hace años, antes que decidiera volverme escritor. en uno de mis libros está esa historia de cerro de pasco, ta,mbién otras de broncas con la policía en cajamarca, tantas cosas...
nomás un abrazo a todos los grones estén donde estén.
ese año 1993 alianza tampoco campeonó a mpesar de las miles de gargantas que llenaban los estadios donde jugaban los balanquizazules. recien en 1997 campeonamos. ahi estuve también en talara para romper el alambrado, meternos a la cancha y celebrar como se debía tras 18 años esperando.
un abrazo. les dejo mi blog:
www.mareacultural.blogspot.com
Gracias gucho por tu valioso aporte. En verdad hay que tener mucha garra y amor por un club para concurrir a ver un partido en esas condiciones.
Un saludo y gracias por la visita.
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