Luego de varios intentos por parte de Jorge "Mágico" González para que los dirigentes de Cádiz CF le aumentaran el sueldo, acompañados algunos inclusive con amenazas de regresar a El Salvador, el presidente del club, Manuel de Irigoyen, le ofreció un contrato de cincuenta millones de pesetas por partido (aproximadamente 335.000 dólares) a ser abonado al final de la temporada, pero con una cláusula de que por cada acto de indisciplina que tuviera sería multado con un millón (unos 6.700 dólares); sin embargo dicho acuerdo no fue aceptado por el futbolista: "Porque encima voy a tener que poner dinero de mi bolsillo", admitió en un acto de sinceridad.
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