5 de noviembre de 2007


Una de las más graciosas anécdotas en la historia del fútbol boliviano tiene como protagonista a un goleador argentino que celebró muchas conquistas en tierra peruana y en su extenso periplo por el fútbol de Bolivia.
Corrían los primeros años de la década del 80 y Horacio "La Pepa" Baldessari (La Pepa, un derivado del sobrenombre "Pepona" que le asignaron en Belgrano de Córdoba como homenaje a aquel gran goleador "pirata": José Omar "La Pepona" Reinaldi) defendía al Bolívar enfrentando en el clásico paceño al The Strongest.
El partido era trabado, y en una acción del juego un defensor del The Strongest, con mala intención, le fracturó la mandíbula al jugador cordobés, quién inmediatamente recibió la indicación del médico del Bolivar de abandonar la cancha.
El jugador agredido le solicitó al médico continuar dos minutos más en cancha, mientras el DT del equipo celeste ordenaba el cambio.
Baldessari, con toda su bronca, reingresó en clara señal de venganza hacia quien lo había fracturado, y vaya si lo hizo.
Su momento llegó en un tiro de esquina, cuando aprovechó el amontonamiento de jugadores para introducir su dedo índice en su ano y rápidamente meterlo en la boca del agresor quien al sentir el gusto a excremento vomitó tomado del arco.
Inmediatamente, con la venganza consumada, se dirigió hacia donde un compañero lo estaba esperando para ingresar en su lugar.
Desde sus comienzos en 1975, en Sportivo Belgrano, siempre se supo que Baldessari era peligroso en el área... Nunca imaginamos que tanto.

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