El fútbol como juego alude tanto a la libertad originaria, a la capacidad de improvisación y de alegría vital, a la tendencia al divertimento, a la impetuosidad e imponderabilidad que da origen al juego, como a la tendencia inversa, la racionalización, la necesidad de someter el juego a convenciones arbitrarias, a obligaciones.
(FEDERICO MEDINA CANO, Al calor de la jugada: el fútbol, signos y símbolos, -1996-)
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