14 de diciembre de 2007


Hace unos años fui con mi pibe a una compra venta de un amigo de la infancia, de la villa. Bueno, llegué, un lío bárbaro, nos fuimos a tomar unos mates. Y ahí, entonces, el tipo me dijo que no tenía sillas. "Y pasame un cajón, boludo", le dije. Al rato mi pibe pidió una gaseosa y mi amigo me dijo que no tenía vaso de vidrio. "Y que tome del pico", le contesté. Y así... Cuando nos fuimos mi pibe me dijo: "Papá, son muy pobres". Paré el auto en seco. Lo miré. "Escuchame una cosa, pendejo de mierda y la concha de tu madre, qué te pensás que sos, ¿millonario? ¿Sabés dónde vivía yo, pelotudo?", le dije. Y lo llevé a la villa. Y le mostré mi casa, con el baño a 30 metros. Ahora se adapta a todo (JOSÉ LUIS CALDERÓN, futbolista argentino, con el manual de pedagogía bajo el brazo...)

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