Washington “Pulpa” Etchamendi nació en Soto, Departamento de Paysandú, el 2 de Marzo de 1919.
Nunca llegó a jugar en el fútbol profesional, solo una trayectoria sin mayores sobresaltos en el fútbol amateur hasta los 19 años, pues una grave lesión de rótula lo marginó en forma definitiva de las canchas.
El "Pulpa" fue un personaje, no sólo por sus anécdotas, sino también por sus dichos, fruto de su enorme "carpeta". Así, cuando el fútbol empezaba a ser cada día defensivo, repetía: "En el mundo cada vez hacen más falta dos cosas: ¡democracia y delanteros!".
De la misma forma, cuando Racing de Avellaneda impuso un estilo atacante y fue campeón de América y del Mundo en 1967, el "Pulpa" sentenció: "Pizzutti (el técnico argentino) los manda a todos al ataque porque es soltero; ¡si fuera casado y con tres hijos jugaría muy diferente!"
Dueño de picardía callejera, un graciosa forma de expresarse, en algunas ocasiones folklórica y ocurrente, pero siempre muy gráfica y directa; y, sobre todo, una manera visceral de vivir el fútbol, al punto de morir al costado de un campo de juego.
En una oportunidad, cuando un amigo le reprochó que llevara al equipo que dirigía a un jugador muy capaz pero complicado como persona, el “Pulpa” se defendió diciendo: “Dónde está el problema, si yo no lo quiero para hermano ni para yerno. Yo lo quiero para que esté los domingos de tres a cinco de la tarde en la cancha, haciendo goles...” Y en otra oportunidad, tratando de encontrar una solución a los escasos resultados positivos de Uruguay, apuntó: “Saben cuál es el problema uruguayo, que todos somos muy vivos. Habría que traer dos o tres camiones de bobos y mezclarlos, a ver si conseguimos mejorar la especie”.
En otra ocasión, recriminándole a un arquero su falta de reflejos y actitud, le dijo: “vos transformás en gol hasta las pelotas que se van afuera...”
Después de iniciar sus actividades como estratega en Defensor Sporting de Montevideo y estar al frente de los destinos del equipo nacional de su país, hizo un prolongado periplo por conjuntos como Liverpool, también de Uruguay, Unión de Santa Fé y Los Andes, en Argentina, Cerro, Bella Vista y Nacional, una vez más en tierras ‘Charrúas’. Dirigió igualmente la selección nacional del Paraguay y prestó también sus servicios al equipo León de México.
En 1972, Peñarol trajo al rosarino Castronovo para cortar la hegemonía de Nacional, el "Perro" hacía goles de todos los colores y, con dos suyos, los aurinegros ganaron un clásico de pretemporada por 4 a 0. Viéndose casi impotente, el "Pulpa" le hizo conseguir una "novia" en Pocitos para que el goleador no pudiera ni con su esqueleto, pero como no logró su objetivo, se conectó con un empresario amigo y logró que el delantero fuera adquirido por el Málaga, con lo que se acabó el problema: otra vez Nacional campeón, con los goles de Artime y Mamelli.
El "Pulpa", a su vez, les decía a los jugadores de Nacional antes de los clásicos: "Ya saben. A estos hay que ganarles y, si pueden, con un gol de penal en los descuentos... ¡así se van bien calientes!" Se le dio el 2 de Marzo del 72. Ganaba Peñarol con gol de Castronovo, empató Artime a los ’85 y ganó Nacional con un gol de penal de Mujica a los 90`.
Por aquellos años al terminar el primer tiempo de un partido de Nacional, se le quejó a Montero Castillo en el vestuario: `¡Mudo, le dije que se volcara a la izquierda y no me hizo caso, miro para ahí y hace rato que no lo veo!". El padre de Paolo le respondió: "Pero, ‘Pulpa’, ¡si hace 20` que me echaron!`. El técnico cerró el diálogo: "¿Ve como tengo razón en lo que le estoy diciendo?".
Otra vez, en Colombia, un periodista de la Cadena Caracol finalizó una extensa entrevista, preguntándole a Etchamendi: "Profesor, ¿por qué se viste tan mal?. El "Pulpa" lo miró y le contestó en seco: "Yo no me visto, me tapo".
El "Pulpa" tenía, a su vez, sus "códigos de procedimiento", que aplicaba sin espíritu racista, o discriminatorio, ni cosa que se le parezca: "Arquero y back derecho negro, ¡no! En EE.UU. los basquetbolistas son unos fenómenos porque tienen manos flexibles, parecen de goma! ¡Y el golero tiene que tener las manos de fierro! Además, a los morochos les gusta la cumbia, se mueven con plasticidad, son muy alegres... y ahí atrás, se precisa gente dura y seria!".
A comienzos del año de 1976 llegó a la dirección técnica del Deportivo Cali, contratado por el presidente Alex Gorayeb.
Al equipo verdiblanco llegó en reemplazo de Raúl Rodríguez Seaone, a quien sustituyó por pocas semanas, antes del “Pulpa”, el inolvidable “Pancho” Villegas.
En ese entonces en el equipo caleño militaban jugadores como Carlos Samboní, Ricardo César Ruíz Moreno, Abel Da Graca, Alberto ‘El Tigre’ Benítez, Hernando ‘La Pinta’ García, Miguel Escobar, César ‘El Caballo’ Lorea, Alvaro Contreras, Oswaldo ‘Pescadito’ Calero, entre otros.
El domingo 30 de Mayo de 1976 se cumplia en el “Pascual Guerrero” de Cali la 5ª fecha de la II Vuelta del Certamen ‘Apertura’ del fútbol colombiano.
A ese partido llegaba el Deportivo Cali ocupando el segundo lugar en el torneo con 20 puntos (compartido con Millonarios) mientras el Santa fe ocupaba la tercera posición.
El equipo caleño se puso en ventaja por intermedio del argentino Ricardo César Ruiz Moreno, pero en la parte final el equipo ‘Cardenal’ alcanzó el empate por acción de José Antonio Tébez.
A raíz de la expulsión del jugador Oswaldo Calero, por agresión a Recúpero, el técnico uruguayo abandonó el banco y se refugió en el vestuario por algunos minutos. Después de un buen rato retornó al banco, para terminar de orientar a sus dirigidos.
Hacia las 17.57 minutos, en el banco técnico del Deportivo Cali se desplomaba Washington ‘El Pulpa’ Etchamendi, víctima de un fulminante ataque cardiaco.
De inmediato fue auxiliado por el gerente de la entidad, Walter Collazos y otras personas que estaban junto al director técnico. La ambulancia que lo condujo hasta el Hospital Universitario ‘Evaristo García’ sólo pudo llegar hasta la denominada ‘Puerta de Maratón’ del estadio, pues la pista de tartán no podía ser pisada por vehículo alguno.
El cuerpo, ya casi sin vida del “Pulpa”, fue llevado al trote, en una camilla de lona, hasta la citada puerta, ubicada en el costado sur del estadio.
Los esfuerzos médicos de los doctores Luis Carlos González, Oscar Bolaños y Camilo Rengifo, fueron inútiles. El técnico oriental llegó muerto al Hospital. Su deceso se confirmó hacia las 6:30 de la tarde.
Washington ‘El Pulpa’ Etchamendi, hombre de gran parecido físico con el presidente chileno, Salvador Allende, moría a los 59 años de edad. Su cuerpo fue enviado pocos días después a Montevideo, su ciudad natal.
Al conocerse el día lunes 31 de Mayo, en forma profusa, los detalles de su muerte, la conmoción en la familia del fútbol de América fue enorme. Había fallecido, en su ley, frente a sus jugadores, uno de los mejores entrenadores sudamericanos de su generación.
Con él se iba un singular protagonista del mundo del fútbol, de esos que ya no existen, famoso no sólo por sus conocimientos sino por las ocurrentes salidas que tenía y un modo por demás pintoresco de ser.
Así se lo recuerda…
Silvia Etchamendi, (hija): "La imagen que tengo de mi padre en casa es sentado en su sillón, leyendo.
Cuándo él falleció yo tenía 12 años y mi manera de acercarme a su recuerdo era a través de la biblioteca que dejó en casa. Tenía desde Zolá hasta Víctor Hugo o Galeano. Era un lector ecléctico y voraz..."
Juan Masnik -capitán del Nacional del ‘71-: "Teníamos que ir a jugar a San Pablo un partido importantísimo por la Copa contra el Palmeiras, ya que si no ganábamos de visitantes, quedábamos afuera.
Hacía 5 días que yo estaba en cama y la prensa decía: `Mansnik no viaja`, porque había perdido 5 kilos, volaba de fiebre. El día antes el `Pulpa` se apareció en mi casa, se tomó un par de whiskys Old Smuggler y cuando se iba sólo me preguntó:`¿Mañana le mando un remise para que lo lleve al aeropuerto?`. Además, le agregó: `Acá, en confianza, ¿sabe qué pasa? Ancheta es un gran jugador, pero sin Ud., es mucho menos`. Yo me dije: `¡La pucha, qué importante que soy!` Agrandado anímicamente, me levanté y al día siguiente viajé. Ganamos 1 a 0 y clasificamos. En San Pablo, Ancheta me contó que el `Pulpa` lo había preparado, por las dudas de que yo no pudiera jugar, diciéndole: `¿Sabe lo que pasa, Atilio? Masnik es flor de jugador, pero... en confianza: sin usted, ¡es mucho menos!"
Alfredo Amarillo (último jugador uruguayo en vestir la camiseta del Barcelona de España, donde fue compañero de Johan Cruyff), se fue del país con apenas 19 años, después de haber jugado en la selección uruguaya y ponerse la blusa del Nacional del 73. Esto recuerda: “Yo era un chiquilín de 17 años y jugaba en la reserva de Nacional... yo siempre pensaba ‘algún día se va a lesionar alguno...’ ¡Aquel Nacional era tremendo! No dejaban el puesto ni equivocados... El “Pulpa” Etchamendi era un personaje fantástico.
Debuté contra Cerro, el partido iba 0 a 0 y en el entretiempo el “Pulpa” me dice: ‘cuando vayan 15 minutos usted vaya para donde estoy yo’. Él estaba del lado de la tribuna Olímpica y lo veo que levanta la mano... Ya habían pasado los 15 y yo no me animaba. Le comenté a Hynes que era el equipier y me dijo. ‘¡Andá muchacho, que van 17 minutos!’. Allá salí corriendo.
Cuando llegué allá, Etchamendi enojado dice: ‘¡Usted quiere o no quiere jugar. ¿No fue a la escuela?!’ Entré, tiré un centro, gol de Artime y ganamos 1 a 0.
Otro día Nacional va a jugar con Botafogo en el Maracaná, por la Copa Libertadores. El "Pulpa" me incluye en el grupo que viaja. En Botafogo jugaba aquel Jairzinho, que era un fenómeno, venía de salir campeón del mundo con Brasil en el 70. Antes del partido viene el Pulpa y me dice: ‘¿Quién es mejor, usted o Jairzinho? Yo tenía 18 años, le digo: ‘Y... Jairzinho, maestro’ Entonces me mira serio y seco y me dice con esa voz ronca: ‘¡Usted es un hijo de puta..., a usted yo no tendría ni que ponerlo...!’ Fui y marqué a Jairzinho y lo anulé. Se cambió de punta porque no lo dejé agarrar una pelota. Después, en los diarios, dijo que yo lo había marcado muy bien, para lo joven que era y la experiencia que tenía”.
“El Pulpa Etchamendi venía y te decía: ‘Usted va a jugar... ¡No se me cague!’.
Una vuelta le dijo al "Coco" Martirena -con quien jugábamos en la reserva de Nacional- ‘Coco, vos sos mi ídolo, sos un fenómeno, pero no te puedo poner porque está el Ildo Maneiro’.
Nacional tenía un cuadrazo. Y todos los domingos jugaban siempre los mismos. Las charlas del Pulpa eran tremendas...
Te decía: ‘Esto es así muchachos, si ellos hacen tres y nosotros hacemos sólo dos goles... miren que perdemos!’. Él no te decía nada, ni pizarrón ni tiza, ni subí ni bajá... Nada. ‘Vaya y juegue’.
‘En un partido le cae la pelota a Calcaterra, así de frente al arco. Y Calcaterra erró un gol hecho. En el vestuario, el "Pulpa" Etchamendi va y lo encara y le dice:¿Qué le pasó?Y Calcaterra le contesta: ‘La verdad es que no esperaba la pelota...’ Y Etchamendi se calentó: ‘¿Y qué esperaba? ¿Qué cosa esperaba en el área? ¡Que cayera un boniato en vez de una pelota de fútbol!’El Pulpa además de ser un gran técnico de fútbol ¡tenía cada cosa!, de la vida, de la noche, de los boliches... El Pulpa era un libro”. (Alfredo Amarillo, recuerda innumerables anécdotas -como las antes mencionadas- del popular DT uruguayo)
Peta, usted ya no es el mismo de antes. Lo tiró tres veces a su wing y el tipo todavía sigue respirando".(Del técnico de Nacional de Uruguay a su jugador, Luis “Peta” Ubiña, al final de un primer tiempo por Copa Libertadores en 1968. Infidencia de Luis Artime).
Luis Ernesto Sauco Borges, ex jugador uruguauo, integrante de aquel plantel de Unión que ascendió en el año 1966, recuerda al "Pulpa":-¿Quién te trajo a Unión, Luis? -Los que hablaron primero conmigo en Uruguay fueron don Ángel Malvicino y Osvaldo Kopp. Pero el que me convenció para venir a Santa Fe fue el "Pulpa" Etchamendi, quien me dijo que me necesitaba para ascender a primera con Unión. Vinimos desde Uruguay en el auto de él, una coupé Ford modelo '38 descapotable. Yo venía de jugar la final de la Copa Libertadores con Nacional, cuando perdimos contra Independiente. Llegar a Santa Fe para mí fue todo un desafío. -¿Con qué te encontraste cuando llegaste? -En Unión me encontré con excelentes dirigentes y una muy buena hinchada. Me acuerdo de lo que me dijo Etchamendi: "Mire, Luis, que a Unión vinimos para ser campeones porque el año pasado “Pepe” Etchegoyen salió campeón con Colón y ascendió, así que nosotros tenemos que plantar la bandera uruguaya y romperle la cabeza a cualquiera que se interponga". Era un tipo sensacional.
En un Nacional-Peñarol, después del Mundial '70, me tocó marcar a Losada, que era dificilísimo de marcar de tan chiquito que era. No había cómo agarrarlo y fue compañero de pieza mío en la selección. Entonces antes del partido, el "Pulpa" Etchamendi le pidió a Franklin Morales que le hiciera un reportaje a Losada, preguntándole si creía que Ubiña lo iba a golpear. Losada dijo que no, que éramos compañeros de pieza en el Mundial, que yo conocía a sus padres, que eso no podía pasar.
Franklin Morales le llevó la grabación al "Pulpa" y éste me llamó para hacérmela escuchar. "Usted contra Peñarol no juega", me dijo. Fui a embolsar mis cosas, los zapatos, todo, porque si no iba a jugar el clásico para qué me iba a quedar. "A menos que no sea cierto lo que dice Losada -me dijo el Pulpa cuando vio que me iba-, en ese caso usted juega".
El Pulpa se sentaba en un pozo que había para los técnicos frente a la torre de la Olímpica y a los quince minutos del partido se encontró con que tenía a Losada en los brazos. Lo agarré con pelota y todo al chiquito y lo tiré sobre el Pulpa. Y entonces el Petiso Losada se para y le dice al Pulpa: "¡De esto sos vos el culpable, Cara de Goma!".
(LUIS "Peta" UBIÑA, ex jugador de Nacional de Montevideo, reviviendo inolvidables clásicos de comienzos de la década del '70)
Al recibir la medalla de 50 años de socio de Nacional, el Dr. Carlos Suero contó: "En el `71 fuimos a España y nos recibió el embajador, que era Jorge Pacheco Areco. Al llegar, fuimos saludando a Pacheco uno por uno y cuando le tocó al `Pulpa`, Pacheco Areco le dice: `¿Cómo le va? ¿Cómo están las cosas por Montevideo?` y el `Pulpa` le respondió: `Y... como nos dejó usted... ¡esquivando las balas por la 18 de Julio...!"
Nunca llegó a jugar en el fútbol profesional, solo una trayectoria sin mayores sobresaltos en el fútbol amateur hasta los 19 años, pues una grave lesión de rótula lo marginó en forma definitiva de las canchas.
El "Pulpa" fue un personaje, no sólo por sus anécdotas, sino también por sus dichos, fruto de su enorme "carpeta". Así, cuando el fútbol empezaba a ser cada día defensivo, repetía: "En el mundo cada vez hacen más falta dos cosas: ¡democracia y delanteros!".
De la misma forma, cuando Racing de Avellaneda impuso un estilo atacante y fue campeón de América y del Mundo en 1967, el "Pulpa" sentenció: "Pizzutti (el técnico argentino) los manda a todos al ataque porque es soltero; ¡si fuera casado y con tres hijos jugaría muy diferente!"
Dueño de picardía callejera, un graciosa forma de expresarse, en algunas ocasiones folklórica y ocurrente, pero siempre muy gráfica y directa; y, sobre todo, una manera visceral de vivir el fútbol, al punto de morir al costado de un campo de juego.
En una oportunidad, cuando un amigo le reprochó que llevara al equipo que dirigía a un jugador muy capaz pero complicado como persona, el “Pulpa” se defendió diciendo: “Dónde está el problema, si yo no lo quiero para hermano ni para yerno. Yo lo quiero para que esté los domingos de tres a cinco de la tarde en la cancha, haciendo goles...” Y en otra oportunidad, tratando de encontrar una solución a los escasos resultados positivos de Uruguay, apuntó: “Saben cuál es el problema uruguayo, que todos somos muy vivos. Habría que traer dos o tres camiones de bobos y mezclarlos, a ver si conseguimos mejorar la especie”.
En otra ocasión, recriminándole a un arquero su falta de reflejos y actitud, le dijo: “vos transformás en gol hasta las pelotas que se van afuera...”
Después de iniciar sus actividades como estratega en Defensor Sporting de Montevideo y estar al frente de los destinos del equipo nacional de su país, hizo un prolongado periplo por conjuntos como Liverpool, también de Uruguay, Unión de Santa Fé y Los Andes, en Argentina, Cerro, Bella Vista y Nacional, una vez más en tierras ‘Charrúas’. Dirigió igualmente la selección nacional del Paraguay y prestó también sus servicios al equipo León de México.
En 1972, Peñarol trajo al rosarino Castronovo para cortar la hegemonía de Nacional, el "Perro" hacía goles de todos los colores y, con dos suyos, los aurinegros ganaron un clásico de pretemporada por 4 a 0. Viéndose casi impotente, el "Pulpa" le hizo conseguir una "novia" en Pocitos para que el goleador no pudiera ni con su esqueleto, pero como no logró su objetivo, se conectó con un empresario amigo y logró que el delantero fuera adquirido por el Málaga, con lo que se acabó el problema: otra vez Nacional campeón, con los goles de Artime y Mamelli.
El "Pulpa", a su vez, les decía a los jugadores de Nacional antes de los clásicos: "Ya saben. A estos hay que ganarles y, si pueden, con un gol de penal en los descuentos... ¡así se van bien calientes!" Se le dio el 2 de Marzo del 72. Ganaba Peñarol con gol de Castronovo, empató Artime a los ’85 y ganó Nacional con un gol de penal de Mujica a los 90`.
Por aquellos años al terminar el primer tiempo de un partido de Nacional, se le quejó a Montero Castillo en el vestuario: `¡Mudo, le dije que se volcara a la izquierda y no me hizo caso, miro para ahí y hace rato que no lo veo!". El padre de Paolo le respondió: "Pero, ‘Pulpa’, ¡si hace 20` que me echaron!`. El técnico cerró el diálogo: "¿Ve como tengo razón en lo que le estoy diciendo?".
Otra vez, en Colombia, un periodista de la Cadena Caracol finalizó una extensa entrevista, preguntándole a Etchamendi: "Profesor, ¿por qué se viste tan mal?. El "Pulpa" lo miró y le contestó en seco: "Yo no me visto, me tapo".
El "Pulpa" tenía, a su vez, sus "códigos de procedimiento", que aplicaba sin espíritu racista, o discriminatorio, ni cosa que se le parezca: "Arquero y back derecho negro, ¡no! En EE.UU. los basquetbolistas son unos fenómenos porque tienen manos flexibles, parecen de goma! ¡Y el golero tiene que tener las manos de fierro! Además, a los morochos les gusta la cumbia, se mueven con plasticidad, son muy alegres... y ahí atrás, se precisa gente dura y seria!".
A comienzos del año de 1976 llegó a la dirección técnica del Deportivo Cali, contratado por el presidente Alex Gorayeb.
Al equipo verdiblanco llegó en reemplazo de Raúl Rodríguez Seaone, a quien sustituyó por pocas semanas, antes del “Pulpa”, el inolvidable “Pancho” Villegas.
En ese entonces en el equipo caleño militaban jugadores como Carlos Samboní, Ricardo César Ruíz Moreno, Abel Da Graca, Alberto ‘El Tigre’ Benítez, Hernando ‘La Pinta’ García, Miguel Escobar, César ‘El Caballo’ Lorea, Alvaro Contreras, Oswaldo ‘Pescadito’ Calero, entre otros.
El domingo 30 de Mayo de 1976 se cumplia en el “Pascual Guerrero” de Cali la 5ª fecha de la II Vuelta del Certamen ‘Apertura’ del fútbol colombiano.
A ese partido llegaba el Deportivo Cali ocupando el segundo lugar en el torneo con 20 puntos (compartido con Millonarios) mientras el Santa fe ocupaba la tercera posición.
El equipo caleño se puso en ventaja por intermedio del argentino Ricardo César Ruiz Moreno, pero en la parte final el equipo ‘Cardenal’ alcanzó el empate por acción de José Antonio Tébez.
A raíz de la expulsión del jugador Oswaldo Calero, por agresión a Recúpero, el técnico uruguayo abandonó el banco y se refugió en el vestuario por algunos minutos. Después de un buen rato retornó al banco, para terminar de orientar a sus dirigidos.
Hacia las 17.57 minutos, en el banco técnico del Deportivo Cali se desplomaba Washington ‘El Pulpa’ Etchamendi, víctima de un fulminante ataque cardiaco.
De inmediato fue auxiliado por el gerente de la entidad, Walter Collazos y otras personas que estaban junto al director técnico. La ambulancia que lo condujo hasta el Hospital Universitario ‘Evaristo García’ sólo pudo llegar hasta la denominada ‘Puerta de Maratón’ del estadio, pues la pista de tartán no podía ser pisada por vehículo alguno.
El cuerpo, ya casi sin vida del “Pulpa”, fue llevado al trote, en una camilla de lona, hasta la citada puerta, ubicada en el costado sur del estadio.
Los esfuerzos médicos de los doctores Luis Carlos González, Oscar Bolaños y Camilo Rengifo, fueron inútiles. El técnico oriental llegó muerto al Hospital. Su deceso se confirmó hacia las 6:30 de la tarde.
Washington ‘El Pulpa’ Etchamendi, hombre de gran parecido físico con el presidente chileno, Salvador Allende, moría a los 59 años de edad. Su cuerpo fue enviado pocos días después a Montevideo, su ciudad natal.
Al conocerse el día lunes 31 de Mayo, en forma profusa, los detalles de su muerte, la conmoción en la familia del fútbol de América fue enorme. Había fallecido, en su ley, frente a sus jugadores, uno de los mejores entrenadores sudamericanos de su generación.
Con él se iba un singular protagonista del mundo del fútbol, de esos que ya no existen, famoso no sólo por sus conocimientos sino por las ocurrentes salidas que tenía y un modo por demás pintoresco de ser.
Así se lo recuerda…
Silvia Etchamendi, (hija): "La imagen que tengo de mi padre en casa es sentado en su sillón, leyendo.
Cuándo él falleció yo tenía 12 años y mi manera de acercarme a su recuerdo era a través de la biblioteca que dejó en casa. Tenía desde Zolá hasta Víctor Hugo o Galeano. Era un lector ecléctico y voraz..."
Juan Masnik -capitán del Nacional del ‘71-: "Teníamos que ir a jugar a San Pablo un partido importantísimo por la Copa contra el Palmeiras, ya que si no ganábamos de visitantes, quedábamos afuera.
Hacía 5 días que yo estaba en cama y la prensa decía: `Mansnik no viaja`, porque había perdido 5 kilos, volaba de fiebre. El día antes el `Pulpa` se apareció en mi casa, se tomó un par de whiskys Old Smuggler y cuando se iba sólo me preguntó:`¿Mañana le mando un remise para que lo lleve al aeropuerto?`. Además, le agregó: `Acá, en confianza, ¿sabe qué pasa? Ancheta es un gran jugador, pero sin Ud., es mucho menos`. Yo me dije: `¡La pucha, qué importante que soy!` Agrandado anímicamente, me levanté y al día siguiente viajé. Ganamos 1 a 0 y clasificamos. En San Pablo, Ancheta me contó que el `Pulpa` lo había preparado, por las dudas de que yo no pudiera jugar, diciéndole: `¿Sabe lo que pasa, Atilio? Masnik es flor de jugador, pero... en confianza: sin usted, ¡es mucho menos!"
Alfredo Amarillo (último jugador uruguayo en vestir la camiseta del Barcelona de España, donde fue compañero de Johan Cruyff), se fue del país con apenas 19 años, después de haber jugado en la selección uruguaya y ponerse la blusa del Nacional del 73. Esto recuerda: “Yo era un chiquilín de 17 años y jugaba en la reserva de Nacional... yo siempre pensaba ‘algún día se va a lesionar alguno...’ ¡Aquel Nacional era tremendo! No dejaban el puesto ni equivocados... El “Pulpa” Etchamendi era un personaje fantástico.
Debuté contra Cerro, el partido iba 0 a 0 y en el entretiempo el “Pulpa” me dice: ‘cuando vayan 15 minutos usted vaya para donde estoy yo’. Él estaba del lado de la tribuna Olímpica y lo veo que levanta la mano... Ya habían pasado los 15 y yo no me animaba. Le comenté a Hynes que era el equipier y me dijo. ‘¡Andá muchacho, que van 17 minutos!’. Allá salí corriendo.
Cuando llegué allá, Etchamendi enojado dice: ‘¡Usted quiere o no quiere jugar. ¿No fue a la escuela?!’ Entré, tiré un centro, gol de Artime y ganamos 1 a 0.
Otro día Nacional va a jugar con Botafogo en el Maracaná, por la Copa Libertadores. El "Pulpa" me incluye en el grupo que viaja. En Botafogo jugaba aquel Jairzinho, que era un fenómeno, venía de salir campeón del mundo con Brasil en el 70. Antes del partido viene el Pulpa y me dice: ‘¿Quién es mejor, usted o Jairzinho? Yo tenía 18 años, le digo: ‘Y... Jairzinho, maestro’ Entonces me mira serio y seco y me dice con esa voz ronca: ‘¡Usted es un hijo de puta..., a usted yo no tendría ni que ponerlo...!’ Fui y marqué a Jairzinho y lo anulé. Se cambió de punta porque no lo dejé agarrar una pelota. Después, en los diarios, dijo que yo lo había marcado muy bien, para lo joven que era y la experiencia que tenía”.
“El Pulpa Etchamendi venía y te decía: ‘Usted va a jugar... ¡No se me cague!’.
Una vuelta le dijo al "Coco" Martirena -con quien jugábamos en la reserva de Nacional- ‘Coco, vos sos mi ídolo, sos un fenómeno, pero no te puedo poner porque está el Ildo Maneiro’.
Nacional tenía un cuadrazo. Y todos los domingos jugaban siempre los mismos. Las charlas del Pulpa eran tremendas...
Te decía: ‘Esto es así muchachos, si ellos hacen tres y nosotros hacemos sólo dos goles... miren que perdemos!’. Él no te decía nada, ni pizarrón ni tiza, ni subí ni bajá... Nada. ‘Vaya y juegue’.
‘En un partido le cae la pelota a Calcaterra, así de frente al arco. Y Calcaterra erró un gol hecho. En el vestuario, el "Pulpa" Etchamendi va y lo encara y le dice:¿Qué le pasó?Y Calcaterra le contesta: ‘La verdad es que no esperaba la pelota...’ Y Etchamendi se calentó: ‘¿Y qué esperaba? ¿Qué cosa esperaba en el área? ¡Que cayera un boniato en vez de una pelota de fútbol!’El Pulpa además de ser un gran técnico de fútbol ¡tenía cada cosa!, de la vida, de la noche, de los boliches... El Pulpa era un libro”. (Alfredo Amarillo, recuerda innumerables anécdotas -como las antes mencionadas- del popular DT uruguayo)
Peta, usted ya no es el mismo de antes. Lo tiró tres veces a su wing y el tipo todavía sigue respirando".(Del técnico de Nacional de Uruguay a su jugador, Luis “Peta” Ubiña, al final de un primer tiempo por Copa Libertadores en 1968. Infidencia de Luis Artime).
Luis Ernesto Sauco Borges, ex jugador uruguauo, integrante de aquel plantel de Unión que ascendió en el año 1966, recuerda al "Pulpa":-¿Quién te trajo a Unión, Luis? -Los que hablaron primero conmigo en Uruguay fueron don Ángel Malvicino y Osvaldo Kopp. Pero el que me convenció para venir a Santa Fe fue el "Pulpa" Etchamendi, quien me dijo que me necesitaba para ascender a primera con Unión. Vinimos desde Uruguay en el auto de él, una coupé Ford modelo '38 descapotable. Yo venía de jugar la final de la Copa Libertadores con Nacional, cuando perdimos contra Independiente. Llegar a Santa Fe para mí fue todo un desafío. -¿Con qué te encontraste cuando llegaste? -En Unión me encontré con excelentes dirigentes y una muy buena hinchada. Me acuerdo de lo que me dijo Etchamendi: "Mire, Luis, que a Unión vinimos para ser campeones porque el año pasado “Pepe” Etchegoyen salió campeón con Colón y ascendió, así que nosotros tenemos que plantar la bandera uruguaya y romperle la cabeza a cualquiera que se interponga". Era un tipo sensacional.
En un Nacional-Peñarol, después del Mundial '70, me tocó marcar a Losada, que era dificilísimo de marcar de tan chiquito que era. No había cómo agarrarlo y fue compañero de pieza mío en la selección. Entonces antes del partido, el "Pulpa" Etchamendi le pidió a Franklin Morales que le hiciera un reportaje a Losada, preguntándole si creía que Ubiña lo iba a golpear. Losada dijo que no, que éramos compañeros de pieza en el Mundial, que yo conocía a sus padres, que eso no podía pasar.
Franklin Morales le llevó la grabación al "Pulpa" y éste me llamó para hacérmela escuchar. "Usted contra Peñarol no juega", me dijo. Fui a embolsar mis cosas, los zapatos, todo, porque si no iba a jugar el clásico para qué me iba a quedar. "A menos que no sea cierto lo que dice Losada -me dijo el Pulpa cuando vio que me iba-, en ese caso usted juega".
El Pulpa se sentaba en un pozo que había para los técnicos frente a la torre de la Olímpica y a los quince minutos del partido se encontró con que tenía a Losada en los brazos. Lo agarré con pelota y todo al chiquito y lo tiré sobre el Pulpa. Y entonces el Petiso Losada se para y le dice al Pulpa: "¡De esto sos vos el culpable, Cara de Goma!".
(LUIS "Peta" UBIÑA, ex jugador de Nacional de Montevideo, reviviendo inolvidables clásicos de comienzos de la década del '70)
Al recibir la medalla de 50 años de socio de Nacional, el Dr. Carlos Suero contó: "En el `71 fuimos a España y nos recibió el embajador, que era Jorge Pacheco Areco. Al llegar, fuimos saludando a Pacheco uno por uno y cuando le tocó al `Pulpa`, Pacheco Areco le dice: `¿Cómo le va? ¿Cómo están las cosas por Montevideo?` y el `Pulpa` le respondió: `Y... como nos dejó usted... ¡esquivando las balas por la 18 de Julio...!"
Fuentes consultadas:
• Diario “El País” de Uruguay
• Francisco “Paco” Fernández (periodista de Radio “El Espectador”)
• Página web del Deportivo Cali (no oficial)
• Página web "Tenfield digital"
• Diccionario enciclopédico del fútbol del diario “Olé”
• ABC del Ascenso (del diario “Olé”)
Gracias por recordar a mi padre así... saludos, Lucio Etchamendi
ResponderEliminarDos puntualizaciones menores, pero ya que escribieron la nota con tanto cariño, se las hago: el "Pulpa" nació en Soto, Paysandú. El apellido es Etchamendi. Saludos y gracias por la líndísima nota.
ResponderEliminarDos aclaraciones y un agradecimiento: el Pulpa no nació en la Aguada, si bien siempre consideró ese su barrio. Nació en Soto, Paysandú. Y su apellido era Etchamendi.
ResponderEliminarSaludos, y gracias por la nota.
Es Etchamendi, falta la T... notación del hijo.
ResponderEliminarSilvia y Lucio, es un gran honor vuestra visita a esta página que con todo respeto quiso recordar la memoria de ese grande que fue el "Pulpa".
ResponderEliminarHaré las correcciones pertinentes y espero que el artículo quede lo mejor que esté a mi alcance. Lo hice con profunda admiración por alguien que arrancó tantas sonrisas como conocimiento sobre el fútbol y la vida.
Un saludo cordial desde Argentina.
Agradecemos de todo corazón el reconocimiento. Muchas gracias!
ResponderEliminarLucio Etchamendi
Nada que agradecer Lucio. Un placer enorme el contacto contigo y con Silvia. Abrazo a la distancia!
ResponderEliminar¡Qué Director Técnico sensacional!!!¡Con un Técnico así es imposible que los jugadores no rindan!!! ¡Un fenómeno!¡Y gran hincha de Aguada!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita a la página.
ResponderEliminarMe encanta Aguada en el básquet uruguayo, recuerdo el paso de García Morales y el campeonato tan esperado por el pueblo aguatero. Lamentablemente, quise conseguir en Bs. As. la camiseta verdirroja y no pude.
Saludos cordiales!
Eduardo
Yo soy Peruano me gusta el fútbol de antes, siempre escuché y leí del Pulpa, un fenómeno. saludos
ResponderEliminarEfectivamente, el Pulpa no sólo es un manantial de anécdotas, fue un grande del fútbol.
ResponderEliminarTe mando un abrazo y muchas gracias por la visita al blog.
Cocobolso: yo recuerdo siempre un clásico que nos tocó perder. el Pulpa estaba del lado de la América, ya que Máspoli tal vez porque Nacional era Locatario, estaba del lado de la Olímpica. Termina el partido y el Pulpa cruza todo el campo.
ResponderEliminarMáspoli creía que venía a saludarlo, cuando llegó hasta él, lo garroneó y le pegó tremendo puñetazo. Otra anécdota yo era amigo de Julián Pastor que fue arquero de Sud América. Con los años, luego de su pasaje en el exterior creo que en Centro América, vuelve a nuestro país. Nacional estaba buscando un golero suplente con experiencia. Se lo ofrecieron, pero lo que pasaba era que Julían medía 1,75. El Pulpa le dijo, lo siento pibe, los cuadros grandes precisan goleros grandes.
Todo un personaje. Genio y figura hasta la sepultura !!!.