4 de septiembre de 2008


¿Qué sentís cuando dicen que el Mundial 86 lo ganó Diego?

Yo siempre dije: “Gracias a Dios, Diego es argentino”. Siempre fuimos conscientes de lo que significaba, aunque no podemos dejar de reconocer que había un plantel extraordinario, que sobrepasó momentos difíciles, con la madurez necesaria para abstenerse de los problemas y hacer lo imposible por la camiseta. Todos ayudamos a que Diego fuera lo que fue. Era el as de espadas, pero el equipo lo ayudó, y mucho.

En el 86, Diego, y en el 90, Goyco… ¿La gente es injusta?

En algunos casos, sí, pero hay que entender cómo es esto. Si no, uno se enferma. Diego en el 86 era el mejor del mundo, hacía cosas imposibles. Y lo de Goyco en el 90fue valiosísimo. Tuvo la fortuna o la virtud de atajar penales decisivos, pero no hay que olvidarse de ese equipo, que tuvo muchos lesionados y demostró un orgullo enorme.

¿Qué se te pasaba por la cabeza a medida que Diego iba esquivando ingleses, en México 86?

Yo estuve cerca desde el arranque de la jugada e iba paralelo a él en la carrera. Cuando encaró al líbero, pensé que iba a darme la pelota, porque venía hamacándose, a punto de caerse. Pero, obviamente, no me la dio. Igual, yo digo que fui actor principal, por haber estado tan cerca. Sólo el Diego de ese momento podía hacer eso.

¿Es cierto que lo puteaste en el festejo?

Sí, le dije: “Qué pedazo de gol hiciste, hijo de puta”. Lo puteaba porque no podía creer lo que había hecho. Aún hoy, al ver esa jugada, uno se pregunta cómo lo hizo. Parece un bailarín llevando una pelota de fútbol.

¿Valdano ya te creyó que no escuchaste el grito ni lo viste para darle el pase en la jugada del gol contra Alemania?

Creo que sí. Es más, ni siquiera vi que me seguía un alemán. Lo único que se me pasaba por la cabeza era llegar lo más rápido posible al arco. Además, si se la hubiera pasado a Valdano, por ahí me la hubieran interceptado. Por suerte, no lo escuché.

(JORGE BURRUCHAGA, ex futbolista y actual DT, Campeón del Mundo en México 86, en entrevista con revista "El Gráfico", Octubre 2003)

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