Pedro Escartín fue un español que vivió el fútbol con verdadera pasión. Había nacido en Madrid el 2 de Agosto de 1902 y fue árbitro durante 26 años, dirigiendo 847 partidos, entre ellos 5 finales de Copa de España, actuando además en los Juegos Olímpicos de 1928 y en el Mundial de Italia de 1934.
Pero también Escartín fue técnico del seleccionado español en dos ocasiones, rechazando siempre el cobro de sus haberes. ¡Qué tiempos aquéllos!
Era también un hombre algo despistado, tal es así que en la charla previa a un partido internacional, les encomendó a sus jugadores el utilizar una táctica que respondía a un 4-4-3.
Pese a preguntar si se lo había comprendido, nadie se animaba a decirle de lo imposible de jugar con 12 jugadores (al arquero se lo omite en la táctica del equipo), hasta que Alfredo Di Stéfano se despachó con un histórico: "Lo que dijo está muy bien, don Pedro, pero tenemos doce jugadores..."
Cuentan que Escartín, sin aceptar su equivocación, cambió la respuesta alentando a sus jugadores con un: "Pongamos mucho corazón, corramos a todos los balones como si fuera lo último que hicierais en esta vida, para que nuestros rivales piensen que nosotros jugamos con uno o de más".
Otra vez, estando en Roma para dirigir un partido de la selección italiana, aprovechó para pedir una audiencia al Papa Pio XII. Le advirtieron de que debía esperar arrodillado la llegada del Papa y de que no se pusiera en pie hasta que el Pontifice se lo indicara. Pio XII le dijo: ¿"Así que usted fue el árbitro que le anuló ayer dos goles a Italia"? "Sí, pero fue con justicia, Santidad", respondió. El Papa le pasó factura y lo tuvo toda la audiencia de rodillas. Fue el mayor castigo recibido por un árbitro internacional.
Pero también Escartín fue técnico del seleccionado español en dos ocasiones, rechazando siempre el cobro de sus haberes. ¡Qué tiempos aquéllos!
Era también un hombre algo despistado, tal es así que en la charla previa a un partido internacional, les encomendó a sus jugadores el utilizar una táctica que respondía a un 4-4-3.
Pese a preguntar si se lo había comprendido, nadie se animaba a decirle de lo imposible de jugar con 12 jugadores (al arquero se lo omite en la táctica del equipo), hasta que Alfredo Di Stéfano se despachó con un histórico: "Lo que dijo está muy bien, don Pedro, pero tenemos doce jugadores..."
Cuentan que Escartín, sin aceptar su equivocación, cambió la respuesta alentando a sus jugadores con un: "Pongamos mucho corazón, corramos a todos los balones como si fuera lo último que hicierais en esta vida, para que nuestros rivales piensen que nosotros jugamos con uno o de más".
Otra vez, estando en Roma para dirigir un partido de la selección italiana, aprovechó para pedir una audiencia al Papa Pio XII. Le advirtieron de que debía esperar arrodillado la llegada del Papa y de que no se pusiera en pie hasta que el Pontifice se lo indicara. Pio XII le dijo: ¿"Así que usted fue el árbitro que le anuló ayer dos goles a Italia"? "Sí, pero fue con justicia, Santidad", respondió. El Papa le pasó factura y lo tuvo toda la audiencia de rodillas. Fue el mayor castigo recibido por un árbitro internacional.
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