¿Por qué se fue a México?
Vinieron a buscar a los arqueros de la Selección: Fillol no quiso ir, yo tampoco tenía ganas, quería pelearla acá para el Mundial 82. Pero llegó un momento en que me tenía que ir sí o sí.
¿Cómo es eso de “me tenía que ir sí o sí”?
Cuando tus propios compañeros te dicen “andate así cobramos, dejate de joder”, no te quedan muchas alternativas. Y poco más que te llevan en andas hasta Ezeiza.
¿Qué se siente: más argentino o más mexicano?
Yo soy argentino, porque si no me hubiera nacionalizado, pero a mí México me dio demasiado, no sólo en lo profesional, sino yernos y nietos mexicanos. Tengo sentimientos divididos.
Describa el momento en que Davino y García, dos jugadores suyos, le avisaron que estaban de novios con sus hijas.
Lo de Davino lo fui sabiendo, porque él jugaba en Morelia y venía seguido a Guadalajara. Con Chiqui García me sorprendí. Me enteré en una reunión en casa. No tenía una relación íntima con él, como sí tenía con Cristante o Vicente Sánchez, y de repente lo veo en mi casa, en una reunión. Le pregunto a mi señora qué hace y se empiezan a cagarse de risa con mi hija. “Uy, ya veo por dónde viene la sorpresa”, dije...
¿Nunca sospechó ni un poquito?
Mirá lo que son las cosas. Un tiempo atrás, y no sé por qué, por adivino quizás, le había preguntado a Chiqui por su casamiento, yo le había conocido una novia. No tenía idea de que ya en ese momento estaba con mi hija. Y él me respondió: “No se preocupe, que cuando yo me case, usted va a tener un lugar de honor en mi boda”. Hijo de puta... y yo ni me daba cuenta.
(RICARDO ANTONIO LA VOLPE, ex jugador y técnico argentino, en revista "El Gráfico" de Julio de 2007)
Desde Ayacucho, Argentina, un humilde homenaje a esa gran protagonista del juego traducido en cuentos, frases y anécdotas.
Sabiamente la definió el viejo maestro Ángel Tulio Zoff, "lo más viejo y a su vez lo más importante del fútbol".
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