El inolvidable astro brasileño Edevaldo Isidro Netto, más conocido como Vavá, fue uno de los futbolistas que contribuyeron a que Brasil se coronara bicampeón mundial, tras ganar las Copas Jules Rimet en 1958 (en Suecia) y en 1962 (en Chile).
Vavá (nacido en Recife) quedó en la historia al ser el primer futbolista en convertir goles en dos finales del mundo consecutivas, y ganar el trofeo.
En 1958 anotó 2 para el triunfo de Brasil en la final ante Suecia por 5 a 2, y 1 gol en la final de 1962 ante Checoslovaquia (Brasil 3 a 1). Pese a esos títulos y a jugar en clubes como el Vasco Da Gama, Atlético de Madrid, Palmeiras, América de México, San Diego, en EEUU, y cerrar su trayectoria, en 1970, actuando para el Portuguesa de su país, tuvo un retiro con poco dinero en su cuenta bancaria.
Para colmo, no le habían hecho aportes jubilatorios y se le hizo difícil sobrevivir. Murió en 2002, a los 67 años, enfermo y angustiado por su situación económica. Para sobrellevar su hogar, su viuda, Miriam, recurrió a subastar la camiseta que utilizó su esposo y todo el equipo de Brasil en la final ante Suecia, en 1958. Una camiseta de color azul, y no la tradicional amarilla de Brasil. Dicha casaca se compró en Suecia, de apuro (los escudos y los números de las mismas se cosieron horas antes del partido), porque apenas unos pocos advirtieron que Suecia llevaba también la casaca amarilla.
Lo cierto es que esa camiseta de Brasil, única en su historia, quedó como una reliquia que a Mirian Netto le sirvió para aliviar su momento económico.
Vavá (nacido en Recife) quedó en la historia al ser el primer futbolista en convertir goles en dos finales del mundo consecutivas, y ganar el trofeo.
En 1958 anotó 2 para el triunfo de Brasil en la final ante Suecia por 5 a 2, y 1 gol en la final de 1962 ante Checoslovaquia (Brasil 3 a 1). Pese a esos títulos y a jugar en clubes como el Vasco Da Gama, Atlético de Madrid, Palmeiras, América de México, San Diego, en EEUU, y cerrar su trayectoria, en 1970, actuando para el Portuguesa de su país, tuvo un retiro con poco dinero en su cuenta bancaria.
Para colmo, no le habían hecho aportes jubilatorios y se le hizo difícil sobrevivir. Murió en 2002, a los 67 años, enfermo y angustiado por su situación económica. Para sobrellevar su hogar, su viuda, Miriam, recurrió a subastar la camiseta que utilizó su esposo y todo el equipo de Brasil en la final ante Suecia, en 1958. Una camiseta de color azul, y no la tradicional amarilla de Brasil. Dicha casaca se compró en Suecia, de apuro (los escudos y los números de las mismas se cosieron horas antes del partido), porque apenas unos pocos advirtieron que Suecia llevaba también la casaca amarilla.
Lo cierto es que esa camiseta de Brasil, única en su historia, quedó como una reliquia que a Mirian Netto le sirvió para aliviar su momento económico.
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