5 de septiembre de 2008


La Selección de Uruguay se quedó con el oro olímpico de fútbol en los Juegos de París de 1924. Al término de la competencia y ante la posibilidad de realizar algunos cotejos por Europa, los uruguayos se quedaron casi un mes más en Francia.
Ello provocó que surgieran críticas a su amateurismo. "Tienen una técnica fantástica, dignas de profesionales; además estuvieron en Europa cinco meses". Así lo destacaba el periodismo de la época.
Lo cierto es que, para no provocar problemas, cancelaron los compromisos y decidieron regresar, pero necesitaron del apoyo económico de una colonia uruguaya que residía en París.
De todas formas, pudieron comprobar que los futbolistas tenían diferentes profesiones, como José Nasazzi, que era marmolista, Ángel Romano funcionario en Usinas y Teléfonos, Alfredo Ghierra carpintero, Arispe, Tomassina y Uriarte jornaleros de un frigorífico, Pedro Petrone, trabajaba en el Mercado Agrícola, Somma, verdulero, José Naya vendedor de tienda, Pedro Cea repartidor de hielo de la Cervecería Uruguaya, Zoilo Saldombide bancario, el arquero Mazali proveedor marítimo; "Pepe" Vidal empleado de una fábrica de vidrios y Zibecchi era funcionario del Banco de Seguros.
Aquél espíritu olímpico quedó aclarado (regla 26 que señalaba que no podían participar profesionales) y reinó la paz, el jueves 31 de Julio de 1924, arribó al puerto de Montevideo el vapor "Valdivia", con los ganadores olímpicos. Fueron recibidos como héroes.

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