18 de noviembre de 2008


Platense (foto) y Lanús jugaron un partido histórico el 16 de Noviembre de 1977 por el descenso. El calificativo vale como pocos porque ocurrieron varios hechos inusuales:
1) Luego de que el partido finalizó igualado sin goles, el desenlace -descenso de Lanús- llegó tras la ejecución de 22 remates desde el punto del penal. Hubo una primera serie en la que se ejecutaron cinco y en la que cada arquero, Miguelucci, de Platense, y Rubén Sánchez, de Lanús, atajaron uno cada uno; una segunda serie de dos remates por lado, en la que Miguelucci contuvo uno y Niro, de Platense, desvió el suyo; una tercera de penales por lado, que fueron convertidos; y la cuarta y la que sería la última, también de dos por equipo, con un gol de Juárez y un remate de Peremateu en el palo (ambos de Platense) y dos contenciones de Miguelucci, lo que determinó que Platense mantuviera la categoría.
2) Pese a que Miguelucci contuvo cuatro penales y fue decisivo en la permanencia de los “calamares”, se quedó sin trabajo poco días después porque el club no le renovó su contrato.
3) El árbitro del partido, Roberto Barreiro, no advirtió que Platense violaba el reglamento cuando permitió que el undécimo penal lo ejecutara Juárez, quien ya había rematado el primero y no podía volver a hacerlo hasta que tiraran todos sus compañeros, incluido el arquero. Juárez era un experimentado goleador y Miguelucci no se tenía fe en ese momento. Lanús cumplió con las reglas. Su último penal lo remató su arquero Sánchez y Miguelucci lo atajó.
4) Lanús accionó judicialmente contra la AFA y, mientras se discutía en los estrados, bajó de la Primera B a la C. Le ofrecieron dos posibilidades: volver directamente a la Primera División, saltando dos categorías, o una fuerte suma de dinero. Lanús se quedó con la plata e inició su gran despegue en lo social y deportivo.

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