9 de diciembre de 2008

No sean malos con el Cóndor Rojas (Samuel Orellana - Chile)


Quiso el triunfo cuando el triunfo era imposible.
Pidió comprensión. Le dimos la espalda.
Todos queríamos un pedazo de la torta,
un poquito de gloria para peinarnos en la mañana
antes de salir a la oficina.

No me vengan ahora a envolinar la perdiz
ni a darle lecciones a la historia, señores:
la honestidad no encontró silla
en nuestra mesa.

No sean malos con el Cóndor Rojas.
Y el que esté libre de pecado
que se meta la primera piedra
por la raja.

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