Ha sucedido en Inglaterra, en un partido de la segunda ronda de la Carling Cup. Se enfrentaban el Nottingham Forest y el Leicester City. Comienza el partido sacando los jugadores del Nottingham, que pasan el balón a su portero, y éste atraviesa el campo rival para meter gol en tan sólo 15 segundos. ¡Qué bárbaro! Aunque lamentablemente para la gloria del portero, que no tuvo que regatear a todos sus rivales al estilo Pelé, le dejaron que lo metiera.
¿Y eso por qué? Pues porque de vez en cuando la deportividad y el sentido común imperan sobre las incomprensibles normas y reglas que regulan el deporte, afortunadamente. El partido se empezó a jugar unas semanas antes, pero en el descanso, al sufrir uno de los jugadores del Leicester un problema de corazón, se decidió aplazar el partido cuando el marcador era 1-0 favorable al Nottingham.
Y por una extraña razón, norma, regla o capricho, el partido se repitió desde el principio y con el marcador inicial de empate a 0. Ni que decir tiene que el equipo del Leicester no tenía porqué dejarse meter ese gol, pero aplicando un poco de sentido común y una exquisita deportividad, era lo más correcto. Finalmente, y además de recibir multitud de felicitaciones por el noble gesto, acabaron ganando el partido… así que quizá consideren repetirlo en la siguiente eliminatoria.
(extraido del portal "Desde la grada")
1 comentario:
Primera vez que visito tu blog. no será la última.
Un saludo.
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