21 de junio de 2008


- ¿Cuándo empezó el romance con la noche?

- De jovencito, era muy pibe. Salía cuatro o cinco noches por semana. Y tenía el sueño al revés, completamente. Durante el día se me cerraban los ojos y a la noche, en la concentración, me costaba dormirme.

- Otra de tus pasiones es el cine. Trabajaste en Hollywood...

- Sí, en México yo estaba en Torreón, y las películas se rodaban al lado, en Laredo, porque se pagaban menos impuestos que en Estados Unidos. Iba a filmar gente muy importante, como John Wayne, Raquel Welch, Wiliam Holden, Ann Margret, Rod Taylor. Durante dos años vinieron todos. Y ahí empecé a trabajar bastante como extra. Hacía de indio y de borracho en muchas películas, o de los que estaban atrás en los salones. Yo amaba el cine y a esos monstruos los veía cuando era pibe.

- ¿Y te pagaban bien?

- Sí, como me daban cien dólares cada vez que iba a grabar, yo pensaba: "Ojalá que no me maten rápido". Pero me liquidaban enseguida, era uno de los primeros en morir. Era el indio que siempre caía primero. Siempre me tocaba ese papel.

- ¿Se puede decir que sos un actor frustrado?

- Sí, si no era futbolista hubiera sido actor. Seguramente me dedicaba a la comedia, porque toda la vida tuve sentido del humor. Yo era fanático de Burt Lancaster y no lo pude conocer. Rogaba para que fuera a filmar a México, porque era un actor que podía hacer westerns, pero nunca se dio. Me hubiera gustado protagonizar “Apache”, esa memorable película en la que actuó él.

(HÉCTOR "Bambino" VEIRA, ex jugador y DT argentino, en revista "Hombre", 2007)

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